La Joven no se sentían muy cómoda con su nueva situación,suspiró profundo y trató de pensar que le tocaba aguantar al engreído heredero,con lo que había vivido con Victor era suficiente en su vida para estar alejada de gente de la alta sociedad,por el momento no le quedaba de otra que cumplir con mantener la farsa de ese contrato de matrimonio,por suerte Eduardo no le había propuesto nada indecente hasta el momento.
–Abogado bienvenido a mi hogar,le esperaba.--Saludó Eduardo al apoderado de su padre.
–Buenas tardes.--Respondió el hombre sin mucho afán mientras colocaba su maletín a un lado,su mirada analítica se posó sobre Isabella.
—Le presento a mi esposa,aquí tiene el acta de matrimonio como mi padre lo exigió.
¡Un placer,señora Bustamante!
—El gusto es mío señor notario.--La joven sonrió y pensó -- es una pena,ese apellido no me gusta ,justo tenía que ser Bustamante,cómo el desgraciado que me dejó,si no estuviese muerto mi suegro pensaría que se trata de la misma persona,¡estoy muy paranoica!
Arteaga revisó el documento en forma cuidadosa.
La joven Isabella estaba al lado de Eduardo cuál esposa amorosa.
—Todo en orden.
— Abogado,¿Puedo ofrecerle una taza de café?--Preguntó Isabella.
—Sí por favor.
—Querido,¿también quieres café?
—Sí mi,cielo.
Eduardo le besa en los labios y sonríe.
—Ya vuelvo voy a decirle a la criada que traiga una merienda.--Añadió la joven con amabilidad.
—Es linda tu esposa y muy amable.
—Sí, yo la adoro.
La joven volvió y se sentó al lado de Bustamante tomándole la mano.
—La condición de tu padre tiene una variante.
—Ya me casé,¿cuándo puedo disfrutar de mis bienes,abogado?
—No tan rápido, jovencito
—No,¿ahora que otra ocurrencia tuvo mi padre?
—Algo sencillo,debes de convivir al menos un año de casado ,lo que no será problema para tí,ya que les veo muy enamorados—Agregó Arteaga.
El semblante del joven cambió y su frente mostró una arruga de preocupación.
–Sí tienes razón,tampoco es que estoy tan apurado por tomar posesión de mis bienes,puedo esperar. –
El Joven trató de demostrar indiferencia para no despertar suspicacias en Arteaga,él sabía que el abogado de su padre era un zorro viejo y un sólo paso en falso y todo el parapeto armado se iría por la borda,la mucho esfuerzo hacia al meter a esa chica de bajo condición social a su mansión,aunque no era tal sacrificio,la había detallado bien y bien arreglada podía pasar una dama de sociedad.
Isabella por su parte se sintió contenta pero disimuló mientras pensaba—Seis meses en la mansión,ésta es la vida que yo me merezco.
—Con permiso aquí les traigo café— dijo la criada.
—Este tinto es especial, Clemencia—Añadió el abogado de la familia mientras saboreaba una humeante taza de café.
—Aparte de éste requisito hay alguna otra exigencia de mi padre.
—No,es lo último que debes cumplir y luego puedes tomar posesión de todo los bienes que te heredó mi buen amigo Bustamante.
—Esta casa tiene sus gastos,el mantenimiento sale costoso,¿cómo voy a cubrir los gastos?
—Tú padre pensó en eso y hay una partida especial para los gastos domésticos que voy a manejar yo porque Victor me declaró tu albacea.
—Es decir que no puedo disponer de un sólo centavo de mi dinero.
—Tendrás casa y comida que es lo esencial,de los gastos que se generen yo me haré cargo,hasta luego.
El abogado volvió a mirar a Isabella antes de marcharse.
–Hasta luego señor,vuelva pronto.--Se apresuró a decir la chica,el abogado le sonrió e inclinó su cabeza en señal de respeto.—Así será,yo supervisaré que esta condición se esté cumpliendo,nos veremos a menudo.
Una vez que la puerta se cerró,Eduardo quién había permanecido sentado con las manos en la barbilla, se incorporó y dijo —Esto alarga más nuestro acuerdo.
¿Quieres que me quede?
