Sabía que su novio era muy rico aparte de atractivo,la joven todavía no lograba comprender el concepto del dinero al menos desde el punto de vista de Victor Bustamante.
—¿De qué le sirve tener tanto dinero si no puede ser feliz por el qué dirán?
La joven meditaba mientras llegaba a su lugar de trabajo. Isabella es una ejecutiva brillante, con una trayectoria impecable y una determinación férrea que la había llevado a lo más alto en el mundo de los negocios. Su oficina en el piso 30 de un rascacielos en la ciudad de Nueva York era su segundo hogar, un lugar donde tomaba decisiones cruciales y lideraba a su equipo con precisión y carisma.
—Quiero, un café y qué me lleves mi agenda de citas.
Su secretaria la sigue con un montón de carpetas para que estampe su firma para autorizar gestiones.
--De inmediato jefa,aquí le dejo estos documentos.
Sin embargo, todo cambió en un abrir y cerrar de ojos. Aquel fatídico día, Isabella recibió dos noticia que nunca imaginó: La primera,su novio un caballero adinerado de edad madura con él que tenía una relación desde hacía ocho meses,la llamó por teléfono.
—Bella,tenemos que hablar.
—Pasa por mi departamento está noche,mi amor.
—No, mejor te lo digo por teléfono,verás desde el principio te dije que lo nuestro era casual,tú eres más joven que yo y no tenemos futuro,no quiero que la alta sociedad se enteré de lo nuestro.
—Ya entendí,no me consideras de tu nivel,hoy mismo te desocupo tu departamento.
¡No es necesario!,te lo puedes quedar,yo te voy a depositar algo de dinero en tu cuenta para que no pases privaciones.
—Ahórrate las consideraciones,yo soy una profesional y no dependo de ningún hombre.
¡Claro!,tienes a Charlie,que te puede dar todo lo que necesitas.
—Mira Victor,no entiendo, nada.Ya voy para allá y me vas a oír.
La empresa de su novio quedaba al frente del consorcio dónde ella trabajaba.La joven cruzó la calle de forma rápida,su cara estaba enrojecida de la rabia.
¿A dónde va,señorita?
—Voy a ver a su jefe.---Entró Cómo un bólido y la asistente más atrás de ella.
—Señor,ella no me dio tiempo de anunciarla .
¡No te preocupes Ingrid!,déjanos a solas.
El Ceo la miró con frialdad,y luego su mirada se tornó dura.
¿No te dije que no te quiero ver más?
—Dímelo en mi cara,¿qué hay de todas las noches de pasión que juntos vivimos,Victor.
—Ese amor te lo pasaste por la faja y no te importó nada.Eres una mala mujer,sólo querías mi dinero,fuí un iluso al pensar que una jovencita me amaría.
¡Por Dios!,¿de qué hablas?
La chica se vé muy sorprendida y el caballero saca el celular y le enseña un video de ella bailando con un hombre más joven que la besa.
—No te mandaron la grabación completa,yo le dí una bofetada a ese tipo,recuerdo que fue ese día que nos peleamos,porque te pregunté cuando conocería a tu hijo y me dijiste que nunca.
—Eso ya te lo expliqué yo tengo cuarenta años y tú apenas veinte.Tienes la edad de mi hijo y no quiero verme ridículo.
¿No me amas?
El hombre hizo silencio y ella le dijo—Hoy mismo me voy de tu departamento,te dejaré la llave con el conserje.
--Ya te dije que te lo puedes quedar y toma éste cheque para tí,supongo que cubre tus servicios.
Ella le cruzó la cara de una bofetada y él la tomó entre sus brazos y la besó con pasión,ella luchó al principio y luego se dejó llevar por la pasión,ambos eran de sangre caliente y un volcán se activó,el hombre de un manotazo tumbó todo lo que había en el escritorio y la recostó,ella jadeó de placer y Victor se detuvo.
¿Qué pasa mi amor?
---Eres muy caliente y yo voy para viejo,eso es cuerno seguro,vete de mi vida.
¡Pudrete Victor!
El caballero le dio la espalda y ella se cansó de dar gritos y terminó por salir de la oficina.
