Luego de que Moreira termina de revisar a Katrina, ella se queda dormida nuevamente. El doctor le advierte a Ragnar que ella estará al menos dos semanas en observación y que no puede moverse de aquí a menos que sea para ir a una clínica. Tras ver varias veces el mismo video donde Jarl y Lizzie se abrazan mientras lloran desconsoladamente, Ragnar le pide a Julián que hable con un investigador privado y que recopile toda la información posible sobre esa familia, pero en especial sobre ese hombre. También se ponen en de acuerdo de cómo cuidarán de ella mientras él está en sus sesiones de quimioterapia. No quiere dejarla sola ni un solo momento, por lo que analiza, en primer lugar, rentar un departamento donde puedan quedarse más cerca del casco urbano por si alguna situación inesperada se presenta. Ragnar se queda profundamente dormido en el sillón, al lado de la cama donde ella se encuentra. Ya es de mañana cuando Katrina despierta y lo ve allí acurrucado en ese diminuto espacio pa
—¿Se siente bien, alfa? —pregunta Julián al encontrar a Ragnar en el pasillo con la espalda apoyada en la pared y el rostro torturado—. ¿Cómo se encuentra nuestra luna?La sola mención de eso aumenta el malhumor del alfa, quien al momento toma el camino hacia la salida.—Iré a dar un paseo por el lago —contesta Ragnar ignorando su comentario—. Luego me daré un baño y descansaré. Necesito que alistes la otra habitación para mí y lleves todas mis cosas ahí mientras estoy afuera.Julián se queda sin comprender el cambio tan brusco de su jefe. Hasta hace un rato no había poder alguno que la hiciera moverse del lado de Katrina y ahora se va así, sin más. —¿Aún quiere que el investigador haga el trabajo que me dijo, alfa? —le pregunta justo antes de que él tome el camino al lago—. Ya sabemos la identidad de ella. —Suspende ese pedido. Consigue el departamento que te pedí en la ciudad, todo indica que ella ya está mejor y puede irse para resolver su vida.—Disculpa que me meta en esto, alf
—Encontré a mi mate teniendo sexo con mi hermana el mismo día que fui para darle la noticia que estaba esperando un cachorro —dice Katrina luego de algunos minutos de profundo silencio. Ragnar levanta la vista al oír aquello, pero no responde nada. Algo en su pecho se retuerce con esa confesión. Él nunca había sentido tantas ganas de matar a alguien, más aún cuando la oye sollozar bajito, de nuevo. —Me tendieron una trampa para traerme hasta aquí. Mi propio esposo me disparó una vez y luego me rechazó. Cuando me disparó por segunda vez, caí en ese acantilado. Solo alcancé a aceptar su rechazo antes de quedar inconsciente. Esto último hace fruncir el ceño a Ragnar. —Me engañó todo este tiempo, creí que yo era su amor verdadero porque yo sí lo amaba. En luna llena, cuando cumplí 16 años, lo reconocí, era él, mi mate, su aroma era inconfundible cuando pasé a su lado. Él también me reconoció, me marcó poco tiempo después y nos hicimos novios, ya que yo era muy joven para la unión. En
Katrina se levanta de la cama y camina de manera lenta y como alma en pena hasta el sanitario que está a escasos metros de su cama, no escucha nada alrededor más que los latidos de su propio corazón haciendo presión en su garganta. Fue una muy mala idea haber puesto la televisión. Escuchar las noticias sobre su desaparición y ver las caras hipócritas de Jarl y Lizzie llorando y sufriendo por ello le hacen estar más segura de su decisión. Una vez en el baño, cierra la puerta y se mira en el espejo. —¿Qué fue lo que hice mal? —se pregunta a sí misma, triste como nunca antes lo había estado. Su voz casi no sale debido al nudo tan grande que tiene atorado allí. Un sonido de puerta abriéndose la hace suspirar profundamente para sosegarse. —¿Señora Katrina, se siente mal? ¿Necesita que haga alguna cosa por usted? —pregunta Julián del otro lado de la puerta del baño. Ella sabe que Ragnar no está, porque desde que llegaron a este apartamento, no lo ha visto durante toda la mañana, solo