—Sí,es necesario no hay de otra,a tí te conviene porque te pagaré más dinero—Argumentó Eduardo.
—Acepto encantada,no tenía donde vivir pero ahora éste será mi hogar por los próximos meses.
—Con el dinero que voy a pagar puedes comprar un departamento.
—Me conviene este trato que hemos hecho,el tiempo pasa rápido tú tendrás tu herencia y yo mi apartamento que tanta falta me hace—ella entrecerró los ojos con emoción.
—Pobre chica,¿cómo puede ser feliz con tan poco?—Pensó el joven.
—Me retiro a mi habitación —añadió ella.
—Ve a descansar te mando a llamar cuando esté listo el almuerzo.
Ella subió las escaleras con pose de modelo y Eduardo la observó y esbozó una sonrisa al susurrar —¡Que guapa es Isabella!
Él no dejaba de pensar cómo una mujer tan linda había terminado viviendo en la calle.
Media hora después el joven subió a su habitación,miró de reojo, la chica había dejado la puerta de la habitación entreabierta.
—Esta mujer es incapaz de cerrar la puerta.
Sus ojos se fijaron en el hermoso cuerpo de la chica que se quedó dormida en bikini.
—¡Uff!, qué retaguardia que se gasta la indigente ésta.¡Tantas curvas!—El joven cerró la puerta con mucho cuidado de no despertar a Isabella.
—Señorito el almuerzo está listo—avisó Clemencia.
—Voy a esperar media hora,mi esposa duerme.
—Conmigo no tiene que aparentar niño,usted busco a esa muchacha para aparentar un matrimonio.
—Vieja,a tí no te lo puedo ocultar,me conoces desde chico.No quiero que el teatro se me caiga,los demás no deben saber que es un matrimonio por contrato.
—Sí,señor.
El almuerzo se sirvió para ellos dos,un suculento pollo horneado con papas al vapor y postres variados.
—Tengo un apetito voraz,me comería un elefante—Añadió la chica.
—Lo que cocinó Clemencia fue un pollo,el elefante te lo debo.
Ella le brindó una linda sonrisa y él admiró su belleza.
¡Qué gracioso!--Ella comió de todo un poco.
—Sí que tienes hambre—Agregó Eduardo que apenas ha tocado su comida.
—Canina,¿no te vas a comer eso?,la comida no se vota, hay mucha gente hambrienta en las calles.
—Oh,no tengo apetito,toma la mía—Extendió su brazo para darle el plato y sin querer le rozó la mano a la joven.
Sus miradas se conectaron y ella sintió una especie de corriente al roce con la piel del joven.
—Es bonita,pero come como si la hubieran encerrado,es salvaje para mi gusto,nada que ver—Reflexiona el millonario.
—¿Qué tanto me miras?
—Nada,sólo admiro tu belleza.
Isabella se dio cuenta de que Eduardo la observaba extasiado y no pudo dejar de pensar en ese momento que todos los millonarios eran iguales.
—Te gozan y luego te abandonan cómo a un estropajo que no sirve para nada,de seguro Victor quería deshacerse de mí y se lo encargó a Claudia,ella no actuó por cuenta propia.
–Te veo luego voy a arreglarme para salir.--Añadió Eduardo.
La criada le hizo entrega a Isabella de unas cartas que eran para Eduardo.
¡Yo se las entregaré!
La puerta de la alcoba no tenía seguro puesto,Isabella pasó con confianza.
El joven se duchaba, la puerta es de cristal transparente y puede verse todo de afuera.
Una estampa muy varonil de pectorales muy pronunciados.El Agua caía cómo cascada sobre su musculoso cuerpo.Él lavaba su cabello con champú y no se percata de la presencia de la joven en la habitación.Ella colocó las cartas en la mesita de noche y se retiró.
Isabella se encontraba algo aburrida,colocó una música y bailaba al ritmo de una pegajosa bachata.Eduardo la miraba al pie de la escalera y se reía en silencio.
¡Oh,lo siento!
—Me hubieses dicho que querías bailar,soy el mejor bailarín que puedas encontrar.Ven para acá y te enseño como se baila.
—Para luego es tarde, vamos a ver quien enseña a quién?
