Capítulo 27

Viviana no había dejado de correr desde que dejó la frontera del bosque.

La traición de César era una herida demasiado profunda para ignorar, y cada palabra que había escuchado seguía resonando en su mente como un eco cruel: "No quiero a ese cachorro, solo me recuerda que fue de otro."

Cesar era todo lo que tenía, llegó a la cueva, dejo una nota con el único pedazo de papel que encontró en las cosas del lobo y se marcho.

Su cabeza solo pensó en un lobo, el único que siempre le dijo su vida estaría para ella, Brad.

Cuando llegó a la manada Lirio después de varias horas de caminar y caminar, el aire frío de la madrugada la envolvió.

Llegó a la mansión del lobo más rico de la manada, Brad al saber que ella estaba allí no lo podía creer, corrió de inmediato saltando de un brinco de su cama.

—Viviana... ¿Qué pasó? —preguntó, sujetando su rostro con ambas manos mientras la observaba detenidamente.

Ella quería hablar, pero las lágrimas se desbordaron antes de que pudiera articu