Capítulo 1

—Lleva dos años casado, debe hacer algo

Uno de los ancianos del concejo de lobos le recrimina a su Alfa, el lobo Frank Ferrato de la manada Azul, por no darle un heredero a la manada.

—Mi esposa aún no ha quedado en cinta, se que es un problema pero lo resolveré —suspira intentando calmar a los lobos del concejo.

—¡No podemos esperar más! Si la reina Angelina no queda embarazada, deberá conseguir una concubina que le dé ese hijo anhelado, y si se lo da, convertirla en reina 

Angelina, la reina del Alfa, escuchaba la conversación desde la otra sala, la desesperación se apoderó de ella, no podía perder lo que había conseguido.

Era la esposa del Alfa más rico y poderoso de toda la región, la reina de una aldea próspera, llena de joyas y de lujos.

—¿Que voy a hacer mi amor? —le pregunta a Michael, su amante mientras lo abraza llorando.

—No podemos permitir que nadie le de un hijo que no seas tu ¿Lo entiendes? —Michael la toma de los brazos con fiereza, sus planes van más allá de solo ser un amante, el desea el heredero de la corona.

La situación de Angelina era desafotunada, ella no podía tener hijos, era la única explicación.

Frank, no quería rechazarla, a pesar de no amarla con la misma intensidad, la quería, era un lobo de palabra Pero su manada era primero.

—Tendre que conseguir una concubina, es la única solución —explica el lobo a su esposa mientras le da una caricia.

—¡No puedes hacerme eso! Es una humillación, además ellos querrán que la elijas como esposa oficial si queda embarazada.

El Alfa Frank guardo silencio, lo que su esposa decía era verdad, Pero no habían más opciones.

—Sabes que mi padre siempre estuvo en contra de traer concubinas, pues sentía que era una falta de respeto para la esposa —responde el hermano del Alfa, protegiendo a su cuñada.

—Lo se Michael.

Michael toca la pierna de Angelina bajo la mesa, ella sonríe sonrojada, Cuñado y cuñada son amantes frente a la cara del Alfa.

—Creo que puedo tener una solución, me hablaron de una loba que me puede dar un tratamiento, partire en la mañana y regresaré en una semana.

Frank aprueba el viaje, quiere que Angelina lo intente, sin decirle que el concejo ha decidido conseguirle una concubina en los próximos días.

Angelina empaca la maleta, solo tiene una idea que puede desarrollar, en su cabeza solo se repite que no puede perder lo logrado.

Decide irse sola, quiere esconder el secreto de su origen, luego de varías horas de un viaje agotador, llega a su lugar de origen.

Una aldea pobre, sin Alfa, lejos de las elite rica a la que ahora pertenece, había crecido en la absoluta miseria, con una madre Omega y sin saber nada de su padre lobo.

Se juro salir de este lugar, ser poderosa, millonaria y lo logro, jamás pensó que regresaría buscando en este lugar su salvación.

Toca en una vieja casa de madera, al abrirle la puerta se encuentra con su otro yo.

—¿Angelina? —Viviana su hermana gemela abre los ojos con asombro.

Viviana era una hermosa loba, la idéntica de Angelina con una diferencia significativa en su físico, era delgada, algo descuidada.

—¿Cómo está mamá? —Angelina entra. A la casa y observa todo con asco, es lo que siente por su pasado.

—Muy mal, Pero se que verte le hará bien, hace más de tres años que no sabemos de ti.

Angelina visita a su madre que llora acostada en la cama al ver a la hija prodiga, le pide que se quede y con una sonrisa falsa la loba se lo promete.

Viviana emocionada por el regreso de su hermana, le prepara su platillo favorito.

—No vengo a una visita social, necesito de tu apoyo, que cumplas con pacto de hermanas.

Viviana le pidió hablar en el modesto jardín para no molestar a mamá.

—¿Solo vienes a pedirme un favor? Pensé que te habías arrepentido de abandonar a mamá.

Angelina empieza a llorar, pide perdón por irse sin decir nada, se finge estar arrepentida y le cuenta a su hermana su situación.

No solo que es la esposa del Alfa, si no que al no tener un hijo, la dejarán en la calle, dramatizando un poco el problema.

—Lo siento, Pero ¿Cómo puedo ayudarte? No soy doctora o bruja, apenas saco unas monedas para vivir con mamá como costurera.

—Necesito que te embaraces de mi esposo 

—¡Estás loca! Nunca haría algo así, la diosa Luna me castigará por estar con en esposo de mi gemela.

—Es la única solución, el no sabe nada de ti, puedes quedarte un par de meses en mi casa, cuando Nazca el bebé me lo das y cambiamos de lugar —Angelina toma los brazos de su hermana —Pideme la cantidad de dinero que desees.

—¡No es por dinero! Es moralmente incorrecto, yo ... Nunca he estado con un lobo, no deseo que sea así, además jamás podría aparentar ser de elite como tú ¡No lo haré!

Viviana intenta entrar a casa, está furiosa por la propuesta indecente de Angelina, Pero está la jala del brazo y la coloca contrala pared.

—No te estoy pidiendo un favor, ¡Tienes que hacerlo!

—No me puedes obligar.

—Si no lo haces, demandaré a mi madre por abandono de hogar, ella me echo de casa cuando aún era una niña, el concejo lobil superior de sentirá satisfecho de meterla en la cárcel.

—¡Tu escapaste! Mi madre enfermó por tu culpa, ella te busco, no puedes acusarla de esa manera.

—¿A quien le van a creer? A una loba moribunda o a mi, la reina de una manada poderosa —Angelina suelta a Viviana que se queda consternada ante esta amenaza —Si aceptas, hoy mismo traslado a mamá al cuidado de buenos doctores, sin mediar un solo gasto en medicamentos, pócimas, nunca pasará hambre, si no aceptas, eres tu quien la condena.

Viviana cae al suelo de rodillas, asiente con la cabeza.