Giuseppe es el heredero del imperio Conti, nunca ha sentido por una mujer nada serio. Hasta que conoce a Alejandra, y ella no es cualquier mujer. Ale lo necesita tanto como él a ella, pero sus orígenes amenazan con acabar la relación que apenas comienza. No puede evitar ser un idiota, agredirla y aun así ella le perdona. Sin embargo, cuando Ale descubra lo que él ha hecho y lo que oculta sobre su infancia, ¿lo perdonará o se alejará? La traición se cuece dentro del clan Conti y Giuseppe debe lograr salvarla, aunque la pierda en el proceso.
Leer másCarl Russin era tanto cruel como arrogante y ser citado por el mismísimo Giuseppe Conti, para hacer negocios juntos, era la mejor oportunidad de su vida.—Bienvenido Carl.—Es un gusto. La verdad me interesa muchísimo esta sociedad.—Busco mercado para unas jovencitas, de entre 12 y 14 años. Las traemos de algunos países de Centro y Sur América.—Usted sabe lo que es bueno.—Hay algunas de ellas que están a nuestra disposición para este fin de semana. Tenemos un yate en las afueras, con seis de esas niñas.—Me pone loco siquiera imaginarlo.—Pero sabe usted que fuera de esta casa hay periodistas que, si no les decimos que ha venido a algo loable, le seguirán el rastro.—No sé cómo llegaron a enterarse que estaba aquí.—Tampoco yo, pero siempre tengo listas coartadas para mis nego
Ale estaba a solas con su abuelo. Durante el viaje a Canadá había pensado con calma, ella había cometido una falta severa contra Giuseppe también. Porque yendo contra su pedido de respetarla, de esperar a que estuviese sobria, había tratado de forzarlo a acostarse con ella y al día siguiente, él no hubiese podido lidiar con la culpa.—Amo a Giuseppe abuelo.—Vittorio es mi amigo. No me mentiría.— ¿Tu amigo? Y sabiendo quien soy me secuestró, envió a su hijo a matarme. Abuelo, ese hombre me amarró a una cama y me dio golpes con una especie de látigo.— ¿Qué?—Abuelo, ese hombre no es bueno. Te pido que llamemos a Giuseppe y que nos diga lo que sabe. Giuseppe tiene honor. Sabes que nunca he estado con un hombre, Giuseppe no me ha tocado e insiste en que será hasta después de casarnos.—Punt
👀El inicio de todo, muchos años atrás. 👀Parte 1Vittorio Conti miraba con pesar a la pareja muerta—no era un monstruo completo, tenía sentimientos., se decía a sí mismo—Aunque aquellos que presenciaron su forma de tratar a la pareja, podrían opinar que era un ser deplorable.Aria Ritzo y Emiliano Lascarraga eran buena gente, Vittorio lamentaba un poco el haber tenido que usarles. Pero la venganza contra su hermano—el padre de Giuseppe— estaba por dar sus primeros pasos, no había margen para el arrepentimiento.Y para ello usaría a la familia Ritzo. Los Ritzo eran los mayores socios comerciales de los Conti, aunque Vittorio no lo quisiera, sus lazos con los Rizo eran necesarios para que más de la mitad de los negocios de la familia Conti f
Cuando regresó a la casa, tras firmar los contratos encontró a Ale dormida, así que fue a charlar con Alexandre. Había recibido una actualización de Sergey y se quedá tranquilo de que su hermana tenía un tiempo fuera.—Estaba mal, jefe. La persona que la informó de todo incluso estaba pidiéndole que no fuera.—La mujer, ¿crees que sea peligrosa?—No lo pareció, incluso podría estar en peligro por haber advertido a Alejandra. Jefe incluso asesinaron niños.— ¿Niños? ¿Mataron niños?—22 en total, menores de 5 años. Y usted sabe que su tío es un sádico capaz de eso.—Trae a la amiga de Alejandra, explícale que los responsables irán tras ella. Ofrécele una nueva vida.— ¿Por qué? Si se puede saber.—Es amiga de m
