Isabella tenía una sonrisa triunfal en su rostro."¿Dónde está Louis? ¿Cómo esta mi nana?""Su salud mejoró como para poder cuidar al bastardo", responde Isabella con despreció. La taza golpea la mesa. "¿Te molesta que lo llame así? Tu expresión es desagradable Leah"."Cumplí con sus peticiones. Liberelos"."¡Ja, Ja, Ja!", la molesta risa de esa mujer pone mis nervios de puntas, quiero golpearla, enseñarle una lección por tocar a mi familia. "Eres una zorra hipócrita. Algunas semanas atrás fui engañada por tu estúpido acto, fingia ser una tierna florecilla y eras una repugnante planta podrida. Debo aceptar que te ocultaste demasiado bien. Mi hijo no es rival para ti, y eso me molesta"."Firme los papeles de divorcio es su hijo quien se niega a aceptar los hechos, yo no fui la comenzó esto, pero si lo terminaré"."Tienes demasiada confianza, todavía no comprendes que la vida de las personas que amas dependen de mí estado de ánimo. Si mi hijo no quiere divorciarse no lo harás, si mi hij
Tercera Ley de Newton o también conocida como principio de acción y reacción. Esta ley establece que toda acción genera una reacción de igual intensidad, pero en sentido contrario. Es decir, siempre que un objeto ejerce una fuerza sobre otro, este último devolverá una fuerza de igual magnitud, pero en sentido contrario a la primera. Considere siempre esta explicación como la teoría del Karma simplificada, y la razón de todo esto.Ironía en su máxima expresión... Sólo yo debo pagar por mis errores, ¿por qué las personas que amo se enredaron en mi castigo? Luchando valientemente todo este tiempo, ¿qué sentido tuvo? Lloré. Lloré mucho. Una vez pensé que ojalá pudiera dejar de respirar. Lloré hasta quedarme dormida, y eso me llevó horas, porque Isabella me quitó las pastillas que empecé a usar para dormir ya que sería contraproducente para la gestación de su futuro nieto y esa es la razón por la que esta casa se convirtió en una prisión bajo el mando de esa mujer, nada está fuera de sus
La magia del amor... Tu pulso se acelera, tu corazón late desbocado. Tu mente se queda en blanco y sólo puedes pensar en esa persona. Mi abuela solía describir vívidamente el día en que conoció a mi abuelo, cada detalle que cualquiera olvidaría por completo, pero ella no. Es irónico que como su única nieta espere olvidar el día en que conocí a mi prometido. Si tuviera la oportunidad de volver atrás en el tiempo, correría lejos del altar mientras que con voz alta y clara me negaría si ese día pudiera repetirse. No elegiría esta vida, esta farsa de matrimonio que me asfixia día tras día. En realidad, solo podría volver a elegirlo a él. Volvería a tomar la misma decisión, aunque suene contradictorio. No me importaría volver a ser torturada para redescubrir su m*****a e intoxicante sonrisa. "Sigo pensando que es una mala idea. Probablemente nos matemos el primer día". Rechacé la petición de la madre de mi marido por cuarta vez, mientras tomábamos el té en la terraza de la mansión. El ar
Sentí un nudo en la garganta, no podía tragar la saliva que se me había acumulado en la boca, ni podía hablar. Esto era lo mejor que podía pasar, mi cabeza gritaba, pero la tensión de mi cuerpo no desaparecía. El sistema de autoprotección de mi cuerpo se había activado sin que yo me diera cuenta.Era contradictorio hasta el punto que me sentía demencial con todo lo que estaba sucediendo, una guerra de mi mente contra mi corazón. No debería estar haciendo esto, me estaba comportando de forma inapropiada, pero ya era demasiado tarde, había perdido el control de mí mismo."Señor, señor Macalister", la voz era lo suficientemente aguda como para perforar mi tímpano, era mi cabeza recordando cosas inútiles de nuevo, "¡Señor!"."Señorita Brattul, si tiene algo de lo que informar, hágalo ahora, mi tiempo es valioso", advertí mientras abría la carpeta de expedientes que habían sido mal manipulados y necesitaban ser reimpresos. Para recuperar un poco mi cordura.Ya he tenido bastantes problemas
