—Si solo me trajo aquí para eso, supongo que deberíamos regresar ¿O hay algo más que desee mostrarme? — preguntó Roksana girando su torso en dirección del vehículo, lo que le indicaba a Taylor que ella estaba dispuesta a marcharse. Con un movimiento veloz atrapó la mano de la chica haciendo que ella se detuviera su caminar. —¿Hay algo más? — indagó con una pequeña y casi imperceptible sonrisa, ella aún no se explicaba la razón por la que su corazón palpitaba con tanta fuerza cada que él la tocaba. —Lo hay, la última vez no terminamos de comer de la manera en la que lo habíamos planeado. Así que preparé algo para poder compensar eso — confesó el joven sin soltar la mano de Roksana, en cambio, decidió tomarla con mayor firmeza, sin que ella se resistiera la guio hasta el sitio en el que prepararía un pequeño pícnic. —Cierra los ojos, espera aquí — pidió y se alejó. Sus pasos se detuvieron al recordar que posiblemente ella encontraría la manera de ver lo que estaba sucediendo sin que él
—Está bien — susurró Roksana acercándose un poco al joven. —Debido a que no podemos saber qué tipo de relación hubo entre nosotros… cambiaré un poco la pregunta — a pesar de que el rostro de la joven pareciera estar inexpresivo, había una pequeña sonrisa que se estaba mostrando en ese momento. Con un tono de voz bastante dulce y sereno, además de tener una pequeña pizca de picardía, preguntó aún más cerca del rostro de Taylor —¿Qué tipo de relación quieres que tengamos? Taylor se atragantó con su propia saliva mientras cubría su rostro ¿Qué había sucedido con la joven que esta mañana no deseaba verlo? ¿Qué clase de broma era esa? O… ¿Realmente ella no lo recordaba? Cada vez las dudas de Taylor crecían más y más. Una parte de él se encontraba agradecido por la actitud que Roksana estaba tomando, pero a su vez le asustaba, que, al intentar acercarse una vez más a ella, terminara desapareciendo frente a sus ojos, otra vez. —Yo… — a pesar de que estaba bastante nervioso, extrañamente su
—¿Qué quiere decir con eso, Kyra? — indagó el hombre sintiendo cómo un fúnebre escalofrío recorría su cuerpo. Esa misma mirada la había visto en el rostro de Roksana cuando ella se dio cuenta de la verdad de su padre, pero el presidente le había pedido que no lastimara a su propio padre, al final de cuentas era su familia. Le llevó mucho tiempo tranquilizarla, hacer que esta entrara un poco en razón, por eso mismo, ella decidió llevarlo a la ruina sin tocarle un solo cabello, eso era lo que la había detenido para que no buscara venganza de su propio padre, pero ahora ¿quién podría detener a Kyra?—No se preocupe por eso… yo me encargaré — una sonrisa ladina hizo una aparición en sus labios. Este era el momento en el que Nicholas podía contemplar las semejanzas que había entre esas dos y, si él no hubiese conocido a Bella, aseguraría que Kyra y Roksana eran madre e hija. —Nada más que debemos destruir esto antes de que Roksana se entere… es lo mejor.—Sí, debemos hacerlo, antes de que
Roksana regresó en busca de Taylor luego de terminar de hablar con Kyra, sus pasos eran lentos y no dejaba de pensar en lo que ella le había dicho —¿De qué cartas estaba hablando? — balbuceaba sintiendo cómo un nudo se formaba en su garganta. Sin que ella pudiera explicarse, sentía cómo sus piernas perdían cada vez más fuerza, su cabeza estaba comenzando a doler y su visión a nublarse, pero ella no dejaba de reflexionar en las cartas.¿Por qué razón a ella se le hacía tan familiar escuchar hablar sobre ellas? ¿Qué relación tenían las cartas con la muerte de su madre? Ahora más que nunca, ella deseaba poder recordar todo con claridad, no le importaba olvidar el resto, pero ¿Por qué sentía que estaba olvidando incluso la misma esencia de Bella? Roksana sabía que había llegado a sentir a su madre tan cercana en un momento, pero ahora, esa calidez y cercanía se estaban transformando en distancia y sufrimiento.—Debo estar olvidando algo — balbuceó sin despegar la mirada del suelo. Su resp
