• Ella •
—¿Dónde están?— miré a todos lados del Jardín, buscaba a mis pequeños conejitos, eran tan tiernos.
Corrí de arbusto en arbusto buscándolos, siempre encuentran la manera de perderse de mi vista, era como si quisieran tenerme todo el día detrás de ellos.—Emma— gritó mi madre a la entrada de la casa.
—¡Ya Voy!— Respondí, no quería llegar tarde a la cena, era la última antes de que mi hermano mayor se uniera a los guerreros, después de eso, no lo vería por un largo tiempo.
Terminé de agarrar a los conejos y volví a casa, mi hermano estaba en medio de todos, toda la atención estaba enfocada en él, me sentía algo melancólica, pronto se iría, se iría mi cómplice, aquel que siempre me dio su apoyo.
—¿Qué haces tan lejos? ¡Ven y abraza a tu hermano!— Dijo él extendiendo su mano en mi dirección.
Lo abracé y sentí como mis lágrimas comenzaban a caer, esto se sentía irreal, sé que era la responsabilidad de todo hombre y un honor para la familia, pero… no podía evitar tener miedo por él ¿y si algo le pasaba?
Mi padre también fue un gran guerrero, nunca perdió una batalla, llegaba con grandes botines y todo el pueblo lo amaba, eso lo llevaba a estar más tiempo lejos de casa, nuestra familia era reconocida en todo el pueblo, pero tanta atención no me gustaba. Sentía que hacíamos las cosas para no quedar mal delante de los demás, no podíamos ser nosotros mismos, era como si llevásemos una máscara delante de todos los que nos rodeaban. No sabíamos quién podría traicionar o entregar a mi padre y también, a mi hermano, en las manos de los enemigos.—Deja de llorar Magdalena— Dijo mi hermano dándome pequeños golpecitos en la espalda.
Me alejé de él y le di una triste sonrisa, sin duda, había aprendido de él un montón, sabía que sería un valiente guerrero.La cena terminó y yo ya había ido a mi habitación, estaba viendo las estrellas, cuando estaba chiquita mi madre me decía: «Por cada estrella que ves en el cielo, hay un sueño que se cumplió» sabía que no era cierto en lo absoluto, pero me enseñó que si luchamos por lo que queremos, nuestros sueños se harán realidad.
¿Qué se siente tener un sueño? Hasta entonces no había tenido ninguno, todos mis amigos se habían ido detrás de uno, pero yo no había tenido el deseo tan grande de lograr algo, quizá… Tener un sueño no era tan necesario.Al día siguiente, todos despedimos a mi hermano, convertirse en guerrero siempre fue su deseo y sabía que lo había cumplido, estaba muy feliz por él, me di la vuelta y llegué hasta el jardín de la casa, estaba decorado con numerosas flores, era común ver aves de múltiples colores recorriéndolo.
—¿Te encuentras bien? — Preguntó mi madre deteniéndose a mi lado.
—Sí, sí lo estoy— desvié un poco la mirada.
—Tus ojos no me dicen eso, querida— Ash, ¿las mamás por qué son así?
—Yo… Me siento feliz de que mi hermano esté logrando su sueño, pero… ¿Es normal que yo no tenga uno?— La miré a los ojos.
Me sentía tan confundida, todos avanzaban en esta carrera, muchos ya estaban casados y yo… iba a morir soltera y sin propósitos, más aún que a las mujeres no se nos permitía opinar, una mujer que no se casaba, era tomada como alguien con un problema.Había tenido demasiados pretendientes, pero mi padre los rechazaba a todos, decía que merecía algo mejor, apreciaba sus esfuerzos, pero los años no se detenían, no era tan mayor, pero a mis veintiún años, se suponía debería estar comprometida, esas eran las costumbres.—¿En qué piensas ahora?— Me preguntó acariciando mi cabeza.—¿Por qué las cosas son así?— Me miró confundida.—¿A qué te refieres Emma?— No sabía si debería hablar de eso.Mi madre era de ese tipo de persona que era muy cari&
—¿Cuál es tu nombre?— Pregunté viéndola a los ojos. —Mi nombre es Isabel y estaré más que alegre ayudándoles— sonrió firmemente. Aquella joven nos había dado bastante información acerca de la realeza, no estaba segura en sí debía o no confiar en ella, «la observaré de cerca» dije para mí misma y continué con mi camino. No podía apartar mi vista de una pareja, el hombre le alzaba la voz a la que parecía su esposa, ella solo inclinaba su cabeza disculpándose, no sabía lo que había pasado, solo esperaba que no se tratara de una injusticia más. Me sentía impotente en esos momentos, me hubiese gustado poder decirles a los demás que estaban equivocados, pero no podía, solo era «una mujer más» y estaba condenada a vivir en un mundo de hombres. Bueno, eso solo si no encontraba la manera de cambiarlo, compré un par de alimentos y continué con mi camino, vi como un niño le pedía comida a su madre, parecían no tener que comer. —Mira pequeño, esto es para
