En la sala de un departamento en la hermosa Venecia dos hombres se miran sin perderse en ningún momento los movimientos el uno del otro, al fondo se escucha los gritos de una mujer que lucha por salir de la habitación donde ha estado por varias noches;
—¡Dante!, ¡Dante!, ¡Abre está m*****a puerta! ¡Dante!!, ¡¿Quién llegó?! ¡Dante abre!—se escuchaba el golpeteo de las manos de la joven sobre la fina madera, los dos hombres ignoran los gritos para discutir ellos solos;
—Ella no merece un tipo como tu— uno de los hombres de cabello rubio, tez blanca y ojos azul celeste miraba con desprecio al más joven, nunca imaginó que al contrata a ese hombre su hija fuera a cometer el peor error de su vida, bueno el segundo, el primero había tenido que pagar para que su familia lo alejará de ella,
—Pero si la merece un maldito como Sandro Morelli que la golpeaba y fue el causante que se volviera en una adicta o un maldito hijo de narcotraficante cualquier de ellos le parece mejor que yo para su hija— replicó Dante con odio y rencor de solo pensar como vio que aquel malnacido la había golpeado, ¿como era posible que un padre primero viera por sus intereses antes por la felicidad de su hija?, Pero al ver su rostro vio que Santino Palmieri no sabía que su hija había sido golpeada por aquel mal nacido;
—Sandro no volverá acercarse a mi hija y menos porque su prometido no lo va a permitir— afirmó mirando a sus gorilas— él me ha jurado que ama a mi hija además el nunca le hará daño— Dante soltó una carcajada,
—Claro que no, nadie le va hacer daño porque yo ahora la protegeré,— dio un paso al frente con una mirada asesina— la protegeré de ti y de ese dichoso prometido, por qué nadie la amará como yo, desde que la conocí ella se ha convertido en mi mayor prioridad así que no tiene nada que hacer aquí, usted me despidió así que no vamos a necesitar de su dinero señor Palmieri,
—Eso está por verse, cuando todos sepan que te enredaste con la persona que cuidabas, te aseguro que nadie te contratara, y no creo que quieras ser un mantenido— estaba claro que gracias a Santino todos sabrían que había faltado a su primera regla, y por consiguiente nadie le tendría confianza— como veo las cosas tú no le convienes a mi hija— afirmó con una tonta sonrisa en sus labios, vio a sus gorilas que tenía como guardaespaldas,— diga la cantidad, la que quiera para que la deje y se aleje de mi hermosura o si no estos señores acabarán contigo— Dante sonriendo con ironía no aceptaba ese dinero
—Si me ofreciera todas las riquezas del mundo serían cosas materiales, sin ningún valor por que nada sería suficiente para llenar la ausencia de Bianca en mi vida, ella ahora es mía— se golpeó el pecho, miro a los hombres que estaban detrás, estaba seguro que acabaría con ellos sin mucho esfuerzo— y no me amenacé porque sus hombres no me darían batalla…
—¡Déjenme salir!— se escucha la voz de Bianca que gritaba con desesperación, Dante sintió un dolor en el pecho, sabía perfectamente que para ella sería muy duro saber que su padre había ofrecido dinero para que él se alejara— ¡Dante abre la m*****a puerta!— él solo la ignoro, no podía bajar la guardia ante este hombre, que era un tramposo
—Si tal vez mis hombres no te hagan nada pero la demanda de Sandro por los daños que le causaste— negó con la cabeza— tal vez si, porque puedes caer en la cárcel y eso será otro factor para que nadie te de trabajo, por lo que veo su carrera está acabada— miro a uno de los hombres y le pidió algo, que no tardó de sacar de su chaqueta negra, Dante miro los papeles que eran entregados en las manos de Santino— y su historia de amor con mi hija pues no sé dará y menos cuando ella sepa esto— le aventó dichos papeles, Dante miro al suelo sin recoger ninguno, abrió los ojos al descubrir que era, levantó la vista para ver a Santino que sonreía con satisfacción.
