La Joven permaneció en silencio mientras que Eduardo la acribillaba a punta de preguntas,Isabella no sabía qué responder,ni ella misma estaba al tanto de su embarazo,pensaba que era un retraso de su menstruación a consecuencia del estrés generado en los últimos días,jamás se le hubiese pasado por la cabeza,quedar embarazada de Victor Bustamante.
–¿Cuándo me lo pensabas decir?
–No lo sabía.
El rostro de Eduardo se tornó enojado y sus ojos lanzaban chispas de la ira contenida.
—¡Mentirosa!,pensabas seducirme y luego hacer pasar a tu bastardo por hijo mío.
—¡No le digas así a mi bebe!
Los gritos se oyeron en toda la mansión,Arteaga no se encontraba en ese momento.
—Viste la oportunidad y la tomaste,¡claro!,luego te divorcias y me demandas,¿Quién es el padre de ese niño?,no me digas que es un vago de la calle.
Isabella apretó los labios y lloró de impotencia no pudo dejar de pensar–Si supieras que eres el hermano de éste bebé.
La discusión se vio interrumpida por los toques en la puerta.Era Clemencia para avisar que el abogado llegaba en ese momento.
–Dile que ya bajo.--Gruñó Eduardo al tiempo que le advirtió–Ni se te ocurra dañar mis planes.Ni una palabra de ésto al abogado.
—Yo me iré de tú mansión,no puedo vivir de las migajas de un extraño.
—No soy un extraño,eres mi esposa.Aunque sea de conveniencia debemos cubrir las apariencias,no lo arruines.
Ella asintió con la cabeza y bajaron tomados de la mano por la amplia escalera,la sonrisa de ella era tensa y Eduardo lucía desconcertado.
El abogado los miró y sus sospechas se volvieron a activar.
—Cómo tu albacea hoy mismo me mudaré con ustedes.
—Para cuidar para hacer cumplir la última voluntad de mi padre no es necesario mudarse a mi casa,aunque si usted quiere,también le hago un espacio en nuestra cama.
A Isabella no le gustaron los chistes malos de Eduardo,ella había visto la reacción de desagrado en el rostro del abogado y consideraba que ese señor nada más cumplía órdenes,si alguien tenía la culpa de las decisiones de Víctor era su mismo hijo que a pulso se había ganado la desconfianza de su papá,por lo que se apresuró a decir algo.
—Mi esposo tiene chistes pesados abogado,no le haga caso,usted es bienvenido en la mansión y se puede quedar todo el tiempo que desee.¿Verdad mi amor?-Preguntó a Eduardo mientras lo abrazaba y le pellizcó la espalda de forma disimulada.
¡Auch!,joder que me dio un calambre,yo sólo bromeaba abogado.
Esa noche fue incómoda para la joven,él se le acercó con ojos de picardía y seducción.
Le robó un beso,el contactó de sus labios no le desagradó para nada,pronto las suaves caricias no se dejaron esperar y ella lo apartó de su lado.
—No soy una chica fácil.
¿Pero qué dices?
Isabella le dedicó una mirada asesina y se acomodó en un diván que el joven tenía en su habitación,al amanecer ella salió del baño envuelta en una toalla y se le cayó.Los ojos de Eduardo acariciaron esa imagen tan perfecta-Parece tallada por los mismos dioses.-Fue lo que pensó.
—Disculpa no fue mi intención.
Ella no perdió tiempo para hacerlo sentir estúpido,sabía bien que él la codiciaba y en tono de burla le hizo un comentario.
—No te preocupes,en fin es tu casa,aquí la arrimada soy yo,más bien cierra la boca que se te sale la baba.
—Mirar no es malo y no digas eso de que eres arrimada ,eres mi esposa de mentira,claro que sí tu quieres podemos consumar el matrimonio.
Su pícara mirada le causó rabia y de forma abrupta marcó su raya.
—Aunque me conociste en la calle no soy una vagabunda.
—No he dicho eso.
—Pero lo insinúa esa frase que me dijiste no me gustó para nada.