La joven hizo sus maletas y se mudó a un departamento más chico,el dinero no le alcanzaba mucho,apenas cubrió parte de la renta y prometió al casero conseguir la otra parte.
¡Al menos tengo un empleo!-Se dijo a sí misma.
Las calamidades vienen en lotes,tres días después la empresa para la que trabajaba desde hacía años había decidido prescindir de sus servicios, debido a una reestructuración inesperada. La sorpresa y el shock invadieron su mente, mientras veía cómo su vida cuidadosamente construida se desmoronaba frente a sus ojos.
-Isabella el jefe quiere verte en su oficina.-Le avisó la jefa de personal.
Ella se presentó sin sospechar para qué la habían llamado.El hombre estaba acompañado de Claudia,la asistente y mano derecha de su ex, en ese momento no pudo entender qué hacía esa mujer allí,ella trabajaba para la competencia y no le agradaba nada Isabella,porque Claudia amaba a su jefe en secreto y ese día del malentendido en la discoteca,Claudia estaba presente,Isabella se convenció de que ella tenía que ver con ese joven que se le acercó y le robó un beso.
-Tienes una hoja de vida impecable.-Añadió el jefe.
—Hago lo mejor por la empresa.
—Me apena decirte que estás despedida,está empresa fue absorbida por el consorcio Bustamante.
Ella no dijo nada,no quería darle el gusto a Claudia,de verla mal.
Con una caja de cartón en la mano y sus pertenencias personales como único consuelo, Isabella se encontró de repente en la calle, mirando hacia arriba con incredulidad a la torre de cristal que alguna vez fue su hogar laboral. El bullicio de la ciudad la envolvía, pero en su interior solo había un vacío abrumador y un torrente de preguntas sin respuesta.
¡Rayos!,desempleada y abandonada.
Caminando sin rumbo fijo, Isabella se vio obligada a enfrentar una nueva y desconocida realidad. Las miradas curiosas de los transeúntes le recordaban cruelmente que ahora era una más en la multitud, una mujer que había perdido su lugar en el mundo.
En el consorcio Bustamante el Ceo Victor hablaba con el abogado.
—¿Esa cara de tragedia?
—Termine con esa novia que te había contado.Ella es una zorra,tiene otro,soy un estúpido me enamoré cómo un chiquillo.
--Lamento oír eso.
El abogado le cambió la conversación,porque lo vio abatido.
¿Y tu hijo cómo está?
—Ese es otro dolor de cabeza. No sé qué hacer con Eduardo,ese vago no tiene remedio,abandonó su carrera de finanzas para vivir la vida loca.
—Es joven e irresponsable,Eduardo siempre lo ha tenido todo a manos llenas—opinó el notario de Victor Bustamante.
—Cuando su madre falleció lo consentí demasiado,ahora pago el precio,lo más seguro es que el día que yo muera mi hijo dilapide la fortuna que con tanto esfuerzo logré construir.
—No es tarde para tomar correctivos, Victor—Le consuela su apoderado.
—Mi vida es un caos,un hijo insolente y una mujer infiel, desearía irme a Honolulu a tomar sol y beber piña colada.
—Puedes disciplinar a tu hijo y ver buenos resultados en vida—Adujo el abogado.
—¿Cómo amigo?,ya tengo la lengua desgastada de tanto aconsejar a Eduardo.
—Lo que te voy a a proponer a continuación va a resultar, créeme.
—¿Dónde está Eduardo en éste momento?
—Ese papanatas anda de fiesta con sus amigos.
—Excelente para mi plan—Añadió el abogado Arteaga.
Isabella trataba de acoplarse a su nueva vida.
—Necesito un empleo urgente—Hablaba sóla mientras camina rumbo a la entidad financiera.
Ella no se percató de que dos hombres la siguieron desde que salió de cobrar su cheque en el banco ,uno de ellos la amenazó con una navaja y el otro tomó su cartera.
—¡Dios no por favor!,era todo el dinero que tenía.
Ella se encontraba parada cerca de un pozo de agua que la lluvia había formado en ese momento un Ferrari pasó a toda velocidad y la mojó de pies a cabeza.
—Lo que me faltaba ahora si me veo más bonita con ésta ropa mojada.
