La verdad lo que menos quería Maia era entablar contacto con aquellas personas que la habían detestado durante su larga adolescencia y principio de juventud. Un día se prometió que no volvería a caer en todos los errores que la llevaron hasta donde estaba hoy. Suspiró mientras analizaba la propuesta de trabajo de Josh. No estaba en sus planes volver a encontrase con el único muchacho que le había quitado el sueño... hasta aquel día en la que la desfloraron en el aula. Ese día supo que jamás iba a ser adecuada para ningún hombre...temía que un día la rechazaran por todo lo que había vivido. Además del otro asunto que debía explicar en algún momento. Por eso decidió que se quedaría sola, atendiendo solo a su mayor responsabilidad. Si bien Josh se había convertido en un hombre con todas las letras, estaba más guapo que nunca pu
Relator omniscienteLuego de aquel acontecimiento que le marcó la vida, Maia llegó a su casa callada, no quiso sentarse a cenar con su madre y su hermanito que tenía muchas cosas que contarle de su día. Dijo que le dolía mucho la cabeza y se encerró en su cuarto rememorando en todo momento lo que le había pasado. No entendía nada, ¿quién querría hacerle daño? Ella nunca se metió con nadie, es más, ni siquiera hablaba con nadie precisamente para evitar todo tipo de confrontaciones. Ni siquiera se atrevía a emitir opiniones contrarias en horario de clases para no tener que escuchar los insultos de los demás. Además del chico con el que tuvo un intento de relación durante el primer año con el único que había "intimado" de cerca fue con Josh aquel día en el que chocaron sin querer en el pasillo, él iba apresuradamente a e
El diario de Maia"El estúpido de Josh me encontró en el camino y me trajo a casa. No podía soportarlo, menos aún a la chica que llevaba a su lado. Me miraba como si yo estuviera envuelta en materia fecal. Debí mirarla de igual manera pero lo único que quería era llegar rápido a casa y estar con Michael. La próxima vez tomaré otro camino. No quiero volver a encontrarme con él fuera del trabajo. Me hace mal verlo. No sé si resistiré mucho más pasando tanto tiempo en el mismo espacio que él...es muy duro lo que me tocó, pareciera que el destino se apaña para que nos encontremos en todos los ámbitos. Debo olvidarme de lo que siento por Josh Nigel o sufriré siempre"Cuando Josh regresó luego de desligarse de la rubia de turno y quedó finalmente solo, le llegaron de repente los recuerdos que tenía ta
Relator omniscienteEl señor Nigel y Maia se encontraban finiquitando detalles del proyecto cuando entró Josh a dejar una documentación pendiente. Miró sorprendido pues no sabía que Maia trabajaba también con su padre. En un principio se había determinado que estaría bajo sus órdenes, su padre dijo que sería su asistente. Se sentía frustrado y lo dejó entrever cuando saludó fríamente.—¿Terminaste los informes que te pedí? —preguntó el padre a su hijo.—En realidad, estaba esperando a que la señorita Low me pasara el detalle.—Pues no debes esperar a que otra persona haga tu trabajo, Josh —le reclamóseriamente el señor Nigel.—Y tampoco puedes usar a mi personal a tus anchas, aún tenemos pendientes que terminar. Dijiste que trabajaríamos en el proyecto de la aceit
Cuando estuvo conforme con la imagen que le devolvía el espejo salió rápidamente del baño, pues ya había hecho esperar demasiado al señor Nigel. Hizo una zancada larga cuando sintió un golpe seco en el pecho. Sus anteojos volaron y sintió una mano que la sostenía alrededor de la cintura. Otra vez había chocado con el idiota de Josh. ¡Era un deja vu!.—¿Estás bien? —le preguntó éste, le pareció como si estuviera realmente preocupado. Su mirada era intensa, tenía un brillo inusual en sus oscuros ojos.Ella pensó que le hacía burla y no le contestó. Estaba muy enojada por la contrariedad. Se acomodó un poco la ropa sin percatarse que él aún la tenía enganchada en su brazo derecho y su pecho tocaba levemente su otro brazo. Estaban tan cerca que uno pudo escuchar la respiración del otro. Era com
Su madre estaba encantada. Nunca había estado en una mansión y mucho menos con una familia de tan alta escala. Pero le daba vergüenza no tener ropas adecuadas ni sabía como comportarse ante ellos.—No, mamá. ¡No iremos! ¡No podemos ir! —le decía exaltada —¿De quéhablaremos con ellos? No conoces a Lauren y tampoco a Josh...ellos pueden llegar a ser muy hirientes —prácticamente estaba en el llanto.—No me interesa lo que hagan unos mocosos igual que tú. Me gustaría conocer al mismo señor Nigel y si él nos invita pues, iremos —le dijo muy resuelta.Nada pudo hacer Maia para convencerla.Diario de Maia"No puedo creer que mi madre aceptara ir a comer con los Nigel, ¿que bicho le picó? Ojala pasara algo antes de ese día que evite encontrarme con esa gente insoportable. El único que val
El día previsto, llegaron en taxi Maia, su madre, Cris y Michael sumidos en un silencio incómodo, sin saber bien que les esperaba en una casa a la que no pertenecían. Los niños abrieron sus bocas y ojos en señal de asombro ante el imponente edificio que se alzaba frente a sus ojos y creía más a medida que se acercaban a la entrada El señor Nigel salió el mismo a recibirlos con mucha alegría, como si los esperara de hace tiempo., repartiendo sonrisas, abrazos y besos a todos los presentes Los llevó primeramente al salón de juegos que había en la casa. Allí había dispuesto de videojuegos para Cris, un juego inflable para el pequeño Michael y diversos juegos de mesa, billar y tiro al blanco para los demás. Obligó a Lauren y a Josh a estar dispuestos ese día. ¡Lauren traía una cara terrible! Tuvo que suspender una reunión con el grupo d
Maia se encargó de acostar a dormir a Michael. Josh le ofreció su cuarto porque su padre se lo había pedido. Era el cuarto más cercano al pasillo y evitaba que caminaran con el niño dormido en brazos hasta el otro extremo de la casa. Maia estaba un tanto cohibida al encontrarse en el cuarto de Josh. Todo allí gritaba que pertenecía a él, era tan masculina y avasallante como su presencia misma, el aroma de su perfume se difuminaba tenue en el ambiente, incluso en las sábanas de la gigantesca cama.Para que pudiera quedarse en una cama ajena a la suya y pudiera dormir, Maia tuvo que recostarse a su lado hasta que él se durmiera. En determinado momento Josh entró imprevistamente pues había olvidado que estaban en su cuarto, la vio dormida al lado del niño y tuvo un dejo de ternura. Se quedó observando a ambos por un buen rato y le pareció que había visto antes a es
ActualidadLa noche fue cerrándose y todo parecía andar bien, podía verse a Josh dando y devolviendo arrumacos con la rubia espectacular, lo mismo Lauren con un moreno gigante puro músculos. El único que sacó a bailar a Maia fue el señor Nigel que ya a esas horas estaba muy animado por todo lo que había bebido. Maia se puso roja pues en su vida había bailado, solo trató de seguirle el ritmo. Era inevitable que sus ojos volaran hacia el extremo en el que un apuesto Josh brillaba con su presencia, era tal cual lo recordaba en el instituto y no había perdido el encanto De repente se escuchó un bullicio en el salón principal y fueron a ver sorprendidos lo que acontecía. Rufus, el gran perro danés de la familia se había soltado y andaba haciendo de las suyas por todo el espacio, había derribado una mesa llena de copas de vidrios y salió despavorido a hacer