Ellos bailan al compás de la música y sus ojos se encuentran,Eduardo piensa—¡Que piel tan suave,tiene labios sensuales me provoca robarle un beso.
–No te atrevas a besarme o te doy tu bofetada.--Pensó Isabella.
La voz del notario Arteaga los sacó de su burbuja.
—Hacen buena pareja.
Ellos se separaron y la chica apagó la música.
—Arteaga,regresaste.
—Sí ,es que supuse que al estar recién casados necesitas dinero para llevar de paseo a tu esposa.
—Pues sí me hace falta,pensaba llevarla a bailar.
—Me parece buena idea,aquí te traje éste dinero de reserva.Voy a la cocina por un café de Clemencia.
—Este Arteaga está viniendo mucho a la mansión,seguro sospecha que el matrimonio es una farsa.
¡Cállate,allá viene!
—¡Mi amor te amo! Eduardo le dio un beso intenso que la dejó sin respiración.
—Yo te adoro más.
Isabella se notaba sonrojada y trató de disimular.
—No la encontré en la cocina,debe estar en el jardín.---Expresó Arteaga.
—Mi vida,dile a Clemencia que nos traiga café.
—Oh sí por supuesto.
Eduardo le dio una palmada en la retaguardia,cuándo ella volteó.
—Me alegro que por fin hayas encontrado el amor.
—Estoy felizmente casado, abogado.
—Espero que no te sientas vigilado y observado por mí,nada más cumplo con ver que las cláusula de testamento se respeten.
—Mi papá no contaba con que yo sentara cabeza algún día.
—Pero sucedió y me alegra que sea con una joven sencilla y buena a la cual amas lo que hará más sencilla y factible la dirección de las riendas de la empresa.
—Yo seré el mejor administrador de mis bienes Arteaga.
—Nunca me cansaré de tomar el café de Clemencia,ahora si me voy.
El abogado se marchó y ella miró feo al joven.
¿Por qué me ves así?
—Me diste una nalgada y me besaste sin avisar.
—A mí me pareció que te gustó.
Él hizo gala de una cínica sonrisa y ella lo miró con expresión de disgusto.—Lo vuelves a hacer y te doy tu cachetada.
¿A poco no te gusto ni un poquito?
—Quiero dejar claro que no me interesa tener nada contigo,ni con ningún otro hombre,el amor apesta y lo que trae es problemas.
¿Qué fue lo te hicieron?
—No deseo hablar de eso.Mejor dime cómo era tu papá,es curioso que no hay fotos de mi suegro en esta mansión.
—Están en la habitación de mi padre,las mandé a recoger todas.
¿Duele mucho su ausencia,verdad?
—No fui el mejor de los hijos,ya no recuerdo ese último momento que pasamos juntos.
Ella le dedicó una mirada compasiva y le dijo.—Gracias por el celular que me regalaste,me alegra haber recuperado mi línea telefónica.
—No es nada,trabajas para mí es lo menos que puedo hacer por tí,para que me perdones lo patán que he sido contigo.
Una llamada interrumpió la conversación entre ellos,es el móvil de Isabella. Se refleja la palabra,”Mi amor”.
¿No piensas atender?
—No,esa persona para mí se murió.
¿Tanto lo odias?
—Por su culpa perdí mi empleo y mi hogar.
—Con razón eres tan arisca.
Ella lo miró con ojos impávidos,él joven se disculpó de inmediato,lo último que deseaba era que Isabella se marchará y todos sus planes de cobrar la herencia se frustraran.
Saludos y bendiciones,hoy tengo el gusto de invitarlos a un viaje a través de está historia de amor maravilloso,que les hará reír y reflexionar un poco sobre el poder del amor y lo sencillo que resulta ser feliz dejando de lado los falsos paradigmas de la sociedad y recuerden,nunca es tarde cuando la dicha llega,no olviden comentar y dar like a mi historia,espero que la disfruten tanto como yo.