—¿Me mandó a investigar?— Santino camino a tomar una copa del mini bar, se sentía superior en ese momento, tenía ya ganado esa mano según él. Dante levantó los papeles rompiéndolos en varios pedazos— ustedes no le dirá nada, no puede meterse en mi vida ni en la de su hija, y yo debo decidir cuando le diré a Bianca todo!— grito con frustración, mientras veía como Santino tomaba una copa sin preocupación
—Claro que me debo meter en su vida, yo sé que le conviene, y eso es casarse con la persona que diga— Dante apretó con fuerza una de las hojas que tenía en las manos, lo poco que sabía Bianca de él era lo que había tenido valor de decirle, sabía que tenía que decirle pero sentía miedo, después de esos días tenía miedo de perderla. Por fuera del departamento se podía escuchar el agua que está agitada, una lancha se acercaba, el sonido de las sirenas se escuchó aún retirado pero no lo suficiente, no tenía tanto tiempo para dejar fuera de combate a los gorilas de Santino e ir por Bianca para llevársela a un nuevo lugar, miro el pasillo de dónde se escucha como Bianca seguía gritando, regreso la vista a Santino que sonreía con satisfacción, estaba disfrutando la disyuntiva de Dante; estaba cansado de discutir con ese hombre, miro el sofá dónde se sentó a disfrutar el whisky que se había servido, cada vez se escucha más cerca el sonido, no había manera para que salieran los dos sin ser detenidos. Su cabeza era un remolino de pensamientos, no podía exponerla, ni ponerla en peligro tenía que haber una manera para no alejarse de ella.
—Tic toc, el tiempo se acaba De Luca— Santino miro el reloj que llevaba en su muñeca— déjala en mis brazos a mi pequeña bebé, si usted me promete alejarse de Bianca, yo lo puedo ayudar a que no sé destruya su reputación De Luca, tal vez te de una carta de recomendación para mis amigos, así que decida de una vez, se aleja de mi hija o se atiende a las consecuencias.
—No me alejaré— esa respuesta no le gusto nada a Santino, miro de nuevo a sus gorilas que captaron la señal que les dio, ellos comenzaron a caminar a dónde estaba Dante para tomarlo por los brazos pero antes de que estuviera en su agarré, él tomó el brazo de uno de ellos lo torció hacia atrás en la espalda hasta que escucho como el hombro se dislocaba, el sujeto grito de dolor, Dante levantó su mano para darle un puñetazo al sujeto que quedó inconsciente en el suelo de madera, el otro hombre al verlo como habían dejado a su amigo fue decidido a golpearlo, corrió con furia a lanzar el primer golpe pero Dante lo esquivo con una gran facilidad, cada puño que lanzaba el gorila de Santino el los esquivaba sin ningún problema— ¡mátalo ahora!— el gorila de Santino saco un arma apuntando directamente a Dante, al ver el arma de una patada la aventó lejos del sujeto sin antes hacer sonar un tiro, Dante molestó le soltó un puñetazo dado en la mandíbula, otro derechazo pegó directamente en su nariz rompiéndola, la alfombra se llenó del chorro de sangre— miro a Santino que estaba temblando y junto a la puerta— deténgase, no hay forma de que no salga de esta habitación esposado— anuncio Santino; Dante miro a todos lados y su única forma de escapar era la ventana, camino hacia ella pero antes de saltar voltio a ver Santino;
—Volveré por ella, por qué se lo he dicho Es Mia— se lanzó por la ventana al canal de Venecia, el agua estaba muy fría pero no importo lo único que le dolía era dejar a Bianca sola al merced de su madre, nadó rápido evitando los disparos que pasaban a un lado de él. Metros más adelante salió quedando debajo de uno de los puentes, quería volver por Bianca pero le era imposibles, ella se asomó por la ventana por dónde el había tenido que salir, miraba a todos lados buscándolo con sus ojos, noto como se habían llenado de lágrimas,
—¡¡Dante!!— escucho como gritaba, se le partió el corazón por ese grito estaba rompiendo su promesa, pero no había podido salir con ella de ese lugar, vio como su padre la tomaba del brazo
—Vamos que tú prometido nos espera— dijo el muy infeliz con una sonrisa— olvídate de él hermosura no te conviene…
—Yo no quiero irme…
