La noche da lugar a la mañana y esta vez no nos despertamos con el canto del señor Clock o con las uñas de Shiro en mi pecho, sino con el sol entrando por las enormes ventanas de cristal de la habitación. Ambos estamos desnudos, enredados en las sábanas blancas de la amplia cama, donde hace algunas horas estábamos haciendo el amor para sellar nuestro precioso matrimonio.El ángel que tengo por esposa me mira con una hermosa sonrisa en el rostro y suspira antes de darme los buenos días con uno de sus embriagadores besos que tanto amor me transmiten.—Buenos días, esposo —me saluda estirando los brazos con pereza.—Qué lindo amanecer, esposa —respondo poniéndole un mechón estorboso detrás de la oreja.—Se escucha tan preciosa esa palabra en tu voz.—Tú eres quien la hace perfecta —la beso.— ¿Quieres café? —Se incorpora de la cama, pero la detengo tomándola por el brazo.—Déjame beberme el café de tus ojos por un rato más, ¿sí?Ella me mira con esos preciosos iris marrones cuando la lu
Llevamos más de un mes disfrutando de nuestra luna de miel. Pasamos la mayoría del tiempo en nuestra casa en la isla, pero hace un par de semanas nos encontramos con Rachel y Christopher para continuar las vacaciones los cuatro juntos. Hemos tenido días hermosos, conociendo lugares exóticos, bailando, comiendo y bebiendo en diferentes destinos; sin duda, han sido las mejores vacaciones de mi vida, aunque ya llevamos mucho tiempo lejos de casa y extraño un montón a mis hijos, familia y amigos.He hecho videollamada en varias ocasiones con Panqueque y el señor Clock, pero no es lo mismo porque ellos necesitan mimos, que los apapache y los acaricie; hasta el engreído de Shiro se ve un poco triste en las videollamadas; es obvio que también necesita de nosotros y más de Alex.Creo que hemos tenido tiempo suficiente para divertirnos y les propongo a los demás que viajemos esta misma noche a nuestra ciudad; ninguno de los tres se opone. Al parecer mis mejores amigos también disfrutaron de su
No puedo describir la expresión que tiene Alexander en el rostro, sus ojos expresan felicidad y sorpresa, pero también miedo y asombro; es como si no se lo creyera, cómo si hubiera estado deseando escucharlo, pero no pensaba que ocurriría tan pronto...—Señor Alexander, ¡qué bueno que está aquí! —lo saluda el médico con una sonrisa—. Supongo que escuchó lo que le acabo de decir a su esposa. ¡Felicitaciones!, van a ser padres.Alex parpadea varias veces y me mira.Mi corazón late frenéticamente, está más acelerado que nunca y creo que ahora estoy sintiendo lo mismo que mi amado esposo; no tengo palabras para describir lo que siento.«¿En qué momento paso esto?»Mi esposo camina hacia mí en silencio y toma mi mano entre las suyas para dejar un beso en el dorso de mis dedos.Estoy muda, no puedo creer lo que acabo de escuchar, mi lengua está paralizada y mis labios se congelaron; solamente mis ojos bailan una y otra vez en los de mi esposo correspondiendo su mirada.—El bebé…, ¿se encuen
Dos años después…AlexanderHoy es el día de la inauguración de nuestro centro de atención psicológico y estamos repartiendo las invitaciones a todos; solo nos falta ir al instituto para entregar las invitaciones a la maestra Eva, el profesor Jack y mi padre, por supuesto, que ha sido nuestra mano derecha para lograr nuestro sueño de tener cada uno su propio consultorio.Abril está ahora frente al espejo, acomodando las ondas de su sedoso cabello mientras yo me pongo los zapatos que ella me regaló hace dos meses por mi cumpleaños. Las tiras de su vestido dorado se descuelgan de sus hombros y se pone de pie, mirándose una vez más en el espejo para acomodarlas, mientras y yo la observo, fascinado con su belleza.—Estoy lista, mi amor, ¿nos vamos?—Vámonos, pequeña.La tomo de la mano y salimos juntos de la casa hacia el instituto.Llegamos justo a tiempo, a la hora del receso, cuando todos los estudiantes están disfrutando del descanso en los patios; los maestros se reúnen en la sala de
