Era evidente que el era un caballero refinado y distinguido pues llevaba puesto un conjunto totalmente diferente al impecable atuendo que mostro horas antes; además, no pude evitar notar su elegante coche cuando me acerqué a él. El coche desprendía un olor que denotaba opulencia, sentía que mi suerte aumentaría en una cantidad significativa de miles de dólares.
Al aproximarme, tuve que contener una mueca de malestar, ya que intuía que si lo evitaba, su presencia a mi alrededor se volvería más persistente, similar a la de alguien que acosa sin descanso. Mientras me dirigía con calma hacia donde el habia parquerado, mi cabeza se llenó de múltiples imágenes inquietantes en las que ese enigmático individuo me perseguía, tramando llevar a cabo un secuestro y poner fin a mi existencia de una forma macabra, parecida a lo mostrado en la serie de suspenso psicológico "You" de la plataforma de streaming N*****x. Con una expresión nerviosa en mi cara, lo observé detenidamente, sin emitir sonido alguno. Lo Interrogué sobre porque había vuelto si se suponía que estaba ocupado. Por mi mente pasó que me parecía muy atractivo y su sola presencia me cautivó al instante, aunque era consciente de la importancia de mantener la distancia por consideración hacia Isaac. El con su melena dorada y mirada intensa se tocaba el cuello nerviosamente, como si estuviera tratando de hallar las palabras precisas para comunicar sus pensamientos más íntimos. —Se me pasó por completo solicitarte tu número de teléfono para continuar nuestra charla y conocer más acerca de tus gustos y aficiones. —¿Mi número de teléfono?— con un gesto de sorpresa, levanté sutilmente la ceja derecha para disimular mi incredulidad ante lo que acababa de escuchar. —¡Desde luego que sí! —contestó con alegría, con los ojos llenos de entusiasmo— Es gratificante saber que como tu modelo he llamado tu interés, digo—sonrió con algo de picardía— tu modelo en tus sueños, asi que estaré encantado si puedes pintar una nueva pieza para mi casa. « Jamás en la vida haré eso, ni aunque pasen millones de años.» Recordaba entre las muchas series policíacas donde la persona que muere eran asesinada después de encontrarse con individuos desconocidos, ese pensamiento pasajero me viene a la mente: Es posible que estuviera aguardando el momento oportuno para sorprenderme y arrebatarme la vida. Tragaba con fuerza sintiendo una piedra en la garganta, aunque mi cuerpo se tensaba revelando incomodida. En ese momento, no estaba segura de si mi sonrisa transmitía miedo, pavor o terror, pero era la emoción que sentía en ese preciso instante. Él sugirió con prisa y amabilidad que podriamos ir a un sitio público si eso me hacia sentir a gusto, y segura. Con una amplia sonrisa en su cara, agregó que me compensaría de manera muy generosa. —¿De cuanta cantidad de dinero nos referimos precisamente? Como universitaria, estaba en una situación económica desfavorable. Cualquier dinero extra que llegara a mis manos se consideraría como una ganancia adicional y sería recibido con agradecimiento. Principalmente porque vivía del trabajo de mis padres y la beca estudiantiles. — Podría hacerte llegar el monto de seis mil dólares. — ¿Solo por un cuadro? —traté de mantener la calma en mi voz, a pesar de que en mi mente aumentaba la incredulidad sin control. —¿Crees que no es suficiente? —me miró con una expresión de confusión —Podría proponerte una cantidad más elevado. —Tranquilo—intentaba sonar calmada aunque la cantidad era exagerada—, si solo se trata de pintarlo, podríamos organizar una salida al Central Park el fin de semana que viene —farfulle levemente— ¿Podrías facilitarme tu número de contacto? —mientras extraía mi celular del bolsillo pues aunque pensaba que era una mal idea, ese dinero me serviría para ayudar a mis padres pues su auto se había dañado, además de que necesitaba comprar materiales para mis clases. —¿Todo bien, señorita Amalie? —Si, solo debo confesar que sería un placer pintarlo. Dudaba si la acción en cuestión era correcta, sin embargo, al decírselo, su rostro se iluminó con una expresión radiante de felicidad y satisfecho. El comenzo a dictarme su número de teléfono el cual apunté de