Una semana después, cuando la noticia era aún sensación, Alejandra presenció otra sorpresa más. Su mafioso había tomado en serio lo de vengar su nombre. Giuseppe se puso de pie y lo miró con curiosidad, vestía de forma elegante, cosa rara si estaban en casa.— ¿A dónde vas?—Hemos preparado un salón, daré declaraciones en vivo, cara. Disfruta del espectáculo.Encendieron el televisor y en compañía de Sergey disfrutó del noticiero.—Buenas noches televidentes. Durante las últimos días se ha especulado mucho acerca del hijo del gobernador, sus declaraciones y el posterior suicidio del gobernador de la capital mexicana debido a las mismas han sido noticia en todo el mundo. Ahora sabemos la verdad de lo sucedido y les advertimos, las imágenes son impresionantes. Si hay menores de edad, solicitamos amablem
Algunos días después de la explosión.Cuando abrió los ojos fue consciente de un inmenso dolor en su pecho. El médico le miraba con preocupación.—Ha sobrevivido de milagro. El humo y calor provenientes de las llamas, le han afectado los pulmones.— ¿Hace cuantos días estoy aquí?—Una semana. Le trasladaron y venía inconsciente. Estuvo realmente grave, verle ya consciente es un auténtico milagro.—Salga y llame a uno de mis hombres.—Sí, señor Conti.Marcus Rossi era uno de sus mejores amigos y ahora su mano derecha. Entró viéndose preocupado.— ¿Ale?—La tiene el FBI en custodia. Cuando llegaron las autoridades tuvimos que irnos.—La prioridad era ella.—La prioridad era sacarte de ahí. La encontraron inconsciente en el
Mientras veía el auto alejarse con Ale dentro, empezó a lanzar órdenes. Empezaron a seguirlo, pero no lograron darle alcance. Las imágenes de su mujer siendo arrojada dentro de la cajuela lo perseguirían por siempre.¿Y si no la recuperaba viva? ¿Si le arrebataban esa inocencia que la hacía única?—Maldita sea… se han llevado a mi mujer…—Calma, la encontraremos.—Sabemos que las probabilidades son más en contra nuestra que a favor.—Ella sabe que vas por ella, probablemente eso la ayude a tener valor y aguantar.—Las cosas que le dije…si hubieras visto la expresión de dolor en su rostro… Le juré que le daría amor y a la primera prueba, le fallo. Me cogí a una de las sobrecargos en el avión y Ale se dio cuenta, luego la agredí verbalmente. Y en este punto realmente no me imp
Mientras avanzaban al aeropuerto, trato de relajarse, pero qquería levantarse, caminar, moverse. Cuando ella se ponía tensa siempre salía a correr, uno, dos, cinco kilómetros, pero al hacerlo había sido herida.Era buena atleta y se mantenía en buena forma. En su barrio siempre la miraban con sorna. Le decían que se sentía más que los demás pero que ella era simplemente la hija de una empleada doméstica. Por eso se había matado estudiando, para llevarse a su mamacita lejos de ese pueblo de víboras. Ale sabía lo que era dormirse con hambre, sabía lo que significaba cenar sola, de niña les creía a sus papás cuando le decían que habían cenado antes.Luego entendió que ellos simplemente habían escogido no hacerlo. Una de las veces que más permanecía en su mente era el día que un perr
Durante la cena, decidió preguntarle.—¿Tienes un gimnasio?—Si, en el sótano, puedo llevarte luego.—¿Puedo salir a correr aquí en tus tierras?—En esta y en todas mis propiedades puedes hacerlo sin problema. Están todas rodeadas por muros altos, aquí tenemos casi dos hectáreas de terreno. Cuando estés bien podemos ir a correr, soy rápido.—Creo que podré seguirte el ritmo.Un mes después seguía sin saber de sus padres así que salir a correr sonaba bien. Había hecho compras por internet y tenía zapatillas de deporte y ropa de ejercicio. Calentaba junto a Giuseppe, lista para soltar adrenalina.—Si corro y te paso…—No lo lograrás…—De hacerlo, ¿debo temer que alguno de tus hombres me dispare por error?—No.Em