El joven que conducía el Ferrari es Eduardo Bustamante,el heredero del consorcio.
—Esa mujer allá atrás, la mojaste amigo.
—¿Quién la manda a estar en el medio?—Resopló Eduardo.
—Amigo,a veces eres déspota.
—¡Ah no Richard!,ahora eres el defensor de los pobres—Masculla el joven heredero.
—Isabella llegó a su departamento y el dueño la esperaba para proceder con el desalojo.
—Yo le dí plazo hasta hoy señorita así que por favor pague o lárguese de mi propiedad.
—No tengo el dinero,por piedad no me saque a la calle, podemos negociar,yo le pagaré más de lo que le debo.
—Viéndote bien,tienes razón con ese cuerpo y esa carita puedes tener todo lo que quieras,si eres amable conmigo no te cobraré renta por tres meses.
—¿De qué habla señor?—Pregunta la joven algo desconcertada.
—Que te conviertas en mi amante,niña. ¡no te hagas la inocente!
—Mire viejo decrépito,yo no me vendo prefiero dormir debajo de un puente que caer en la prostitución.
—Muy digna,lárgate de mi presencia, no te quiero ver más por acá.
—De mejores sitios me han corrido.
La joven se fue con su cabeza bien en alto pero con el corazón desecho de la tristeza intentaba darse ánimo así misma pero era presa del pánico y la depresión,colocó las maletas en el suelo y un vago las tomó y salió corriendo,la joven se derramó en lágrimas.
Ella fue a varias empresas que eran propiedad de los amigos de Victor y en todas llamaron a pedir referencias y Claudia se encargó de recomendar mal a la chica.
Cayó la noche y la ciudad recobró vida,las discotecas iniciaron las fiesta y entre tragos y bailes Eduardo la pasaba bien con sus amigos.
—La fiesta es hasta que el cuerpo aguante y luego nos vamos todos en mi avioneta a Miami ,no se preocupen por gastos que todo corre por cuenta de mi padre—Le dijo Eduardo a sus compañeros de farra.
—Amigo de verdad tu papá es espléndido —Comenta Richard.
—No lo es,más bien yo dispongo de lo que por derecho me corresponde.
—¿Tu padre no se queja por tus gastos?
—Ese señor apenas lo veo,él está en su mundo y yo en el mío.
—Afortunado tú que puedes gastar el dinero a manos llenas—Añadió Richard.
La joven Isabella fue a un conjunto residencial, porque no tenía dónde dormir,un amigo suyo era vigilante y cuidaba los departamentos de los millonarios de la élite social.
—Eso que me cuentas es terrible yo alquilo una piso en el Bronx con mi mujer si tuviera una habitación disponible te llevo conmigo,pero puede dormir en ese apartamento,los dueños muy poco vienen por acá ya mañana verás una solución.
—Te agradezco Manuel—añadió ella con timidez.
En la despensa del apartamento había comestibles, bebidas gaseosas y varios tipos de dulces empaquetados.
—¡Gracias al cielo!, por el día de hoy resolví—Exclamó ella.
Dormía confiada de que está en un lugar seguro,al amanecer escuchó una bulla de varias personas que se acercaban, se apresuró a levantarse.
—¿Quién eres tú y qué rayos haces en mi propiedad?—Le preguntó Eduardo que se encontraba algo ebrio.
—Disculpe,joven no tenía a dónde dormir y me metí a escondidas,pero ya me voy no quiero problemas.
El apuesto y elegante joven la miró como si ella fuera un insecto.
—Largo de aquí antes de que llame a la policía.
— Deja que se marche—Le aconsejó Richard.
Isabella va algo apurada y asustada.—Ese tipo es un pesado y arrogante.
El frío de la calle le calaba en los huesos,pero lo peor de todo era el dolor que ella sentía en su corazón.
