—¿Qué quiere decir con eso, Kyra? — indagó el hombre sintiendo cómo un fúnebre escalofrío recorría su cuerpo. Esa misma mirada la había visto en el rostro de Roksana cuando ella se dio cuenta de la verdad de su padre, pero el presidente le había pedido que no lastimara a su propio padre, al final de cuentas era su familia. Le llevó mucho tiempo tranquilizarla, hacer que esta entrara un poco en razón, por eso mismo, ella decidió llevarlo a la ruina sin tocarle un solo cabello, eso era lo que la había detenido para que no buscara venganza de su propio padre, pero ahora ¿quién podría detener a Kyra?—No se preocupe por eso… yo me encargaré — una sonrisa ladina hizo una aparición en sus labios. Este era el momento en el que Nicholas podía contemplar las semejanzas que había entre esas dos y, si él no hubiese conocido a Bella, aseguraría que Kyra y Roksana eran madre e hija. —Nada más que debemos destruir esto antes de que Roksana se entere… es lo mejor.—Sí, debemos hacerlo, antes de que
Roksana regresó en busca de Taylor luego de terminar de hablar con Kyra, sus pasos eran lentos y no dejaba de pensar en lo que ella le había dicho —¿De qué cartas estaba hablando? — balbuceaba sintiendo cómo un nudo se formaba en su garganta. Sin que ella pudiera explicarse, sentía cómo sus piernas perdían cada vez más fuerza, su cabeza estaba comenzando a doler y su visión a nublarse, pero ella no dejaba de reflexionar en las cartas.¿Por qué razón a ella se le hacía tan familiar escuchar hablar sobre ellas? ¿Qué relación tenían las cartas con la muerte de su madre? Ahora más que nunca, ella deseaba poder recordar todo con claridad, no le importaba olvidar el resto, pero ¿Por qué sentía que estaba olvidando incluso la misma esencia de Bella? Roksana sabía que había llegado a sentir a su madre tan cercana en un momento, pero ahora, esa calidez y cercanía se estaban transformando en distancia y sufrimiento.—Debo estar olvidando algo — balbuceó sin despegar la mirada del suelo. Su resp
A la mañana siguiente ambos se encaminaron al lugar en el que se encontraba su querido compañero, los ojos de ambos estaban abiertos, no fuera que en un pequeño descuido fuesen atrapados. Esta vez siendo guiados por Taylor, se acercaron al sitio por el mismo camino que habían seguido tiempo atrás, ambos en sus mentes agradecían que esa zona no se encontraba humedecida a causa de la gran tempestad del día anterior; sino que al parecer el agua había sido absorbida con rapidez.«¿Por qué cada que venimos ha llovido tan fuerte?» se preguntaban ambos, sin siquiera elevar la voz. —Sé cuidadosa — insistía Taylor manteniendo la vista en su camino, los ojos de Roksana estaban en el punto en el que pisarían sus pies, no deseaban caer desde tan alto, además de eso, por segunda vez, no traían por lo menos un equipo de protección en caso de accidente.—Yo lo tengo todo bajo control ¿Qué hay de ti? — respondió Roksana esbozando una sonrisa ladina —Este lugar se me hace familiar — susurró siguiendo
R O K S A N AEl rostro de Taylor demostraba un poco de satisfacción, ¿qué era lo que él esperaba mostrarme? Sin esperar más tiempo, él tomó mi mano y me llevó directamente al auto, por más que le preguntara de qué se trataba, él se mantenía en silencio ¿Acaso no sabía cuánto me molestaba el no tener respuestas a mis interrogantes?—No me mires de esa manera — dijo sin despegar la mirada del camino. —Sé lo que quieres, y no lo tendrás — sentenció esbozando una sonrisa ladina.No dije nada más, había algo mucho más importante en ese momento, y eso era hacer que Nathan lograra salir del lugar sin que se presentara mayores inconvenientes. Necesitábamos sacarlo de ahí antes de que los verdaderos problemas comenzaran ¿Qué sucedería si mi padre lo llegaba a ver? Le haría qué clase de preguntas, y ¿Él podría contestarlas de manera adecuada?Una parte de mí temía a que algo le sucediera, y la otra estaba confiada en sus habilidades, sabía que él podía actuar de manera rápida, de manera que po