—¡Qué sensible eres!
Eduardo le había propuesto dividir la alcoba con una gran cortina para su privacidad y comodidad,pero la joven aseguró que no había necesidad de desfigurar la habitación y que ella estaría cómoda en el sofá.
Ellos bajaron a la sala y saludaron al abogado,que tenía grandes ojeras verdes a causa del insomnio.
—Hola Arteaga, te ves trasnochado.
El hombre tomó un sorbo de café y ojeó el diario,sin apartar la vista de su lectura le preguntó —¿Puedo hablar con tu mujer a solas?
—¿Qué quieres hablar con ella?
Eduardo se mostraba un poco aprensivo —Sólo deseo saber un poco más de su vida, es un requisito de Victor.
—Mi padre ni en el más allá deja la intensidad.
Isabella interrumpió la tertulia de ellos dos,sabía que debia impedir que Eduardo arruinara sus planes,cuanto antes tuviera la casa podía irse lejos y olvidar que una vez amó a Víctor y estuvo casada con su hijo,lo consideraba un capítulo negro en su vida y deseaba salir rápido de esa situación.
-No le haga caso a mi marido,abogado.
Ella lo tomó del brazo para conducirlo al jardín de la mansión.
—Te la presto por un momento,no me la vayas a bajar.
El abogado lo miró serio y no dijo nada nada a su comentario mordaz,él sabía que el hijo de Víctor Bustamante era algo ácido y engreído.
Ella admiraba las rosas rojas para evadir la mirada del abogado.
¿Cómo te trata ese granuja?,¿o cómo no te trata?
--No entiendo.
¡Vamos mujer!,a leguas se ve que ya tienen problemas,en caso de un divorcio tengo que velar por ese niño que llevas en tu vientre,es un Bustamante y tiene que llevar la vida que merece,siendo nieto de Víctor.
--No,diga eso.Me casé muy enamorada y Eduardo me corresponde,no sé de dónde saca usted esas ideas.
El abogado la miró a los ojos y ella hizo un esfuerzo supremo por sostener la mirada.
–Tienes cara de ser una buena persona,rara vez me equivoco,yo más que nadie quiero que ese papanatas se compongan.Si logras ese milagro alguien te estará muy agradecido.
¿Quién me lo agradecerá?
–¿Hablaban de mí?
Eduardo salió al jardín y la joven subió a darse un baño.
El chico subió las escaleras con rapidez y entró a su habitación.
—¡Isabella!,la llamó a voces.
Escuchó el sonido de la regadera y se asomó a través de la puerta transparente la miró enjabonar su cuerpo.
—¡Cuantas curvas!
Admiraba su larga cabellera y grandes atributos.
Ella lavaba su cabello.Ni siquiera se imaginaba que la estaba viendo.
--Tiene lo suyo bien guardado en definitiva,es hermosa-Razona el muchacho.
La joven siente una extraña sensación y preocupación,la mirada de Eduardo es tan fuerte que a ella le pareció que alguien la miraba.
¿Quién anda allí?
Se apuró a preguntar.
Eduardo se retiró en silencio y diez minutos después volvió a tocar la puerta.
—El notario preguntó por tí, baja rápido.
—¿Para qué?
Él se encogió de hombros y salió de la habitación,ella lo siguió con la mirada,se arregló un poco el cabello y bajó sin prisa,no era partidaria de estar mucho tiempo cerca de Eduardo,lo consideraba odioso,prepotente y ofensivo,el hombre no tenía filtro.No perdía oportunidad de recordarle que la había sacado de la calle y que por compasión a su estado la toleraba.
—Está es mi casa y tenemos un contrato.No través nada en mi contra.
Delante del abogado lucían muy acaramelados más la realidad era otra,aparte de guapo,ella lo consideraba narcisista.
—Señora Bustamante hablemos.
—Disculpe la tardanza, ¿espero mucho?
—En compañía de Clemencia y tomando mi segunda taza de café no siento el pasar del tiempo.
