Esa fue la primera vez en su vida que Eduardo pisó tierra y se dio cuenta lo inmaduro que había sido hasta entonces.
El joven tenía veinte años y la apariencia atractiva de su padre,era lo único en que se parecían porque Eduardo era muy inmaduro.
Dijo con una sonrisa pícara.—¡Tengo hambre!,prepara mi comida favorita,Clemencia.
Ese día regresaba a la mansión luego de una semana ausente de casa,el ama de llaves lo recibió con cara de consternación.
—Esa cara Clemencia ¿Quién murió?
—Su padre,joven amo.
—No, tú estás relajando, esos no son juegos.
La criada le entregó una urna con las cenizas del difunto.Eduardo lloró con desconsuelo,su padre se fue y nunca le prestó atención,por andar de fiesta con los amigos.
—¡No puede ser!.¡Mi padre!.
Su pecho se apretó y sollozó con desespero.
Ocho días después el notario llegó a visitarlo.
—Buen día,Eduardo.
—Hola Arteaga.¿Vienes a entregar los documentos que me acreditan como heredero universal?
—No tan rápido muchacho.Su padre dejó estipulado que no se dará lectura al testamento hasta que usted contraiga matrimonio.
—¿Es decir que no tengo acceso a mi fortuna?—Preguntó él joven extrañado.
—Así mismo es,tiene usted que mostrar el acta de matrimonio,todo éste proceso se hará según la voluntad de su padre.
¿Qué pasa si no cumplo ese requisito?
—En ese caso,ya tengo el nombre de la fundación a quién se le dará el dinero de la venta de todas las posesiones de su difunto padre.
¿Me dejará en la calle?
—Sólo tendrá un departamento y una pensión de manutención mensual.
¿Qué cantidad? supongo que suficiente para llevar una vida decorosa.
—El sueldo mensual de un empleado del consorcio,si quiere darse lujos tendrá que trabajar.
—¡No me jodas, Arteaga!,yo tengo una pareja estable,por mi no hay problema,me caso y ya.
—Contraiga nupcias y hablamos.
—No se preocupe abogado tendrá su acta de matrimonio.
—Que tengas buenas tardes Bustamante,con su permiso me retiro.
El joven se colocó las manos en la cabeza y
exclamó--¡A caray!, ¿de dónde saco una esposa?
En las afueras de la ciudad los indigentes y personas de mal vivir hacen vida en las calles.Un Ferrari azul recorre en forma sigilosa la cuadra,hasta detenerse en una esquina.
¿Qué se supone que buscamos?--le preguntó Richard a Eduardo.
—Un casino clandestino,se dice que hacen grandes apuestas,tengo algo de dinero,lo invierto y sobrevivo hasta tener mi herencia.
En la puerta del lugar una joven pide limosna,su ropa está sucia y la gente la esquiva. Un par de delincuentes se acercan a Eduardo y su amigo para asaltarlos con una navaja.
¡Suelten el dinero! ,y la llaves de ese auto.
—No me haga daño.
La voz de Eduardo sueña aterrada.Y su amigo Richard lloriquea cómo una nena.
¡Ese par!,están atracando a esos muchachos.---Susurró Isabella.
La joven los conoce del refugio a dónde van los que no tiene casa. Todos los días a las cinco de la tarde luego de oír una misa les dan un plato de sopa caliente y les ofrecen una cama para dormir.
¡Epa!,estos jóvenes son mis amigos .
¿Los conoces?
—Por supuesto.
Los vagos piden disculpas y se retiran.Ella mira a los jóvenes y reconoce a Eduardo.
—Mira que chico es este mundo,¿no te acuerdas de mí?
¿Debería?--Preguntó Eduardo con aire de arrogancia.
—Tú me echaste de ese apartamento y él me defendió.
¡Claro!,ya decía yo,¿de dónde más te podía conocer?,no tengo contacto con gente de baja ralea.
—Lo que me ganó por defender tipos prepotentes cómo tú.
