Capítulo 221
Walter sacó rápidamente su celular y encendió la linterna, encontrando a Mariana, que se acurrucaba como un gatito y trataba de meterse en sus brazos.

—¿Mariana?

La llamó suavemente, esperando confirmar su estado, pero ella no reaccionó como si fuera una marioneta.

El sofá, que ya era pequeño para Walter solo, se volvió aún más estrecho con la presencia de Mariana, dejando su espalda apretada contra el respaldo. Pero ella no parecía darse cuenta y se dio la vuelta. Al verla, Walter instintivamente la sujetó de la mano y la acercó más a él.

Cualquier movimiento en ese pequeño espacio hacía que pareciera que iban a caerse.

Pero, ¿estaría Mariana sonámbula?

***

A la mañana siguiente...

Al cesar la lluvia, el aire en Yacuanagua se volvió especialmente fresco y agradable.

Una enfermera abrió la puerta para realizar su revisión diaria y se encontró con los dos durmiendo abrazados en el sofá.

Se sobresaltó y, sin atreverse a no molestarlos, decidió revisar otras habitaciones primero.

La puert
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