El miedo invadio la mente de Isabella desde el momento en que se enteró de que iba a ser madre,ese temor la atormentaba de día y de noche.
Se cambió la ropa mojada mientras mascullaba—¡Me cagaste la vida!,Victor y aún después de muerto me sigues jodiendo,quedó a merced del loco de tu hijo,tan grande éste mundo y tenía que hacer trato con tu hijo,y ahora embarazada,¿cómo voy a mantener a éste niño?,¿qué voy a comer?,¿a dónde voy a dormir?,¿para dónde voy a agarrar con esa panza hinchada?
En medio de su angustia y razonamiento,su bebé se movió en el vientre por primera vez.
—¡Te amo,mi vida!.¡Mas que a nada en este mundo!,no voy a permitir que nadie te haga daño y tendrás la vida que mereces,eres un Bustamante y de aquí no me saca nadie,así tengas que crecer llamando papá a tu hermano,él me tiene ganas y no voy a perder esa oportunidad,al menos algo de dinero le puedo sacar para que podamos vivir con dignidad y si tengo que fingir amor,¡ni modo!
La criatura se volvió a mover en el vientre y ella asumió que tal vez era hambre lo que tenía el feto,bajó a la cocina por un sandwich y un vaso de leche.
El ama de llaves le dio de comer y le platicó que Eduardo tenía un malestar.
—Subiré a verlo.
Eduardo permanecía en cama , con un fuerte dolor de cabeza y la temperatura un poco elevada,Isabella le preparó un té para intentar calmar su malestar.
Al entrar a la habitación, encontró a Eduardo dormido y sudando profusamente. Se acercó a él con cuidado y le colocó compresas frías en la frente.
—Estás ardiendo en fiebre, ¡Ay Dios mio! —exclamó ella asustada, bajando las escaleras a toda prisa.
¿Qué pasa, señorita? —preguntó Clemencia, la empleada.
—Eduardo tiene mucha fiebre, necesitamos llamar al doctor de la familia —respondió Isabella mientras buscaba cubos de hielo en la nevera.
Mientras esperaban al médico, la continuó cuidando de Eduardo, cambiando las compresas y asegurándose de que tomara suficiente líquido para mantenerse hidratado.
—Eres muy delicado, te enfermaste por salir a buscarme —comentó la joven mientras le cambiaba nuevamente la compresa.
Eduardo abrió los ojos por un momento y la miró con desconcierto.
¿Qué haces aquí en mi habitación? —preguntó un poco desorientado.
—Vine a traerte un té, estabas ardiendo en fiebre —respondió ella con amabilidad.
—Soñé que me dabas un beso —mencionó él mientras sonreía.
—Todavía estás un poco caliente,deliraste por la fiebre, pero ya te sientes mejor por lo que veo. —comentó ella con Sorna.
Isabella lo ayudó a entrar en el jacuzzi con hielo para bajar su temperatura.
Una vez que se sintió un poco mejor, lo ayudó a vestirse y lo acompañó a la cama para que descansara.
-Gracias por cuidarme, no tenías que hacerlo.-Agradeció él.
—No es nada, así que descansa —respondió ella con una sonrisa.
Isabella se sentó a su lado, cuidándolo hasta que se quedó dormido.
—Te ves tan lindo e inofensivo dormido,¿Quién diría que eres como llevar una mata de tuna debajo del brazo—Resopla la joven. —Hasta buen mozo eres—Dijo al mirarlo con ternura.
Él continúa dormido y ella cambia el pañito de su frente mientras mira esos labios tan sensuales.Él se despertó.
—Gracias por cuidarme no tienes que hacerlo—Repuso el heredero.
—Descuida es una obra de caridad que le haría a cualquiera.
—Igual que el beso que me diste mientras dormía —Bromeó él.
—Ya te sientes mejor por lo que veo—acota la chica mientras sus ojos se posan el joven.
El ama de llaves interrumpió el momento.
—Con permiso,aquí está el consomé,señora.
—Gracias,Clemencia, pasa para acá yo misma se lo daré.
—¡No me gusta la sopa!—Resopla el enfermo empuñando la boca.
—Toma un par de cucharas.
El accedió de mala gana con la frente arrugada—¡Uhm,no está tan mal!—Añadió al probar la sopa de pollo.
Ella le tocó la frente y los brazos y la fiebre iba cediendo de a poquito.
—Todavía tienes algo de calentura,ese doctor que no llega,recuestate seguimos con las compresas.
Eduardo estaba algo descompensado.La joven se empieza a preocupar,una arruga surcó su frente.
—Esto no me gusta—Dijo la chica mientras fue a la cocina y de vuelta trajo un saco de hielo en cubitos y lo virtio en el jacuzzi.
