Por increíble que pareciera esa situacion no deja de ser algo extraña y sorprendente, aun no asimilaba la idea de que su padre realmente ahora buscara brindarle su ayuda y comprensión… definitivamente su madre se lucia cuando quería.
Aunque igual se sentía un poco abrumada ya que ahora su madre buscaba pasar más tiempo con ella, con la excusa de era para darle consejos de cómo debía cuidarse; aunque, lo que realmente le molestaba era ese ridículo y repentino impulso de comer cosas dulces, cuando ella odiaba comer ese tipo de comida.
Algo que le sorprendió fue que, el lado bueno de la situacion es que a pesar de haber rechazo su primera oferta de trabajo por obvias razones, logro encontrar un trabajo como archivista en las oficinas de la policía, por lo cual estaba muy feliz, ya que tendría a su alcance todos los expedientes y registros sobre todos los casos importantes que han ocurrido en el país. Y con esos conocimientos y cuando naciera su hijo, estaría preparada para resolver casos de forma activa.
- Karen, amor – en eso, escucho que su madre le llamaba mientras entraba a su habitación – ¿qué tal si tomas un descanso? – dijo divertida entrando con una bandeja con dos tazas de té y un pedazo de pastel de chocolate.
- … - la rubia solo le miro a ver, estaba terminando de analizar unos expedientes que había tomado de la oficina.
- Anda porfis, vamos así me cuentas como estuvo tu día – indico divertida Elena, mientras hacía a un lado las carpetas que estaban sobre el escritorio de su hija y colocaba la bandeja.
- Lo normal – indico algo aburrida, mientras tomaba la taza que le ofrecía su madre.
- Que aburrida, pero cuéntame con muchos detalles – dijo divertida observando que su hija tomaba la cuchara y comía un poco de pastel – bueno no me digas, venía a recordarte que mañana es tu cita con el ginecólogo – menciono de forma divertida notando que ella la miraba con el ceño fruncido – oh vamos, no me pongas esa cara ya que debes tener un control prenatal e igual estas en tu cuarto mes y sabes que significa eso verdad.
- Que sabrás si es niño o niña – opino algo aburrida, pero… aunque nunca lo admitiría abiertamente, también estaba algo ansiosa por saber el género de su bebe.
- Exacto – dijo alegre Elena – e igual ya debemos comprarte nueva ropa – recordó ya que algunas ropas de su hija le quedaban justas y vio que ella le dedicaba una mirada llenada de odio, por ese comentario – y no te enojes, es normal que subas de peso porque mi nieto o nieta está creciendo, jeje.
Tras eso, Elena siguió enumerando los deseos y actividades que podrían hacer al día siguiente tras salir del consultorio y saber el sexo del bebe, sugiriendo comprar sus primeras ropitas y algunos accesorios que el pequeño necesitaría en sus primeros meses de vida.
Por otro lado Chloe se estaba muy divertida, al observar balbucear incoherencias a Alejandra, ya que le había dicho que Scott se sintió mal por dudar de ella y que si creía en su palabra, por lo que a los 2 días logro comprar un ultrasonido cualquiera y se lo mostro notando que lo aceptaba, pero este supuesto mes era crucial… según su mentira ella ya tendría 4 meses y estaba usando un pansa falsa hecha de silicona para aparentar su estado, pero sabía que estaba en un verdadero apuro, aún no había encontrado a alguna mujer que tuviera ese estado de gestación y ya se le agotaba el tiempo para buscar a algún mocoso que podría hacer pasar como su hijo.
- Te salvaste – dijo de forma calmada Chloe.
- Si, al fin hizo algo bueno ese inútil de Patricio en cambiar la fecha de su dichosa reunión – indico con molesta la peli naranja.
- Si, porque si no de seguro mañana seria tu funeral jajajaja.
- Cierra la boca, maldito Scott y su repentino interés paternal.
- Bueno es normal que desee saber el sexo de su supuesto hijo – dijo aburrida Chloe – es decir, así sabremos el destino de la familia.
- ¿Ah que te refieres con eso?
- En verdad que eres bruta – opino molesta la peliverde – como primogénito siempre debe ser un varón porque una mujer, no sirven en la mafia y menos para que sea la primogénita de un capo.
- … - Alejandra empezo a entrar en pánico.
- No lo habías pensado, cierto e igual tú no tienes más opciones ya que llevas 4 años de decepciones y hasta ya perdiste la confianza que te brindo el abuelo y el tío.