En el sofá, el chico de mis sueños y yo descansamos, recuperando el aliento y la temperatura normal de nuestro cuerpo. Estoy sentada sobre sus piernas, recostada en su pecho mientras escucho los latidos de su corazón que poco a poco empiezan a regularse; él acaricia mi cabello suavemente, acunándome entre sus brazos y sobando mi espalda. Toma su morral del suelo y saca el libro que una vez me robó de la biblioteca; lo abre frente a nosotros en la última página donde quedó su lectura y empieza a leer para los dos. Su voz aterciopelada habla sobre el amor y se escucha como la primera vez que me habló mientras dormía. El libro es fascinante, trata sobre las maravillas de enamorarse y todo lo que conlleva amar a alguien; cómo aprender a sobrellevar los sentimientos y las emociones para superar los miedos y entregarse a lo que domina el corazón y la mente. —Este libro ha sido mi compañero desde que te lo robé en la biblioteca —afirma haciendo una pausa en la lectura. —¡Oh!, ¡estás ac
La lluvia torrencial golpea con fuerza mi tejado mientras duermo plácidamente, pero el ruido de la manija de la puerta me despierta; alguien ha entrado en mi habitación… Todo está muy oscuro y; sin embargo, la luz de los relámpagos que atraviesan la ventana, me permite ver perfectamente su silueta masculina acercándose lentamente; sus pasos son precisos, pero silenciosos y pesar de que no logro ver su rostro, lo reconozco, es él de nuevo… Mi cuerpo no reacciona de ninguna manera ante su presencia, solamente me quedo quieta mientras camina hacia mí y distingo con cada paso suyo una vez más la galanura masculina que lo caracteriza. Los latidos de mi corazón se vuelven desenfrenados cuando se sienta en el borde de la cama y aspiro su olor, mientras acaricia mi mejilla suavemente con el dorso de su mano. —Te extrañé —susurro. —Silencio. —Se acerca un poco más y retrocedo para darle espacio en la cama. —Bésame. —Su dedo índice puesto en mi boca interrumpe mi súplica, como suele hacer
Por fin estoy en el patio delantero y al parecer todos los estudiantes están reunidos aquí. Mi ansiedad disminuye en gran medida al pensar que ya no tendré que llegar al aula justo cuando todos están sentados en silencio, prestando atención al maestro que ya habrá empezado la clase, decir “buenos días” y buscar un lugar vacío mientras todos voltean a verme y el profesor me pone en su lista negra por impuntual; ya me ha pasado en ocasiones anteriores y me alegra que por esta vez no se repetirá. Por suerte no han empezado las clases y hay muchos estudiantes aquí; algunos simplemente hablan y bromean entre amigos, pero hay unos en particular que me causan mucha gracia, ya que no respetan el espacio público y se meten mano mientras se besuquean como si quisieran quitarse la ropa y tener sexo aquí mismo. Por otra parte, hay quienes también parecen más tranquilos y solitarios, algunos simplemente están absortos en sus celulares y otros leen un libro; los últimos en definitiva me agradan m
Un ser creado directamente por las manos de Dios… Así describo al hombre que abre la puerta y clava sus ojos en mí… En cada paso que da mientras empieza a caminar hacia mí, reconozco su manera de andar, su silueta y cada rasgo de su rostro… Mientras más se acerca, más siento que estoy en uno de mis sueños, reconociendo a mi chico fantasma en él… Su piel es clara, sus facciones son finas y sus ojos azules atrapan los míos. Es como si estuviera viendo la puesta de sol en el mar, (aunque no lo conozco), lo imagino tal cual, cálido y pacífico como su mirada. Su cabello castaño claro brillante, y sus labios color rosa que, aunque denotan seriedad, son tan hermosos y perfectos que podría lanzarme y hundirme en ellos ahora mismo. Lleva una chaqueta de cuero negra abierta en el pecho, y debajo tiene una camisa blanca de cuello redondo, junto con unos vaqueros negros y zapatos del mismo color. No soy una experta en moda masculina, pero este hombre sí que sabe vestirse muy bien… Parece ser u