«Amoyeca», resuena en su mente mientras ella camina en dirección a la habitación.Lleva una lucha interna porque desea devolverse y responderle, pero estar en silencio por un largo rato, al no saber qué decir, fue demasiado tortuoso y vergonzoso, por lo que decantó en huir como una cucaracha cobarde.Entretanto, Riú se siente tonto y se pregunta si fue prudente hacer aquella confesión."Lo está asimilando", lo consuela su lobo.«Siempre es lo mismo. Creo que soy demasiado impulsivo cuando me enamoro»."Fuiste frío y evasivo con ella por todo un año. ¿Cómo esperas que reaccione ante tu confesión? Siéntete afortunado si te cree. Tanto que te lo advertí..."Riú suspira y camina como cuerpo sin alma a preparar el desayuno, aunque dadas las circunstancias, se pregunta si tendrá algún sentido continuar con la costumbre, ya que no sabe si Alexa le va a corresponder.***Después de cambiarse la ropa, Alexa va a la cocina donde el olor a pescado le inunda las fosas nasales, como resultado, su
Alexa mira con atención la manera en que Riú prepara el caldo. Después de que él hornea la mitad del pescado, lo pica en trozos y se lo echa a la sopa, luego lo deja coserse por unos minutos más y apaga la estufa.—Qué delicia... —balbucea ella cuando prueba el caldo—. Deberías ser chef, mi amoyeco.—No se dice "amoyeco", eso le cambia el significado a la expresión —gruñe entre dientes.—Qué pesado eres, yo solo quiero que suene masculino.—Es una palabra general, ya deja de arruinarla.—Qué aburrido eres.—Arg...Alexa lo mira sonriente, ya que le entretiene su mal humor.—¿Por qué te enojas con tanta facilidad? Tan joven y tan amargado.—Come y cállate.—Ah, no, a mí no me hablarás como si fuera tu pelele.—Como digas...—Con toda y tu cara verde eres lindo.—No tengo la cara verde, soy mestizo.Alexa estalla en carcajadas.—Es una expresión.—Tú y tus expresiones raras —gruñe.Alexa lo observa con cara de enamorada y las mejillas se le ruborizan cuando cae en cuenta de que ellos so
Riú siente que el suelo se torna inestable y el corazón le late muy fuerte y rápido."Mate", pronuncia su lobo, pero Riú niega con la cabeza.«Ella no es mi mate, no te confundas», replica molesto."Mate".Su lobo se torna inquieto debido a la confusión que los recuerdos de Vesti le provoca, lo que resulta en un gran malestar para Riú.«Alexa es nuestra mate, no lo olvides»."Mate...», su lobo pierde los estribos.—¡Ya basta! —vocifera Riú fuera de sí mientras se agarra la cabeza, como si quisiera evitar que esta le fuera a estallar en pedazos.—¡Riú! —Alexa aparece de repente—. ¿Qué sucede? —Ella corre hacia él preocupada y le quita las manos de las sienes.Sentir el toque de su mate y olfatear su olor es como un calmante que lo trae en sí otra vez, entonces él empieza a tranquilizarse.—Alfa, ¿se encuentra bien? —inquiere el mensajero con preocupación.—Estoy bien... —responde ido.«No menciones a Vesti delante de Alexa. Nadie debe hacerlo o se la verá conmigo», ordena por medio del
Alexa siente que su pecho se llena de tristeza y desconcierto, y podría jurar que esas emociones negativas no provienen de ella, es como si sintiera por medio de otra persona.—Riú... —lo nombra con tristeza—. ¿Te estás arrepintiendo de nuestra relación? Siento que dudas de lo nuestro...—No digas eso, mi amoyeca. —Él la abraza—. Sé que he actuado extraño en estos días, pero te prometo que lo resolveré.—¿Qué sucede? ¿Qué es lo que tienes que resolver? —indaga angustiada y con un mal sabor de boca.Riú se tensa.—En su momento lo sabrás, por ahora, me toca resolverlo por mi cuenta. Es algo muy mío, Alexa.—Todo lo tuyo me interesa, en especial si te hace dudar de lo nuestro.—No, eso no es lo que sucede... —Él se relame los labios—. No dudo de lo nuestro, dudo de mí y de mi sano juicio. Por favor, dame tiempo y te lo explicaré.—Entiendo... —miente rendida porque en realidad no comprende sus palabras, como tampoco la razón de excluirla y omitirle la verdad. Ella esconde la mirada con