El abogado era muy caballeroso y considerado con Isabella a veces hablaban por horas y sus temas de conversaciones eran interesantes,el que se incomodaba era Eduardo,que le tenía cierto resquemor a ese señor.
–¡Rico café!- se saboreo y luego volvió a decir–me agrada hablar contigo.
Tomó una carpeta de la mesa y le hizo firmar unos documentos a la joven.
—¿Qué es esto?
—No te asustes.Tu suegro dejó dispuesto que abra una cuenta bancaria a tu nombre,eres la esposa de su único hijo y es justo que tengas liquidez financiera.
—¡Oh no por favor!,yo no deseo nada, lo único es que quiero que mi esposo reciba su herencia con prontitud.
Arteaga le hizo saber que era la voluntad del difunto y nadie podía negar su cumplimiento.
Eduardo la abrazó por cintura y besó su cuello.
—¡Acepta mi amor!
Sin que el abogado se diera cuenta ella le pisó el pie al joven.
¡Auch!
El notario le tomó los datos personales a la chica.-La voy a gestionar hoy mismo, para que tengas tus tarjetas de crédito.
—Como usted diga, pero no le veo la necesidad,para mí lo importante es estar con Eduardo aunque no tenga un centavo partido por la mitad.
Eduardo aprovechó y le besó en la boca,ella le mordió el labio.
—Ay ,me dolió.
¿Otro calambre Bustamante?
—Sí abogado.
—Me retiro para que su esposa lo consienta.
Apenas Arteaga cerró la puerta ella corrió a su habitación él la atrapó a media escaleras y le dió un beso que la dejó sin aliento.
¡Suéltame ya!
Lo empujó sin lograr zafarse de su abrazo.
—¿De verdad quieres que te suelte?,te veo muy cómoda en mis brazos.
—No soy una prostituta,¡respeta!
Eduardo no soportaba que ninguna mujer lo despreciara y estalló en cólera.
—Sabes que no me hace falta rogarle amor a una andrajosa como tú,deberías de estar feliz porque deseo meterte en mi cama,así embarazada de quién sabe que adefesio.
Ella subió a su cuarto y se encerró, Eduardo fue a darse un baño.Encendió el televisor y cambió de canal muchas veces,su mente divagaba y su conciencia lo atormentaba.
—Creo que fui grosero con ella,iré a disculparme.
—Isa abre la puerta hablemos,se me pasó la mano contigo.
Un silencio se deja sentir en la atmósfera.El ama de llaves le notificó que Isabella había salido de la mansión con una maleta.
¡Rayos! tengo que alcanzar a esa mujer o adiós herencia.
Se subió al auto y recorrió la cuadra.Llovía a cántaros y ella estaba y estaba temblando de frío.
–Sube,no quiero que te enfermes.
–No soy una galleta que se deshace con el agua,las andrajosas disfrutamos la lluvia.
—Entonces me mojaré contigo.
—Subamos al auto y hablamos que nos vamos a resfriar.
—¿Acaso te importa si me enfermo?
—Perdona la forma en que te hable,soy un imbécil que no sabe tratar con las mujeres ahora entiendo porqué mi novia me dejó.
Ella lo vio triste, su expresión cambió,se veía abatido.
—Está bien volveré,pero no me vuelvas a molestar.
¿Amigos?
Isabella asintió con la cabeza y entró al auto,Eduardo temblaba con su ropa mojada.