—Quítate la ropa—Le dice con determinación.
—Sedúceme primero no soy un chico fácil.
—Deja las estupideces,no me impresionan tus miserias ni que estuvieras buenísimo—Añadió la chica.
—Odiosa,está bien ya que nada te impresiona
—Dijo quitándose toda la ropa.
Isabella quedó con dos palmas de narices.La joven recuperó el aliento y le ayudó a entrar en la tina.
—No te dije toda la ropa,¿acaso no te da vergüenza que te veas en desnudo?
Eduardo esbozó una pícara sonrisa.
—Ya deja la charla me duele la cabeza.
Su cara estaba muy roja por el malestar de la fiebre.
—No te muevas de aquí ya vuelvo—Le dijo ella.
—No me dejes solo.
Súplicó el enfermo.
—Voy a preparar una limonada caliente para que tomes el antigripal.
—No te tardes.
Ella bajó rápido y le hizo una limonada caliente.
¿Puedes levantarte solo?
—Dame la mano,estoy mareado—Dice temblando de frío.
Ella lo ayudó a levantarse y le pasó una toalla mientras miraba a otro lado.
—Ya puedes voltear,¿tan feo te parezco?—Le pregunta el joven en tono burlón.
—¿Por qué lo dices?
—Te volteas para no verme—añadió sonriendo.
—Entre mis hobbies no está mirar hombres desnudos,ya deja de fastidiar con eso que solo intento ser amable contigo.
La joven lo abrigo y arrimó una silla para sentarse a cuidarlo.
—Oye se ve que tienes sueño ve a dormir,yo estoy bien—agregó un poco afónico.
—No señor ¿si te vuelve la fiebre?
—Entonces hagamos algo,me perturba verte incómoda esta cama es enorme te doy un ladito—Susurró él chico.
Ella se recostó y no pasó mucho tiempo ambos se quedaron dormidos ella se acurrucó en su pecho.Media hora después el toque de la puerta los despertó.
—Con permiso aquí está el Doctor Duque.
—Que pase.
Luego de revisar al paciente en forma minuciosa alega—Ya no tiene fiebre hicieron el tratamiento correcto para descartar infección le voy a mandar unos análisis—Alegó el galeno.
—Gracias,doctor a primera hora me los hago,menos mal que mi esposa es excelente enfermera,si por usted es me consigue muerto.
—Disculpa, tuve varias emergencias,pero la dama aquí presente supo manejar la situación—Se disculpó el facultativo.
—Aquí está este tratamiento para que lo tomes por tres días—Le extiende un récipe con el tratamiento a realizar.
Dos horas después.
—Ya el doctor dijo que estás bien,me voy a mi habitación—Expresa ella con cara de sueño.
—No me siento del todo bien,¿Si me da un mareo y me caigo?
—Está bien,muévete que la cama es enorme,eso te digo yo a tí que hecha la loca te recuestas de mí.
—Brincos dieras presumido.
—Ven a mi lado cariño—Bromeó el joven.
—Cuidado con esas manos—Lo aparta ella.
—¡Cállate y duerme, andrajosa!
Allá en Madrid en su departamento Mikaela indriago prepara las maletas tantos pensamientos vienen a su mente.
—Lo que vivimos no se borra de un día para otro—Cerró sus ojos y recordó sus paseos en moto con Eduardo.
Cada pieza que dobla es un suspiro involuntario que se escapa de su pecho.
—¿Qué significa ésto Mikaela?—Pregunta su apuesto galán.
—Me voy a New York, perdí mi empleo.
—Yo puedo darte todo lo que necesites.
—Ese trabajo de striper no te da para mantener mi estilo de vida.
—Vamos a probar un par de meses,todo el dinero que gane será tuyo,no quiero que te vayas lejos de mí—Le rogó su novio.
—Dos meses,ni más ni menos,lo considero porque a tu lado me siento bien.Pero el amor y la miseria no van de la mano mi querido,Patrick.
—Pondré de mi parte para que nuestra relación funcione —El hombre se arrodilla y se abraza a las piernas de Mikaela quien meneó la cabeza de un lado a otro y esbozó una sonrisa pícara.
Mikaela Indriago, la hermosa top model había tenido una vida holgada en Madrid,ahora se encontraba en medio de una encrucijada. Por un lado, su trabajo como modelo no le estaba dando la estabilidad económica que deseaba, y por otro lado, Patrick, un apuesto galán que le ofrecía todo lo que necesitaba.
Sin embargo, Mikaela sabía que el amor no podía sustituir la necesidad de tener una vida estable y segura. Por eso, después de pensarlo detenidamente, decidió aceptar la propuesta de Patrick de probar suerte juntos durante dos meses.
