—Que no entiendes que no te amo, olvídate de mi
—No puedo, te has metido en mi piel, entiéndelo yo te amo— un joven la tomo a la abrazo e intentaba besar a la chica, ella luchaba con todas sus fuerzas para evitarlo, se podía ver el miedo en ella al ser tomada así,— te amo Alfonsina entiéndelo
—Pero yo no Pedro, déjame ir— el hombre al escuchar su negativa menos la quería dejar ir, la levantó en el aire, le demostraría cuánto la amaba para que ella siempre se quedará a su lado…”
—¡¡Corte!!— grito un hombre rechoncho que estaba sentado en la silla dónde se podía leer productor— Bianca eres fantástica, la escena quedó muy bien te felicito— la joven sonrió de satisfacción por el halago en las palabras del productor, mientras tomaba un pañuelo para limpiar las falsas lágrimas.
—Gracias señor— llegó una mujer con una pequeña toalla en las manos que se la entrego a Bianca Palmieri, era la mejor actriz juvenil del país, con veinte dos años ya muchos productores se peleaban para lograr que estuviera en alguno de sus proyectos de novela o película, tenía un perfecto rostro de tez blanca, sus ojos verde esmeralda y su cabello rubio la hacían lucir como un ángel— yo no lo hubiera hecho así sino fuera por sus consejos, me gusta trabajar mucho con usted
—Me da gusto que tomes en cuenta mis consejos, si así eres vas a ser la mejor actriz— tomo su mano— ahora hija ve a descansar porque mañana tienes llamado muy temprano, espero tengas memorizado tus diálogos para mañana
—Claro que si señor, hoy le daré otra pasada para que todo salga perfecto mañana— dijo con confianza Bianca. Le dedicó la última sonrisa para comenzar a caminar a su camerino, cada persona que pasaba la saludaba con una enorme sonrisa.
—Muy bien amor— se acercó un hombre alto, delgado, de tez blanca, y su cabello negro, era el actor con el que había hecho la escena— te felicito hasta yo me la creí
—Muchas gracias Bruno, tu también lo hiciste muy bien— Bruno tomo su mano yendo con ella al camerino, todos los que los veían pasar pensaban que hacían una pareja perfecta, algunos habían difundido los rumores que ya eran pareja en secreto, pero la situación era otra— me gusta mucho trabajar contigo, tengo la confianza de que todo va salir perfecto contigo porque eres un excelente actor— el soltó una risita nerviosa
—Lo soy porque tú eres fantástica y muy profesional— Bianca agradeció el cumplido, después de tres años de ausencia pensó que sería difícil que le dieran trabajo, que ninguno directo o producto ejecutivo la quisieran por culpa de su pasado, pero cuando anuncio su regreso le llovieron muchas ofertas de trabajo— mañana tenemos llamado muy temprano, pero quiero invitarte a cenar ¿te gustaría?— Bianca se tensó tenía los mismos tres años sin salir con nadie, aún no sé sentía preparada, había heridas en su corazón que no cerraban, se mordió el labio, sentía pena por negarse por décima vez desde que habían iniciado las grabaciones; Bruno se había mostrado muy atento con ella y cada semana la invitaba con el mismo entusiasmo
—Lo siento Bruno tengo planes— llegaron hasta una puerta blanca de la que colgaba una estrella dorada con el nombre de Bianca Palmieri— será después— el agachó la cabeza, aceptando de nuevo el rechazo de Bianca, desde que la vio ingresar en las instalaciones de grabación quedó prendado de ella, era tan fresca y dulce que su corazón no evitó enamorarse de ella
—Bueno será para después— se acercó para darle un beso en la mejilla— no dejare de insistir hasta tu aceptes mi invitación— le susurró al oído, Bianca sonrió con incomodidad, era un excelente amigo y no quería herir sus sentimientos, además en sus planes no estaba tener pronto un hombre en su vida con su ex novio había tenido suficiente…
—¡Que pareja tan perfecta!— grito el director de escena, Bianca medio sonrió— de seguro su vida es de envidia y perfecta
