El alfa Tron se encuentra en el campamento de entrenamiento para novatos. Ese queda en el centro de los tres grandes campos de batalla, protegido por el campamento de guerreros avanzados y el de los jefes guerreros.—Alfa, ¿sucede alguna cosa por la que debamos preocuparnos? —inquiere Yuá, su beta y mano derecha.—Supongo que no... —responde dubitativo.—Su expresión me dice lo contrario. Sabe que puede confiar en mí, ¿cierto? Yo nunca lo defraudaría.Tron lo mira de soslayo y resopla con frustración. Él siempre ha sido un hombre escéptico, reservado y cuidadoso. Eso le ha impedido hacer amistades reales o tener una persona fuera de su hermana con quien pudiera abrirse. En realidad, su beta es lo más cercano a un amigo que ha tenido, pero eso no lo convierte en uno.«Es mi beta, su consejo es de suma importancia para mi bienestar y el de la manada», analiza.—Quiero hacerte una pregunta y espero que me respondas con objetividad. Necesito tu consejo como beta.—Por supuesto, Alfa, le
Ella toma un sorbo de su bebida caliente y mira a su aliado con una sonrisa lastimera. Le duele bastante escuchar esa importante información, pero jamás demostraría lo mucho que aquella verdad le afecta.—Maldito Tron —profiere con odio mientras aprieta los puños—. He sacrificado tanto por él y ese imbécil quiere cambiarme por una esclava. ¿Es así como me paga el muy traidor? Esta humillación le costará caro. ¿Quién se cree ese desgraciado que es?—Creo que se ha dejado dominar por el lazo que lo une a esa omega, después de todo, ella es su mate.—¡Me importa un bledo lo que sea ella! ¡Yo también tuve un mate! —Golpea la mesa con rabia—. Para mí no fue tan difícil rechazarlo desde que lo supe. ¿Fue doloroso?, sí; pero después de unas semanas lo superé. Si Tron hubiera hecho lo mismo no estaría cometiendo estupideces; pero ¡claro!, para él fue una mejor idea revolcarse con esa zorra y complicarlo todo. ¡Malditos hombres! ¿Por qué solo piensan con su pene? ¿Les es tan difícil usar el ce
Un silencio tenso inunda la alcoba principal del alfa, donde las tres personas conscientes se encuentran perplejas.El doctor deja salir un suspiro y recoge sus utensilios de trabajo.—No me atreveré a proferir mi opinión, pero esto es impactante para mí —admite él, quien aún está anonadado.Vesti se pone la mano en el pecho e inhala y exhala de forma repetida. Su cara, al igual que la de Zafra, se ha puesto pálida y denota desconcierto y terror.—¿Está seguro? —cuestiona ella, aunque no se encuentra consciente del todo de las palabras que salen de su boca.—Sí, lo estoy. Yo soy un experto y puedo reconocer un embarazo sin temor a equivocarme.—¿Qué pruebas le hizo?—Todas las que no estar en mi consultorio me permiten —responde cortante.Vesti siente que pierde el equilibrio y se sostiene del hombro de Zafra. No lo puede aceptar. ¿Qué fue lo que esa esclava le hizo a Tron para manejarlo a su antojo?—Ese cachorro no puede ser de Tron —niega con espasmos en el cuerpo y la voz quebrada
Otsana se detiene cuando la carretera se termina y frente a ella se encuentra el bosque, que oculta el lugar secreto que le mostró el alfa.—Gracias por acompañarme hasta aquí. Ya puede regresar —dice ella sin mirar al guerrero.Él no responde, como tampoco se mueve de su lugar.—Le dije que ya puede marcharse, yo sigo desde aquí —repite.No recibir ninguna respuesta de su parte la pone recelosa.—Debo acompañarte hasta que estés segura —contesta él al fin.Otsana niega con la cabeza y se cruza de brazos.—El alfa me dio otras instrucciones —replica—. Usted no se atrevería a desafiarlo.Él sonríe con una maldad que la pone alerta.—El alfa es un hombre astuto y sabe jugar bien sus fichas. Él está en guerra con el alfa Claudio, por lo tanto, rechazarte lo dejará muy débil para la batalla. No obstante, tú te has convertido en una carga para él, quien debe marcar a su nueva luna lo antes posible.»Tu muerte le dolerá, debido al lazo, pero, dado que nunca te marcó no será tan trágico para