- ¿No tienes algo mejor que hacer? – pregunto molesta Alejandra, ya que odiaba que le echaran en cara sus errores.
- Por ahora NO, mi hermana se está encargando de todos los pendientes de la familia – menciono divertida – pero mis asuntos no te importan, mejor dime ¿qué vas a hacer? – hablo sonriendo de lado.
- Veré conseguir algo mañana en ese hospital, después de todo esa pendeja que fallo en la inseminación, me debe una.
Ante esa declaración Chloe solo negó divertida, dejando escapar un suspiro.
Al día siguiente Alejandra en compañía de Chloe fueron a ver la enfermera con la que la peli naranja había hecho un trato para que inseminara a la mujer que ella habia escogido, donde la peliverde noto enseguida que esa mujer se veía algo nervioso a determinados momentos de la conversación parecía tartamudear.
- Alejandra, ¿qué tal si me dejas hablar un rato con ella para convencerla? – dijo Chloe sonriendo de lado.
- De acuerdo – opino la peli naranja, ya que se había molestado al ver que esa mujer no parecía cooperar con ella, por lo que le dejo ese trabajo a la peli verde – iré a la cafetería por algo – indico.
Chloe solo sonrió de lado al notar que esa ingenua había acatado sus órdenes y se retiraba.
- Bueno habla, ¿porque estas tan nerviosa? – interrogo de forma seria, mientras sacaba su pistola y miraba a los ojos a la enfermera.
- Es… es… es que yo… - la mujer temblaba, sabía que lo que estaba por decir le costaría la vida – por favor, señorita perdóneme no fue mi culpa – dijo mientras rompía en llanto.
- ¿De que estas hablando? – pregunto desconcertada Chloe – solo te iba a decir que tranquila y felicitarte por cumplir mis ordenes de no inseminar a esa mujer.
- Si… pero es que…
- ¿Qué pasa?
- L… la… muestra si fue usada.
- ¡Que…! - Chloe abrió los ojos de la impresión – ¿qué estás diciendo?, ¡si te ordene que te deshicieras de esa cosa!
- Si… lo sé, pero justo en eso una de las practicantes la tomo para aplicarla en la mujer… y…
- Bueno… en ese caso no debes alarmarte, esa mujer no quedó embarazada – dijo con calma, pero noto que la enfermera aun temblaba – tranquila.
- S… si… - opino ella tratando de calmarse.
- Bueno ahora relájate, no te matare por eso porque no paso a mayores – declaro Chloe – ahora escúchame con atención, primero buscaras entre tus antiguos registros y me entregaras una imagen de una ecografía que muestre a una niña de 4 meses de edad – opino sonriendo divertida, observando como la enfermera se giraba a hacer su encargo mientras ella la esperaba.
- En verdad que los genes del tío son fuertes en ti – escucho que alguien le hablaba provocando que sonriera.
- ¿Y no se supone que tu deberías estar con tu amigo Patricio? – pregunto Chloe sin mirar a ver a su nueva acompañante, quien se paró a su lado.
- Na… él está ocupado y me mata si lo interrumpo – dijo divertido Scott, mientras se acomodaba sus lentes oscuros.
- A… aquí tiene señorita – hablo asustada la mujer, mientras le entregaba una carpeta con el ultrasonido que ella pidió.
- Gracias y me alegra saber con quién está tu lealtad – indico Chloe, mientras se acercaba para estrechar su mano, para así entregarle de forma discreta un rollo de billetes – a esa tírala a loca, ya que, si me eres fiel, yo misma te protegeré y premiare – declaro con seguridad, para luego girarse y colgarse del brazo de su nuevo acompañante para irse alejando de ese lugar.
La enfermera por su parte empezo a temblar, porque sabía que no le había dicho toda la verdad a esa mujer, porque la muestra fue puesta accidentalmente en otra joven, pero prefirió callarse y que dieran por fallida la inseminación ya que no deseaba que una inocente se viera involucrada en la mafia… ella pagaría su error, pero no dejaría que descubrieran que realmente la inseminación fue un éxito y lo peor… el embarazo seguía su curso, porque esa chica no acepto la alternativa de abortar.
Por otra parte, en cierto consultorio se podía ver a una rubia mayor muy ansiosa mientras observaba a su hija acatar las órdenes del médico recostándose en la camilla para que comenzaran el ultra sonido.
- Bueno ¿están listas? – hablo algo divertido doctor.
- Apúrate y deja de perder tu tiempo – ordeno Karen enojada.