A la mañana siguiente ambos se encaminaron al lugar en el que se encontraba su querido compañero, los ojos de ambos estaban abiertos, no fuera que en un pequeño descuido fuesen atrapados. Esta vez siendo guiados por Taylor, se acercaron al sitio por el mismo camino que habían seguido tiempo atrás, ambos en sus mentes agradecían que esa zona no se encontraba humedecida a causa de la gran tempestad del día anterior; sino que al parecer el agua había sido absorbida con rapidez.«¿Por qué cada que venimos ha llovido tan fuerte?» se preguntaban ambos, sin siquiera elevar la voz. —Sé cuidadosa — insistía Taylor manteniendo la vista en su camino, los ojos de Roksana estaban en el punto en el que pisarían sus pies, no deseaban caer desde tan alto, además de eso, por segunda vez, no traían por lo menos un equipo de protección en caso de accidente.—Yo lo tengo todo bajo control ¿Qué hay de ti? — respondió Roksana esbozando una sonrisa ladina —Este lugar se me hace familiar — susurró siguiendo
R O K S A N AEl rostro de Taylor demostraba un poco de satisfacción, ¿qué era lo que él esperaba mostrarme? Sin esperar más tiempo, él tomó mi mano y me llevó directamente al auto, por más que le preguntara de qué se trataba, él se mantenía en silencio ¿Acaso no sabía cuánto me molestaba el no tener respuestas a mis interrogantes?—No me mires de esa manera — dijo sin despegar la mirada del camino. —Sé lo que quieres, y no lo tendrás — sentenció esbozando una sonrisa ladina.No dije nada más, había algo mucho más importante en ese momento, y eso era hacer que Nathan lograra salir del lugar sin que se presentara mayores inconvenientes. Necesitábamos sacarlo de ahí antes de que los verdaderos problemas comenzaran ¿Qué sucedería si mi padre lo llegaba a ver? Le haría qué clase de preguntas, y ¿Él podría contestarlas de manera adecuada?Una parte de mí temía a que algo le sucediera, y la otra estaba confiada en sus habilidades, sabía que él podía actuar de manera rápida, de manera que po
Mi padre había sido un agente desde antes de mi nacimiento, lo que le daba numerosos años de experiencia, ¿A qué deberíamos atenernos? ¿De qué cosas tendríamos que cuidarnos? Era difícil poder saber cuál era el siguiente movimiento de ese hombre, pero, sin importar eso, debíamos hacer nuestro mejor intento para detenerlo. Yo, por la memoria de mi madre, debía hacerlo.—¿En qué tanto estás pensando? — indagó Taylor mientras tomaba mi mano, estábamos llegando a la Casa Blanca, dónde se suponía que debíamos encontrar al señor Johnson.—No importa, lo sabrás cuando llegue el momento — dije con una pequeña sonrisa, no estaba segura de si debería presentarme como Roksana Ivanov
Un zapato terminó golpeando la espalda de la persona que había sido la responsable de la carga eléctrica que el presidente había recibido. —¡¿Eres tonto?! — exclamó aquella ronca voz haciendo que el cuerpo del responsable enmascarado fuera recorrido por un escalofrío. —¡Lo siento, jefe! — exclamó el hombre retrocediendo rápidamente. —¿Quién es usted? — preguntó Nicholas observando al punto por el que provenía la voz, de la misma manera que hace un par de minutos, sus intentos fueron en vano, no logró ver a nadie. —¿Qué es lo que busca de mí? — cuestionó, una vez más, las cosas estaban resultando de una manera muy diferente a lo que él había pensado. —Usted lo sabe muy bien, Nicholas. Vengo a terminar con aquello que comencé hace mucho, mucho tiempo; sin embargo, me dedicaré a disfrutar de ese momento — la segurid