—Lo siento tengo cambiarme— entro de prisa a su camerino, desde los catorce años que había iniciado su carrera como actriz había estado rodeada de muchas personas que creían que todo era perfecto; pero no fue así, aunque ese mundo era su refugio en una etapa de su vida ese refugio se había convertido en su perdición, cuando conoció y comenzó una relación con su peor error, un chico que por su dinero y su nivel se creí ser alguien intocable que podía hacer y deshacer con la vida de los demás lo que quisiera, si hubiera conocido antes como era, nunca se hubiera enfrascado en esa relación que fueron los peores meses de su vida, y después de tres años de no saber nada de él, estaba recuperada y feliz, pero con el corazón…— listo Bianca, tu ropa de mañana está lista— entro su asistente sacándola de sus pensamientos, ella le sonrió mientras limpiaba su rostro quitando el maquillaje— el primer cambio será este y el segundo estará acá— Bianca miró por el espejo donde Alma dejaba la ropa
—Muchas gracias Alma, ahora ve a descansar nos vemos pasado mañana— la mencionada sonrió con agradó— saludos a tu hijo y que disfrute la fiesta
—Muchas gracias Bianca por darme el día— la joven madre sonrió con agradecimiento— cualquier cosa le puede pedir ayuda a Minerva— Bianca sonrió de agradecimiento, ella no la dejaría sola
—Si no te preocupes, ahora vete a casa a preparar todo— Alma salió del camerino con una sonrisa. Bianca se quedó mirando en el espejo, realmente se sentía mal por negarse a salir con Bruno, pero aún la herida en su corazón no se curaba, había sufrido mucho durante ese año y medio que vivió con ese hombre que le destrozó sus sueños, que le quitó toda su autoestima, por culpa de él no pensaba en tener algo con ningún hombre.
—¡Bianca!— toco dos veces la puerta de Bianca, de inmediato al escuchar esa voz que era de su mejor amiga y manager Pía la dejo entrar— ¡Bianca! Hay un problema con el contrato del lugar donde se va montar el taller de actuación— Bianca abrió los ojos apenas iba a comenzar con su taller y tenía mucha ilusión en él
—¿Cuál Pía?— conocía a Pía desde la primaria, se habían vuelto inseparables, gracias a eso sus padres se llevaban bien. Para Pía eso de la actuación no le había llamado atención, ella siempre había dicho que quería tener otra profesión, ser abogada, como su papá, aunque le gustó ser la manager de Bianca, ella siempre viendo por su bienestar, y ahora quería apoyarla para poner la academia de actuación, y dar platicas a los jóvenes para que entrarán a un mundo de perdición;
—Quieren más de lo que se negocio— saco de nuevo el contrato— subieron el 40% más la venta del inmueble— miro los nuevos papeles, no se había quedado en eso no entendía porque ahora querían tanto— hay Bianca yo creo que debemos buscar otro lugar
—No, ese lugar es ideal, tiene la iluminación perfecta, y las habitaciones son perfectos para los salones— sabía perfectamente que si llamaba a su padre todo estaría solucionado pero no sé sentiría satisfecha por hacerlo por ella misma, negó en sus pensamientos, tenía que haber una solución— tenemos que buscar una solución, hay que volver a negociar con el dueño ¿Cuándo podré tener una cita con el?
—No lo sé, pero llamaré para que tengas una cita pronto— tomo los papeles que había hecho el padre de Pía, para llevarlos de nuevo con él para saber si ahora la aceptaba
—Muchas gracias amiga que haría sin ti y sin tu papá— la abrazo con un momento
—Pues nada bueno— las dos soltaron una carcajada— sabes que nosotros nunca te dejaremos, y cuando sea la mejor abogada del país yo siempre estaré ahí para ver por tus intereses
—Gracias Pía— camino hasta donde estaba su bolsa— vamos de compras, creo que necesito un vestido nuevo para la fiesta de Valente,
—Te acompañó porque de seguro sin mi vas escoger algo horrendo— Bianca la miro con molestia,
—Yo no tengo gusto horribles de que me estás hablando— Pía sonrió,
—Te puedo mencionar varias cosas, como el jarrón horrible que está en tu sala o la lámpara que gracias a dios ya te desiste de ella…
—Oye esa lámpara estaba bonita, tal vez algo extraña con esa araña grande en la base— Pía se cruzó de brazos frente a su amiga, y la miro hasta que hizo que reconociera que esa lámpara era fea algo que no haría
—Si como digas ahora vamos— tomaron sus cosas,— y después de escoger el vestido vamos a ver lo del regalo de tu hermano porque la verdad no tengo ni idea que comprarle
—Pues puede ser una corbata, o un reloj o…— las dos salieron con una enorme sonrisa hablando de todo un poco, sobretodo del lugar donde quería montar su academia de actuación, con ese proyecto quería demostrar a muchas personas que no tenía la cabeza hueca, que no era superficial como algunas personas habían pensado de ella, y quería ayudar a las personas a cumplir sus sueños.