- Perdón… - dijo algo nervioso el doctor y tras eso se puso serio para empezar a revisar a su paciente – oh, interesante – indico para sí.
- ¿Qué pasa? – pregunto angustiada Elena.
- Am… pues, hehe creo que esto podría ser bueno o malo – dijo nervioso.
- Habla claro.
- Pues son niños – indico nervioso.
- Ah, hehe tendremos un lindo ni… ¿eh? espera… - dijo Elena asombrada – ¿a qué se refiere con “son”?
- S… si… son gemelos y ambos son niños – dijo nervioso – jaja al parecer la inseminación fue bien realizada y… - pero no logro terminar de hablar ya que recibió un golpe en su nuca cortesía de unas esposas de metal.
- Eso no es gracioso – opino molesta Karen, mientras se sentaba en la camilla y acomodaba sus ropas.
- Entonces seré doblemente abuela – dijo alegre Elena – no te parece una hermosa noticia, Karen.
- No…
- Uh, que fría – dijo en tono divertido la rubia – bueno esperemos a que despierte para que le preguntemos sobre las vitaminas y cuidados.
- … - Karen solo miraba de forma indiferente a su madre al mismo tiempo que sus pensamientos eran un caos. “Tendría gemelos”, nuevamente esa noticia lo tomaba por sorpresa, pero tampoco le molestaba mucho, ya que se había hecho la idea de un bebe y otro más, sentía que no habia diferencia, por lo cual sonrió de lado. Aunque si era sincera consigo misma eso complicaba un poco más las cosas, pero al mismo tiempo lo hacía más divertido ya que aumentaba la dificultad del reto.
- Hija – Elena se preocupó al ver que ella se encontraba algo pensativa – descuida, yo siempre estaré aquí para todo lo que necesites.
- Hm… gracias – dijo sonriendo de lado.
- Bueno, ahora debemos pensar en los nombres de mis nietos – hablo animada.
Por otra parte, Chloe se encontraba divertida al notar que Scott miraba con una sonrisa los documentos que les dio la enfermera.
- Que cruel eres – dijo divertido el rubio.
- ¿Por? si ella dijo un ultrasonido cualquiera – hablo con burla la peliverde.
- Entonces ¿ya es oficial? ¿ya puedo buscar una nueva candidata para que sea mi esposa?
- Obvio primo, bueno debo dejarte porque ya debo regresar con tu insufrible y nada atractiva Alejandra.
- No te diviertas mucho – hablo el rubio mientras se giraba y caminaba en dirección opuesta a la cafetería.
De esta forma Chloe, quien se miraba muy divertida por toda esa situacion, fue a su encuentro en la cafetería con la peli naranja, quien se encontraba hablando por teléfono con alguien y se le escuchaba muy animada y cariñosa mientras disfrutaba de su café.
- Ten Alejandra – le dijo alegre.
- En verdad que tú eres increíble – menciono ella terminando con su llamada y guardando su teléfono.
- Dime algo que no sepa – contesto la peli verde sonriendo de lado – es algo normal teniendo encuentra que soy hija del asesino número uno.
- Cierto, bueno regresemos – indico tomando la carpeta - ya deseo enseñarle esto a Scott.
- “Si supieras…” – pensó Chloe, mientras una sonrisa sádica se dibujaba en su rostro.
En otra parte del hospital un par de rubias salían del consultorio del médico, quien hacía poco recupero la conciencia y les entrego una receta para las medicinas que debían comprar para complementar su alimentación, así como la recomendación de una dieta que debía seguir.
- Ven amor, debemos ir a la farmacia primero – indico Elena adelantándose.
- … - Karen solo miraba divertida a su madre, ya que por como actuaba pareciera que ella era quien esperaba a los bebes.
- Después que te parece si… ah… - Elena estaba tan distraída que no se dio cuenta que choco con alguien y estuvo a punto de saludar al suelo de no ser porque la persona con la que choco, la sujeto para evitar que se lastimara.
- ¿Estas bien? – Karen miro a ver a su madre algo asustada, quien estaba en los brazos de un hombre rubio.
- Perdón señorita, estaba distraído – se disculpó esa persona.
- No perdóname tú a mí por chocar contigo, yo igual andaba distraída – hablo Elena mientras se incorporaba y se separaba notando a un chico bastante atractivo.
- Debes tener cuidado – indico Karen acercándose a su madre y mirando de reojo al rubio con el que choco.
- Si lo se hija y perdón – menciono Elena mirando al rubio.
