Inicio / Romance / El secreto de Leah / Capítulo 3- Leah
Capítulo 3- Leah

Aprieto los dientes y cierro los ojos con un suspiro. "Mamá, ¿por qué lo habéis escondido hasta ahora?".

"No es que quisiéramos ocultarlo. No queríamos involucrarte en los errores de tu padre".

"Bueno, madre, entiendo perfectamente el no teníamos. Ahora que la situación se les fue de las manos ¿si quieren hacerlo?"

"No lo comprendes Leah. Tu madre no tiene ningún pretexto, esa era nuestra postura, pero la situación amerita que te involucres, eres Conolly, Leah". Explicó con un tono suave y paciente que yo conocía demasiado bien. Mi madre lo utiliza siempre que quiere algo de mí. Es su chantaje emocional. Eso es lo que es, y aunque soy consciente de ello, siempre acabo cediendo. "Mamá entiende que la situación pueda resultarte un poco confusa, pero no tenemos elección, hija, ¿te das cuenta de cuántas familias dependen de nosotros? ¿Cuántas sucursales y filiales hay detrás de la empresa?".

"Mamá, si quieres tirarme una patata quemada y que la devuelva a su estado anterior, eso es imposible, con tanta gente dependiendo de ti, deberías haber tenido más cuidado. También eres responsable de esto. Este déficit y tus gastos han aumentado un 300% en el último mes, todas las inversiones recientes han fracasado, demasiados errores sistémicos en los últimos seis meses." Tu querido hijo acabará destruyendo el duro trabajo de mi abuelo si sigue siendo el director general de la empresa.

"¿Sabes la presión a la que está sometida tu madre desde que te casaste con la familia Macalister?", pregunta mi madre, ahogada por la pena. No era esa mi intención. "No tenía elección, tenía que hacerlo o nos criticarían, nos destrozarían. El mundo no es tan inofensivo como crees. Lo hemos hecho todo por ti, hija, ¿tan difícil es ayudar a tus padres y a tu hermano?"

Sé que todavía me desprecian. Especialmente tú y tu hijo adoptivo.

El mundo es inofensivo, mamá, los peligrosos son las personas que viven en él, sobre todo los que dicen quererte, porque son los que más daño te provocan.

"Mamá, aclárate, ¿cómo se supone que debo ayudarles según tú?", porque el principal problema aquí es que no quieres mi ayuda a menos que sea la de mi marido.

"Habla con tu marido, cariño, con una pequeña y modesta cantidad de dinero podríamos resolver los problemas más urgentes, y después de la cena benéfica estos problemas desaparecerán como si no hubieran existido en primer lugar. Podemos devolver el dinero lentamente. Tu esposo te ama demasiado, el no tendra ningún problema con eso".

"Mamá una módica cantidad ni un pequeño respiro les dara, comenté tirando los saldos de los últimos 6 meses arriba de la mesa.

"Cariño, una pequeña cantidad en tu boca y en la boca de tu marido tienen significados diferentes", explicó mi madre con una sonrisa calida. "Sé que estás muy ocupada, no debe de ser fácil empezar a trabajar en la empresa de tu marido. Estás haciendo un gran trabajo, vuestra relación está creciendo, eres una mujer perfecta, no me extraña que él lo haga todo por ti. ¿Quién habrá sido la perfecta mujer que te instruyó?", Tú no has sido madre, fue Odette. "Estoy segura de que mi yerno estará más que dispuesto a ayudarnos en cuanto le cuentes la situación. Sólo intenta no obstaculizar en su carrera y sigue trabajando duro".

"Madre, no acepte la petición de Isabella. No estoy trabajando en la empresa". Así que no debes preocuparte porque arrastre a mi esposo hacia abajo. "Debes responder con la verdad, Clarice", llamé a mi madre por su nombre, detesto cuando actúa a mis espaldas y espere que acepte cada decisión que toma. "¿La cena benéfica no tiene patrocinadores? ¿Por qué? ¿lo saben mis abuelos?".

"Tú hermano se emborracho un poco en la reunión con los auspiciantes de este año y las niñas estaban muy emocionadas con él, provocando malos entendidos. Muchos de ellos se retiraron".

"¿Dejaste que se emborrachara? ¿Cuántos serían muchos, madre? ¿Lo sabe mi abuelo?". pregunto enfadada, pero consigo controlar mi expresión facial.

