Tengo la sensación de que mi corazón se me va a salir del pecho en cualquier momento. Sus labios nunca antes habían estado tan cerca de los míos y estoy tan nerviosa que apenas puedo pronunciar una sola palabra.
No me lo puedo creer, después de tantos años deseándolo, finalmente Ale y yo nos vamos a besar, o al menos eso es lo que parece. Acerca su boca más a mí y nuestros labios se rozan. Puedo sentir con facilidad la textura suave de ellos, pero como todo en mi vida sucede de forma desastrosa, la alarma de incendios comienza a sonar en ese mismo momento.El sonido cambia nuestro humor de inmediato y nos ponemos alertas. Solo cuando Ale se separó de mí pude ser consciente de que nos rodeaba una cortina de humo por todas partes. - ¡Mierda! –grita él- son los panqueques, se están quemandoCon todo lo que estaba sucediendo, se nos había olvidado que el desayuno aún se estaba cocinando. Él, rápidamente corre hacia el baño a buscar una toalla. El humo es cada vez más fuerte y me es imposible contener la tos.Sin pensarlo dos veces, corro hacia el sartén que estaba en llamas ya y justo cuando me disponía a retíralo de la estufa, los brazos de Ale me detienen y tiran de mí hacia atrás. - ¡Estás loca! ¡Puedes quemarte!Me dice y apaga la estufa para luego tirar sobre el sartén la toalla que había empapado en agua. Corrí hacia las ventanas y las abrí para que el humo se dispersara mejor.Una vez todo estuvo solucionado, nos dejamos caer en el suelo y, al mirarnos, no pudimos contener la risa. - Creo que, a pesar de mis esfuerzos, vamos a tener que pedir algo para el desayuno, los panqueques ya no son una opción viable –me dice sonriendo - Creo que síSe levanta y comienza a recoger toda la comida quemada para echarla en la basura. Me es imposible no quedarme embobada mirándolo mientras se marcha. Es perfecto, por lo menos para mí lo es.Todavía no puedo creer que hace solo cuestión de minutos estuviera a punto de besarme. Han pasado tantos años que ya me había convencido que eso no podía suceder.¿Por qué iba a besarme? ¿Qué lo motivó? Él nunca antes tuvo ese instinto. Para mi desgracia, el momento pasó, ya no tiene sentido ninguno que le hable sobre ese tema, sería demasiado extraño ¿cierto?Sacudo mi cabeza con la intensión de quitarme esa idea de la cabeza y me pongo a limpiar todo el reguero que quedaba a la misma vez que bailaba al ritmo de una canción que cantaba en mi cabeza. - Ana ¿qué haces? –su voz me provoca un sobresaltoGiro mi cabeza y lo veo ahí, tan perfecto, recostado a la encimera de la cocina justo a mi lado. - No te escuche entrar –le digo - Claro que no, estabas muy concentrada en tu baileNo hizo falta mucho más para que mis cachetes se encendieran de un color rojo fuerte. No es la primera vez que me ve así, pero no sé por qué ahora lo siento diferente.Él se coloca delante de mí, sacándome del fregadero para hacerlo él. - Vaya, a tanta insistencia, me retiro –le digo - Te conozco, si bien sé que la cocina no es lo tuyo, también sé cuánto odias fregarNo soy capaz de articular una sola palabra, solo puedo asentir mientras le sonrío amablemente. Hoy parezco toda una tonta ¡Espabila Ana!En cuanto Ale termina de organizarlo todo, tocan a la puerta y salgo corriendo hacia ella, era nuestro desayuno.Coloqué todo en los platos y nos sentamos. No sé qué bicho le habrá picado, pero desde el momento que tuvimos, no ha entablado una conversación conmigo, solo me ha dado respuestas de “sí” o “no” y eso me tiene bastante preocupada. - ¿Resulta que ahora no me hablas? –le pregunto de forma decidida - Sí he hablado contigo - Muy poco, pareces un hombre sacado de las cavernas - ¿Eso quiere decir que el hombre de las cavernas no tiene tu aprobación para ser un donante?Su pregunta me saca completamente fuera de lugar. No sé a qué ha venido eso, ni por qué lo ha dicho. Esta es la segunda contesta errónea que me ha dado desde esta mañana. - Disculpa, supongo que después de toda esta locura me he quedado algo nervioso. No tenía por qué hablarte así - ¿Me vas a decir qué has estado pensando todo este rato en silencio?