Inicio / Romántica / Embarazada Por Accidente / Capítulo 1: Que yo… ¡QUE!
Embarazada Por Accidente
Embarazada Por Accidente
Por: Mel Polanco
Capítulo 1: Que yo… ¡QUE!

La vida siempre habia sido algo difícil para Karen, una joven de cabello corto color rubio platinado, piel clara, ojos color gris, delgada, de buen cuerpo y alta; ciertamente con su apariencia las cosas no debían ser difíciles, lamentablemente su inteligencia y belleza no eran lo suficiente para su padre, quien creía que una mujer jamás llegaría tan lejos como lo hacía un hombre. Por eso decidió desafiarlo buscando ser una policía como él, aunque obviamente no recibió su apoyo en ningún momento.

Su padre jamás siempre mostro su negativa ante esos planes, pero Karen lo ignoro y justo ya estaba por graduarse de la escuela y habia conseguido tener una entrevista de trabajo en un cuartel policiaco. Todo estaba yendo bien, exceptuando que entre los requisitos debía llevar una constancia médica y realmente ella odiaba esos lugares llenos de gente y personas enfermas.

Lamentablemente no logro acudir a primera hora como lo había planeado para evitar el acumulamiento de gente, ya que el medico que hacia esos certificados solo trabajaba en la tarde; así que no le quedó más remedio que acudir a su cita programada a las 4:30pm, por lo que iría a hacérsela después de clases.

- Oye Karen, ¿ya tienes todos los documentos listos? – escucho que le preguntaba uno de sus compañeros de clases.

- Solo me falta el certificado médico – contesto ella sonriéndole.

- En serio… ¿ya conseguiste las cartas de referencia laborales y personales? – pregunto incrédulo otro compañero.

- Hm… - fue lo único que opino ella al mismo tiempo que terminaba de guardar sus libros en su mochila para luego salir del salón de clases.

Tras eso se encamino al hospital, donde se quedó parada en la entrada antes de dejar escapar un suspiro, mientras recordaba que eso solo lo hacía porque era necesario para poder cumplir su sueño de entrar al cuerpo policiaco y seguir la tradición de la familia. Se adentro al lugar y se encamino al consultorio según le indico la recepcionista del lugar, al llegar noto que el medico no estaba, pero una enfermera le indico que se recostara en la camilla en lo que llegaba el doctor.

Ella maldijo un poco su suerte, pero realizo lo que le indicaron ya que deseaba acabar rápidamente con eso, noto que el medico se retrasaba un poco y como estaba algo cansada decidió cerrar sus ojos para descansar un momento.

Poco a poco empezo a abrir los ojos, sintiéndose algo mareada notando que estaba en una habitación diferente, busco sentarse sintiéndose ligeramente mareada; en verdad odiaba esos lugares ya que solo sentía que era una pérdida de tiempo y más que sanar solo terminabas más enfermo; decidió olvidar todo por ese día ya que noto que no había nadie a su lado. Al llegar nuevamente a la recepción la persona que estaba en ese lugar le dijo que podría pasar al día siguiente por sus análisis, a lo que ella suspiro antes de salir del lugar.

Al día siguiente paso temprano por sus resultados y sin perder tiempo, con todos sus papeles listos fue a entregarlos al departamento de policía.

Las cosas marchaban bien para Karen, ya que a la semana de haber ingresado su documentación había recibo una respuesta positiva y había conseguido obtener el empleo; algo que hizo sentir muy orgullosa a su madre y aunque no tanto a su padre ya que este siempre dudo de las habilidades de su propio hija por ser mujer, ya que creía que no sería capaz que pudiera llegar a tener un alto rango y si la habían contratado era por su apellido, ya que él creía que las mujeres solo debían servir para cuidar el hogar y tener hijos.

- Que te parece si para esta noche tenemos una cena especial para celebrar tu graduación – opino sonriente una hermosa mujer de cabellera rubia larga y algo ondulada, ojos color azules, piel clara, de figura esbelta y cuerpo curvilíneo.

- No es necesario madre – contesto ella haciendo una mueca.

- Ash, amor deja que te consienta.

- No lo mimes tanto Elena – se escuchó la voz grave de un hombre de cabellera corta de color azabache, ojos color grises, piel clara, fornido y alto.

- Diego, por favor – suplico la mujer.

- … - Karen solo miro de reojo a su padre para después disculparse con su madre y retirarse a su habitación.

- ¿Porque no puedes querer a tu hija? – pregunto molesta la rubia.

