—Recuerde que estamos en época de guerra, «a pesar de ser una buena estrategia unir reinos, debemos conquistar en este momento» esas fueron las palabras de su padre— dijo el eunuco con suma tranquilidad.
Lo había olvidado, mi padre, él estaba en proceso de expansión, eso es lo que había querido desde que mi abuelo murió a manos del enemigo, desde entonces, un odio y desprecio tan profundos hacia los extranjeros se formó en su corazón. Primero caería muerto antes de permitir que extranjeros entrasen en son de paz.
Creía que lo siguiente era esperar a que llegasen las «elegidas» por mi padre, así podría casarme y satisfacer los deseos de él, esperaba que hubiera al menos una con porte real, pero ¿En qué estaba pensando mi padre?
—Si usted gusta, iré a ensillar al caballo para que dé un paseo— asentí.
—Usted es mi servidor más fiel, adelante— dije y después de hacer la reverencia salió del lugar.
Una de las cosas que más me tranquilizaba era salir a caballo, lo único malo…—¡Príncipe no vaya tan rápido!
Era que me seguían a todos lados, sé que temían por mi seguridad y más en esos momentos, pero era increíblemente molesto que lo hicieran. Ignoré sus comentarios y, aumente la velocidad, me gustaba sentir mi corazón acelerarse, creía que los mejores momentos eran en la guerra, como príncipe y futuro rey debía estar en cada una de ellas. Me agradaba hacerlo y escuchar los gritos de admiración de los plebeyos, me hacían sentir como lo que era, alguien sumamente superior a ellos.
—¡Por fin lo alcanzamos príncipe!— se bajaron algunos soldados de los caballos.
—¡Se supone que son guerreros! No deberían quedarse atrás ni un solo instante ¡Están siendo incompetentes! ¡Vuelvan al palacio y envíen a hombres capacitados!— Asintieron y volvieron al palacio.
Así era como se quitaban los estorbos. Debía irme pronto para que los demás no me molestaran, me subí nuevamente al caballo y me dirigí al bosque, era un lugar tranquilo y nadie me molestaba allí, recordaba que cuando mi madre vivía me traía a este tipo de lugares y jugábamos horas. Había hecho para mí un columpio que aún está allí, de entre todos los lugares ese era mi predilecto. Comencé a jugar en él, me hacía sentir tan feliz y tranquilo, nadie sabía de ese lugar, o eso era lo que pensaba hasta aquel entonces.
Aún se veía perfectamente la marca de nuestros nombres escritos, mi madre los había tallado, el de ella y el mío «¿Cómo fue que te fuiste tan rápido? Eras tan joven, teníamos tantos juegos por jugar y tantas cosas que aprender de ti, aún tengo los rollos de las historias que tanto te gustaba leer, los leo cada vez que te extraño»
Ya de regreso al palacio, me encontré con mi padre, estaba por los alrededores, de seguro algo le estaba preocupando, pero su semblante duro no lo deja ver muy bien, acostumbramos a hablarnos sin palabras, éramos tan parecidos que no las utilizábamos.—¿Te sientes feliz por elegir a tu reina?— preguntó en un tono desinteresado.
—Si usted lo está, padre, yo también lo estoy— respondí inclinando mi cabeza.
—He elegido a las hijas de los generales más respetados del pueblo, esta boda garantizará que todos te teman— una sonrisa de lado se asomó por su desgastada dentadura.
—Como usted dice, el pueblo temeroso, es un pueblo fiel, espero que haya una buena candidata— crucé mis brazos.
