Mariana siguió a Yahir hacia afuera y se encontró con un gran camión de carga estacionado en la calle. La parte trasera del camión estaba cubierta con un panel de vidrio transparente.

Sobre el vidrio, había una fila de letras, y dentro, había un elegante auto deportivo de color morado, rodeado de globos y varios lujosos regalos.

[¡Felicidades a mi reina por la apertura, este es un regalo para Mariana!]

Mariana se quedó sin palabras, sorprendida, y miró a Yahir. ¿Quién había enviado esto?

Detrás del auto, varios trabajadores iban entrando con ramos de flores, cada uno con una tarjeta de buenos deseos.

[Que todo te salga bien, ¡feliz apertura!]

[Salud y alegría, ¡feliz apertura!]

[Que tus deseos se hagan realidad, ¡feliz apertura!]

Decenas de ramos de flores se acumularon a los lados, transformando el exterior del estudio en un hermoso jardín.

El ambiente era tranquilo; mientras Mariana aún estaba aturdida, Yahir se retiró discretamente. Al mirar hacia adelante, vio a un hombre que se ac