—Mi luz, mi vida volveré por ti— vio que las sirenas eran mentira, era uno de los hombres del dichoso prometido de Bianca, si lo hubiera sabido de tonto la hubiera dejado. Salió del agua tenía que ir por ella antes que su padre logrará hacer que ella se casará con ese hombre, no podía dejarla, no la abandonaría como…
Quieren saber cómo inicio está historia de amor, dónde el mejor guardaespaldas del país rompió la regla de oro que gobernaba su trabajo, “No involucrarse personalmente con el sujeto que esta bajo su protección y reclamar con ardor ahora que dice que “Es Mía”
—Que no entiendes que no te amo, olvídate de mi—No puedo, te has metido en mi piel, entiéndelo yo te amo— un joven la tomo a la abrazo e intentaba besar a la chica, ella luchaba con todas sus fuerzas para evitarlo, se podía ver el miedo en ella al ser tomada así,— te amo Alfonsina entiéndelo—Pero yo no Pedro, déjame ir— el hombre al escuchar su negativa menos la quería dejar ir, la levantó en el aire, le demostraría cuánto la amaba para que ella siempre se quedará a su lado…”—¡¡Corte!!— grito un hombre rechoncho que estaba sentado en la silla dónde se podía leer productor— Bianca eres fantástica, la escena quedó muy bien te felicito— la joven sonrió de satisfacción por el halago en las palabras del productor, mientras tomaba un pañuelo para limpiar las falsas lágrimas.—Gracias señor— llegó una mujer con una pequeña toalla en las manos que se la entrego a Bianca Palmieri, era la mejor actriz juvenil del país, con veinte dos años ya muchos productores se pe
—Nada, tu sabes muy bien porque, la experiencia que tuve de relación dejo una gran herida en mi corazón además que me hundió en un mundo oscuro— Pía agachó la cabeza, sabía de lo que estaba hablando, ella la había ayudado a salir de ese circulo, aunque se habían peleado por culpa de él ella nunca dejo de estar al pendiente de ella— ya llegamos, estoy muy emocionada. Fueron directamente a la tienda donde Bianca le mostró el vestido, era perfecto para el lugar que sería la casa de su padre y de su nueva esposa que era casi de la misma edad que ella. Era un vestido verde con transparencia en el escote y la falda de un corte circular— me sorprende te queda fantástico el vestido, y el color combina divinamente con tus ojos—Ves te dije que si sabía escoger vestidos— se miro por última vez en el espejo del probador antes de irse a cambiar— me lo llevo señorita— miro a su amiga— ¿Y tú ya tienes vestido?—Si, pero no sé si ir—No tú vas a ir conmigo, no me puede
Un día antesSeñor Santino le han traído este sobre amarillo— su joven secretaria de cabello rojizo y tez blanca entraba a su oficina, entregándole el sobre recién llegado—¿De parte de quién? y ¿quién lo trajo Rita?— lo toma y mira aquel sobre amarillo—No tiene remitente señor y lo trajo un mensajero— Santino lo mira a todos lados no encontrando nada que le indique quien lo manda, lo abre mirando en su interior que trae una hoja de papel con letras de recorte de periódico o revista, le el mensaje, mira la otra hoja que estaba en su interior, era…—Rita busca al señor Alfonzo Fontana cuánto antes voy a necesitar los servicios de uno de sus hombres— la secretaria tan pronto escucho la orden fue por su agenda. Miro de nuevo las hojas de papel, sintiendo angustia; tan pronto estuvo la llamada Rita la conecto al teléfono de su jefe Santino— señor Alfonzo necesito los servicios del mejor guardaespaldas de su agencia...En otro punto de la
Deja a un lado el teléfono, no quería ser una niñera de esa chica, así que Alfonzo tendría que buscar a otro que lo hiciera. Baja a su cocina a preparar algo de comer, olvidando por completo el nuevo trabajo. Al llegar la noche decide ir a un bar, tiene la necesidad de olvidar el fracaso de su vida, y el dolor de perder a sus amigos. Solo llegar a la barra del bar ya estaba siendo visto por una mujer alta, que le guiña un ojo y levanta su copa en señal de saludo, Dante la ignora tomando el vodka que ha pedido, ve como la mujer llama al bartender y le susurra algo pero no pasa desapercibido para Dante que lo señala, segundos después el bar ténder se acerca a él—Lo manda la señorita de la esquina— le entrega una copa de whisky, Dante mira a la mujer que le sonríe y vuelve a guiñarle el ojo, Dante levanta la copa en forma de agradecimiento y de un solo trago se lo toma. Escucha como suena su teléfono, lo saca viendo una notificación de su correo personal.Era de Alfonzo:
