¡No me lo puedo creer! Un impulso que no pude controlar, me hizo levantar la sábana que me tapaba solo para descubrir que estaba en ropa interior ¡Dios mío! ¿Qué hemos hecho?
Lo menos que quiero ahora es pensar que anoche nosotros hicimos más de lo debido. Si no había dado este paso antes, es porque, además de ser una cobarde de m****a, tampoco quería acabar con nuestra amistad.
Vuelvo mi mirada hacia Ale, está sonriendo muy divertido. Parece ser que toda esta situación le hace gracia.
- Anoche tuve que cargarte hasta la habitación, te desmayaste
Ahora que lo pienso, sí tengo un vago recuerdo de como todo comenzó a ponerse oscuro. Entiendo que me haya traído hasta aquí, pero ¿por qué estoy sin ropa?
- Ale, nosotros anoche –comienzo a balbucear porque no sé cómo plantearle esto- ¿acaso hicimos…?
- Tranquila, Ana –me interrumpe antes de que pueda terminar de preguntarle- la necrofilia no es lo mío –vuelve a sonreír- tuve que quitarte la ropa porque también vomitaste un poco
¡Qué vergüenza! Ale nunca me había visto en una situación como esa. Por lo menos ya me ha dejado más tranquila.
No es que no me entusiasme la idea de haber estado con él, es solo que no me gustaría que fuese en circunstancias como las de anoche y muchos menos que no recuerde nada.
- ¿Cuánto tiempo he estado durmiendo?
Él se me acerca muy despacio sin dejar de sonreir. Se sienta a mi lado en la cama:
- Contestaré a todas tus preguntas si me respondes una a mí primero –se me queda mirando fijamente como si intentase saber qué estoy pensando, después de una pequeña pausa, finalmente comienza a hablar- Anoche me pediste que fuera el padre de tu hijo ¿lo decías en serio?
Nunca pensé que me fuera a preguntar eso. Mi corazón comienza a latir de forma desbocada y bajo la cabeza porque soy incapaz de sostenerle la mirada que, espera pacientemente por mi respuesta.
De repente siento algo extraño en mi estómago. Estoy demasiado nerviosa.
- Creo que voy a vomitar
- Tranquila, lo tengo todo bajo control –dice mientras se agacha para agarrar un balde que tenía justo a su lado
- Creo que es una falsa alarma
Le digo empujando el balde y él se pone en pie y me extiende la mano para ayudar a levantarme. No me suelta hasta que se asegura de que estoy estable. Los ojos de Ale, por primera vez se alejan de los míos y se quedan mirando mi cuerpo.
- Creo que deberías ocuparte de esto –dice señalando mi ropa que está doblada en una silla- está lavada ya
Con rapidez camino hacia la silla y luego hacia el baño para vestirme. no puedo negar que ha tenido un gesto muy lindo de su parte. Me ha cuidado a la perfección.
¿Qué hago ahora? ¿Cómo puedo librarme de esta? La idea de pedirle que fuera el padre de mi hijo anoche sonaba perfecta, pero ahora, sobria, me parece la peor idea que se me pudo haber ocurrido.
No voy a permitir morirme de la vergüenza, ya tuve suficiente con el vómito y el desmayo de anoche. Sin pensarlo dos veces, saco mi teléfono y le envío un mensaje de texto a Tania:
*911
¿Qué pasó? ¿Dónde estuviste toda la noche?
Estoy en casa de Ale
¿CÓMO?*
Iba a responderle cuando Ale llamó a la puerta:
- ¿Todo bien ahí dentro, necesitas ayuda?
- Todo bien, ya casi termino
No puedo seguir hablando con Tania ahora, necesito salir de aquí de una vez por todas. Me miro al espejo, aliso un poco mi cabello, aunque no tiene solución y salgo.
El olor me lleva directo a la cocina donde Ale está haciendo el desayuno.
- Te estoy haciendo café fuerte y panqueques, es lo que comes siempre cuando tienes resaca ¿no?
No puedo creer que se fije hasta en esos detalles. Por lo visto, parece que me conoce mucho mejor de lo que yo creía.
- Sí, exactamente eso –le digo mientras le sonrío agradecida- gracias, Ale
- Ana, ya tú has limpiado mi vómito en otras ocasiones, es lo mínimo que puedo hacer
- Sí, pero estabas enfermo, las circunstancias eran muy diferentes
- No importa, sé que, si se diera el caso, harías lo mismo por mí
- Eres demasiado bueno conmigo, creo que más de lo que me merezco
- No, no lo creo, te mereces mucho más, Ana –hace una pausa y camina hacia mí- Con respecto a lo de anoche ¿lo decías en serio?
De esta no tengo escapatoria, él no me va a dejar marchar sin tener esta conversación. Creo que lo mejor es salir de esto y hablarlo. De todas maneras, si no es ahora, en algún momento volverá a sacarme el tema.