inmediato para poder enviarle un mensaje más tarde. Mientras guardaba mi celular en mi bolsillo, mencionaba con calma que le enviaría un mensaje mas tarde para precisa de nuestra cita y toda la información relevante. —¿Te apetece en este momento disfrutar de un café o tal vez prefieres algo diferente, como un té o una bebida refrescante? La pregunta fue interrumpida de forma directa por una Serenity que, rebosante de felicidad, me envolvía en un abrazo tan intenso como su distintiva personalidad — ¡Amalie! Entre risas nerviosas, pedía ayuda con insistencia. Por otro lado, notaba a Isaac llevar no solo su propia mochila, sino también la de su hermana menor, Serenity. —Serenity, te aviso que si no recoges tu mochila de inmediato, me veré en la necesidad de deshacerme de ella lanzándola a la basura. En esta ocasión, mis pensamientos se deslizaron como un río en mi cabeza, al percatarme que Alexander el cual estaba aún frente a mí, fruncía ligeramente el entrecejo. Con asombro, Serenity hablo en voz baja: —¿Alex? Inquirió con interés como si ya se habían visto antes, observando a Serenity en busca de pistas que revelaran algún vínculo previo entre ellos. —Exactamente—sonrio de manera calida. —¿Se conocen?—preguntaba curiosamente, —Claro que si, es uno de los amigos de uno de mis hermanos —comentó pensativa— estuvo presente en la fiesta a la que te invité, pero Isaac prefirió que no fueras —mencionó en ese instante tras reflexionar por unos momentos. — Qué sorprendente es pensar que pudimos habernos topado en esa fiesta —comentó Alexander—con amabilidad— ¡Qué coincidencia tan peculiar! Tal vez estabamos destinados a conocernos. —Eso jamas pasara—dijo Isaac de forma indiferente, quitándome mi mochila para cargarla y arrojando la de Serenity al suelo. —No toleraría que mi prometida participe en las celebraciones sin control de Josiah —enfatizaba en la palabra prometida. Mientras cogía su mochila pesada, Serenity frunció el ceño con desaprobación a la actitud de su hermano. Alexander, con su mirada enigmática parecía ocultar un misterio intrigante e indescifrable. Su rostro se endurecía mientras escudriñaba con atención de Isaac. — ¿Qué les parece si nos vamos ya, chicas? Isaac mencionó que tiene una clase de biología pendiente que necesita asistir, mientras me tomaba la mano con determinación y empezaba a andar, lo que me obligó a seguirlo sin objeciones. —¡Adiós, Alex! — exclamó Serenity, completamente contenta, siguiendo nuestro camino con fervor. Notaba que Isaac se desplazaba con mayor prisa de lo habitual, lo cual me dificultaba mantener su ritmo, dado que el era un metro noventa mientras yo apenas tenia un metro sesenta y cinco. Le pedí a Isaac que redujera la velocidad mientras me liberaba suavemente de su sujeción. Fue la primera vez que, después de tanto tiempo, percibí una mirada inusual y ajena en él, una expresión que nunca antes había visto en las muestras de afecto de mi futuro esposo. Expresó en voz baja su arrepentimiento por su actitud, disculpándose por su comportamiento inexplicable. Me regalaba un abrazo el cual, siempre me había llenado anteriormente, pero en ese preciso momento lo sentía tan ajeno como mis sentimientos. Tras ser liberada por Isaac, Serenity se acerco para abrazarme un brazo. — ¡Las miradas que se dieron ustedes dos—sonreía de manera jocosa al ver a su hermano—¡casi se matan! Hasta miedo me dio! —Eso nunca paso Serenity—Isaac tajo de manera brusca tomando mi mano con delicadeza de nuevo. —Tranquilo Isaac, se que aun procesas lo que es estar celoso—se rió Serenity mientras me rodeaba con cariño mi brazo libre de nuevo— Tengo que admitir que ese hombre es muy guapo, traté de hablar con él, pero parecía tener una muralla impenetrable frente a las mujeres —Serenity frunció los labios con desilusión— No me di cuenta de lo hermosa que era su sonrisa hasta que te la mostró a ti, Amalie, —comentó con un toque divertida para provocar a su hermano—Tal vez, vas a dejar a mi hermano por el, parece un partidazo. Isaac parecía sentirse bastante incómodo mientras yo analizaba con cuidado y pensaba en lo que Serenity me habia mencionada.. —Eso no pasara—afirmo con tranquilidad y serenidad Isaac.