Esa fue la primera vez en su vida que Eduardo pisó tierra y se dio cuenta lo inmaduro que había sido hasta entonces.El joven tenía veinte años y la apariencia atractiva de su padre,era lo único en que se parecían porque Eduardo era muy inmaduro.Dijo con una sonrisa pícara.—¡Tengo hambre!,prepara mi comida favorita,Clemencia.Ese día regresaba a la mansión luego de una semana ausente de casa,el ama de llaves lo recibió con cara de consternación.—Esa cara Clemencia ¿Quién murió?—Su padre,joven amo.—No, tú estás relajando, esos no son juegos.La criada le entregó una urna con las cenizas del difunto.Eduardo lloró con desconsuelo,su padre se fue y nunca le prestó atención,por andar de fiesta con los amigos.—¡No puede ser!.¡Mi padre!.Su pecho se apretó y sollozó con desespero. Ocho días después el notario llegó a visitarlo.—Buen día,Eduardo.—Hola Arteaga.¿Vienes a entregar los documentos que me acreditan como heredero universal?—No tan rápido muchacho.Su padre dejó estip
La Joven no se sentían muy cómoda con su nueva situación,suspiró profundo y trató de pensar que le tocaba aguantar al engreído heredero,con lo que había vivido con Victor era suficiente en su vida para estar alejada de gente de la alta sociedad,por el momento no le quedaba de otra que cumplir con mantener la farsa de ese contrato de matrimonio,por suerte Eduardo no le había propuesto nada indecente hasta el momento. –Abogado bienvenido a mi hogar,le esperaba.--Saludó Eduardo al apoderado de su padre. –Buenas tardes.--Respondió el hombre sin mucho afán mientras colocaba su maletín a un lado,su mirada analítica se posó sobre Isabella. —Le presento a mi esposa,aquí tiene el acta de matrimonio como mi padre lo exigió. ¡Un placer,señora Bustamante! —El gusto es mío señor notario.--La joven sonrió y pensó -- es una pena,ese apellido no me gusta ,justo tenía que ser Bustamante,cómo el desgraciado que me dejó,si no estuviese muerto mi suegro pensaría que se trata de la misma persona,¡
—¡Hey!El grito de Eduardo resonó fuerte en los oídos de Isabella que se sobresaltó un poco.—No entiendo cuál es el escándalo,no soy tu moza para que me andes gritando.¿A dónde vas? -Preguntó Eduardo en forma autoritaria.—A la calle,me siento encerrada en está mansión.El joven la reprendió con malhumor —¿a hacer qué?, no me digas que extrañas la calle,de dónde te saqué.—Un momento,el hecho de que hayamos hecho un trato no quiere decir que mandes en mí.Eduardo tenía sus ojos puestos en los de ella,por primera vez detallaba en forma minuciosa sus facciones,esos ojos claro y labios sensuales a pensar de ese pequeño rictus de amargura,le recordó a Victor, ella se desconcertó un poco y él bajó la guardia.—¡Ven aquí fosforito!—Mi nombre es Isabella. El rumbo de la historia se torcía de a poco.El joven le había propuesto un matrimonio por contrato, en el que vivirían juntos sin compromiso, pero ahora Eduardo la empezaba a ver de forma distinta. Isabella, por su parte estaba arre
La Joven permaneció en silencio mientras que Eduardo la acribillaba a punta de preguntas,Isabella no sabía qué responder,ni ella misma estaba al tanto de su embarazo,pensaba que era un retraso de su menstruación a consecuencia del estrés generado en los últimos días,jamás se le hubiese pasado por la cabeza,quedar embarazada de Victor Bustamante.–¿Cuándo me lo pensabas decir?–No lo sabía.El rostro de Eduardo se tornó enojado y sus ojos lanzaban chispas de la ira contenida.—¡Mentirosa!,pensabas seducirme y luego hacer pasar a tu bastardo por hijo mío.—¡No le digas así a mi bebe!Los gritos se oyeron en toda la mansión,Arteaga no se encontraba en ese momento.—Viste la oportunidad y la tomaste,¡claro!,luego te divorcias y me demandas,¿Quién es el padre de ese niño?,no me digas que es un vago de la calle.Isabella apretó los labios y lloró de impotencia no pudo dejar de pensar–Si supieras que eres el hermano de éste bebé.La discusión se vio interrumpida por los toques en la puerta.
