Ragnar baja de la camioneta y da una pequeña caminata alrededor de la cabaña, mientras Julián baja sus maletas y las coloca en la habitación. Al final prefirió que él lo acompañara para no venir totalmente solo a este sitio, que es la primera vez que visita. Había venido a Brasil otras veces solamente para hacer negocios, pero a esta montaña nunca y prefiere tener respaldo por si algo imprevisto se presenta. Llega hasta una parte elevada, levanta la nariz y cierra los ojos para aspirar profundamente. Un aroma sutil, pero delicado, acaricia sus fosas nasales y lo hace estremecer como nunca antes. Abre los ojos bruscamente y Remus se manifiesta dentro de su cabeza pidiendo ser liberado. Ragnar se quita el calzado y empieza a correr por un sendero varios kilómetros adelante sin llegar a convertirse todavía, pero llegando hasta una grandiosa laguna. Es capaz de percibir muchos aromas distintos en este sitio y ahora se siente confundido con respecto a lo percibido hace rato, descubre que
Katrina Grimlore despierta aturdida y algo perdida. Mira hacia la ventana y no tiene idea de cuánto tiempo se quedó dormida. Se supone que estaba atardeciendo cuando ella se sintió mal en el lago. Se levanta bastante mejorada del mareo horrible que ayer la había atacado. Toma su celular de la mesita de noche y encuentra algunas notificaciones de Jarl. Ni siquiera se toma la molestia de leerlas. Frunce el ceño al darse cuenta de que casi estuvo dormida 24 hs.Va hasta la ducha y tras un baño corto, se coloca un vestido largo en tono blanco que había comprado hace unos días, unas balerinas y sale de la cabaña asegurándose de no hacer ruido al salir. No tiene ni idea dónde debe estar su hermana ni el omega que los había acompañado hasta aquí, pero tampoco le importa. Cuando el aire fresco proveniente de la montaña golpea su rostro, sus sentidos se ponen en alerta. Respira profundo con los ojos cerrados y una sensación que nunca antes había sentido la abraza. Su piel se empieza a erizar
Remus corre por kilómetros enteros por entre la selva sin darse un segundo de descanso. Ya está agotado, pero tanto a Ragnar como a Remus les gusta llevar su cuerpo al extremo, especialmente después de tener una de esas pesadillas que lo dejan de muy mal humor. Los quejidos de Remus le parecen extraños a Ragnar. Él está demasiado agitado, nervioso y angustiado por algo que su contraparte humana no entiende. Desde ayer que llegaron a la cabaña está agitado y eso no es algo que él haga comúnmente, al menos no desde que Anabella falleció. Con su fuerza y velocidad de poderoso alfa, no le cuesta saltar los obstáculos que se le imponen en el camino, a pesar de que es la primera vez que está en este sitio, lo recorre como si toda la vida hubiera estado por estos bosques. Cuando llega a la parte alta de una enorme roca, Remus se detiene bruscamente y empieza a chillar bajo, se mueve de un lugar a otro con la cola en punta. —¿Qué sucede? —pregunta Ragnar tratando de tomar de nuevo el con
Ragnar consigue llegar a su cabaña una hora después. Todo su cuerpo está entumecido debido al gran esfuerzo que acaba de hacer para traerla hasta aquí sin que nadie logre verlos. Tuvo que quedarse escondido en varias ocasiones, ya que este parece ser el sitio de reunión de alguna manada para emparejar en luna llena y eso únicamente complicó las cosas. Julián está parado frente a la cabaña cuando siente a su alfa acercarse.«Necesito ayuda» le dice Ragnar por medio del enlace mental y él sale corriendo a recibirlo. La expresión de Julián al ver a Ragnar totalmente desnudo y ensangrentado no tiene calificativos; sin embargo, cuando mira a la joven en sus brazos se le va todo el color del rostro.—Ve a la clínica del doctor Moreira —La voz de Ragnar suena más bien a un chirrido. Su respiración está demasiado agitada y su rostro pálido—. Dile que es una urgencia. Que venga preparado para una cirugía.Mientras Julián va por el doctor, Ragnar mete a Katrina dentro de la cabaña. La coloca