- Descuide, digamos que fue un error de ambos – nuevamente se disculpó el rubio, pero esta vez tomo la mano derecha de Elena y deposito un beso en ella.
- Hehe, descuida no pasó nada grave – dijo divertida Elena.
- … - Karen solo atino a rodar sus ojos en señal de fastidio, mientras seguía mirando de forma atenta los movimientos de ese extraño sujeto, quien se despedía de ambas y se alejaba.
- Uhh… que galán, ya no existen muchos hombres así de educados – dijo de forma risueña Elena, mientras miraba de reojo a su hija.
- No empieces, ya te dije que no me interesa tener pareja.
- Ash… amor, pero ya te dije que yo si quiero un yerno – lloriqueo la rubia mientras notaba que su hija se alejaba de mal humor – am… oye no seas grosera y espérame.
Con una sonrisa arrogante entro como siempre lo hacía a la mansión, a su mansión… por que sí, todo eso le pertenecía y esos imbéciles debían obedecerle porque ella era la esposa el gran Decimo Albani; por lo que camino con paso firme y la cabeza en alto hacia la oficina de su esposo para mostrarle el ultrasonido del que sería su heredero, ya había repasado mentalmente el discurso e igual sabia como debía actuar. - Pero miren a quien tenemos aquí – una voz femenina detuvo su andar, conocía muy bien esa voz y la detestaba, en verdad que esa mujer la sacaba de quicio, pero aun siendo la esposa del jefe no podía hacer nada contra esa mujer… la verdad prefería mil veces soportar a Chloe que a ella. - Oh, Margot… - Alejandra la saludo fingiendo felicidad – que sorpresa, no pensé que llegaras de visitas. - Ahórrate tu actuación barata para mi primo – le contesto con burla la mujer de larga cabellera color verde, piel clara, ojos color azules y poseía un envidiable cuerpo curvilíneo – conmi
La verdad agradecía que ya fuera un nuevo día y que debía ir al trabajo, ya que aún no entendía esa extraña afición de su madre de buscarle platica a cualquier extraño que captara su atención y lo peor de todo, es que ella le había quitado su libro y obligado a escucharlos y platicar con ellos. Salió temprano de su hogar como era su costumbre rumbo a la oficina, le agradaba caminar por las calles menos transitadas. Al llegar a su oficina sonrió de lado al notar que tenía muchos expedientes que revisar, tal vez no era el trabajo que deseaba, pero por ahora era el adecuado y le sacaría provecho, al estudiar todos esos archivos y expedientes, para tomarlos de referencia para cuando ya pueda convertirse en un miembro activo de la policía. Las horas en la oficina pasaban rápido mientras revisaba y acomodaba los expedientes, de esta forma llego la hora de regresar a casa donde siempre buscaba llevar algo de trabajo a casa para seguir estudiando los expedientes que captaron su atención en e
La noche anterior fue productiva y aunque no deseaba admitirlo, su madre tenía razón: ya era hora de aceptar su realidad, no en el sentido de buscar cambiar su comportamiento utilizando de escusa su estado actual; pero si debía ser consiente que dentro de poco y por seguridad de sus hijos, sus acciones se debían limitar en ciertos aspectos. Con referente al cambio que estaba sufriendo su cuerpo, realmente no le afectaba mucho ya que con su ruina de entrenamiento habitual no tenia de que preocuparse, aunque ahora ya no la hacía como siempre después de que su madre la sorprendió haciendo abdominales y la regaño. Llego al trabajo y comenzó a realizar sus pendientes del día, en la oficina buscaba que sus interacciones con el resto de sus compañeros de trabajo fueran limitadas, ya que nunca sintió esa necesidad de hacer amigos o juntarse con otras personas para realizar alguna actividad; la verdad ella prefería la soledad y la calma. A veces notaba como los demás hablaban de ella, pero es
- ¿Esta es tu casa? – pregunto impresionado el rubio al notar que la fachada de la casa era de una construcción antigua, pero bien cuidada – se ve increíble, hasta parece que retrocedo en el tiempo – indico divertido. La rubia platinada solo ignoro sus comentarios y se encamino hasta la puerta, sacar sus llaves y abrir la puerta. - Karen, ¿qué tal te fue en el trabajo? – empezo a hablar Elena mientras se acercaba hasta la entrada, pero se detuvo al notar que tenían visita – oh, hola Scott esto sí que es una sorpresa. - Él me siguió – le acuso Karen. - ¿Y eso por qué? – pregunto divertida Elena. - Es que Karen se mareo al salir de la dulcería y no me pareció correcto que regresara sola – contesto el rubio. - Ya veo, muchas gracias – indico sonriendo la rubia – ¿gustas quedarte un rato? - Sera un placer – sonrió el rubio. Tras eso pasaron a sentarse a la sala donde Elena, les sirvió un poco de té y algunas galletas. - ¿Ella siempre es así? – pregunto divertido Scott, mientras to