¿Quieres dinero,aquí tienes?.Le dijo Eduardo mientras le lanzó varios billetes,toda confundida por la situación ella le miró la cara.
—Le sobra el dinero por lo que veo,en otra situación me ofendería.
--Disculpe a mi amiga, señorita. --Dijo Richard.
¡Gracias por intervenir.Te ves más decente,no entiendo porque andas con este patán.
Eduardo la miró irritado y pensó en insultar a la joven,pero al detallar su rostro,notó que no tenía pinta de mendiga.Una idea loca vino a su cabeza,las palabras de Arteaga rebotaban en su mente.¡Cásate y tendrás la herencia!
La joven se guardó los billetes en el bolsillo de tu pantalón y se dio vuelta para marcharse.
¡Espera mugrosa!
—¡Tu madre es mugrosa!
—No quiero pelear.
—Entonces deje de insultar.
—Estamos a mano,te metiste con mi madre y ella murió hace años.
¡Lo siento!,si quieres te devuelvo tu dinero.
—No, es tuyo y puedes tener más,te ofrezco un trato,ganaras mucho dinero.
Ella lo miró con cierta desconfianza.
—No voy a prostituirme, tenga su dinero.
—¡Por favor andrajosa!,¿te has visto la pinta?
—Otra vez me ofendes.
—Yo jamás me ligaría a una cómo tú, ven conmigo y estarás bien ¿o no quieres más dinero?
—Está bien iré contigo—Le contestó la joven.
¿Qué ya no hay casino?---Preguntó Richard.
—Ésto es más importante.
Eduardo llevó a su amigo primero y luego se dirigió a su mansión.El auto entraba a la zona más prestigiosa de la Ciudad.
—Hemos llegado,mi nombre es Eduardo Bustamante y necesito una esposa de mentira,solo firmas en el registro civil y luego vuelves a tu vida—Le explicó Eduardo.
—¿Me está proponiendo matrimonio?
—Es un empleo,míralo de esta manera,te pago un buen dinero y podrás vivir en un lugar decente,luego anulamos el matrimonio.
—¿Sín sexo?
—Tengo malos ratos,no malos gustos.
Ella sonrió,en otro tiempo le hubiese molestado,no obstante consideró que era la salida más viable para su situación.
—Aceptó,no parece nada complicado,pero ese trato lo quiero por escrito,no confío en nadie.
—No tan rápido,primero hay que quitarte esa facha.
—dijo él mientras la conducía a una habitación de la lujosa mansión.
—¡Oiga respete!,yo no soy ninguna pordiosera.
—Claro, y yo soy un galán de cine —agregó con sorna-- báñate y te cambias esa ropa.
—No tengo otro vestido.
—Ya lo resuelvo.
Él fue a su habitación y le trajo un vestido.
¡Es lindo!
—Era de mi ex,ella no lo va a necesitar.
—Te dejo para que te bañes,te espero abajo,voy a mandar a preparar comida y luego vendrá un amigo abogado con este contrato.
–Hola Ethan,necesito un favor tuyo,redacta un contrato de matrimonio con los datos que luego te aportaré.El joven colgó el teléfono y su amigo no tardó en hacer presencia.
Isabella bajó la escaleras y Eduardo se quedó sorprendido del cambio.
--Te voy a pagar veinte mil dólares,la mitad al firmar y la otra mitad luego.
El abogado le tomó los datos y redactó un contrato sencillo en el qué la joven se comprometía a no reclamar ninguno de los bienes de Eduardo,renunciando a toda indemnización. Y Eduardo se comprometió a pagar el dinero acordado en un lapso no mayor de tres meses. Ambos firmaron.
La sirvienta les vino a avisar que estaba listo el almuerzo y el abogado se retiró.
¡Vaya,sabes manejar los tenedores!
—No siempre estuve en la calle.
¿Qué te pasó?
—Perdí mi empleo hace una semana y me echaron a la calle por no tener para pagar la renta.
—Viéndote bien hasta simpática, eres.