—¡Hey!El grito de Eduardo resonó fuerte en los oídos de Isabella que se sobresaltó un poco.—No entiendo cuál es el escándalo,no soy tu moza para que me andes gritando.¿A dónde vas? -Preguntó Eduardo en forma autoritaria.—A la calle,me siento encerrada en está mansión.El joven la reprendió con malhumor —¿a hacer qué?, no me digas que extrañas la calle,de dónde te saqué.—Un momento,el hecho de que hayamos hecho un trato no quiere decir que mandes en mí.Eduardo tenía sus ojos puestos en los de ella,por primera vez detallaba en forma minuciosa sus facciones,esos ojos claro y labios sensuales a pensar de ese pequeño rictus de amargura,le recordó a Victor, ella se desconcertó un poco y él bajó la guardia.—¡Ven aquí fosforito!—Mi nombre es Isabella. El rumbo de la historia se torcía de a poco.El joven le había propuesto un matrimonio por contrato, en el que vivirían juntos sin compromiso, pero ahora Eduardo la empezaba a ver de forma distinta. Isabella, por su parte estaba arre
La Joven permaneció en silencio mientras que Eduardo la acribillaba a punta de preguntas,Isabella no sabía qué responder,ni ella misma estaba al tanto de su embarazo,pensaba que era un retraso de su menstruación a consecuencia del estrés generado en los últimos días,jamás se le hubiese pasado por la cabeza,quedar embarazada de Victor Bustamante.–¿Cuándo me lo pensabas decir?–No lo sabía.El rostro de Eduardo se tornó enojado y sus ojos lanzaban chispas de la ira contenida.—¡Mentirosa!,pensabas seducirme y luego hacer pasar a tu bastardo por hijo mío.—¡No le digas así a mi bebe!Los gritos se oyeron en toda la mansión,Arteaga no se encontraba en ese momento.—Viste la oportunidad y la tomaste,¡claro!,luego te divorcias y me demandas,¿Quién es el padre de ese niño?,no me digas que es un vago de la calle.Isabella apretó los labios y lloró de impotencia no pudo dejar de pensar–Si supieras que eres el hermano de éste bebé.La discusión se vio interrumpida por los toques en la puerta.
El miedo invadio la mente de Isabella desde el momento en que se enteró de que iba a ser madre,ese temor la atormentaba de día y de noche.Se cambió la ropa mojada mientras mascullaba—¡Me cagaste la vida!,Victor y aún después de muerto me sigues jodiendo,quedó a merced del loco de tu hijo,tan grande éste mundo y tenía que hacer trato con tu hijo,y ahora embarazada,¿cómo voy a mantener a éste niño?,¿qué voy a comer?,¿a dónde voy a dormir?,¿para dónde voy a agarrar con esa panza hinchada?En medio de su angustia y razonamiento,su bebé se movió en el vientre por primera vez.—¡Te amo,mi vida!.¡Mas que a nada en este mundo!,no voy a permitir que nadie te haga daño y tendrás la vida que mereces,eres un Bustamante y de aquí no me saca nadie,así tengas que crecer llamando papá a tu hermano,él me tiene ganas y no voy a perder esa oportunidad,al menos algo de dinero le puedo sacar para que podamos vivir con dignidad y si tengo que fingir amor,¡ni modo!La criatura se volvió a mover en el vient
Un suspiro involuntario brotó de su pecho,miró a la joven con una ligera expresión de ternura.Un torrente de sentimientos encontrados se apoderaron de Eduardo,hacía mucho tiempo que no se sentía desde ese modo,la decepción que sufrió con Mikaela dos años atrás lo convirtió en un conquistador y fiestero empedernido,lo de él era vivir el momento sin tomar a ninguna mujer en serio.Ahora veía a ésta joven en su cama y no pudo evitar sentir ternura.—Parece otra persona así dormida—Pronunció con voz suave.Ella dormía en forma plácida bien acurrucada al pecho del joven.—Después dices que nada que ver conmigo—Piensa mientras inhala el olor de su cuerpo.—Me gusta su olor natural,¿Qué me pasa con esta mujer?Le cambió la intensidad al aire acondicionado y se quedó dormido de nuevo.Ella se despertó temblando de frío.— ¿Cuándo me recosté de su pecho que no sentí ?— se preguntó ella frotando sus ojos.—Mejor me voy a mi cama antes de que éste se despierte y empiece a burlarse de mí. To