Para Katrina, retomar su vida luego de lo que pasó, es un desafío bastante difícil de llevar a cabo. Se siente sumamente frustrada, pero al mismo tiempo esperanzada de empezar una nueva vida en Tierra de Pinares. Desde que se levantó esta mañana ha estado sentada frente a la ventana de la habitación, mirando la majestuosa ciudad desde arriba, la misma a la que no volverá nunca más una vez que se vaya. Se lleva su mano a su vientre, vacío ahora, y la inunda esa sensación de pérdida y profunda tristeza que va mucho más allá de lo que puede soportar. Es una sensación horrible que no está segura de poder superar alguna vez. Lo único que la tranquiliza en estos momentos es saber que ya no le une nada a Jarl ni a esa familia. Está decidida a convertirse en otra persona a partir de ahora. Al menos tiene a Ragnar y con él se siente la mujer más segura del mundo en estos momentos. Eso le hace recordar lo que pasó en la madrugada. Se sonroja sin poder evitarlo. No puede creer que ella haya
Ragnar da vueltas en el balcón con su celular en la mano como si estuviera sopesando la decisión más importante de su vida. Al fin, se arma de valor y teclea algunas palabras rápidamente y envía el mensaje esperando una respuesta rápida.—¿No sería mejor llevarla a la mansión Claro de Luna, alfa? —Julián pregunta acercándose a él con una taza de café—. Allí estaría mejor atendida, además le haría compañía a su madre y empezaría a conocer todas sus funciones como Luna de la manada. No puedo imaginar cómo será la convivencia de ustedes dos en ese ático. —Sabes bien por qué lo hago —afirma Ragnar, pero Julián no cree mucho en esas razones que él repite como loro—. Lo hago por ella, por ahora solo pienso en ella, lo demás iré viendo en el camino. Prefiero que mi madre y Rubí estén exentas de este asunto. Julián asiente con una sonrisa en sus labios.—¿Acaso intentas decirme algo con ese gesto que acabas de hacer? —Ragnar lo mira con el ceño bastante fruncido.—No quiero decir nada que y
Hacia las afueras del casco urbano, en una enorme, pero misteriosa mansión, Jarl estaciona su Porsche en la zona VIP e inmediatamente dos hombres se acercan y llevan a Amber hacia el área de las presas, llamada así al sitio donde son encerrados los humanos que luego son subastados para las cazas.—Maneja con cuidado este asunto, amigo. Procura no hacer nada que te afecte.—Esa pulgosa me va a pagar cada una de las que me hizo, Gabriel.—Es mejor dejar su caza en manos de los otros socios, así nadie puede relacionarte con su muerte —Gabriel trata de hacerle entrar en razón a Jarl, pero él se encuentra renuente a escuchar.A pesar de todo, Jarl asiente. Amber todavía está inconsciente. Lo último que sintió fue un fuerte golpe en la parte trasera de su cabeza, después de eso todo fue oscuridad.El guardia de la mansión la ata con cadenas en un calabozo individual, donde no está en contacto con las otras presas. El sitio se encuentra semi oscuro. Solo la luz débil de un foco de poca calid
—¡Conozco a la gente como tú! —Amber mira con rabia y dolor a Jarl cuando luego de varias horas de lucha por escapar, finalmente él logra reducirla y atarla a un árbol para torturarla, ella tiene escoriaciones por todo su cuerpo y está terriblemente cansada, tanto que parece que va a desfallecer de un momento a otro—. Esta cara que estás mostrando ahora no me impresiona para nada, siempre supe si eras así. —¿Y cómo se supone que soy? —Jarl se acerca a ella y estira su pelo con fuerza para voltear su rostro a un lado, su cuello se tuerce tanto que parece que va a romperse—. Ahora tienes la oportunidad de decir todo lo que tengas atorado en tu garganta sobre mí, pulgosa, de todas formas no voy a dejarte salir de aquí con vida, sino en pedazos. —¡Eres un maldito, asqueroso! —. Amber consigue de alguna forma llegar hasta su cara y con sus colmillos le produce una herida sangrante en la mejilla izquierda en forma lineal, casi cruzando desde arriba a abajo. Jarl se pasma por ese acto, pero