—Recuerde que estamos en época de guerra, «a pesar de ser una buena estrategia unir reinos, debemos conquistar en este momento» esas fueron las palabras de su padre— dijo el eunuco con suma tranquilidad.Lo había olvidado, mi padre, él estaba en proceso de expansión, eso es lo que había querido desde que mi abuelo murió a manos del enemigo, desde entonces, un odio y desprecio tan profundos hacia los extranjeros se formó en su corazón. Primero caería muerto antes de permitir que extranjeros entrasen en son de paz.Creía que lo siguiente era esperar a que llegasen las «elegidas» por mi padre, así podría casarme y satisfacer los deseos de él, esperaba que hubiera al menos una con porte real, pero ¿En qué estaba pensando mi padre?—Si usted gusta, iré a ensillar al caballo para que dé un paseo— asent&i
—Aprendes rápido, debes elegir a la que parezca más callada, ellas son las que dan menos problemas— Eso lo dice por su última concubina, ella causó estragos en el palacio solo porque quería ser reconocida como principal.—Si son tranquilas, podemos manipularlas más fácil— Argumenté.—Si no obedecen un pequeño golpe bastará— rio ante su comentario.Él siempre había sido una persona muy dura, la única que podía calmarlo era mi madre, pero cuando ella murió, no llegué a ver a nadie lograrlo, ni siquiera el llanto de su hijo. Muchas veces, él podía llegar a ser un monstruo sin corazón.La hora en la que conocería a las «Candidatas a futura reina» estaba más y más próxima, no sabía cómo era su conducta, pero eso era lo menos importante ahora
• El •—¿Estás seguro de eso hijo?— preguntó mi padre algo asombrado.—Por supuesto que sí padre, es mi manera de afirmar mi poder en el reino— sonreí de lado.Estaba decidido, tomaría el camino largo y de esa manera, le demostraría a todos que no solo era un rostro bonito, sino, que era el futuro rey al que todos debían temer. Comenzaría domando a esa fiera, definitivamente la elegiría a ella, sería divertido ver cuánto es capaz de soportar hasta que aprenda a respetar.• Ella •Ellos ya estaban aquí, se notaba el ambiente serio que había, los oficiales se pusieron de pie frente a nosotras y el horrible heraldo, ese hombre sonreía de manera extraña.—Es hora de decirles quién va a ser la afortunada mujer que acompañará a mi amado hijo en el resto de su vida, y
No me sentía cómoda con lo que estaba por suceder, solo dos días, solo me dio dos días para estar con mi familia, debería pensar que fue muy considerado su majestad, ¿Cómo podría vivir en ese horrible lugar?—La elegida es la más bonita que ustedes pudieron traer a este mundo— musité con un gran pesar en mi corazón.Mis padres se veían bastante sorprendidos, en cambio yo… estaba completamente molesta, no quería dejar a mis padres ¿Volvería a verlos? Ser reina sería demasiada responsabilidad, pero no era lo más difícil, lo que me costaría más, mi más grande tortura ¡Era tener que soportarlo!—Entonces ¡¿Qué haces aquí?!— Me preguntó mi padre algo preocupado.—Vine a visitarlos antes de escapar del reino y unirme al reino vecino— d
• Ella •No había podido descansar lo suficiente, mi corazón no dejaba de doler por lo que estaba sucediendo, no tenía manera de escapar de esto, debía pensar en la forma de volver esto en una ventaja para todos, así, podremos derrocar a ese horrible ser humano.Había salido a caminar un poco, debía ver a los demás para darles la noticia, así, entre todos podríamos pensar en el plan perfecto, esa chica ¿Isabel? Estaba ahí, algo me decía que tendría la oportunidad de encontrarme con ella en el palacio, sería bueno hallar a alguien con la misma sed de justicia que la mía.—¡¿Serás la esposa del príncipe?!— exclamó nuestro líder.Asentí de manera tímida, me era realmente incómodo pensar que sería esposa de ese descerebrado.—Eso significa que ten
El rey, acostumbraba a llamarlos a todos de esa manera, era algo… despreciable, mi vida terminó siendo totalmente diferente de lo que había pensado, le lo que había soñado, de igual manera debía acostumbrarme en algún momento, pero ese momento, no había llegado aún.Compré un par de cosas en el mercado, quería ver a aquella familia que vi la última vez que estuve aquí, de esa manera, podría sentir que hice algo bueno antes de cambiar de vida, después de caminar un poco, los vi a la distancia, estaban casi en el mismo lugar.—Aquí tienen— dije extendiendo lo que había adquirido con una enorme sonrisa.—No… No es necesario, eso… sería una gran molestia para usted— dijo la señora un poco avergonzada.—No, no lo es, lo traje expresamente para ustedes, no tienen por qué preocupar