Capítulo 1031
En el hospital, Mariana se frotaba los brazos para calentarse. La persona en la cama se despertó.

Mariana miró hacia un lado y vio a alguien con ojos descoloridos y muy cansados en la cama. Ambos se miraron sin decir nada.

La enfermera entró y, al ver que Walter había despertado, preguntó pacientemente por su estado. Él, sin embargo, seguía mirando a Mariana sin decir nada.

Mariana le lanzó una mirada a la enfermera, indicándole que se fuera, ya que él parecía estar bien.

—No puedes beber más alcohol en el futuro —dijo Mariana con una voz fría y clara.

Él cerró los ojos, giró la cabeza y no la miró más.

Mariana frunció el ceño. —¿Qué significa girar la cabeza?

Walter no dijo nada; su garganta estaba tensa y no podía hablar.

Mariana llenó un vaso de agua y le preguntó: —¿Quieres beber algo?

Él seguía sin hablar.

Mariana se molestó. —Entonces llamaré a Simón para que cuide de ti. Me voy.

Tan difícil de cuidar, ¿quién pudiera manejarlo? De todos modos, ella no podía.

Walter, al oír que el
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