—no me preocupo en lo más mínimo. Isaac separó con delicadeza a su hermana de mi lado, después me abrazó con mucho cariño y me dio un beso sumamente tierno. —Estoy segura de que eres mía—afirmó con una sonrisa, lanzando una mirada desafiante a mi espalda por un momento, como si estuviera contemplando algo específico. —Bueno, chicas, es momento de irnos. Continuamos caminando hacia el Starbucks ubicado cerca del campus universitario.Cuarta vida: Princesa Dorothea y AlejandroEscuchaba golpes repetidos en mi ventana, uno tras otro, lo cual me incomodó. Me acerqué para investigar el origen de ese sonido. Con esfuerzo, logré abrir mi ventana de la cual casi era lastimada con una piedrecilla que alguien arrojó. Entrecerré mis ojos para poder divisar desde abajo a ese despreciable hombre de cabello oscuro y ojos verdes que me sonreía de forma coqueta, ese que se habia convertido en mi mas bella contradicion.—¿Que quieres?—Interrogó con fastidio inclinándome ligeramente, haciendo que mi melena pelirroja de color una manzana se deslizara sobre mi hombro.—Dorothea baja —expreso de manera provocativa.—No lo haré, al menos que me llames su Alteza Dorothea —tajaba de manera cortante.—Seguramente no puedes bajar porque estas gorda—se burlo de manera jocosa.Al escucharlo mi rostro de sorpresa debio ser un poema pues el comenzó a reirse con su sonrisa pícara. Indignada, me quité uno de los zapatos mientras pensaba que ese
Al despertar, respiraba con intensidad y agitación. Acaricié despacio mi rostro mientras percibía mis lágrimas, las cuales había derramado en el sueño. El impacto fue tan intenso que mi corazón latía a toda velocidad. Bajaba levemente mis ojos notándo mis manos temblar.—Que fue eso—Murmuré suavemente sintiendo mi voz quebrarse. Llevaba mis manos hacia mi cabeza intentando olvidar aquella horrible escena. Anteriormente, había tenido un sueño con ese hombre, pero nunca presencié su fallecimiento. Observaba la pintura que creé de él, unos ojos verdes traviesos y cabello negro azabache, un semblante tan picaro que daba el aire de alguien jugueton. En las mayoría de los sueños aparecia con capucha gastándome bromas los cuales al despertar siempre me revelaban una tierna sonrisa.Tras tranquilizarme, bajaba con lentitud de la cama e en busca de mi celular el cual sonaba de manera insistente. Encendia la pantalla de mi teléfono móvil notando que eran las nueve de la mañana. La pantalla se
Preparaba mi lienzo y lo distribuía mis pinceles y mi pintura. Aunque no lo miraba sentía que sus ojos estaban posados en mi lo cual me provoco un ligero rubor en mis mejillas. Colocaba mis flores cerca de mí lienzo en el suelo y tras esto le di instrucciones a Alexander sobre cómo posar. Saqué varias fotografías, una tras otra, pero ninguna lograba satisfacerme.—No creo que estén bien, tal vez deberíamos cambiarla —me aproximé a el tozandole el rostro para intentar modificar su postura. Nuestros ojos se encontraron al rozar sus mejillas.¿Alguna vez has experimentado esa extraña sensación de haber vivido algo antes? En esos momentos una fuerte corazonada de dejavu, como si lo había vivido con el. Mantuvimos un contacto visual. Una tension entre nosotros nos rodeaba. El presentimiento de que un hilo invisible nos ataba me asfixiaba, liquidaba, me encantaba. Ese sentimiento de que pertenecía a él seguido por un fuerte martilleo en mi pecho.Por unos segundos, sentía como si había viv
Segunda vida: Agathan y Bastian—Agatha —se escuchaba con fuerza desde la distancia. Me detenía, mi atuendo de criada y mi coleta dorada como los rayos del sol se desplazaban al unísono al dar la vuelta. Observaba al pelirrojo con ojos grises siguiéndome a la carrera. Ese señor daba la impresión de haber participado en una carrera de larga distancia. Bastián esbozó una leve sonrisa tan encantadora que hizo mi cuerpo temblar. Un leve ardor se sentía en mi mejilla, con nerviosismo acariciaba una de mis coletas. —Bastian—desviaba ligeramente mi mirada—Hola, ¿Todo bien? Bastián era carpintero que se convirtió en alguien a quien apreciaba mucho, tanto que solía pasar mis días libres junto a él. Me atraía mucho además de que sentía que el tambien sentia lo mismo. La forma en la que me miraba era inigualable, expresaba sus sentimientos a trave de sus ojos pues nunca lo habíamos dicho directamente.—Si —respiraba agitado —es que saliste muy rápido de mi tienda —respiraba algo forzado