Una videollamada desesperada por parte de Lizzie pone en alerta a Mauricio. Se levanta bruscamente de la cama y empieza a recorrer su habitación con el teléfono en la mano, aturdido, soñoliento y algo asustado. —No sé dónde está Katrina, papá —ella llora desesperada mientras intenta explicar a su padre lo que pasó—. Ya la busqué por todo el bosque, también el omega que nos acompañó lo está haciendo, pero no hemos dado con ella. Me temo que algo malo le pasó.Mauricio se queda callado sin saber qué responder. Lizzie no deja de llorar.—Deben venir, por favor, papá, ella está desaparecida y puede que algún lobo rogue la haya atacado —dice en voz temblorosa Lizzie. Ella asoma una casi sonrisa en su rostro al decir aquello, pero Mauricio no se percata de ello. —¿Qué pasó, hija? —pregunta Lorena quitándole el celular a su esposo—. ¿Dónde está tu hermana? ¿Acaso pelearon?Lizzie finge querer decir algo, pero no lo logra por su llanto.—Cálmate, amor —dice su madre al ver la perfecta actua
El estado de Katrina a primeras horas de la mañana no fue tan estable como Ragnar hubiese querido. Por supuesto que él no se apartó de su lado ni un solo momento y en varias ocasiones dejó salir a Remus para aumentar su energía y ayudarla a aliviarse.Julián intenta convencerlo de descansar, pero él se niega rotundamente a dejarla sola.—Si lo desea, yo puedo quedarme con ella mientras usted duerme un poco, alfa —le dice él—. En teoría mañana debe iniciar su tratamiento y necesita estar descansado para eso.—No es necesario, Julián, estoy bien.Julián asiente antes de retirarse. Ragnar se queda mirando fijamente a Katrina en la cama. Su rostro aún está pálido, pero al menos con la transfusión de sangre ganó de nuevo algo de color y está respirando con normalidad.También Remus dentro de su cabeza mueve su cola vigorosamente al observarla. Ragnar no puede negar que ella huele bien, huele a su mate, es un aroma que no había sentido luego de la muerte de su esposa y su lobo nunca intentó
Jarl regresa a Brasil en un vuelo comercial y a la hora más concurrida del aeropuerto. Gabriel lo convenció de que esa era la mejor forma de demostrar ante los periodistas el dolor que sentía por la desaparición de Katrina. Así nadie tendría razón para señalarlo como sospechoso o mal esposo. Justo antes de bajar, Jarl ensaya su mejor rostro abatido por si algún fotógrafo de la presa está metido entre el flujo de gente que se encuentra en la sala de espera. —Respira lentamente —dice Gabriel a su costado—. Si conseguimos pasar esta prueba, ya todo lo demás será fácil. Jarl asiente mirándolo desde el espejo, con los ojos llenos de lágrimas. Tampoco debe hacer mucho esfuerzo en poner una cara demacrada, porque el humor de Job ha repercutido negativamente en él. El ardor de su pecho se acrecienta en la noche y el dolor de cabeza lo tiene aturdido la mayor parte del día. —Bajemos —pide él, tomando su maletín del asiento y caminando hacia la puerta y escalera del avión. Gabriel va tras é
Luego de que Moreira termina de revisar a Katrina, ella se queda dormida nuevamente. El doctor le advierte a Ragnar que ella estará al menos dos semanas en observación y que no puede moverse de aquí a menos que sea para ir a una clínica. Tras ver varias veces el mismo video donde Jarl y Lizzie se abrazan mientras lloran desconsoladamente, Ragnar le pide a Julián que hable con un investigador privado y que recopile toda la información posible sobre esa familia, pero en especial sobre ese hombre. También se ponen en de acuerdo de cómo cuidarán de ella mientras él está en sus sesiones de quimioterapia. No quiere dejarla sola ni un solo momento, por lo que analiza, en primer lugar, rentar un departamento donde puedan quedarse más cerca del casco urbano por si alguna situación inesperada se presenta. Ragnar se queda profundamente dormido en el sillón, al lado de la cama donde ella se encuentra. Ya es de mañana cuando Katrina despierta y lo ve allí acurrucado en ese diminuto espacio pa