Mi padre había sido un agente desde antes de mi nacimiento, lo que le daba numerosos años de experiencia, ¿A qué deberíamos atenernos? ¿De qué cosas tendríamos que cuidarnos? Era difícil poder saber cuál era el siguiente movimiento de ese hombre, pero, sin importar eso, debíamos hacer nuestro mejor intento para detenerlo. Yo, por la memoria de mi madre, debía hacerlo.—¿En qué tanto estás pensando? — indagó Taylor mientras tomaba mi mano, estábamos llegando a la Casa Blanca, dónde se suponía que debíamos encontrar al señor Johnson.—No importa, lo sabrás cuando llegue el momento — dije con una pequeña sonrisa, no estaba segura de si debería presentarme como Roksana Ivanov
Un zapato terminó golpeando la espalda de la persona que había sido la responsable de la carga eléctrica que el presidente había recibido. —¡¿Eres tonto?! — exclamó aquella ronca voz haciendo que el cuerpo del responsable enmascarado fuera recorrido por un escalofrío. —¡Lo siento, jefe! — exclamó el hombre retrocediendo rápidamente. —¿Quién es usted? — preguntó Nicholas observando al punto por el que provenía la voz, de la misma manera que hace un par de minutos, sus intentos fueron en vano, no logró ver a nadie. —¿Qué es lo que busca de mí? — cuestionó, una vez más, las cosas estaban resultando de una manera muy diferente a lo que él había pensado. —Usted lo sabe muy bien, Nicholas. Vengo a terminar con aquello que comencé hace mucho, mucho tiempo; sin embargo, me dedicaré a disfrutar de ese momento — la segurid
—¿Qué dices? — respondió el agente esbozando una pequeña sonrisa —¿No te dije que debíamos evitar que lo encontrara? — Roksana parpadeó un par de veces intentando comprender a lo que se refería Petrova, por momentos abría sus labios para decir algo; sin embargo, ninguna palabra salía de la boca de la joven. —Seré un poco más claro, hicimos que pareciera que el presidente había desaparecido, de manera que Ivanov enloquecerá al buscarlo.—Esto… es una buena idea, pero… ¿De quién fue? — cuestionó la joven con un gesto de sorpresa, esta era una idea que casi podría llevar la firma de Kyra, ella conocía la manera en la que Ivanov actuaba, por lo tanto, le sería más sencillo hallar una manera en la que su mente colapsara intentando hallar respuestas.—Debes sentirte orgullosa, la idea fue de ese chico que trajiste la otra vez — por un momento Roksana se atragantó con su bebida, ¡¿Cómo era posible que Nathan pudiera hacer algo así?! No era que ella desconfiara de él ni de sus capacidades, si
—¡¿Dónde se encuentra Roksana cuando la necesitamos?! — exclamó el hombre ya fuera de sus cabales. Luego de respirar con lentitud logró tranquilizarse. —Al parecer todas las amenazas se han agolpado en contra nuestra ¿Qué deberíamos hacer? — El desconcierto estaba presente en el comandante, lo cual, de cierta manera, molestaba a Taylor, pues no solo era el presidente el que estaba secuestrado, sino también su padre.—Señor, espero que no me vaya a tomar como una persona imprudente o irrespetuosa; sin embargo, si no lo digo yo, lo dirá alguien más… — susurró con un tranquilo tono de voz mientras esbozaba una pequeña sonrisa —¡¿Quién es el comandante aquí?! ¡¿Usted o Roksana?! — soltó de un grito. —Usted es