"Tu hermano trabaja muy duro y se merece tomarse un respiro, no es culpa suya que esas chicas se descontrolaran e inventaran historias engañosas sobre que tu hermano se había pasado con ellas. ¿Te lo puedes creer? Tu hermano, que es un perfecto caballero, nunca haría eso. En cuanto al número de auspiciantes, ya no queda ninguno y por supuesto tu abuelo no lo sabe, su salud no ha sido la mejor últimamente, no pudimos contarle lo sucedido y tu abuela nos ayudó a ocultarle este pequeño incidente.

Caballero, ¿ese tipo? Si no fuera porque mi padre corrige todos sus errores, no me extrañaría que estuviera en la cárcel. "¿Todos? ¿De verdad todo el mundo, mamá? No me lo puedo creer. Todo el mundo". ¿Cómo no se deteriorará la salud de mi abuelo viendo a su nieto destruir la empresa? ¡Maldito Oliver!

"Solo no sofoques Leah, todos estos pequeños problemas se pueden arreglar fácilmente. Sobre todo porque tu imagen es mucho más alta ahora, hija, deberías tener más cuidado con nosotros cariño, sobre todo porque somos tu familia y tu único respaldo."

¿Qué quieres decir? "¿Ahora me amenazas, mamá?"

"Sólo te estoy advirtiendo con cariño que los hombres no son para siempre y su interés tampoco. Debes cuidarlo aún más ahora que tienes una buena oportunidad, y valorar aún más a tu familia, porque son los únicos que te apoyarán siempre."

"Eso es absurdo, él no necesita mis cuidados. Como tú dijiste, madre, nada dura para siempre. Entonces deberías ser más cuidadosa con tus acciones, especialmente con las de mi hermano, no por mí, sino por el futuro de la empresa y madre, no necesito ningún apoyo, pero gracias de todos modos, aprecio tu consideración".

De niña sufrí su miedo constante a ser rechazada, cuando me relacionaba con otras personas porque no era la hija que mi madre quería, no era tan bonita ni femenina, y mucho menos una dama perfecta, por mucho que me esforzara.

"Así no es como yo te crié Leah, deberías de sentirte afortunada de llevar el apellido Conolly y convertirte en una dama gracias a mí, si tu marido no te ha dejado todavía es por la orientación que recibiste de mí, ¿sabes lo que significa ser tú, tienes idea de cuántas mujeres desearían tener lo que tú tienes, cuánta gente te tiene en el punto de mira, si tu nombre fuera sólo Leah habrías podido casarte tan fácilmente con alguien como tu esposo, estás segura de que no lo necesitas? Si no fuera por tu madre ya te habrían machacado. Pero no pareces darte cuenta de lo afortunada que eres. Cualquier otra mujer daría lo que fuera por ser tú".

"Tengo 25 años, has hecho mucho por mí y no tienes por qué seguir haciéndolo. Hablaré con mi marido, sólo escribe la cantidad que necesites y ten más cuidado madre, porque como has dicho, nada dura para siempre, si el amor de mi marido desaparece, ¿no estaremos arruinados la próxima vez? Lo que hagan otras mujeres no tiene nada que ver conmigo. No me importa el dinero, la fama o el éxito. Sólo quiero estar con un hombre que me ame, respete y que cuide de mí. No necesito nada más".

"Tu sentido del humor como conciencia sigue siendo deplorable, Leah."

"Es una realidad posible como todas las demás, el mundo no gira sólo para nosotros. Mi vida no se basa en un matrimonio, mamá".

"¿Cómo puedes ser alguien tan desesperante? Te lo he dicho muchas veces, Leah, a los hombres no les gustan las mujeres sin confianza. Deberias de hacer que el mundo giré solo para ti. Si no fuera por ser su esposa no tendrías la oportunidad  de trabajar en esa clase de lugar ¿Estás segura de que las oportunidades que has tenido no han sido por ser su mujer?". Dice exasperada.

"Tengo que volver, mamá, voy a cenar con mi marido. Sólo dame la nota".

"¿Qué nota?"

Le tendí un bolígrafo y un bloc. "Escribe la modesta cantidad, mamá, yo me encargo del resto".

"¿Es tan molesto compartir un café con tu madre?"

"Tengo que volver", añadí en voz baja. "Y no bromeo, si no, estaría encantada de compartir otra taza contigo". Espero no volver a compartir nada contigo, mamá.

"¿Y la cena benéfica?".

"De eso también me encargo yo".

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo