Sin soltar mi mano ni un solo segundo, Ale recorre todo el lugar asegurándose que todo está en orden y, a cada ratitos, me besa el dorso de mi mano ¿Acaso se puede ser más romántico que esto?Finalmente, terminamos en su oficina. Se queda mirando por unos segundos la pila de papeles que se le han acumulado encima de su escritorio, debido a los días que estuvo fuera, pero, luego, hace caso omiso y dirige toda su atención hacia mí.-¿Ana? –me dice mientras se sienta en el borde de su escritorio y me mira fijamente-¿Sí-No sabes lo mucho que te he extrañado y lo mucho que me gusta tenerte aquí en mi oficina-Puede ser que yo también te haya extrañado solo un poco Le dijo regalándole una sonrisa descarada que indica todo lo contrario a las palabras que están saliendo de mi boca. Me encanta jugar de esta forma.Él deja escapar otra sonrisa en respuesta a la mía, para luego, dejar que un brillo particular en sus ojos se apodere de él mientras no para de mirarme. Ya yo conozco muy
Soy consciente de que esto es lo que siempre había querido desde que tengo uso de razón y es lo que he estado persiguiendo desde que empecé con Ale, pero nunca pensé que sucedería tan rápido.Me quedo mirando la prueba fijamente todavía sin poder creérmelo ¿Cómo esto pudo haber sucedido tan rápido?Ahora mismo no sé ni qué hacer ¿llamo a Ale y le muestro la prueba? ¿No lo hago? Quizás sea demasiado fuerte para él que se la muestre así sin más.La primera persona que se me viene a la cabeza es Tania, al fin y al cabo, fue ella quien me regaló esta maldita prueba para comenzar, así que, le tiro una foto y se la envío.*¿Es en serio? Dime que es en serio ¿voy a ser tía?*Las preguntas no paran de entrarme en forma de mensaje una detrás de otra.*Es serio, pero creo que esta prueba está defectuosa¿Qué vas a hacer?Todavía no lo sé, de momento, tengo que asegurarme de que sea completamente cierto. Luego te escribo*Rápidamente abro el navegador de mi celular y comienzo a buscar “¿Se puede
Justo en ese momento veo en mi pantalla la llamada de un número desconocido e, inmediatamente recuerdo que mi padre me había dicho que una mujer me llamaría para hablar sobre una nueva oferta de trabajo.Oferta de trabajo que le dejé bien claro que no estaba interesada en ella, pero él puede ser demasiado insistente y, viendo cómo está la situación en mi trabajo luego de la cita con mi jefe, no estoy muy segura de qué elección hacer.Tampoco quiero aceptarlo porque no es el momento adecuado para dejar esta vida que llevo ahora, mis amigos están aquí y el probable padre de mi probable hijo también-Ana ¿no vas a contarme lo que en realidad está sucediendo?En su mirada puedo ver el dolor, sabe que le estoy ocultando algo, me conoce demasiado bien y, a la misma vez está preocupado de que sea algo grave.Ignoro el teléfono y él se me queda mirando con una ceja levantada mientras veo la duda dibujada en su cara.-¿No deberías cogerlo?-No, no es nadie, ni nada urgente, puedo devolve
-¡Ana, estás aquí! –me dice ella pareciendo realmente alegre de verme-Martha, bienvenida a casa Le digo justo en el momento en el que estira sus brazos hacia mí dándome un abrazo aunque, no es uno fuerte, es un abrazo un poco indeciso, como si no estuviese muy segura de dármelo.La entiendo perfectamente, nuestra relación nunca fue la mejor que digamos. Al menos de mi parte, siempre sentí que había una competencia entre nosotras.Nuestro padre y su mujer, también contribuyeron mucho a eso, no directamente, pero, los comentarios que nos hacían y algunas actitudes nos daban esa impresión.-Ana, no sabía si vendrías –vaya recibimiento acaba de darme mi padre-Creo haberte confirmado que vendría ¿cierto? –le respondo con un poco de ironía en mi tono de voz-Sí, pero igual-¿Igual qué? ¿acaso tiendo a romper mis promesas o no cumplir mis compromisos?Ya empezamos. No llevo ni cinco minutos aquí y ya me estoy sintiendo atacada directamente.-Bueno, digamos que esta vez te di
Lo esté diciendo en serio o no, no puedo evitar controlar lo feliz que me hace escucharlo hablar sobre mí de esa manera tan dulce, incluso si solo somos amigos.Cuando más entretenida estaba a solas con mis pensamientos, mi padre se aclara la garganta sacándome de mi concentración.-Entonces Ana, ¿cómo te fue en la entrevista de trabajo?Pero ¿qué les ha pasado a todos hoy? ¿Se han puesto de acuerdo para sacar el mismo tema hoy? Cálmate, Ana, se supone que para eso son las cenas familiares, solo que nunca contaste con la presencia de Ale aquí, eso lo hace todo más difícil.Quería poder contárselo yo misma y no que se enterara de esta manera, pero, al parecer, eso ya no va a poder ser, así que supongo que no queda otro remedio que comenzar a hablar. Ya los detalles se los daré más tarde cuando estemos a solas. -Pues, yo diría que me fue bastante bien, me pidieron una entrevista en persona, supongo que esa es una buena señal-¿Estás preparada para eso? –me pregunta de forma muy
-¿Cómo? -fue lo primero que salió de la boca de mi padre- Yo pensaba que las cosas te estaban yendo bien, eso fue lo que me dijiste la última vez que hablamos-Y me está yendo bien, pero creo que es el momento perfecto para que yo pruebe nuevos horizontes, estoy lista para un nuevo desafío-No creo que regresar aquí sea un nuevo desafío ¿hay algo que no me estás contando?Justo en ese momento pude ver cómo Martha tragó en seco, mi padre podía ser obstinado, pero no se le escapaba nada, siempre se daba cuenta de todo y la reacción de mi hermanastra no le pasó por alto. No puedo decir que me alegre debido a que ella esté acorralada, pero sí tengo que admitir que es bueno que la conversación se haya alejado de mi ser.-Papá… yo…-No hay excusa Martha, por lo que parece, las cosas que me has contado no han sido ciertas, las cosas se te han puesto difíciles y quieres huir, escapar como una cobarde, yo no te crie de esa manera -los ojos de Martha comienzan a brillar por las lágrim
Las siguientes tres semanas fueron geniales a excepción del incompetente y cínico de mi jefe quien continuaba resentido por mi rechazo en la cita que tuvimos aquella noche, nunca me lo dejó pasar, solo estaba esperando su oportunidad perfecta para hacérmelo saber y había llegado ese momento tan deseado por él.-Ana, necesito que me firmes el acta de los nuevos presupuestos para el siguiente año -me dijo lo más serio que pudo casi sin mirarme a los ojos pero, incluso así, pude notar que había algo de malicia en su expresión.No me tomó mucho tiempo descubrir el por qué tenía esa impresión, el maldito había rebajado a más del cincuenta porciento el presupuesto del departamento de arte, incluyendo los salarios de nosotros los trabajadores de esa sección. No había forma en el mundo en la que yo firmara ese papel, eso dejaría a varias personas sin un ingreso que les permitiera sostenerse, no iba a ser yo quien los dejara prácticamente en la calle.-Lo siento señor, pero no pienso firma
- ¡Felices veintisiete años! –me dice Tania- Tengo un regalo para tiConozco muy bien a Tania, no en vano llevamos más de diez años de amistad y sé por experiencia propia que, cuando dice que tiene un regalo, es una señal para mantenerme cautelosa. La mayoría de las veces, los regalos y fiestas sorpresas que ha planeado, no han salido muy bien. - No tengo ni idea de lo que hablas, recién estoy cumpliendo los veinticinco –le respondoTania me sonríe mientras saca de su bolsa un paquete hermosamente decorada y me lo extiende mientras me dice: - Eso estás diciendo desde hace dos años - Y lo seguiré diciendo Le sonrío de vuelta mientras abro mi regalo, frunzo mis cejas al ver lo que contenía el paquete. Saco la prueba de embarazo y me quedo mirándola por unos largos segundos. - ¿Y esto para qué es? - Pues ya no somos niñas, ni jóvenes alocadas ¿Recuerdas nuestra promesa de pequeñas? A los veintisiete años nos embarazaríamos las dos al mismo tiempoAl escuchar sus palabras, un escal