Con el corazón en la mano y la esperanza de que las cosas funcionaran entre ellos, Mikaela guardó sus maletas.
Los recuerdos de su vida en New York, sus paseos en moto con Eduardo Bustamante,el padre de su hijo a quién nunca olvidó,muchos hombres habían pasado por su cama,pero ninguno cómo el padre de Mathías.
Su contrato de modelo había sido rescindido,era presa de la incertidumbre de lo que le deparaba el futuro, su mente era un torbellino,mientras desdoblaba cada prenda.
Un suspiro involuntario brotó de su pecho,miró a la joven con una ligera expresión de ternura.Un torrente de sentimientos encontrados se apoderaron de Eduardo,hacía mucho tiempo que no se sentía desde ese modo,la decepción que sufrió con Mikaela dos años atrás lo convirtió en un conquistador y fiestero empedernido,lo de él era vivir el momento sin tomar a ninguna mujer en serio.Ahora veía a ésta joven en su cama y no pudo evitar sentir ternura.—Parece otra persona así dormida—Pronunció con voz suave.Ella dormía en forma plácida bien acurrucada al pecho del joven.—Después dices que nada que ver conmigo—Piensa mientras inhala el olor de su cuerpo.—Me gusta su olor natural,¿Qué me pasa con esta mujer?Le cambió la intensidad al aire acondicionado y se quedó dormido de nuevo.Ella se despertó temblando de frío.— ¿Cuándo me recosté de su pecho que no sentí ?— se preguntó ella frotando sus ojos.—Mejor me voy a mi cama antes de que éste se despierte y empiece a burlarse de mí. To
—¿Qué esperas para atender al abogado? El tono de voz de ella no le agradó mucho y le respondió de mala manera. —¡Tú no eres nadie para darme órdenes!,nada más eres una gata que yo contraté por esposa y nada más.No hagas que pierda mi paciencia y te eche a la calle. —¡No me digas!,así sea en papel,soy tu esposa y de aquí no me voy,intenta sacarme y veremos de a cómo nos toca—El rostro de ella se encimó al del joven,que todavía no se quitaba el tutú y se veía gracioso vestido de bailarina. En un impulso Eduardo la levantó cómo a una pluma,se la colocó en el hombro y la metió a su habitación,ella lo golpeaba en los hombros y la espalda. —¡Bájame idiota! —Acabas de decir que soy tu marido y voy a cobrar ese derecho,dijo lanzandola a la cama. Las lágrimas de ella corrían copiosamente mientras Eduardo la besaba y la acariciaba. —¡Suéltame!,todos los Bustamante son unos Malditos. -¿Quién te crees para insultar a mi familia?,no estás a mi altura,yo te recogí de la calle.- Dijo mien
En el imponente rascacielos,de las empresas Bustamante se desencadenaba una confrontación inesperada. Claudia,la asistente de Víctor Bustamante con ojos llenos de asombro, se encontraba cara a cara con Isabella,que irradiaba confianza y poder. Ella la miraba con desdén, revelando una sonrisa llena de triunfo. "¿Usted?", fueron las únicas palabras que Claudia pudo pronunciar antes de que la mujer tomara la palabra con seguridad. "Sí, querida Claudia, he vuelto, y esta vez lo hago por la puerta grande. Soy ahora accionista de esta empresa", declaró la esposa de Eduardo con un tono que denotaba superioridad. Claudia quedó perpleja ante tal revelación, sin imaginar que su regreso tendría un giro tan impactante."No quiero verte aquí", continuó la mujer con una frialdad que helaba el ambiente. "Por tu culpa, Víctor se separó de mí. Le metiste cizaña y dañaste mi reputación para que no consiguiera empleo", acusó con una voz llena de rencor. Claudia, la secretaria de Víctor, vio cómo su m
-¿Todavía estás molesta?- Tanteó Eduardo la situación.Isabella lo miró con evidente fastidio al preguntar–¿qué quieres?-Cuida el tono en que me hablas,yo te pago por simular ser mi dulce esposa y no tengo que soportar tus desplantes.Isabella entrecerró los ojos y respiró profundo,lo último que deseaba era echarse de enemigo al hijo de su ex,le convenía que él pensara que podía conquistarla.-Disculpa,no quise parecer grosera.No me siento bien.-Le evadió la mirada.-Nunca termino de entender a las mujeres.-Arguyó el joven mientras se retiraba a su habitación. Claudia la asistente de Víctor no se quedó con el golpe bajo que le había dado Isabella,a duras penas había logrado conservar su empleo y le tocó aceptar la humillación de que la degradaran de cargo.La mujer escondía un secreto que era una bomba,capaz de cambiar la realidad de todos en un segundo.La elegante mujer subió a su auto y manejó a la afueras de la ciudad,el automóvil entró a una propiedad elegante con pinos enorme