—¿Me está piropeando?
¿Qué edad tienes?
—Veinte años.
—Igual que yo.
Lo dice mientras la examina con su mirada penetrante.
—Un hombre tan guapo como usted, ¿por qué tiene que recurrir a comprar una esposa?—le preguntó mientras lo escrutaba con la mirada.
—Si no me caso no recibo mi herencia,tienes que hacer el mejor papel de tu vida.
—No se preocupe yo seré su esposa de mentira.
—Exacto,ese matrimonio es sólo de papel.Luego que reciba mi herencia sí te he visto no me acuerdo—Añadió en forma tajante.
—Lo tengo claro,un hombre como usted nunca se fijará en mí.
—Eres linda,pero éste que está aquí no quiere compromiso con nadie.
Él cabello de la cara de la chica.
—Usted me dice cuando y yo le firmo esa acta de matrimonio.
—Vamos, no hay tiempo que perder andando a la jefatura civil.
Luego de firmar,el juez dijo. —Los declaro marido y mujer.Puede besar a la novia.
Eduardo apenas rozó los labios de ella.Fueron a la mansión.
—Vamos a la alcoba.
—Yo no iré a su habitación.
Él la miró con fastidio y ella accedió.—Esta es una parte del dinero,dentro de un momento viene el notario a hacer la lectura del testamento.
—¿Qué tengo que hacer o decir?
—Nada,mantén tu boca cerrada y yo me encargo de lo demás,ya podrás volver a tu vida.
—Está bien,me quedaré en silencio.
Eduardo le dio el día libre a los empleados para estar los dos solos cuando llegará el notario.
—Tengo algo de hambre,ahora no hay personal que nos atienda.
Isabella buscó en la alacena y la nevera y le preparó unas croquetas de pollo con una salsa improvisada y papas fritas.
—¿Qué jugo le gustará?,le llevaré de naranja.
Le mira sorprendido y exclama —¿Y ésto?
—Cociné para tí.
—Probaré a ver qué tal, ¡delicioso!
Le sonrió y bromeando le dice —De nada siempre a la orden.
Eduardo le devuelve la sonrisa y exclama—Sabes cocinar muy bien ,¿dónde aprendiste?
—Mi mamá me enseñó antes de morir.
¿Entonces eres huérfana de madre?
—Sí ella murió cuando tenía doce años—Responde mirando sus ojos él se incomoda un poco.
¿Al menos debes tener a tu papá?
—A mi padre no le conocí.Una tía se hizo cargo de mí,hasta los dieciocho así que me tocó salir adelante sóla.
El hombre le mira con atención mientras le habla sus ojos color miel se posan en ella.
—Esa mirada me recuerda a Victor. Ella lo observó en silencio.
—Yo nunca he trabajado,mi padre siempre me lo dio todo,falleció hace poco.
—Lamento tu pérdida.
La mirada del chico se tornó triste y luego de un breve silencio expresó —Ya sabes cuando llegue el notario quiero que des tu mejor actuación,métete en el papel.
—Sí claro eres mi esposo,tranquilo soy buena actriz.Esta actuación será digna de un premio Oscar.
El heredero le sonrió y ella seguía pensando.--No sé por qué me lo recuerda tanto,estoy obsesionada con ese mal hombre.