El miedo invadio la mente de Isabella desde el momento en que se enteró de que iba a ser madre,ese temor la atormentaba de día y de noche.Se cambió la ropa mojada mientras mascullaba—¡Me cagaste la vida!,Victor y aún después de muerto me sigues jodiendo,quedó a merced del loco de tu hijo,tan grande éste mundo y tenía que hacer trato con tu hijo,y ahora embarazada,¿cómo voy a mantener a éste niño?,¿qué voy a comer?,¿a dónde voy a dormir?,¿para dónde voy a agarrar con esa panza hinchada?En medio de su angustia y razonamiento,su bebé se movió en el vientre por primera vez.—¡Te amo,mi vida!.¡Mas que a nada en este mundo!,no voy a permitir que nadie te haga daño y tendrás la vida que mereces,eres un Bustamante y de aquí no me saca nadie,así tengas que crecer llamando papá a tu hermano,él me tiene ganas y no voy a perder esa oportunidad,al menos algo de dinero le puedo sacar para que podamos vivir con dignidad y si tengo que fingir amor,¡ni modo!La criatura se volvió a mover en el vient
Un suspiro involuntario brotó de su pecho,miró a la joven con una ligera expresión de ternura.Un torrente de sentimientos encontrados se apoderaron de Eduardo,hacía mucho tiempo que no se sentía desde ese modo,la decepción que sufrió con Mikaela dos años atrás lo convirtió en un conquistador y fiestero empedernido,lo de él era vivir el momento sin tomar a ninguna mujer en serio.Ahora veía a ésta joven en su cama y no pudo evitar sentir ternura.—Parece otra persona así dormida—Pronunció con voz suave.Ella dormía en forma plácida bien acurrucada al pecho del joven.—Después dices que nada que ver conmigo—Piensa mientras inhala el olor de su cuerpo.—Me gusta su olor natural,¿Qué me pasa con esta mujer?Le cambió la intensidad al aire acondicionado y se quedó dormido de nuevo.Ella se despertó temblando de frío.— ¿Cuándo me recosté de su pecho que no sentí ?— se preguntó ella frotando sus ojos.—Mejor me voy a mi cama antes de que éste se despierte y empiece a burlarse de mí. To
—¿Qué esperas para atender al abogado? El tono de voz de ella no le agradó mucho y le respondió de mala manera. —¡Tú no eres nadie para darme órdenes!,nada más eres una gata que yo contraté por esposa y nada más.No hagas que pierda mi paciencia y te eche a la calle. —¡No me digas!,así sea en papel,soy tu esposa y de aquí no me voy,intenta sacarme y veremos de a cómo nos toca—El rostro de ella se encimó al del joven,que todavía no se quitaba el tutú y se veía gracioso vestido de bailarina. En un impulso Eduardo la levantó cómo a una pluma,se la colocó en el hombro y la metió a su habitación,ella lo golpeaba en los hombros y la espalda. —¡Bájame idiota! —Acabas de decir que soy tu marido y voy a cobrar ese derecho,dijo lanzandola a la cama. Las lágrimas de ella corrían copiosamente mientras Eduardo la besaba y la acariciaba. —¡Suéltame!,todos los Bustamante son unos Malditos. -¿Quién te crees para insultar a mi familia?,no estás a mi altura,yo te recogí de la calle.- Dijo mien
En el imponente rascacielos,de las empresas Bustamante se desencadenaba una confrontación inesperada. Claudia,la asistente de Víctor Bustamante con ojos llenos de asombro, se encontraba cara a cara con Isabella,que irradiaba confianza y poder. Ella la miraba con desdén, revelando una sonrisa llena de triunfo. "¿Usted?", fueron las únicas palabras que Claudia pudo pronunciar antes de que la mujer tomara la palabra con seguridad. "Sí, querida Claudia, he vuelto, y esta vez lo hago por la puerta grande. Soy ahora accionista de esta empresa", declaró la esposa de Eduardo con un tono que denotaba superioridad. Claudia quedó perpleja ante tal revelación, sin imaginar que su regreso tendría un giro tan impactante."No quiero verte aquí", continuó la mujer con una frialdad que helaba el ambiente. "Por tu culpa, Víctor se separó de mí. Le metiste cizaña y dañaste mi reputación para que no consiguiera empleo", acusó con una voz llena de rencor. Claudia, la secretaria de Víctor, vio cómo su m