Hedere el talento de mi madre para actuar como una dama, una mente fría y una gran sonrisa cálida cuando no sientes nada."Señora, ha llegado una carta para usted"."Gracias", dije mientras cogía el sobre sin remitente de manos de ¿Ariana o Luisa? El nuevo juguete que mi marido había traído a casa. "¿Sucede algo?"La chica que tenía delante se retorció las manos nerviosa. "¿No ha vuelto el señor de su viaje de negocios?".¿Está preocupado por mi marido? Qué dulce. "¿Te llamas Ariana o Luisa?""Soy Ariana, señora", se apresuró a contestar."¿Tienes dieciocho años?""Sí, empecé a trabajar aquí después de cumplir los dieciocho"."Sigues siendo una niña. Por eso voy a hacer como si tu pregunta no hubiera existido". Le advierto suavemente."¿He... he hecho algo malo?"."El itinerario de mi marido, ¿por qué iba a compartirlo contigo?". A la nueva criada se le calientan las mejillas y le tiemblan los labios. "No tienes que responder, vuelve a tu trabajo"."Sí, señora". Se supone que la ropa
Aprieto los dientes y cierro los ojos con un suspiro. "Mamá, ¿por qué lo habéis escondido hasta ahora?"."No es que quisiéramos ocultarlo. No queríamos involucrarte en los errores de tu padre"."Bueno, madre, entiendo perfectamente el no teníamos. Ahora que la situación se les fue de las manos ¿si quieren hacerlo?""No lo comprendes Leah. Tu madre no tiene ningún pretexto, esa era nuestra postura, pero la situación amerita que te involucres, eres Conolly, Leah". Explicó con un tono suave y paciente que yo conocía demasiado bien. Mi madre lo utiliza siempre que quiere algo de mí. Es su chantaje emocional. Eso es lo que es, y aunque soy consciente de ello, siempre acabo cediendo. "Mamá entiende que la situación pueda resultarte un poco confusa, pero no tenemos elección, hija, ¿te das cuenta de cuántas familias dependen de nosotros? ¿Cuántas sucursales y filiales hay detrás de la empresa?"."Mamá, si quieres tirarme una patata quemada y que la devuelva a su estado anterior, eso es imposi
Fui a la cocina y, cuando abrí el frigorífico, la pizza de la noche anterior ya no estaba. Abrí los armarios y estaban vacíos. "Sigues siendo un niño". Dijo enfadada y muy molesta."Es mi día libre Isabella, ¿qué haces aquí, qué has hecho con mi comida?", tendré que cambiar la cerradura por novena vez y la empresa de limpieza por sexta."¿Isabella?, Ethan, soy tu madre, y así es como debes dirigirte a mí"."Una madre respeta a sus hijos. Tú no sabes hacer eso, Isabella". Ella no contestó, aunque su silencio era la respuesta, y era sí. "¿Qué has hecho con mi comida?""A eso no se le puede llamar comida, ¿cómo puedes consumir esa basura y llamarla comida?"."¿Qué has hecho con ella Isabella? Vamos", la insté mientras agarraba las llaves y las sacudía."Ya te lo he dicho"."¿Sabes? Ya no me importa, Isabella. Necesito que salgas de mi casa y me devuelvas las llaves que no deberías tener"."Me he enterado de que has despedido a tu secretaria, igual que ha renunciado tu asistente, y que h
No entiendo por qué estoy haciendo esto otra vez. Ya no soy un niño para esconderme. Tengo la fuerza suficiente para pararme orgullosamente frente a cualquier persona.La primera vez que vi reír a Leah fue cuando huía de Johan y sus amigos. Sabía que sería mi fin si me atrapaban, pero no me arrepentí de los golpes que les di por insultar a Loreine.Mi corazón estaba agitado, no era la primera vez que huía de aquellos matones. Aunque era la primera vez que sentía que el corazón se me salía del pecho, no fue tan doloroso como el último día que vi a mi madre, no sabría describirlo, sólo sabía que era raro y agradable, quería acercarme a ella, aunque al final me conformé con observarla desde la distancia. No sabía quién era, en algún momento de la noche bostezó más a menudo. Al final se tumbó junto a la fuente, no pude controlar mi curiosidad, quería ver su bonita cara de cerca, ¿Cómo sabía que era bonita? No lo sé, pero estaba seguro que lo era. Ella estaba dormida. Su piel era pálida,