No olviden mis bellos que estamos muy cerca de la final de esta novela. Seguiremos con otra de lobos que tratará sobre la hija de Katrina y Ragnar, Selene. Espero que me sigan acompañando en esa aventura. Les mando muchos besos.
Ya es imposible seguir ocultando lo que sucede cuando todos empiezan a movilizarse dentro de la casa. Rubí y Paula se despiertan aturdidas por el movimiento inusual de los pasillos de la mansión, ellas salen a mirar y en cuanto se dan cuenta de que la puerta de la habitación de Ragnar está abierta y hay varias personas adentro, corren hasta allí. —¡¿Qué sucede hermano?! —grita Rubí— ¡¿Dónde está Katrina?! Paula intenta contener a Ragnar, pero no lo consigue. Él está demasiado nervioso. Ragnar no soporta ver el video en el celular del guardia, respira profundamente antes de salir de allí. No va a permitir que ese hombre siga lastimando a Katrina. Dijo que sobre su cadáver volvería a permitirlo, y así será. Esta noche uno de los dos va a morir. —Hijo, por favor —Paula intenta detenerlo—. Deja que los guardias se encarguen de eso, por favor no vayas en ese estado. Necesitas tranquilizarte, estás muy nervioso. Ragnar se voltea a mirarla por unos segundos, pero al final se marcha. Ju
—¡Remus! —La voz de Katrina hace pestañear a Jarl mientras que Remus mantiene los ojos cerrados, sus fuerzas amainan rápidamente con la bala de plata incrustada en su pecho y retrocede dentro de la mente de Ragnar dejándolo tomar su forma humana nuevamente. La respiración de Katrina se ralentiza en ese momento. Todo es silencio y oscuridad alrededor de ella al ver a su compañero herido de gravedad en el suelo. Akira usa todas sus fuerzas para rasgar las cintas en las que tiene atados los pies y manos de Katrina y levantarse para llegar hasta Ragnar, de cuyo pecho sale sangre a borbotones. Ella intenta gritar en busca de ayuda, pero su voz no sale, todas las palabras se quedan todas atascadas en su garganta, la droga que Jarl le hizo inhalar es demasiado fuerte y Akira, aunque intenta emerger, no lo logra del todo. Katrina toma la cabeza de su compañero y lo lleva a su pecho. Todavía está vivo, aunque gravemente herido e inconsciente. Jarl levanta la vista y mira fijamente a Katrina
Sebastián y Rubí llegan primeros a la escena en su forma licántropa, encontrándose con una Akira bastante agresiva y molesta por los acontecimientos anteriores, Ragnar semiconsciente y Jarl evidentemente muerto en garras de ella. «¿Estás bien?» Sebastián intenta comunicarse con Katrina por medio del enlace mental, pero Akira aún tiene el aura expandida y no puede hacer comunicación con ella de manera efectiva ni acercarse demasiado, por lo que la ronda a cierta distancia con la cola entre las patas y mostrando su cuello en señal de respeto y sumisión. Rita, la loba de Rubí, también se mantiene atrás, igual que los que vienen llegando al sitio. Akira vuelve a aullar muy fuerte, aumentando su aura todavía más. Sirox no tiene de otra que retroceder igual que los demás debido al dolor que les produce su demostración de poder. Todos los licántropos de la manada Alba Noctis reciben el mensaje de su líder, la única y verdadera alfa, que su “alfa elegido”, Jarl Fenrisson, acaba de ser derr
El anciano consejero, encargado de dar el veredicto final, sale en el medio del escenario y empieza a hablar. —El consejo de la manada Alba Noctis, luego de haber analizado todas las evidencias en contra de los acusados que fueron proporcionadas por el alfa Ragnar Shadowfang y haber oído las declaraciones de los acusados, los halló culpables. Los tres son condenados a muerte indigna frente a todos los miembros de la manada. La condena se ejecutará esta misma noche en el ruedo del castillo. Lizzie empieza a llorar desconsoladamente, mientras que su madre, se mantiene con la vista en frente, sin inmutarse. Mauricio sigue sin reaccionar, analizando la posibilidad de usar aquella pócima que ese hombre le entregó la otra noche y así evitar que aquellos Lycan terminen con su vida frente a todos. Katrina se lleva la mano a la boca para ahogar un sollozo que busca una manera desesperada de escapar. Luego de las sentencias, el juicio se da por terminado y los tres son llevados a los lugares
Las semanas pasan en un abrir y cerrar de ojos. El vientre de Katrina subió mucho de tamaño y sus movimientos ya se redujeron al mínimo para esta etapa de su embarazo. Su pequeña Rouse, como ella y su esposo la llaman, es muy saludable y enérgica, tanto que ya ni siquiera la deja dormir correctamente y por consiguiente a Ragnar, quien cuida de ella día y noche.Hoy es el día de la cirugía programada para dar a luz. Moreira prefirió que ella fuera intervenida, ya que la pequeña está en una posición poco favorable para que Katrina pueda hacer un parto natural.En el castillo Alba Noctis todos están despiertos desde muy temprano preparándose para la llegada de la princesa, hay mucho movimiento en cada rincón. Ragnar está muy nervioso, sus manos sudan y en su garganta hay un nudo gigante que no lo deja respirar con normalidad. Nunca en su vida se había puesto tan nervioso como ahora, ni siquiera el día que nacieron los mellizos.Ya hizo como diez recorridos en total por la habitación de s
Veinte años han pasado… Desde la ventana de su despacho, Ragnar mira atentamente a Katrina, quien se encuentra hablando con Amber y Rubí en el patio mientras señalan hacia los pequeños que se encuentran jugando en el inmenso patio. Un poco más allá, hacia las piscinas, están los más grandes, Ethan y su compañera Milly, Selene, Rouse, Brandon y Bruno, los gemelos que tuvieron luego de Rouse, y Lucinda. Una sonrisa se extiende por su rostro al ver a Silvia, sollozando mientras pide a su madre que la cargue. Desde que ha nacido es una niña muy sensible y quejosa, contraria a su mellizo Héctor, que parece no ser afectado por nada y se adapta rápidamente a todo. Sí, Ragnar y Katrina tienen ocho hijos en total, y según Katrina, estos serán los últimos, ya que están en edad de ser abuelos, pero Ragnar y Remus no están de acuerdo con eso. A él le llena el corazón ver a tantos cachorros rondando la mansión y los últimos ya tienen 3 años, por lo que es probable que intenten tener más próximame
Una bala de plata golpea el hombro de Katrina con mucha fuerza. Ella es lanzada hacia atrás unos metros debido al impacto que la toma por sorpresa.Su cabeza da vueltas mientras trata de tomarse de una de las ramas. Su única preocupación ahora es su hijo en su vientre y lo que pueda ocurrirle en caso de caer al acantilado desde esta altura. Nunca le gustó andar por estos bosques y justo ahora se arrepiente enormemente de no haberlos explorado anteriormente y así tener una opción de escape.—¡Eres una asquerosa, maldita! —La voz de su media hermana, Lizzie, retumba en su cabeza. Todo el arrepentimiento que ella le había dicho sentir, es totalmente falso, y ahora se da cuenta de ello—. ¿Acaso pensaste que te iba a dejar el camino libre? Te casaste con Jarl adrede, porque sabes que él a quien ama es a mí. Lo hiciste para herirme y apartarme de su lado, pero no te funcionará, Katrina. Jarl y yo nos casaremos, quieras aceptarlo o no. Yo seré la luna de la manada Alba Noctis cuando él se co
Dos meses antes...Katrina camina a pasos presurosos por los pasillos del viejo castillo hacia el estacionamiento con los resultados de los exámenes en sus manos.—Más despacio, Katrina. Déjame tomar un poco de oxígeno, por favor. Así es imposible seguir tus pasos —Pide su amiga, cargando con una pila de documentos y carpetas en ambas manos—. Al menos ya sabes a qué se deben tus malestares. Ahora tómalo con calma.—Estoy muy emocionada, Amber —responde ella llevando sus manos hacia su vientre plano, como si pudiera sentir el latido de su cachorro allá adentro. Su amiga rueda los ojos—. ¿Te imaginas? ¡Un cachorro mío y de Jarl, futuro Alfa del Alba Noctis!—Pues claro que puedo imaginármelo —Su amiga se acerca a ella y también coloca su mano en su vientre intentando sentir lo mismo que Katrina está sintiendo, pero sin éxito—. Eso es lo que puede pasar cuando tienes relaciones con tu mate, ¿no?Amber quita su mano de su vientre como si algo le quemara, luego continúa sus pasos mientras