—No hay posibilidad que regresen mi hermano y tu— Pía negó, desde muy chica había idealizado la relación como Valente que cuando se dio todo lo mágico de esfumó y se habían dado cuenta que no había surgido amor así que decidieron terminar y seguir cada uno por su lado siendo unos buenos amigos
—No, sabes que desde pequeña decía que estaba enamorada de él pero cuando por fin nos dimos la oportunidad vimos que buscábamos cosas diferentes— llegaron al estacionamiento para ir directamente al mini Cooper de Bianca— ¿y tú con Bruno?
—Nada, tu sabes muy bien porque, la experiencia que tuve de relación dejo una gran herida en mi corazón además que me hundió en un mundo oscuro— Pía agachó la cabeza, sabía de lo que estaba hablando, ella la había ayudado a salir de ese circulo, aunque se habían peleado por culpa de él ella nunca dejo de estar al pendiente de ella— ya llegamos, estoy muy emocionada. Fueron directamente a la tienda donde Bianca le mostró el vestido, era perfecto para el lugar que sería la casa de su padre y de su nueva esposa que era casi de la misma edad que ella. Era un vestido verde con transparencia en el escote y la falda de un corte circular— me sorprende te queda fantástico el vestido, y el color combina divinamente con tus ojos—Ves te dije que si sabía escoger vestidos— se miro por última vez en el espejo del probador antes de irse a cambiar— me lo llevo señorita— miro a su amiga— ¿Y tú ya tienes vestido?—Si, pero no sé si ir—No tú vas a ir conmigo, no me puede
Un día antesSeñor Santino le han traído este sobre amarillo— su joven secretaria de cabello rojizo y tez blanca entraba a su oficina, entregándole el sobre recién llegado—¿De parte de quién? y ¿quién lo trajo Rita?— lo toma y mira aquel sobre amarillo—No tiene remitente señor y lo trajo un mensajero— Santino lo mira a todos lados no encontrando nada que le indique quien lo manda, lo abre mirando en su interior que trae una hoja de papel con letras de recorte de periódico o revista, le el mensaje, mira la otra hoja que estaba en su interior, era…—Rita busca al señor Alfonzo Fontana cuánto antes voy a necesitar los servicios de uno de sus hombres— la secretaria tan pronto escucho la orden fue por su agenda. Miro de nuevo las hojas de papel, sintiendo angustia; tan pronto estuvo la llamada Rita la conecto al teléfono de su jefe Santino— señor Alfonzo necesito los servicios del mejor guardaespaldas de su agencia...En otro punto de la
Deja a un lado el teléfono, no quería ser una niñera de esa chica, así que Alfonzo tendría que buscar a otro que lo hiciera. Baja a su cocina a preparar algo de comer, olvidando por completo el nuevo trabajo. Al llegar la noche decide ir a un bar, tiene la necesidad de olvidar el fracaso de su vida, y el dolor de perder a sus amigos. Solo llegar a la barra del bar ya estaba siendo visto por una mujer alta, que le guiña un ojo y levanta su copa en señal de saludo, Dante la ignora tomando el vodka que ha pedido, ve como la mujer llama al bartender y le susurra algo pero no pasa desapercibido para Dante que lo señala, segundos después el bar ténder se acerca a él—Lo manda la señorita de la esquina— le entrega una copa de whisky, Dante mira a la mujer que le sonríe y vuelve a guiñarle el ojo, Dante levanta la copa en forma de agradecimiento y de un solo trago se lo toma. Escucha como suena su teléfono, lo saca viendo una notificación de su correo personal.Era de Alfonzo:
Una mano sostiene una foto de Bianca, la mira con adoración, dulcemente paso sus yemas por el contorno de sus labios;—Tu otra veces viendo esa estúpida foto— una mujer alta de cabellos negros está recargada viendo al hombre que observa la foto de Bianca Palmieri— ella nunca se fijará en ti—Eso no es verdad, ella me amara, un día me amará— se levanta de la silla como un resorte—Sabes que ella es el arma que tiene tu papá contra Santino— suelta una risita al ver su rostro, no sabía que su padre había amenazado a Santino con ella— el cuello de tu amor pende de un hilo, como ves—No le va pasar nada, yo la protegeré de mi padre— la avienta haciendo a un lado a la chica— aunque tenga que hacer algo peor— la mujer suelta carcajada, sabe perfectamente como era el muchacho, un hombre que le faltaba el valor para cumplir con sus amenazas— no te rías estúpida por Bianca soy capaz de matar—Si tú lo dices— sale de la habitación riendo por su declaración