Me sentaba junto a él, realmente experimentaba una tensión eléctrica al estar junto a su lado sin llegar a tocarnos. ¿Acaso nuestra tensión había aumentado a comparacion del fin de semana? El coche se desplazaba, sin embargo, la tensión entre nosotros se intensificaba tan fuerte como si aquel vehículo se hubiera transformado en un objeto immobile. —Eje, ¿todo está en orden allá atrás? —pregunto el mayor de los hermanos de Serenity mientras mira por el retrovisor. —Por supuesto Derek—sonrió Alexander de manera confiada—estamos extremadamente bien. —Es que siento que están muertos ahí atrás —este dejo escapar una ligera sonrisa —tu y yo estábamos conversando muy animado, pero te detuviste en cuanto las chicas entraron.—Disculpa —contestó él— pero no creo que estas señoritas deseen discutir asuntos comerciales.—Estás en lo correcto —Serenity levantó la cabeza con emoción— Alex ¿estas soltero?—¿Porque me lo preguntas? —contestó de forma cortante.—Serenity —Derek la llamo con un li
POV Alexander WilsonHabía pasado alrededor de diez días donde Amalie no me respondía los mensajes. Evitaba actuar de manera insistente, aunque de vez en cuando me acercaba a la universidad con la ilusión de encontrármela, sin embargo, nunca tenía suerte. Tenía la intención de consultar a Serenity Riley acerca de su amiga, sin embargo, percibía que los hermanos junto con Isaac estaban vigilando mis movimientos en relación con Amalie. Isaac le informo a Derek sobre mi encuentro con Amalie, lo cual termino con el pidiendome que respetara la relacion de su hermano porque Amalie era suya.¿Respetarla? Amalie siempre ha sido mía, durante seis vidas ha sido mi amor. Mi voluntad de vivir, mis ganas de despertar cada mañana. En esta vida seria igual, siempre mía, siempre suyo, siempre juntos. Tuve el placer de conocer a Derek durante nuestra etapa universitaria, momento en el que también formalizamos un acuerdo que resultó beneficioso tanto para su empresa como para la mía. Desde el piso och
Al desempacar mis maletas, me sentí afortunada al descubrir que me había tocado compartir la habitación con Serenity y otra compañera que ya conocia. Cada año, la universidad solía planificar excursiones educativas para motivar a los estudiantes. Lamentablemente, nunca pude participar debido a limitaciones económicas. Sin embargo, en esta ocasión, gracias al premio que obtuve, pde financiar el viaje en su totalidad. Este año, la universidad educativa optó por viajar a Roma, donde visitaríamos numerosos sitios de importancia histórica. Isaac, en cambio, no pudo asistir debido a que su trayectoria profesional lo llevaría a Hollywood, ya que se dedicaba al estudio de la fotografía. Serenity se dedicaba a la escultura, sin embargo, a veces sus horarios coincidían con los míos. —Amalie, date prisa, vamos a la Fontana di Trevi y no quiero perdérmelo, si no hago un buen esquema para pasar la clase, mi padre me regañará. Me sorprendí un poco al enterarme de que Serenity no aprobó dos
Primera vida: Principe Austin y AubreyEl sonido del galope se hacía más intenso, indicando la rapidez a la que el animal se desplazaba. Una noche preciosa y única, las estrellas brillaban con fuerza como diamantes en el cielo, mientras la luna adquiría lentamente un tono rojizo. Aunque nos encontrábamos en la mitad de esa temporada estival, experimentaba una sensación de frío en todo mi cuerpo.Su voz masculina, llena de súplica, me rogaba que me mantuviera firme, despierta mientras me sujetaba con su brazo izquierdo. Su voz llena de desgarro y dolor era lo suficiente para dejarme saber cuando sufrimiento estaba aguantando para llegar a nuestro destino. Observaba con fatiga a mi amado que controlaba al equino. El ruido del galope resonaba intensamente al cruzar el arroyo.—Su Alteza Austin —mencioné con voz exhausta, indicandole que no podria resistirir por mucho tiempo más —me siento muy helada —susurré con cierta complicación.Había ejercido como mi madre en el campo de la herbolo