El miedo invadio la mente de Isabella desde el momento en que se enteró de que iba a ser madre,ese temor la atormentaba de día y de noche.Se cambió la ropa mojada mientras mascullaba—¡Me cagaste la vida!,Victor y aún después de muerto me sigues jodiendo,quedó a merced del loco de tu hijo,tan grande éste mundo y tenía que hacer trato con tu hijo,y ahora embarazada,¿cómo voy a mantener a éste niño?,¿qué voy a comer?,¿a dónde voy a dormir?,¿para dónde voy a agarrar con esa panza hinchada?En medio de su angustia y razonamiento,su bebé se movió en el vientre por primera vez.—¡Te amo,mi vida!.¡Mas que a nada en este mundo!,no voy a permitir que nadie te haga daño y tendrás la vida que mereces,eres un Bustamante y de aquí no me saca nadie,así tengas que crecer llamando papá a tu hermano,él me tiene ganas y no voy a perder esa oportunidad,al menos algo de dinero le puedo sacar para que podamos vivir con dignidad y si tengo que fingir amor,¡ni modo!La criatura se volvió a mover en el vient
Un suspiro involuntario brotó de su pecho,miró a la joven con una ligera expresión de ternura.Un torrente de sentimientos encontrados se apoderaron de Eduardo,hacía mucho tiempo que no se sentía desde ese modo,la decepción que sufrió con Mikaela dos años atrás lo convirtió en un conquistador y fiestero empedernido,lo de él era vivir el momento sin tomar a ninguna mujer en serio.Ahora veía a ésta joven en su cama y no pudo evitar sentir ternura.—Parece otra persona así dormida—Pronunció con voz suave.Ella dormía en forma plácida bien acurrucada al pecho del joven.—Después dices que nada que ver conmigo—Piensa mientras inhala el olor de su cuerpo.—Me gusta su olor natural,¿Qué me pasa con esta mujer?Le cambió la intensidad al aire acondicionado y se quedó dormido de nuevo.Ella se despertó temblando de frío.— ¿Cuándo me recosté de su pecho que no sentí ?— se preguntó ella frotando sus ojos.—Mejor me voy a mi cama antes de que éste se despierte y empiece a burlarse de mí. To
—¿Qué esperas para atender al abogado? El tono de voz de ella no le agradó mucho y le respondió de mala manera. —¡Tú no eres nadie para darme órdenes!,nada más eres una gata que yo contraté por esposa y nada más.No hagas que pierda mi paciencia y te eche a la calle. —¡No me digas!,así sea en papel,soy tu esposa y de aquí no me voy,intenta sacarme y veremos de a cómo nos toca—El rostro de ella se encimó al del joven,que todavía no se quitaba el tutú y se veía gracioso vestido de bailarina. En un impulso Eduardo la levantó cómo a una pluma,se la colocó en el hombro y la metió a su habitación,ella lo golpeaba en los hombros y la espalda. —¡Bájame idiota! —Acabas de decir que soy tu marido y voy a cobrar ese derecho,dijo lanzandola a la cama. Las lágrimas de ella corrían copiosamente mientras Eduardo la besaba y la acariciaba. —¡Suéltame!,todos los Bustamante son unos Malditos. -¿Quién te crees para insultar a mi familia?,no estás a mi altura,yo te recogí de la calle.- Dijo mien
En el imponente rascacielos,de las empresas Bustamante se desencadenaba una confrontación inesperada. Claudia,la asistente de Víctor Bustamante con ojos llenos de asombro, se encontraba cara a cara con Isabella,que irradiaba confianza y poder. Ella la miraba con desdén, revelando una sonrisa llena de triunfo. "¿Usted?", fueron las únicas palabras que Claudia pudo pronunciar antes de que la mujer tomara la palabra con seguridad. "Sí, querida Claudia, he vuelto, y esta vez lo hago por la puerta grande. Soy ahora accionista de esta empresa", declaró la esposa de Eduardo con un tono que denotaba superioridad. Claudia quedó perpleja ante tal revelación, sin imaginar que su regreso tendría un giro tan impactante."No quiero verte aquí", continuó la mujer con una frialdad que helaba el ambiente. "Por tu culpa, Víctor se separó de mí. Le metiste cizaña y dañaste mi reputación para que no consiguiera empleo", acusó con una voz llena de rencor. Claudia, la secretaria de Víctor, vio cómo su m