—¿Qué esperas para atender al abogado? El tono de voz de ella no le agradó mucho y le respondió de mala manera. —¡Tú no eres nadie para darme órdenes!,nada más eres una gata que yo contraté por esposa y nada más.No hagas que pierda mi paciencia y te eche a la calle. —¡No me digas!,así sea en papel,soy tu esposa y de aquí no me voy,intenta sacarme y veremos de a cómo nos toca—El rostro de ella se encimó al del joven,que todavía no se quitaba el tutú y se veía gracioso vestido de bailarina. En un impulso Eduardo la levantó cómo a una pluma,se la colocó en el hombro y la metió a su habitación,ella lo golpeaba en los hombros y la espalda. —¡Bájame idiota! —Acabas de decir que soy tu marido y voy a cobrar ese derecho,dijo lanzandola a la cama. Las lágrimas de ella corrían copiosamente mientras Eduardo la besaba y la acariciaba. —¡Suéltame!,todos los Bustamante son unos Malditos. -¿Quién te crees para insultar a mi familia?,no estás a mi altura,yo te recogí de la calle.- Dijo mien
En el imponente rascacielos,de las empresas Bustamante se desencadenaba una confrontación inesperada. Claudia,la asistente de Víctor Bustamante con ojos llenos de asombro, se encontraba cara a cara con Isabella,que irradiaba confianza y poder. Ella la miraba con desdén, revelando una sonrisa llena de triunfo. "¿Usted?", fueron las únicas palabras que Claudia pudo pronunciar antes de que la mujer tomara la palabra con seguridad. "Sí, querida Claudia, he vuelto, y esta vez lo hago por la puerta grande. Soy ahora accionista de esta empresa", declaró la esposa de Eduardo con un tono que denotaba superioridad. Claudia quedó perpleja ante tal revelación, sin imaginar que su regreso tendría un giro tan impactante."No quiero verte aquí", continuó la mujer con una frialdad que helaba el ambiente. "Por tu culpa, Víctor se separó de mí. Le metiste cizaña y dañaste mi reputación para que no consiguiera empleo", acusó con una voz llena de rencor. Claudia, la secretaria de Víctor, vio cómo su m
-¿Todavía estás molesta?- Tanteó Eduardo la situación.Isabella lo miró con evidente fastidio al preguntar–¿qué quieres?-Cuida el tono en que me hablas,yo te pago por simular ser mi dulce esposa y no tengo que soportar tus desplantes.Isabella entrecerró los ojos y respiró profundo,lo último que deseaba era echarse de enemigo al hijo de su ex,le convenía que él pensara que podía conquistarla.-Disculpa,no quise parecer grosera.No me siento bien.-Le evadió la mirada.-Nunca termino de entender a las mujeres.-Arguyó el joven mientras se retiraba a su habitación. Claudia la asistente de Víctor no se quedó con el golpe bajo que le había dado Isabella,a duras penas había logrado conservar su empleo y le tocó aceptar la humillación de que la degradaran de cargo.La mujer escondía un secreto que era una bomba,capaz de cambiar la realidad de todos en un segundo.La elegante mujer subió a su auto y manejó a la afueras de la ciudad,el automóvil entró a una propiedad elegante con pinos enorme
Isabella se dio un ducha relajante y se aplicaba crema perfumada en sus estilizadas piernas,la puerta se abrió de repente,era Eduardo.-¿Qué rayos?,¿acaso no te enseñaron que se toca antes de entrar? Eduardo no pronunció palabra. Sus ojos se abrieron de par en par al encontrarse con Isabella en ropa íntima, y por un instante, se quedó atónito y tartamudeó algunas frases.-¡Lo siento!,yo sólo...Isabella, sin inmutarse ante la inesperada visita, alzó una ceja y con un toque de picardía en su mirada, le dijo a Eduardo que cerrara la boca, bromeando sobre cómo parecía estar a punto de soltar la baba. -No eres la primera mujer que veo desnuda,además tú deseabas que yo te vieras,debiste pasar seguro a la puerta.-¡Es mi habitación!,¡es mi privacidad!,estás acostumbrado a…Sus palabras fueron interrumpidas por la abrumadora cercanía de Eduardo, quien no pudo resistirse a los encantos de ella.Ante la abrumadora pasión del joven,su varonil fragancia y el ímpetu con el que se le abalanzó e