- Sí, lo estaba diciendo en serio –digo mirando al suelo
- ¿Por cuánto tiempo lo has estado pensando? –me dice mientras me toma por la barbilla y me levanta la cabeza obligándome a mirarlo
- Por un buen tiempo
Él se lleva las manos a la cabeza y se las pasa por el pelo frustrado.
- Sé que es mucho para procesar –le digo- pero no hay apuro, no tienes que dar una respuesta ya, ni siquiera tienes que darme una, yo lo entenderé
Levanta la cabeza rápidamente y me mira con una de sus cejas levantada.
- No, es que ahora depende de mí que tú puedas cumplir el sueño de tu vida o no
- No, mis planes hasta ayer era buscar un donante anónimo en una clínica
- ¿Alguien desconocido? Eso sería un poco extraño ¿no crees?
- Puede ser, pero es algo muy común hoy en día
- Pero es alguien que no conoces ¿y si es una mala persona? Dicen que ese tipo de cosas se les trasmite a los niños
- Ese tipo de cosas no está en el ADN, Ale –le digo sonriendo
- Sí, pero ya sabes lo que dicen “de tal palo, tal astilla” –hace una pausa y vuelve a hablarme- ¿por qué yo, Ana? ¿por qué no seguiste con la idea del padre anónimo?
Su expresión cambia. Todo su cuerpo se pone tenso. Es como si supiera la respuesta, como si supiera que, después de esto, nuestra relación pudiera cambiar para siempre.
Ahí está, justo esa pregunta era la que más temía, la que no quería que me hiciera ¿Cómo le respondo a eso ahora?
Creo que, dadas las circunstancias, lo mejor que puedo hacer es contarle toda la verdad. Siempre hemos sido sinceros el uno con el otro y sé que, si se lo explico, podrá entenderme.-Ale, nos conocemos desde hace mucho tiempo. En todos estos años te he conocido mejor que nadie, he visto cómo eres, cómo reaccionas ante las dificultades, cómo proteges a los tuyos. La verdad es que no puedo pensar en alguien mejor que tú para esto. Yo ya te considero parte de mi familia, si accedes, solo lo estaríamos haciendo oficial. Tú mismo lo has dicho, desconocer quién será el padre es algo loco ¿Qué mejor que una de las personas que más quiero en mi vida?-No puedo negarte que, escuchándolo así, no parece del todo una mala idea, pero tienes que saber Ana, yo no soy perfecto y tengo mis defectos también-Como todos los tienen, Ale, esos también los conozco y, debo decir que no son tan horrendos, excepto la parte en la que naciste con dos piernas izquierdas Le digo para relajar un poco el amb
Tengo la sensación de que mi corazón se me va a salir del pecho en cualquier momento. Sus labios nunca antes habían estado tan cerca de los míos y estoy tan nerviosa que apenas puedo pronunciar una sola palabra.No me lo puedo creer, después de tantos años deseándolo, finalmente Ale y yo nos vamos a besar, o al menos eso es lo que parece. Acerca su boca más a mí y nuestros labios se rozan. Puedo sentir con facilidad la textura suave de ellos, pero como todo en mi vida sucede de forma desastrosa, la alarma de incendios comienza a sonar en ese mismo momento.El sonido cambia nuestro humor de inmediato y nos ponemos alertas. Solo cuando Ale se separó de mí pude ser consciente de que nos rodeaba una cortina de humo por todas partes.-¡Mierda! –grita él- son los panqueques, se están quemandoCon todo lo que estaba sucediendo, se nos había olvidado que el desayuno aún se estaba cocinando. Él, rápidamente corre hacia el baño a buscar una toalla. El humo es cada vez más fuerte y me es impos
Tenía pensado irme de inmediato, no creo que pasar más tiempo aquí en su casa sería bueno para nosotros en estas condiciones. No sé cómo explicarlo, pero, desde que le mencioné el tema de tener un hijo, es como si lo sintiera más alejado de mí, más distante.-Ana, ven aquí, quiero darte tu regalo de cumpleaños –esa fue la frase que me demoró aquí aún más, la curiosidad me mata, necesito saber qué me ha comprado Ale-¿Al fin me has comprado el unicornio que tanto quería de pequeña? –le pregunto sonriendo-No creo que pueda conseguirte uno, pero te prometo que un día de estos te compraré un poni solo para ver tu expresión cuando no sepas qué hacer con élPongo los ojos en blanco ante su respuesta, siempre sabe cómo sacarme una sonrisa. Él se inclina hacia la mesita que tiene a su lado y me ordena que cierre los ojos.Sin chistar lo hago y extiendo las manos con las palmas hacia arriba esperando que coloque el regalo en ellas. Cuando abro los ojos, veo un sobre. Mi boca se abre de