Isabella se dio un ducha relajante y se aplicaba crema perfumada en sus estilizadas piernas,la puerta se abrió de repente,era Eduardo.-¿Qué rayos?,¿acaso no te enseñaron que se toca antes de entrar? Eduardo no pronunció palabra. Sus ojos se abrieron de par en par al encontrarse con Isabella en ropa íntima, y por un instante, se quedó atónito y tartamudeó algunas frases.-¡Lo siento!,yo sólo...Isabella, sin inmutarse ante la inesperada visita, alzó una ceja y con un toque de picardía en su mirada, le dijo a Eduardo que cerrara la boca, bromeando sobre cómo parecía estar a punto de soltar la baba. -No eres la primera mujer que veo desnuda,además tú deseabas que yo te vieras,debiste pasar seguro a la puerta.-¡Es mi habitación!,¡es mi privacidad!,estás acostumbrado a…Sus palabras fueron interrumpidas por la abrumadora cercanía de Eduardo, quien no pudo resistirse a los encantos de ella.Ante la abrumadora pasión del joven,su varonil fragancia y el ímpetu con el que se le abalanzó e
La mesa estaba servida,un suculento desayuno esperaba por los esposos Bustamante Montenegro,ella coincidió con el joven millonario al salir de su alcoba,para no dirigirle la palabra apuró el paso,en dos zancadas el joven la alcanzó a mitad de escalera y la tomó por el brazo.—¡Se dice buenos días!—Buenos días,Bustamante.Eduardo se quedó pasmado ante tanta frivolidad de parte de ella–¿qué tal ésta?,anoche nos devoramos por completo y ahora me saluda con indiferencia.-Trago saliva y titubeó un poco antes de decir algo,esa chica tenía la virtud de colocarlo en un estado de nervios que pocas veces habia experimentado en su vida,ahora se encontraba parado frente a ella,¿cómo un tonto?,tratando de pasar ese nudo que sentía en la garganta,a duras penas pudo mascullar:-¿Estás enojada por lo de anoche?-No acostumbro a enojarme por cosas insignificantes y eso fue nada para mí,no sentí ni un poquito de placer,eres mala cama y apenas me hizo cosquillas.-Ella lo miró cómo a un gusano.-¡Eh!,
Sentimientos de amargura e impotencia le invadieron,Victor no deseaba estar solo,de camino a su mansión llamó a Claudia. Quiero verte de inmediato-su voz autoritaria sedujo a la mujer .–Estoy cerca de su propiedad,llegaré en pocos minutos.Victor,surtia un efecto hipnotizador en la mujeres,era dominante y arrogante al mismo tiempo,cualidades que junto con el atractivo que le aportaba la edad madura le hacia ser seductor por naturaleza.Estacionó su coche y entró a la mansión,en la sala le esperaba Claudia,sentada en el sofá de piernas cruzadas de manera sensual,la minifalda que llevaba puesta no dejaba nada a la imaginación.-Pensé que tardarías más.- Masculló el caballero detallando el cuerpo de ella con su mirada.La Joven lo miró extrañada-¿Jefe, es usted?Él se quitó la barba postiza y la gorra,se dirigió al minibar y sirvió dos tragos de whisky.Le ofreció uno a la asistente y tomó el suyo de un sólo sorbo.–¿Vio a esa mujer?-Sí.Lo que más quiero sacar esa imagen de mi cabeza
Confiado aunque preocupado a la vez,sabía que la dirección del consorcio no podía estar en mejores manos,Eduardo estaba admirado de la facilidad con que Isabella llevaba el control de las empresas de su padre,lo que la hacía digna de su admiración.-Aparte de bella,inteligente.-Susurró entre dientes-.Hasta dando órdenes se ve linda.Esperó a que se desocupara un poco y le siguió a su oficina,quería derretir un poco el hielo entre ambos,él sabía que lo había arruinado todo con su actitud de días anteriores y quería resarcir el daño,se daba cuenta de que al fin había encontrado la mujer ideal.-Te ves un poco tensa.-Afirmó mientras masajeaba los hombros de ella.Isabella no despegó los ojos de los documentos que revisaba.-¡Sí mucho!,ya termino con esto y me voy a descansar.Aunque hoy tengo que ir al ginecólogo.-Por eso mismo estoy aquí,te pasé buscando para ir contigo.Ella se encogió de hombros y cerró la carpeta,tomó su abrigo y la cartera y se fueron a la clínica.Eduardo tomó una