Isabella se abrazó a Eduardo y besó su labios con una alegría inmensa reflejada en sus ojos.-¿Y eso?,¿a qué se debe tanta alegría?-Mi amor,luego de dos meses de reuniones y propuestas bien elaboradas hemos cerrado el contrato más jugoso que está empresa haya tenido .Eduardo levantó a su esposa en el aire y ella se reía—¡Bájame ya!—Hay que celebrar,¿te llevaré a almorzar a un restaurante francés que abrieron ayer en la quinta avenida.¿Debes tener hambre?Ella lo miró con una mezcla de seducción y picardía.--¡No sabes cuanto!--Ella se dirigió a la puerta de su oficina y le pasó llave.–¿Qué haces,Bella?,vamos a…No pudo terminar la frase Ella le calló con sus besos.—¡Uff me encanta cuando te pones así?,pero estamos en la oficina,vamos a la casita.—No,tengamos un rapidito aquí y luego nos vamos a la mansión,hoy quiero que pasemos un dia diferente.Los ojos de Eduardo la miraron con pasión y sucumbió a los encantos de su mujer.Ese encuentro amoroso fue el preludio de lo que sería
Eduardo la llevaba de su brazo,ella le susurró algo al oído y el joven sonrió,acarició y besó la panza de su mujer ya estaba cerca la fecha del alumbramiento y el doctor le había recomendado dar una caminata diaria.Detrás de un árbol alguien los observaba y su expresión se tornó entre tristeza y molestia.—Isabella,ahora le perteneces a Eduardo,nunca hubiese imaginado que te le venderías a mi propio hijo,¡dudo que lo ames!,las mujeres cómo tú se mueven sólo por dinero.Había mucho dolor y odio en él,ni siquiera se fijó que pensaba en voz alta y su chófer pensó que le hablaba a él.—¿Qué me dijo,señor?—No es nada, llévame a casa.Victor Abordó el auto bajó el vidrio de la ventanilla y le dio un última mirada antes de que él vehículo se perdiera de vista.—Mi amor,¿te sientes bien?Isabella había sentido el poder de esa mirada penetrante y al voltear lo vio por escasos segundos.-Estoy un poco mareada.-Dijo apoyándose de su marido.-Mejor volvemos a casa y llamó al doctor, te veo de
Cuando Claudia entró a la oficina de su esposo,de sólo verle un amargo sabor invadió su boca.La mujer le entregó unas carpetas con documentos importantes a Eduardo y éste se disculpó para ir un momento al departamento de publicidad.—¡Al fin a solas!,quita esa cara de triunfo,si dejé que mi marido te trajera de vuelta,fue para no contradecirlo.La mujer se aproximó a Isabella y con una sonrisa descarada le dijo—.Más te vale que no te metas conmigo,tu esposo no sabe que eras la amante de su padre,no creo que te convenga que se entere.Los ojos de Isabella se llenaron de ira e indignación ante la actitud de esa mujer,se aproximó a ella y propinó una cacheta,Claudia no se quedó con eso y se la devolvió con tanta fuerza que la preñada cayó de espaldas.Claudia se reía de forma déspota mientras le prefería insultos.—¡No eres nadie!,¡aprendiz de arpia!,si me acusas de agresión todos sabrán tu secreto.-¡Ay!,Me duele mucho,mi bebé.-Lagrimas corrieron por su rostro,la caída afectó el e
-¡Al fin se durmió!-Esbozó la joven quien se veía hermosa a pesar de sus grandes ojeras.-De pequeños dan bastante lata,comer y dormir a cada rato es lo que hacen ,pero son hermosos.-Su esposo la miraba con orgullo.Isabella se recostó en la cama, con su pequeño tesoro en brazos. El bebé, con sus dulces ojos cerrados y su tierna sonrisa que se dibujaba de vez en cuando, emanaba una paz que envolvía a la joven madre en un cálido abrazo de amor.La chica con sus cabellos largos cayendo suavemente sobre sus hombros, observaba con una expresión tierna y melancólica al bebé que descansaba placenteramente en su pecho. Su mirada reflejaba una mezcla de amor inmenso y gratitud por tener a ese angelito en sus brazos. Había vivido muchos momentos difíciles en su vida,ahora el mundo le empezaba a sonreír, tenía una posición de poder en la empresa, su futuro parecía estar asegurado y, además, contaba con el amor incondicional de Eduardo.Mientras acariciaba con suavidad la cabeza del bebé, Isa