No sé por qué razón mis piernas han comenzado a temblar desde que abrí la puerta y lo vi aquí, parado justo frente a mí. Acabo de salir de su casa casi que como loca y ahora lo tengo en mi puerta, mirándome con esos ojos tan penetrantes.Me giro hacia Tania y le pregunto:-¿Sorpresa por qué?-Alejandro y yo te preparamos una fiesta sorpresa por mi cumpleañosSus palabras me asombran. Una fiesta, como si toda la situación de anoche y la de hoy por la mañana no hubiese sido demasiada sorprendente ya por sí misma.-Es muy amable, pero no tenían por qué hacerlo No sé por qué, pero después de la forma en que me fui de casa de Alejandro después de besarlo, me da mucha vergüenza mirarle a la cara, me he comportado como una niña pequeña y él, como todo un caballero.-Por supuesto que sí teníamos que hacerlo, eres nuestra mejor amigaAhí están, esas dos palabras que detesto con todas mis fuerzas desde hace mucho tiempo. Su “mejor amiga” ¿No se habrá dado cuenta ya que nunca he querido
La ansiedad comienza a apoderarse de todo mi cuerpo, pero no en el mal sentido, sino todo lo contrario. Siento la necesidad de comenzar el juego ya, tengo que saber hacia dónde nos llevará.-Sabes que así no son nuestras reglas, tienes que darme las opciones primero-Esas eran nuestras reglas cuando éramos pequeños, ya somos grandes, podemos asumir las consecuencias ¿no lo crees?-No, las reglas son las reglas-¡Oh, vamos Ana! No seas una gallina –me dice sonriendo-No pienso darte ventaja esta vez, quiero saber mis opciones-¿Verdad que querías que yo te besara cuando estábamos en mi casa?Su pregunta me toma completamente por sorpresa ¿cuántas más me esperarán en el día de hoy? ¿Por qué de todas las preguntas que podía hacerme, se decidió por esa?Mi corazón me da un vuelco en mi pecho mientras me quedo mirándolo. Nada de lo que está haciendo últimamente tiene sentido. Nunca antes él se había atrevido a tanto. Sí sentí en varias ocasiones que estaba flirteando conmigo, p
-Bueno, por mí perfecto entonces, si en verdad deseas ayudarme a crearme el dichoso perfil de citas, adelante, pero que conste que nada de esto fue idea míaDigo esto último haciendo énfasis en ello. No quiero que piense que estuve de acuerdo desde un inicio con la idea descabellada de Tania. Él me conoce muy bien, espero que lo sepa.-Pues perfecto entonces –dice Tania- Ale es muy bueno en esto-¿Y tú cómo lo sabes? –le pregunto-¿Acaso no has visto todas las chicas con las que ha salido a lo largo de los años? Tiene que tener un diplomado en citasNo sé cómo no puede darse cuenta de que ese tipo de comentarios me hacen un poco de daño. Lo sé, no es nada nuevo para mí, a mi pesar, las he conocido a todas. A veces siento que Ale me las presenta para que les dé el visto bueno, como si necesitara mi aprobación para poder salir con ellas, es algo que nunca he entendido. Como quiera que sea, no me gusta pensar en eso, ya me resulta bastante incómodo tener que salir con ellas y v
Con todo lo que ha acontecido desde ayer, se me había olvidado por completo que la semana pasada le había prometido a Ale que lo ayudaría esta noche en el bar. Sí, ya lo sé, no me den esa mirada de desaprobación, me brindé voluntariamente para ayudarlo la misma noche de mi cumpleaños.Antes de que me digan nada, tengo que decir en mi defensa que ya sabía que la noche anterior a mi cumpleaños estaríamos celebrando y después del día de hoy, en verdad no tengo de qué quejarme, ha sido un cumpleaños maravilloso y me gusta ayudar en todo lo que pueda, así que, ¡no me juzguen!-Oye, alcánzame una cerveza –me pide una chicaLa verdad es que, desde ese match en la dichosa aplicación de citas, mi cabeza no ha podido dejar de pensar en ello ¿Cómo he podido conseguirlo en tan poco tiempo? Ni siquiera pasaron quince minutos desde que me creé el perfil y ya alguien me estaba pidiendo una cita.¿Qué pensará Ale? ¿Se sentirá extraño al verme saliendo con alguien más? ¿Se arrepentirá de haberme cre
A pesar de los deseos que tengo que meter a Cinthia en una habitación y no dejarla salir de ahí hasta que me cuente todo lo que Ale le ha dicho, no puedo permitir que él se dé cuenta de mi desesperación, así que, continúo mi trabajo mientras intento mantener una conversación casual con él.-¿Qué haces tú hoy aquí? Pensé que con todo el trabajo que tenías en los demás bares, no pasarías por aquí-Eso pensé yo también, pero terminé antes de lo que esperaba –me responde con la vista fija en la barra, no me mira directamente a la cara-Pero si te marchaste antes de mi fiesta porque tenías mucho que hacer-Sí, pero pude resolverlo todo rápidoDe repente, levanta la vista de la barra y se me queda mirando fijo lo que provoca que mi respiración se entrecorte debido al calor que tiene en esa mirada. No se corta, con sus ojos recorre mi cuerpo de arriba abajo y no sé por qué, pero lo siento como un contacto físico aun cuando no me ha tocado ni siquiera con un solo dedo. Si tan solo él