—Aprendes rápido, debes elegir a la que parezca más callada, ellas son las que dan menos problemas— Eso lo dice por su última concubina, ella causó estragos en el palacio solo porque quería ser reconocida como principal.—Si son tranquilas, podemos manipularlas más fácil— Argumenté.—Si no obedecen un pequeño golpe bastará— rio ante su comentario.Él siempre había sido una persona muy dura, la única que podía calmarlo era mi madre, pero cuando ella murió, no llegué a ver a nadie lograrlo, ni siquiera el llanto de su hijo. Muchas veces, él podía llegar a ser un monstruo sin corazón.La hora en la que conocería a las «Candidatas a futura reina» estaba más y más próxima, no sabía cómo era su conducta, pero eso era lo menos importante ahora
• El •—¿Estás seguro de eso hijo?— preguntó mi padre algo asombrado.—Por supuesto que sí padre, es mi manera de afirmar mi poder en el reino— sonreí de lado.Estaba decidido, tomaría el camino largo y de esa manera, le demostraría a todos que no solo era un rostro bonito, sino, que era el futuro rey al que todos debían temer. Comenzaría domando a esa fiera, definitivamente la elegiría a ella, sería divertido ver cuánto es capaz de soportar hasta que aprenda a respetar.• Ella •Ellos ya estaban aquí, se notaba el ambiente serio que había, los oficiales se pusieron de pie frente a nosotras y el horrible heraldo, ese hombre sonreía de manera extraña.—Es hora de decirles quién va a ser la afortunada mujer que acompañará a mi amado hijo en el resto de su vida, y
No me sentía cómoda con lo que estaba por suceder, solo dos días, solo me dio dos días para estar con mi familia, debería pensar que fue muy considerado su majestad, ¿Cómo podría vivir en ese horrible lugar?—La elegida es la más bonita que ustedes pudieron traer a este mundo— musité con un gran pesar en mi corazón.Mis padres se veían bastante sorprendidos, en cambio yo… estaba completamente molesta, no quería dejar a mis padres ¿Volvería a verlos? Ser reina sería demasiada responsabilidad, pero no era lo más difícil, lo que me costaría más, mi más grande tortura ¡Era tener que soportarlo!—Entonces ¡¿Qué haces aquí?!— Me preguntó mi padre algo preocupado.—Vine a visitarlos antes de escapar del reino y unirme al reino vecino— d
• Ella •No había podido descansar lo suficiente, mi corazón no dejaba de doler por lo que estaba sucediendo, no tenía manera de escapar de esto, debía pensar en la forma de volver esto en una ventaja para todos, así, podremos derrocar a ese horrible ser humano.Había salido a caminar un poco, debía ver a los demás para darles la noticia, así, entre todos podríamos pensar en el plan perfecto, esa chica ¿Isabel? Estaba ahí, algo me decía que tendría la oportunidad de encontrarme con ella en el palacio, sería bueno hallar a alguien con la misma sed de justicia que la mía.—¡¿Serás la esposa del príncipe?!— exclamó nuestro líder.Asentí de manera tímida, me era realmente incómodo pensar que sería esposa de ese descerebrado.—Eso significa que ten
El rey, acostumbraba a llamarlos a todos de esa manera, era algo… despreciable, mi vida terminó siendo totalmente diferente de lo que había pensado, le lo que había soñado, de igual manera debía acostumbrarme en algún momento, pero ese momento, no había llegado aún.Compré un par de cosas en el mercado, quería ver a aquella familia que vi la última vez que estuve aquí, de esa manera, podría sentir que hice algo bueno antes de cambiar de vida, después de caminar un poco, los vi a la distancia, estaban casi en el mismo lugar.—Aquí tienen— dije extendiendo lo que había adquirido con una enorme sonrisa.—No… No es necesario, eso… sería una gran molestia para usted— dijo la señora un poco avergonzada.—No, no lo es, lo traje expresamente para ustedes, no tienen por qué preocupar
• Él •¿Un hombre que acostumbraba a seguirla? ¿Quién estaría interesado en ella? De igual manera, eso justificaría el hecho que reaccionara así.—Sígame— Dije tomándola del brazo y llevándola aparte.La anciana que presenciaba la escena hizo una reverencia mientras me alejaba.—¿Es tu costumbre ayudar a ancianas en peligro?— pregunté mirándola fijamente.—Su majestad ¿Es su costumbre atropellarlas con caballos?— respondió con una leve sonrisa.¿Ahora quién se cree esta mujer? Quizá he sido muy blando con ella, pero me aseguraré que aprenda a respetarme, soy superior a ella ¿Acaso no lo entiende?—El hombre que la sigue… ¿Cómo es?— pregunté sin pensarlo.—Es alto, acuerpado… pero… no he
¡Es algo que detestaba de ese reino! Los «nobles» que realmente eran una bola de traidores detrás de su propio beneficio, trataban a los demás como animales, como si fuesen su chivo expiatorio, creían que eran una «raza superior» eso era ¡Completamente descabellado! Ni siquiera tienen habilidades superiores a los demás, incluso, eran completamente incapaces de valerse por ellos mismos, dependían de las personas que les ayudan.—Me siento agradecida, fue bueno que el príncipe te dejara pasar un poco más de tiempo con nuestros— dijo mi madre tomando una de mis manos.—Sí, es muy amable de su parte elegir a una extraña para gobernar, sin siquiera examinar sus cualidades, además de eso alejarla de su familia y llevarla como prisionera— desvié la mirada.Esto realmente no dejaba de molestarme, casarme con alguien que no amaba, con a
—Podríamos… enviar a uno que se haga pasar por traidor, uno que logre unirse al ejército enemigo sin levantar sospechas— planteé mientras pensaba en los siguientes movimientos.—Si vamos a salir a la guerra, sería apropiado que el príncipe se case antes, sabemos que el rey no tiene esposa y no planea conseguir una, pero… necesitamos a alguien que mantenga la unidad del reino mientras las cabezas están en guerra— manifestó uno de los capitanes.—¡¿Quieres que una mujer esté a la cabeza del reino?!— exclamó mi padre algo ¿molesto?—Si es así, debería ser alguien con gran carácter, tendríamos que enseñarle la manera de dirigirlo— sostuvo el capitán.—Mañana conocerán a la chica que he elegido. Quizá aprenda un poco rápido, tiene un car&aacut