Él da un fuerte suspiro y asiente con su cabeza. - Estaba pensando en mi familia. No sé cuál será su reacción cuando les cuente esto, ni cómo se los voy a contar tampocoEsperen ¿eso quiere decir que se lo está pensando seriamente? Quizás hasta lo haya decidido ya. No voy a presionarlo, solo lo apoyaré. - No tienes que decirles nada aún, al fin y al cabo, todavía no has decidido nada ¿cierto? - Cierto –me responde no muy convencido - Primero debemos pensar bien y hablar más detalladamente sobre ello - ¿Sabes? Extraño mucho a tu familiaEs cierto, ellos siempre han sido de diez conmigo. Me trataban como si fuera una más de ellos. Su madre es la mujer más dulce que jamás he conocido y siempre está llena de amor para brindar. Siempre sentí como si estuviera hecha para vivir en esa familia, como si encajara a la perfección. - ¿En serio? Bueno, no me extraña, hasta yo los echo de menos a veces y los veo todos los fines de semana, pero sabes que tú eres para ellos como una más - Sí, pero no es lo mismo –le dije, pero en realidad lo que estoy pensando es en que no soy una más como quisiera, no como si fuera su novia- Solo sé que nunca voy a olvidar como tu familia se comportó conmigo, sobre todo, después de que mi madre se fuera - Mamá dice que eres la hija que ella nunca tuvo - Lo sé, soy su preferida, lo sientoComo si eso fuera posible, Ale siempre fue el niño lindo de esa casa, todos lo adoran y no es difícil de imaginar el por qué, es dulce y tierno y trabajador y ama a su familia con locura. - Claro, en tus sueños –me responde él de forma burlona - Acéptalo, Ale - Está bien, pero recuérdalo, ahí siempre serás bienvenida, puedes ir cuando quierasCuando me doy cuenta, una lágrima ya me está corriendo por mi mejilla y me la seco rápidamente. Parece que todo lo que ha sucedido esta mañana me ha conmocionado demasiado. - Mi niña –me dice- no tienes que ponerte así - ¿Crees que me querrán ahí después de que esté embarazada? - Claro que sí, incluso puede que más - De todas formas no estaríamos haciendo nada raro, todo será muy clínicoNo sé por qué, el rostro de Ale se crispa en una mueca extraña. - ¿Qué quieres decir? No creo que esté captando muy bien la idea - No te preocupes por eso ahora. Cuando tengamos las ideas claras, hablamos más detalladamenteSe me queda mirando de forma rara, pero asiente finalmente. No sé qué vaya a decidir, solo espero con todas mis esperanzas que acepte a esta loca idea. Lo he pensado mucho ya, si no lo puedo tener en mi vida para siempre como mi pareja, por lo menos lo podría tener como el padre de nuestro hijo.Algo siempre será mejor que nada.Tenía pensado irme de inmediato, no creo que pasar más tiempo aquí en su casa sería bueno para nosotros en estas condiciones. No sé cómo explicarlo, pero, desde que le mencioné el tema de tener un hijo, es como si lo sintiera más alejado de mí, más distante.-Ana, ven aquí, quiero darte tu regalo de cumpleaños –esa fue la frase que me demoró aquí aún más, la curiosidad me mata, necesito saber qué me ha comprado Ale-¿Al fin me has comprado el unicornio que tanto quería de pequeña? –le pregunto sonriendo-No creo que pueda conseguirte uno, pero te prometo que un día de estos te compraré un poni solo para ver tu expresión cuando no sepas qué hacer con élPongo los ojos en blanco ante su respuesta, siempre sabe cómo sacarme una sonrisa. Él se inclina hacia la mesita que tiene a su lado y me ordena que cierre los ojos.Sin chistar lo hago y extiendo las manos con las palmas hacia arriba esperando que coloque el regalo en ellas. Cuando abro los ojos, veo un sobre. Mi boca se abre de