Riú niega con leves movimientos de cabeza y la mira a los ojos con gestos firmes.—No debes tomar una decisión tan importante a la ligera. Ni siquiera estamos seguros de que podrías sobrevivir a ello, además te convertirías en otra persona, Alexa. Es como si te quitaran una parte de ti y surgiera otra personalidad. ¿Estás lista para eso?» Te la pasas quejándote de lo impulsivos y posesivos que somos, de nuestro salvajismo y poca racionalidad. Te convertirías en eso que tanta incomodidad te provoca.—Lo sé, pero prefiero eso a nada. ¿Qué me espera más que envejecer y morir? ¿Crees que viviré feliz con la tortura de que en unos años te dejaré solo? ¿Has pensado qué pasará contigo cuando yo muera?Riú agranda los ojos aterrorizado.—No lo permitiré, es solo que no quiero que tomes esta decisión sin pensar en los pros y en los contras. Además, debes hacerlo por ti no por mí.—Lo quiero hacer por los dos. He aprendido tanto de ustedes. Yo prefiero ser territorial y salvaje a no tener resp
Riú se acerca a Alexa con pasos agigantados y la ayuda a levantarse. Por su parte, ella suspira cuando los brazos fuertes y cálidos la rodean y encuentra refugio en su cuerpo. Todo su ser tiembla y las lágrimas empiezan a brotar hasta mojar la piel del mestizo, ya que se siente libre de sacar lo que la atormenta y el pavor que su acto anterior le provoca. —Vamos a asearte —le dice con voz pausada, acto seguido, él la levanta por la cintura, entonces ella enreda las piernas alrededor de esta. Riú se conduce al río con ella encima y se sumerge en el agua, luego la libera allí y empieza a lavarla con sus manos, también le rompe la ropa y la tira en la orilla arenosa. —Vas a estar bien, mi amoyeca —anima. Trata de sonar seguro, pero la voz le sale entrecortada, dado que en realidad no entiende lo que le sucede a su pareja y teme lo peor. ¿Qué tal que el veneno en su saliva esté distorsionando su humanidad y la convierta en una criatura peligrosa? Y, aunque el cambio en su comportamien
PasadoEl joven de apariencia atractiva y ojos de color esmeralda caminaba en medio de las oscuras y desoladas calles, pero las penumbras a él no le era impedimento para llegar a su destino.Su mirada verde brillaba en la oscuridad y le daba una imagen clara de todo su alrededor, por lo que él podía ver hasta lo más mínimo sin ningún esfuerzo.Unos quejidos de dolor se escucharon a distancia, pero él no fue capaz de ignorarlos; así que se detuvo en la entrada de un callejón, donde vio a una mujer con apariencia demacrada tirada en el suelo y en posición fetal.—Oye, ¿estás bien? —inquirió preocupado y se apresuró a socorrer a la desaliñada pelirroja, que temblaba del frío y lloraba desconsolada.Ella trató de huir de él cuando este se le acercó, como si su salvador representara peligro. Su comportamiento defensivo y asustado lo llevó a pensar qué tanto daño le habían hecho, para que ella estuviera así de desconfiada.—No te haré nada malo, solo quiero ayudarte —le dijo con voz amable.
Después de dejar a Alexa en casa de Arel, Riú se pone a trabajar en su oficina, ya que se le acumularon muchas tareas por haberse quedado unos días alejado de todo junto a su pareja en la cabaña.Horas más tarde, él se frota los ojos y resopla aburrido, debido a que está ansioso por dejar ese papeleo aparte e irse a buscar a Alexa.Nunca antes había necesitado tanto la compañía de una mujer como con ella. Esa realidad, más que asustarlo lo hace sentir feliz porque por fin tiene un verdadero hogar al cual extrañar.—Alfa, la prisionera está cada vez más irritable y se niega a comer. Me temo que podría terminar mal si la mantenemos encerrada —le informa uno de sus guerreros, quien ha entrado para llevarle aquella información.Riú se tensa ante la mención de la rubia y su interior se estremece, al ser consciente de lo mal que lo debe estar pasando. Pese a que siente mucho rencor por ella, Vesti fue su mate y parte de él, así que todavía le afecta su bienestar."Mate traidora", gruñe su l