Capítulo 88
Yolanda estaba acostada en el sofá cuando llamó a Mariana, quejándose: —¡Oye, señorita Chávez, ¿dónde te metiste?! ¡No te viste en mucho rato!

Justo en ese momento, la puerta se abrió con un chirrido. Levantó la vista y vio a Mariana, que había vuelto a la normalidad, entrando con una sonrisa.

—¡Estrella, ya vengo a quitarte las agujas! —dijo Mariana acercándose, sin mencionar lo que había sucedido afuera.

—¿Y mi sombrero? —preguntó Yolanda, curiosa.

—Me gustó, así que me lo quedé —Mariana inventó una excusa al azar—. No te lo pongas, ¿y qué si la gente pensará que soy yo cuando salgas?

Yolanda se rio ante su comentario y no insistió más.

Después del tratamiento de acupuntura de Mariana, Yolanda se sintió completamente renovada, sin ningún rastro de fatiga.

Mientras salían y pasaban por el vestíbulo, Mariana escuchó al gerente del local murmurar preocupado: —Qué raro, esa parte de la grabación se perdió. El señor Pizarro nos pidió específicamente que encontráramos a esa cliente. ¡Qué s
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