No sé por qué razón mis piernas han comenzado a temblar desde que abrí la puerta y lo vi aquí, parado justo frente a mí. Acabo de salir de su casa casi que como loca y ahora lo tengo en mi puerta, mirándome con esos ojos tan penetrantes.Me giro hacia Tania y le pregunto:-¿Sorpresa por qué?-Alejandro y yo te preparamos una fiesta sorpresa por mi cumpleañosSus palabras me asombran. Una fiesta, como si toda la situación de anoche y la de hoy por la mañana no hubiese sido demasiada sorprendente ya por sí misma.-Es muy amable, pero no tenían por qué hacerlo No sé por qué, pero después de la forma en que me fui de casa de Alejandro después de besarlo, me da mucha vergüenza mirarle a la cara, me he comportado como una niña pequeña y él, como todo un caballero.-Por supuesto que sí teníamos que hacerlo, eres nuestra mejor amigaAhí están, esas dos palabras que detesto con todas mis fuerzas desde hace mucho tiempo. Su “mejor amiga” ¿No se habrá dado cuenta ya que nunca he querido
La ansiedad comienza a apoderarse de todo mi cuerpo, pero no en el mal sentido, sino todo lo contrario. Siento la necesidad de comenzar el juego ya, tengo que saber hacia dónde nos llevará.-Sabes que así no son nuestras reglas, tienes que darme las opciones primero-Esas eran nuestras reglas cuando éramos pequeños, ya somos grandes, podemos asumir las consecuencias ¿no lo crees?-No, las reglas son las reglas-¡Oh, vamos Ana! No seas una gallina –me dice sonriendo-No pienso darte ventaja esta vez, quiero saber mis opciones-¿Verdad que querías que yo te besara cuando estábamos en mi casa?Su pregunta me toma completamente por sorpresa ¿cuántas más me esperarán en el día de hoy? ¿Por qué de todas las preguntas que podía hacerme, se decidió por esa?Mi corazón me da un vuelco en mi pecho mientras me quedo mirándolo. Nada de lo que está haciendo últimamente tiene sentido. Nunca antes él se había atrevido a tanto. Sí sentí en varias ocasiones que estaba flirteando conmigo, p
-Bueno, por mí perfecto entonces, si en verdad deseas ayudarme a crearme el dichoso perfil de citas, adelante, pero que conste que nada de esto fue idea míaDigo esto último haciendo énfasis en ello. No quiero que piense que estuve de acuerdo desde un inicio con la idea descabellada de Tania. Él me conoce muy bien, espero que lo sepa.-Pues perfecto entonces –dice Tania- Ale es muy bueno en esto-¿Y tú cómo lo sabes? –le pregunto-¿Acaso no has visto todas las chicas con las que ha salido a lo largo de los años? Tiene que tener un diplomado en citasNo sé cómo no puede darse cuenta de que ese tipo de comentarios me hacen un poco de daño. Lo sé, no es nada nuevo para mí, a mi pesar, las he conocido a todas. A veces siento que Ale me las presenta para que les dé el visto bueno, como si necesitara mi aprobación para poder salir con ellas, es algo que nunca he entendido. Como quiera que sea, no me gusta pensar en eso, ya me resulta bastante incómodo tener que salir con ellas y v