La situacion empeoraba para Alejandra ya que con cada día que pasaba, se sentía acorralada y sin salida… era obvio que todos esos criados recibieron órdenes directas y a hora apenas la miraban e ignoraban sus órdenes, estaba furiosa al notar que ya no tenía ni voz ni voto en esa casa… algo que no le agradaba para nada, porque sonaba ridículo todo lo que le pasaba en esos momentos, cuando habia logrado realizar sus sueños: era la esposa de alguien importante y rico, tenía todo lo que siempre deseo de niña y mucho más… pero justo en esos instantes todo estaba por irse a la borda por culpa de un mocoso que ni existía. Habia visto que Scott regreso a la mansión, lo cual le alegro porque eso significaba que todo regresaría a la normalidad y podría recuperar su libertad de ir y venir de la mansion, por lo que busco arreglarse lo mejor que pudo para deslumbrarlo usando uno de sus vestidos costosos e igual se maquillo y perfumo; lamentablemente al llegar a la puerta escucho que Chloe estaba h
Era un nuevo día y Scott se sentía aliviado, ya que habia recibido un mensaje de Chloe donde le decía que los “ladrones” ya habían sido silenciados con toda la discreción posible para no llamar la atención de nadie y que sus muertes fueran tomadas como un ajuste de cuentas entre otras mafias sin involucrar a los Albani ya que para esos días planeaban hacer otro movimiento y así poner a un sospechoso claro para la policía. Ante eso dejo escapar un suspiro mientras se estiraba en la cama, nuevamente Karen le habia impresionado, ya que su deducción fue acertada e igual le agrado ese hecho de que ella no le pidió una explicación por su insistencia para que le explicara. Sonrió de forma nostálgica, realmente alguna vez deseo y pensó que tendría ese tipo de confianza y apoyo de parte de Alejandra, pero nunca pudo ser, ya que las pocas veces que se frecuentaron y decidió presentarse y comportarse como el mismo, pero noto que ella tenía otros intereses, porque en esos encuentros las palabras
- Ah, perdón – se disculpó Scott al notar la mirada que le dedicaba ella – este es mi pastel favorito y pensé que igual te gustaría comer… - empezo a hablar, pero se quedó callado al notar que ella volvía a tomar asiento y comenzaba a comer el postre. - Una palabra y te vuelvo a pegar – le amenazo y luego siguió degustando otro poco de ese postre, el cual en esos instantes sabia tan bien. - Ah… claro… - indico el rubio, quien se notaba realmente sorprendido ya que nadie de su familia o amigos comía ese postre, porque decían que estaba muy dulce y de hecho le regañaban por comerlo, pero nunca pensó que a Karen le gustara. Decidió hacer caso a la advertencia para igual comenzar a disfrutar de su postre en silencio; donde el ambiente entre ellos se sentía cómodo y algo cálido, algo que sorprendía un poco a Scott ya que nunca se habia sentido así: tan cómodo… tan completo… tan feliz, definitivamente Karen era alguien especial… pero en eso recordó que ella ya le pertenecía a alguien más,
Sin que la pareja lo notara, ellos eran observados atentamente por un par de ojos azules, donde esa persona sonrió divertida, ya que para ella no existía imposible más cuando se trataba de buscar información. - Así que ella es mi nueva primita – indico divertida Chloe, quien los observaba desde una distancia prudente, ya que esa noche decidió dar un paseo nocturno e ir a cenar a su restaurante favorito, pero antes de empezar a ordenar vio a su primo andar por la calle de enfrente en compañía de una hermosa rubia, por lo cual olvido su cena y ahora lo estaba espiando. Analizo detenidamente a la chica que acompañaba a su primo, notando que ambos aprecian llevarse bien y físicamente ella era guapa, pero en eso se fijó de los movimientos de ambos y se extrañó y ahora miro atentamente a la rubia notando que estaba embarazada, algo que le asombro; pero parecía un detalle irrelevante ya que Scott se veía feliz y eso la asombro, ya que su sí recordaba la última vez que el habia sido así era