Capítulo 33

Miranda

Miro a Lucio. Su sonrisa cínica me provoca náuseas. La manera como intenta manipular a James es asquerosa. Jamás me imaginé que pudiera existir en el mundo un padre como este. Y le he permitido estar cerca de mis hijos.

Él es como un lobo disfrazado de oveja. Perfectamente disfrazado. Cuando tocó a la puerta de la habitación buscando a James, endulzando con su falsa indignación por no saber nada de su hijo en meses, aparentando una preocupación que se veía tan real, hablando tan mal del abuelo «Animaniac» por quitarle a su hijo desde que era un bebé, sin permitirle luchar por él porque era pobre, supe muy dentro de mí qu

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