Ella corre a toda velocidad y salta por encima de los obstáculos que le pone el bosque. Es la primera vez que su loba tiene tal destreza y rapidez, pero puede que se deba a la adrenalina del momento o a ese instinto materno que la hace sacar fuerzas de donde no las hay."Ven aquí, lobita", se burla el lobo detrás de ella, quien saliva con exageración al imaginarse destrozando a Otsana con sus garras.La herida aún no se le cierra, por lo que la sangre salpica cada vez que él salta para atraparla.Mientras tanto en tierras lejanas, Tron lucha contra los guerreros de la manada Fuerza de bronce, quienes fueron a su encuentro para impedir que él tomara venganza, por el ataque que ellos le hicieron a los territorios bajo el mando de Luna de hierro.Los guerreros de Tron llevan ventaja sobre los de Claudio, y él mismo ciega la vida de decenas de lobos con su espada y en su forma humana. De repente, una angustia extraña le invade el pecho, pero no entiende de qué se trata.La inquietud de su
Espasmos fuertes le sacuden el cuerpo peludo y sus aullidos espantan a las aves del lugar, que vuelan aterradas lejos de allí.Aunque Otsana puede ver el cuerpo inerte sobre el suelo, no lo puede asimilar."Mamá..."Siente que el corazón le es apuñalado una y otra vez con crueldad y la razón se le nubla. Su hocico olfatea el aroma que aún permanece en el cadáver y ella frota el rostro en la piel gélida y pálida de su progenitora.Trata de encontrarle lógica a esa desgracia, asimismo, a la razón para que su madre esté muerta y justo frente a esa choza, pero en ese momento no se siente capaz de deducir nada."Mamá, por favor despierta...", ruega en su interior.El sentimiento de abandono, temor, soledad y esa sensación de vacío que la hace sentir desamparada la torturan con crueldad.Siente que lo ha perdido todo y que ya no tiene sentido seguir luchando; sin embargo, recuerda que dentro de ella hay una vida que corre peligro en ese momento, entonces sale de aquel trance doloroso, donde
El cuerpo pequeño y desnudo es arrastrado por las corrientes como si de una hoja se tratara. Su piel luce pálida debajo del agua y su cabello largo y marrón flota en diferentes direcciones.—¡Hay alguien en el río! —grita un hombre. De inmediato, un grupo de guerreros corre en dirección a él y buscan con la mirada lo que sea que haya visto su compañero.—¡Es una chica! —exclama otro mientras se apresura a ir hacia ella.Los demás lo imitan y pronto sacan a la joven del agua y la acuestan en la orilla arenosa. Las miradas de ellos examinan el cuerpo desnudo por un largo rato, entonces el más decente se quita su camiseta y la tira encima de la joven mujer.—Dejen de mirarla como si fuera un trozo de carne —los increpa, provocando las burlas de sus compañeros.—¡Habló el fiel! —se mofa uno, y todos estallan en carcajadas—. Ya veo que no nos dejarás divertirnos si la lobita no está muerta.—¡Dejen de decir sandeces! Mejor infórmenle al alfa acerca de este evento —comanda, y se gana los ab
La brisa fresca le levanta varias hebras y le da esa sensación de bienestar que la hace sonreír. Varios pétalos de rosas le acarician la piel al ser levantados por el viento, asimismo, le regalan un delicioso aroma que la hace suspirar.Aquel lugar se siente tan bien, que desea quedarse allí por siempre.De repente, el cielo se torna oscuro y las nubes se reúnen en un tono gris. Varios relámpagos acaban con la paz anterior y el viento se torna brusco.—Ya despertó. —Escucha la voz de una mujer desconocida que la termina de despertar.—¿Dónde estoy? —balbucea con tono débil.—A salvo. —Esta vez es un hombre quien habla.Otsana se incorpora llena de exaltación y mira a su alrededor desorbitada y temerosa.—¿Quiénes son ustedes? —interpela nerviosa.Frente a ella se encuentra un hombre de buen parecer, cabellera rojiza y rizada, ojos verdes y cuerpo atlético. Junto a él, hay una mujer de cabellera rubia y rizada, ojos grises y piel muy blanca.—Mi nombre es Arel —contesta el chico con vo