La Joven no se sentían muy cómoda con su nueva situación,suspiró profundo y trató de pensar que le tocaba aguantar al engreído heredero,con lo que había vivido con Victor era suficiente en su vida para estar alejada de gente de la alta sociedad,por el momento no le quedaba de otra que cumplir con mantener la farsa de ese contrato de matrimonio,por suerte Eduardo no le había propuesto nada indecente hasta el momento. –Abogado bienvenido a mi hogar,le esperaba.--Saludó Eduardo al apoderado de su padre. –Buenas tardes.--Respondió el hombre sin mucho afán mientras colocaba su maletín a un lado,su mirada analítica se posó sobre Isabella. —Le presento a mi esposa,aquí tiene el acta de matrimonio como mi padre lo exigió. ¡Un placer,señora Bustamante! —El gusto es mío señor notario.--La joven sonrió y pensó -- es una pena,ese apellido no me gusta ,justo tenía que ser Bustamante,cómo el desgraciado que me dejó,si no estuviese muerto mi suegro pensaría que se trata de la misma persona,¡
—¡Hey!El grito de Eduardo resonó fuerte en los oídos de Isabella que se sobresaltó un poco.—No entiendo cuál es el escándalo,no soy tu moza para que me andes gritando.¿A dónde vas? -Preguntó Eduardo en forma autoritaria.—A la calle,me siento encerrada en está mansión.El joven la reprendió con malhumor —¿a hacer qué?, no me digas que extrañas la calle,de dónde te saqué.—Un momento,el hecho de que hayamos hecho un trato no quiere decir que mandes en mí.Eduardo tenía sus ojos puestos en los de ella,por primera vez detallaba en forma minuciosa sus facciones,esos ojos claro y labios sensuales a pensar de ese pequeño rictus de amargura,le recordó a Victor, ella se desconcertó un poco y él bajó la guardia.—¡Ven aquí fosforito!—Mi nombre es Isabella. El rumbo de la historia se torcía de a poco.El joven le había propuesto un matrimonio por contrato, en el que vivirían juntos sin compromiso, pero ahora Eduardo la empezaba a ver de forma distinta. Isabella, por su parte estaba arre
La Joven permaneció en silencio mientras que Eduardo la acribillaba a punta de preguntas,Isabella no sabía qué responder,ni ella misma estaba al tanto de su embarazo,pensaba que era un retraso de su menstruación a consecuencia del estrés generado en los últimos días,jamás se le hubiese pasado por la cabeza,quedar embarazada de Victor Bustamante.–¿Cuándo me lo pensabas decir?–No lo sabía.El rostro de Eduardo se tornó enojado y sus ojos lanzaban chispas de la ira contenida.—¡Mentirosa!,pensabas seducirme y luego hacer pasar a tu bastardo por hijo mío.—¡No le digas así a mi bebe!Los gritos se oyeron en toda la mansión,Arteaga no se encontraba en ese momento.—Viste la oportunidad y la tomaste,¡claro!,luego te divorcias y me demandas,¿Quién es el padre de ese niño?,no me digas que es un vago de la calle.Isabella apretó los labios y lloró de impotencia no pudo dejar de pensar–Si supieras que eres el hermano de éste bebé.La discusión se vio interrumpida por los toques en la puerta.
El miedo invadio la mente de Isabella desde el momento en que se enteró de que iba a ser madre,ese temor la atormentaba de día y de noche.Se cambió la ropa mojada mientras mascullaba—¡Me cagaste la vida!,Victor y aún después de muerto me sigues jodiendo,quedó a merced del loco de tu hijo,tan grande éste mundo y tenía que hacer trato con tu hijo,y ahora embarazada,¿cómo voy a mantener a éste niño?,¿qué voy a comer?,¿a dónde voy a dormir?,¿para dónde voy a agarrar con esa panza hinchada?En medio de su angustia y razonamiento,su bebé se movió en el vientre por primera vez.—¡Te amo,mi vida!.¡Mas que a nada en este mundo!,no voy a permitir que nadie te haga daño y tendrás la vida que mereces,eres un Bustamante y de aquí no me saca nadie,así tengas que crecer llamando papá a tu hermano,él me tiene ganas y no voy a perder esa oportunidad,al menos algo de dinero le puedo sacar para que podamos vivir con dignidad y si tengo que fingir amor,¡ni modo!La criatura se volvió a mover en el vient