Al escuchar Bianca primero sintió como la sangre se le va a los pies, y analizando las palabras “¿una amenaza contra mi?”; por Dios ¿Por qué?, ella nunca se había metido con nadie, sabía muy bien que siempre su padre era quien había recibido amenazas por había contratado a dos guardaespaldas, ella le llamaba sus perros falderos pero ahora—Tranquilo papá no va pasar nada— lo dijo tan relajada, de una manera quería hacer sentir bien a su papá— yo me cuidaré— su papá negó con la cabeza, no sería así de fácil— además solo fue una amenaza para intimidarte de seguro para que no te seas candidato a la presidencia…—No Bianca Palmieri está no es una amenaza vana— su padre cambio su tono de voz por algo más autoritario, y cuando él le decía por su nombre era que estaba preocupado— así que he tomado medidas que tú tendrás que acatar, hermosura— eso último no le gusto a Bianca, su padre le acarició la mejilla tratando de dominar el temperamento de ella, ya veía venir los insultos,
—Odio correr detrás de una mujer— dice al ver cómo Bianca corre por la calle, le extraña no verla correr a su mini Cooper que esta estacionado a tres metros— ¿Dónde está la mujer que vi en la oficina de su padre?— dice mientras camina más a prisa para alcanzarla, al verla defendiendo sus derechos, le pareció una mujer independiente e inteligente, pero ahora verla huir de él con unos enormes tacones se asienta más la idea de ser una niña mimada y el sería el guardaespaldas de ella.Bianca corre quiere irse al fin de mundo donde no existiera esa maldita amenaza, dónde no tuviera que tener a un hombre detrás de ella sepa por cuanto tiempo, de pronto su celular suena, lo toma y mira la pantalla es Pía que le ha mandado un mensaje, llega a un pequeño parque donde se detiene a leer el mensaje de seguro tendría que ver con la salida de la noc
Bianca mira por el espejo retrovisor todo el tiempo, detrás de ella viene De Luca muy pegada a ella, su Mercedes gris claro es bonito, si era verdad la amenaza quien había querido hacerle daño. Con quién sé había metido ahora su padre que ella tendría que pagar las consecuencias de llevar a todos lados a De Luca, la cena con Pía, ya podía ver la sonrisa en la cara de su amiga, siempre se habían burlado de las personas que tenía que traer gente a su alrededor y ahora le tocaría a ella, pero ahora ella tenía un guapo y elegante guardaespaldas— Por Dios Bianca que estás pensando— se recrimina, comienza a sonar su teléfono, se pone sus audífonos inalambricos para contestar —Bueno Pía ¿Qué pasó amiga?—Eso mismo quiero saber que paso, ¿Qué te dijo tu papá?— Bianca no sabe que decirle, ni como explicarle que ahora está llegando a su casa con un hombre detrás de ella— ¿fue para decirte de Sandro?—Pues no,— estaciona en su lugar su auto, y mira por la ventanilla como
—Listo— se mira en el espejo de cuerpo completo, había escogido un vestido negro con un escote en “V” en la espalda, dejando ver su perfecta piel, llevaba el cabello recogido en un moño, hace lucir su figura muy bien, toma su teléfono— voy saliendo ahora nos vemos— manda el mensaje a Pía que de inmediato su teléfono vuelve a sonar—Yo también voy saliendo ya quiero ver a tu guardaespaldas— y termina su mensaje con un emoji de una carita riendo. Bianca elevaba los ojos al cielo, ya ni le contesta el mensaje a su amiga, no tenía caso. Toma un labial y lo pasa suavemente por sus labios, de nuevo se ve con aceptación. Toma su bolsa plateada, y sin pensar mucho mete su celular, y con paso decidido sale de su habitación, se sorprende de no verlo ahí, frunce el ceño, si era su guardaespaldas no debería estar en su casa, camina a la pequeña