-¿Todavía estás molesta?- Tanteó Eduardo la situación.Isabella lo miró con evidente fastidio al preguntar–¿qué quieres?-Cuida el tono en que me hablas,yo te pago por simular ser mi dulce esposa y no tengo que soportar tus desplantes.Isabella entrecerró los ojos y respiró profundo,lo último que deseaba era echarse de enemigo al hijo de su ex,le convenía que él pensara que podía conquistarla.-Disculpa,no quise parecer grosera.No me siento bien.-Le evadió la mirada.-Nunca termino de entender a las mujeres.-Arguyó el joven mientras se retiraba a su habitación. Claudia la asistente de Víctor no se quedó con el golpe bajo que le había dado Isabella,a duras penas había logrado conservar su empleo y le tocó aceptar la humillación de que la degradaran de cargo.La mujer escondía un secreto que era una bomba,capaz de cambiar la realidad de todos en un segundo.La elegante mujer subió a su auto y manejó a la afueras de la ciudad,el automóvil entró a una propiedad elegante con pinos enorme
Isabella se dio un ducha relajante y se aplicaba crema perfumada en sus estilizadas piernas,la puerta se abrió de repente,era Eduardo.-¿Qué rayos?,¿acaso no te enseñaron que se toca antes de entrar? Eduardo no pronunció palabra. Sus ojos se abrieron de par en par al encontrarse con Isabella en ropa íntima, y por un instante, se quedó atónito y tartamudeó algunas frases.-¡Lo siento!,yo sólo...Isabella, sin inmutarse ante la inesperada visita, alzó una ceja y con un toque de picardía en su mirada, le dijo a Eduardo que cerrara la boca, bromeando sobre cómo parecía estar a punto de soltar la baba. -No eres la primera mujer que veo desnuda,además tú deseabas que yo te vieras,debiste pasar seguro a la puerta.-¡Es mi habitación!,¡es mi privacidad!,estás acostumbrado a…Sus palabras fueron interrumpidas por la abrumadora cercanía de Eduardo, quien no pudo resistirse a los encantos de ella.Ante la abrumadora pasión del joven,su varonil fragancia y el ímpetu con el que se le abalanzó e
La mesa estaba servida,un suculento desayuno esperaba por los esposos Bustamante Montenegro,ella coincidió con el joven millonario al salir de su alcoba,para no dirigirle la palabra apuró el paso,en dos zancadas el joven la alcanzó a mitad de escalera y la tomó por el brazo.—¡Se dice buenos días!—Buenos días,Bustamante.Eduardo se quedó pasmado ante tanta frivolidad de parte de ella–¿qué tal ésta?,anoche nos devoramos por completo y ahora me saluda con indiferencia.-Trago saliva y titubeó un poco antes de decir algo,esa chica tenía la virtud de colocarlo en un estado de nervios que pocas veces habia experimentado en su vida,ahora se encontraba parado frente a ella,¿cómo un tonto?,tratando de pasar ese nudo que sentía en la garganta,a duras penas pudo mascullar:-¿Estás enojada por lo de anoche?-No acostumbro a enojarme por cosas insignificantes y eso fue nada para mí,no sentí ni un poquito de placer,eres mala cama y apenas me hizo cosquillas.-Ella lo miró cómo a un gusano.-¡Eh!,
Sentimientos de amargura e impotencia le invadieron,Victor no deseaba estar solo,de camino a su mansión llamó a Claudia. Quiero verte de inmediato-su voz autoritaria sedujo a la mujer .–Estoy cerca de su propiedad,llegaré en pocos minutos.Victor,surtia un efecto hipnotizador en la mujeres,era dominante y arrogante al mismo tiempo,cualidades que junto con el atractivo que le aportaba la edad madura le hacia ser seductor por naturaleza.Estacionó su coche y entró a la mansión,en la sala le esperaba Claudia,sentada en el sofá de piernas cruzadas de manera sensual,la minifalda que llevaba puesta no dejaba nada a la imaginación.-Pensé que tardarías más.- Masculló el caballero detallando el cuerpo de ella con su mirada.La Joven lo miró extrañada-¿Jefe, es usted?Él se quitó la barba postiza y la gorra,se dirigió al minibar y sirvió dos tragos de whisky.Le ofreció uno a la asistente y tomó el suyo de un sólo sorbo.–¿Vio a esa mujer?-Sí.Lo que más quiero sacar esa imagen de mi cabeza