Un suspiro involuntario brotó de su pecho,miró a la joven con una ligera expresión de ternura.Un torrente de sentimientos encontrados se apoderaron de Eduardo,hacía mucho tiempo que no se sentía desde ese modo,la decepción que sufrió con Mikaela dos años atrás lo convirtió en un conquistador y fiestero empedernido,lo de él era vivir el momento sin tomar a ninguna mujer en serio.Ahora veía a ésta joven en su cama y no pudo evitar sentir ternura.—Parece otra persona así dormida—Pronunció con voz suave.Ella dormía en forma plácida bien acurrucada al pecho del joven.—Después dices que nada que ver conmigo—Piensa mientras inhala el olor de su cuerpo.—Me gusta su olor natural,¿Qué me pasa con esta mujer?Le cambió la intensidad al aire acondicionado y se quedó dormido de nuevo.Ella se despertó temblando de frío.— ¿Cuándo me recosté de su pecho que no sentí ?— se preguntó ella frotando sus ojos.—Mejor me voy a mi cama antes de que éste se despierte y empiece a burlarse de mí. To
—¿Qué esperas para atender al abogado? El tono de voz de ella no le agradó mucho y le respondió de mala manera. —¡Tú no eres nadie para darme órdenes!,nada más eres una gata que yo contraté por esposa y nada más.No hagas que pierda mi paciencia y te eche a la calle. —¡No me digas!,así sea en papel,soy tu esposa y de aquí no me voy,intenta sacarme y veremos de a cómo nos toca—El rostro de ella se encimó al del joven,que todavía no se quitaba el tutú y se veía gracioso vestido de bailarina. En un impulso Eduardo la levantó cómo a una pluma,se la colocó en el hombro y la metió a su habitación,ella lo golpeaba en los hombros y la espalda. —¡Bájame idiota! —Acabas de decir que soy tu marido y voy a cobrar ese derecho,dijo lanzandola a la cama. Las lágrimas de ella corrían copiosamente mientras Eduardo la besaba y la acariciaba. —¡Suéltame!,todos los Bustamante son unos Malditos. -¿Quién te crees para insultar a mi familia?,no estás a mi altura,yo te recogí de la calle.- Dijo mien
En el imponente rascacielos,de las empresas Bustamante se desencadenaba una confrontación inesperada. Claudia,la asistente de Víctor Bustamante con ojos llenos de asombro, se encontraba cara a cara con Isabella,que irradiaba confianza y poder. Ella la miraba con desdén, revelando una sonrisa llena de triunfo. "¿Usted?", fueron las únicas palabras que Claudia pudo pronunciar antes de que la mujer tomara la palabra con seguridad. "Sí, querida Claudia, he vuelto, y esta vez lo hago por la puerta grande. Soy ahora accionista de esta empresa", declaró la esposa de Eduardo con un tono que denotaba superioridad. Claudia quedó perpleja ante tal revelación, sin imaginar que su regreso tendría un giro tan impactante."No quiero verte aquí", continuó la mujer con una frialdad que helaba el ambiente. "Por tu culpa, Víctor se separó de mí. Le metiste cizaña y dañaste mi reputación para que no consiguiera empleo", acusó con una voz llena de rencor. Claudia, la secretaria de Víctor, vio cómo su m
-¿Todavía estás molesta?- Tanteó Eduardo la situación.Isabella lo miró con evidente fastidio al preguntar–¿qué quieres?-Cuida el tono en que me hablas,yo te pago por simular ser mi dulce esposa y no tengo que soportar tus desplantes.Isabella entrecerró los ojos y respiró profundo,lo último que deseaba era echarse de enemigo al hijo de su ex,le convenía que él pensara que podía conquistarla.-Disculpa,no quise parecer grosera.No me siento bien.-Le evadió la mirada.-Nunca termino de entender a las mujeres.-Arguyó el joven mientras se retiraba a su habitación. Claudia la asistente de Víctor no se quedó con el golpe bajo que le había dado Isabella,a duras penas había logrado conservar su empleo y le tocó aceptar la humillación de que la degradaran de cargo.La mujer escondía un secreto que era una bomba,capaz de cambiar la realidad de todos en un segundo.La elegante mujer subió a su auto y manejó a la afueras de la ciudad,el automóvil entró a una propiedad elegante con pinos enorme