Con todo lo que ha acontecido desde ayer, se me había olvidado por completo que la semana pasada le había prometido a Ale que lo ayudaría esta noche en el bar. Sí, ya lo sé, no me den esa mirada de desaprobación, me brindé voluntariamente para ayudarlo la misma noche de mi cumpleaños.Antes de que me digan nada, tengo que decir en mi defensa que ya sabía que la noche anterior a mi cumpleaños estaríamos celebrando y después del día de hoy, en verdad no tengo de qué quejarme, ha sido un cumpleaños maravilloso y me gusta ayudar en todo lo que pueda, así que, ¡no me juzguen!-Oye, alcánzame una cerveza –me pide una chicaLa verdad es que, desde ese match en la dichosa aplicación de citas, mi cabeza no ha podido dejar de pensar en ello ¿Cómo he podido conseguirlo en tan poco tiempo? Ni siquiera pasaron quince minutos desde que me creé el perfil y ya alguien me estaba pidiendo una cita.¿Qué pensará Ale? ¿Se sentirá extraño al verme saliendo con alguien más? ¿Se arrepentirá de haberme cre
A pesar de los deseos que tengo que meter a Cinthia en una habitación y no dejarla salir de ahí hasta que me cuente todo lo que Ale le ha dicho, no puedo permitir que él se dé cuenta de mi desesperación, así que, continúo mi trabajo mientras intento mantener una conversación casual con él.-¿Qué haces tú hoy aquí? Pensé que con todo el trabajo que tenías en los demás bares, no pasarías por aquí-Eso pensé yo también, pero terminé antes de lo que esperaba –me responde con la vista fija en la barra, no me mira directamente a la cara-Pero si te marchaste antes de mi fiesta porque tenías mucho que hacer-Sí, pero pude resolverlo todo rápidoDe repente, levanta la vista de la barra y se me queda mirando fijo lo que provoca que mi respiración se entrecorte debido al calor que tiene en esa mirada. No se corta, con sus ojos recorre mi cuerpo de arriba abajo y no sé por qué, pero lo siento como un contacto físico aun cuando no me ha tocado ni siquiera con un solo dedo. Si tan solo él
Siento que el sudor comienza a formarse en pequeñas gotitas por toda mi frente, la respiración empieza a marcar un ritmo más acelerado y las palabras no quieren salir de mi boca cuando yo lo deseo, es como si tuvieran vida propia.Lo veo parado frente a mí y el corazón se me aprieta, nunca antes lo había visto de esta manera, tan expuesto, parece un niño pequeño sin la coraza de la que siempre viste. Siento que me está hablando con completa sinceridad acerca de como se está sintiendo y no puedo evitar pensar que tengo algo de culpa en ello.Si no se me hubiese ocurrido la grandiosa idea de aceptar a que él me creara esa maldita cuenta en la aplicación de citas solamente para ver si podría hacerlo o no, esto no estuviera pasando.-Yo solo estoy tratando de saber cómo qué buscas en todo esto y también, qué quieres de mí-Yo solo… -hago una pausa para tomar aire- solo estoy intentando revisar todas mis opciones ¿sabes? Tener un plan B, necesito hacer esto bienNo quiero decirle que,
Mi corazón se detiene y mi cabeza deja de pensar inmediatamente. Él me sonríe, pero todavía parece estar un poco tenso, como si estuviera esperando algo más, una respuesta de mi parte.Lo miro y no puedo estar más maravillada. Todavía no me creo que haya dicho eso. No fue algo que se lo tomó a la ligera como hace siempre, lo pensó mucho y le dio importancia porque sabía que era importante para mí.Y después Tania me pregunta el por qué llevo tantos años enfrascada con él, diciéndome una y mil veces que sería el hombre perfecto para mí. Lo conozco mejor que nadie y sé cómo es en verdad.Para los demás, a primera vista, puede parecerles un chico que no ha madurado porque siempre tiene un chiste preparado, pero yo sé todo lo que vale y créanme, vale oro, además, su familia me adora y la mía a él, es casi como si nuestra relación hubiese estado premeditada por el universo, solo que nosotros dos somos unos tontos y no nos hemos dado cuenta.-¿Todavía quieres tener ese bebé conmigo? –me p