- ¿Porque le llenas la cabeza de ideas estúpidas?, una mujer jamás llegara a ser algo en ese empleo que escogió – dijo de mala gana el azabache – mientras más rápido acepte su realidad será mejor para ella – declaro dándole la espalda a su mujer para ir a su estudio.

Elena se sentía frustrada… en verdad amaba a su esposo, pero a veces le molestaba esa actitud “machista” que tenía con su propia hija; aunque ella ahora se sentía muy frustrada, ya que en algún momento tuvo la esperanza de que las cosas cambiarían cuando su hija creciera, pero fue todo lo contrario ya que las críticas y maltrato psicológico aumentaron, pese a que Karen era una excelente estudiante jamás recibía una aprobación o elogio de su parte. Solo rogaba que algún día Diego recapacitara de su propia actitud… tras esos pensamientos depresivos busco secar sus lágrimas, para luego ir igual a su habitación, ya no tenía ganas de nada.

Por su parte Karen, estaba apoyada en la puerta de su habitación… siempre era igual, pese a fingir que no le importaba, aun le dolía notar que ella era la causante de las peleas de sus padres, por eso siempre buscaba ser la mejor en todo… alguien del quien se podría estar orgulloso, así que solo se dedicaría a obtener un buen lugar en el cuerpo policiaco con la esperanza de que eso fuera suficiente.

Tras pasar dos meses llego el día de su graduación donde salió como la primera de la clase y solo su madre acudió a la ceremonia.

- Felicidades amor – indico alegre la rubia.

- Hm… - contesto ella sonriendo de lado.

- Hehe ya se, ¿qué tal si vamos a celebrar a algún restaurante las dos? – sugirió alegre Elena, la cual no espero respuesta de su hija y la tomó de la mano para que ambas se encaminaran a algún buen restaurante a celebrar.

Karen se sentía alegre al notar esa actitud tan energética y optimista de su madre, quien fue la única que le apoyo en ese tiempo, donde si lo pensaba bien… realmente la opinión de su padre dejo de importarle hace mucho y solo quería ser la mejor por su madre, deseando que sus logros fueran pago suficiente por todo el apoyo que le estaba brindando en esos momentos.

Llegaron a un restaurante italiano, donde ordenaron algo de pasta para comer, pero justo cuando la comida llego esta le provoco nauseas a Karen, causando que fuera al baño a vomitar su desayuno; obvio que presenciar eso preocupo bastante a Elena, por lo que sin esperar respuesta llevo a su hija al hospital.

- Madre ya te dije que estoy bien – replico algo enojada Karen, ya que no deseaba regresar de nuevo a ese ridículo lugar.

- Y yo ya te dije que no me importa, ya que esos mareos no son normales en ti – le regaño la mayor para después ingresar al consultorio de su médico familiar.

Aun con todo y quejas, Elena logro hacer que su hija se dejara revisar y que le tomaran pruebas para buscar la causa de ese malestar..

- Esto no era necesario, de seguro fue algo que me callo mal – opino molesta Karen, mientras esperaban al médico con los resultados.

- No me fio, prefiero que un profesional me diga – repitió Elena con diversión.

- Bueno ya regresé y aquí tengo los resultados – dijo el médico.

- Y ¿qué tiene mi hija?

- Am… bueno, digamos que esto es algo complicado de explicar – opino algo nervioso.

- ¿Que ocurre? – pregunto molesto Karen, ya que esa respuesta no le agrado.

- Am… pues…

- ¡Habla de una vez! – dijo molesta Elena.

- Karen, está embarazada.

- … - tanto Elena como Karen le miraron como si hubiera dicho alguna clase de mala broma.

- Jajajajaja que buen chiste – dijo Elena – eso es imposible, mi bebe aun es virgen, así que…

- Am… si, lo sé - dijo de forma nerviosa el médico – lo que pasa es que… am esto es difícil de explicar.

- Explicar ¡QUE! - dijo Elena molesta.

- Pues… si estas en lo correcto, Karen aún es virgen, pero si esta embaraza… tiene 2 meses de embarazo.

- … - ante esas palabras Karen tenía un tic en el ojo.

- ¡QUE! – grito Elena furiosa.

- Am… es que al parecer el día que se hizo sus análisis para su certificado médico, una de las enfermeras se confundió y… la inseminaron por accidente – contesto el medico asustado, mientras retrocedía de forma lenta, ya que la mirada que le dedicaban madre e hija era demasiado aterradora y prometía una muerte lenta y dolorosa.

Capítulos gratis disponibles en la App >
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo