Relación
A pesar de luchar fervientemente contra esas facciones que querían mostrarse insistentemente en su mente, no había podido conseguirlo. Marta se había quedado a dormir esa noche, pero ni siquiera su compañía había generado un buen efecto.

—Soy encargada en una galería—había dicho ella la noche anterior.

A Alexander esa información no le importó mucho, solamente estaba en busca de alguien para pasar el rato y, con suerte, olvidar ciertos conflictos. ¿Era Hazel un conflicto? Definitivamente, parecía ser un conflicto interno bastante problemático.

—Buenos días.

Marta se desperezó y le regaló una brillante sonrisa. El hombre no dudó que la mujer fuese muy bonita, su cabello castaño caía como una pequeña cascada que adornaba las curvas de su rostro brindándole una apariencia sutilmente seductora.

—Buenos días—contestó él procediendo a levantarse—. ¿Qué te apetece comer de desayuno?

La chica hizo un gesto pensativo para luego negar sonriendo.

—No sé, supongo que cualquier cosa que haga
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