Sería un poco más de la siete de la mañana cuando el teléfono de la mansión sonó repetidas veces,Clemencia con la lentitud de su avanzada edad fue hasta la mesita y levantó el auricular.El ama de claves trasladó la llamada a la habitación de Eduardo quién algo somnoliento se incorporó al oír la voz de Isabella.—Atiende de una vez que se va a despertar el bebé.—Hola,¿quién es?—Arteaga,vente ya para la clínica San Joseph.Eduardo se estiró y estrujó sus ojos y bostezó—Arteaga,¿qué haces llamando tan temprano?,¿te ocurrió algo?—Es un asunto grave y te involucra,aquí te espero.Eduardo colgó la llamada y se dio una ducha rápida y se vistió casual,Isabella se había vuelto a dormir,no creyó conveniente despertarla porque había pasado mala noche,el bebé lloraba cada dos horas.Por hambre, cambio de pañal o capricho de estar en brazos,los traía locos de cansancio y sueño.Besó en forma leve la mejilla de su mujer que descansaba en forma plácida.Su mirada acarició al pequeño Victor que dor
Pálido y frágil,conectado a varias máquinas,aún así Victor Bustamante era un hombre fuerte y se aferraba a la vida.-¡Victor!,¡tienes que vivir!,para que me expliques por qué hiciste esto.-La joven lloraba mientras le hablaba al oído al enfermo y sostenía su mano.El sonido incesante de los aparatos le hizo entrar en pánico y la pantalla dejó ver que su frecuencia cardíaca iba en descenso.-¡Auxilio!,un doctor.¡Se muere!- Isabella corría y gritaba,un equipo de médicos entró de inmediato a reanimar al paciente.Eduardo y Claudia que hablaban en ese momento fueron a indagar qué pasaba.—¡Mi amor!,creo que se murió tu papá.-¡No mi padre no!-Eduardo se pasó las manos por la cabeza,su rostro denotaba aflicción.Claudia tomó la palabra y lo que dijo no fue nada grato al menos para Isabella—. Él no se va a morir todavía,hay muchas cosas que tiene que colocar en su lugar.-¡Cállate,Claudia!,no entiendo qué haces aquí,tú no eres de la familia.-Dijo Isabella con voz ronca y llorosa.Eduardo se
Victor abrió los ojos,con mucho esfuerzo,la luz lo cegaba,intentaba reconocer dónde se encontraba,se lastimó el brazo al sacarse el suero.El hospital se encontraba en un estado de constante movimiento. Los pasillos resonaban con el murmullo de médicos y enfermeras, mientras las luces fluorescentes parpadeaban de manera intermitente. La enfermera caminaba con paso decidido hacia la habitación de Victor, y se asombró al ver al paciente que acababa de despertar del coma.—¡Recuestese por favor!,iré a llamar al doctor.Los ojos del paciente estaban llenos de confusión mirando a su alrededor. La enfermera le sonrió con ternura y le informó que su familia estaba afuera.—Quiero ver a mi hijo.—Por ahora no es posible hasta que el doctor lo revise.Victor asintió con tristeza, sintiendo un dolor profundo en su pecho.Los doctores le mandaron a realizar varios análisis.La noticia de su recuperación fue recibida con regocijo por su hijo Eduardo Mientras tanto, Isabella se debatía entre la
Isabella lo observó sin pronunciar palabra alguna,la presencia de la joven sacó de sus casillas a Victor.¿Qué haces aquí descarada?,¿acaso no fui claro contigo? La joven arrugó la frente y sus ojos profundos se clavaron sobre él.—No estoy aquí por gusto,eres el padre de mi marido y él se encuentra muy preocupado por tí,aunque no lo mereces.Victor hizo una mueca de disgusto,Isabella no se inmutó ante la dura mirada del millonario.—¡Claro!,ahora resulta que el malo soy yo,tú lo que eres es una descarada,me abriste las piernas por dinero es lo más seguro,querías tener dos amantes el del gusto y el gasto.Sus duras palabras fueron cómo una puñalada,un par de lágrimas corrían por sus mejillas.—¡Eres un viejo verde!,andas al acecho de jóvenes incautas cómo yo para pasar un buen rato y luego las desechas con la excusa de la edad.La fría carcajada de Víctor le heló el alma.—Ahora resulta que te la das de pura y virginal.No te resultó conmigo y te lanzaste sobre mi hijo.Isabella no so