Una mano sostiene una foto de Bianca, la mira con adoración, dulcemente paso sus yemas por el contorno de sus labios;—Tu otra veces viendo esa estúpida foto— una mujer alta de cabellos negros está recargada viendo al hombre que observa la foto de Bianca Palmieri— ella nunca se fijará en ti—Eso no es verdad, ella me amara, un día me amará— se levanta de la silla como un resorte—Sabes que ella es el arma que tiene tu papá contra Santino— suelta una risita al ver su rostro, no sabía que su padre había amenazado a Santino con ella— el cuello de tu amor pende de un hilo, como ves—No le va pasar nada, yo la protegeré de mi padre— la avienta haciendo a un lado a la chica— aunque tenga que hacer algo peor— la mujer suelta carcajada, sabe perfectamente como era el muchacho, un hombre que le faltaba el valor para cumplir con sus amenazas— no te rías estúpida por Bianca soy capaz de matar—Si tú lo dices— sale de la habitación riendo por su declaración
Al escuchar Bianca primero sintió como la sangre se le va a los pies, y analizando las palabras “¿una amenaza contra mi?”; por Dios ¿Por qué?, ella nunca se había metido con nadie, sabía muy bien que siempre su padre era quien había recibido amenazas por había contratado a dos guardaespaldas, ella le llamaba sus perros falderos pero ahora—Tranquilo papá no va pasar nada— lo dijo tan relajada, de una manera quería hacer sentir bien a su papá— yo me cuidaré— su papá negó con la cabeza, no sería así de fácil— además solo fue una amenaza para intimidarte de seguro para que no te seas candidato a la presidencia…—No Bianca Palmieri está no es una amenaza vana— su padre cambio su tono de voz por algo más autoritario, y cuando él le decía por su nombre era que estaba preocupado— así que he tomado medidas que tú tendrás que acatar, hermosura— eso último no le gusto a Bianca, su padre le acarició la mejilla tratando de dominar el temperamento de ella, ya veía venir los insultos,
—Odio correr detrás de una mujer— dice al ver cómo Bianca corre por la calle, le extraña no verla correr a su mini Cooper que esta estacionado a tres metros— ¿Dónde está la mujer que vi en la oficina de su padre?— dice mientras camina más a prisa para alcanzarla, al verla defendiendo sus derechos, le pareció una mujer independiente e inteligente, pero ahora verla huir de él con unos enormes tacones se asienta más la idea de ser una niña mimada y el sería el guardaespaldas de ella.Bianca corre quiere irse al fin de mundo donde no existiera esa maldita amenaza, dónde no tuviera que tener a un hombre detrás de ella sepa por cuanto tiempo, de pronto su celular suena, lo toma y mira la pantalla es Pía que le ha mandado un mensaje, llega a un pequeño parque donde se detiene a leer el mensaje de seguro tendría que ver con la salida de la noc
Bianca mira por el espejo retrovisor todo el tiempo, detrás de ella viene De Luca muy pegada a ella, su Mercedes gris claro es bonito, si era verdad la amenaza quien había querido hacerle daño. Con quién sé había metido ahora su padre que ella tendría que pagar las consecuencias de llevar a todos lados a De Luca, la cena con Pía, ya podía ver la sonrisa en la cara de su amiga, siempre se habían burlado de las personas que tenía que traer gente a su alrededor y ahora le tocaría a ella, pero ahora ella tenía un guapo y elegante guardaespaldas— Por Dios Bianca que estás pensando— se recrimina, comienza a sonar su teléfono, se pone sus audífonos inalambricos para contestar —Bueno Pía ¿Qué pasó amiga?—Eso mismo quiero saber que paso, ¿Qué te dijo tu papá?— Bianca no sabe que decirle, ni como explicarle que ahora está llegando a su casa con un hombre detrás de ella— ¿fue para decirte de Sandro?—Pues no,— estaciona en su lugar su auto, y mira por la ventanilla como