Maia se encargó de acostar a dormir a Michael. Josh le ofreció su cuarto porque su padre se lo había pedido. Era el cuarto más cercano al pasillo y evitaba que caminaran con el niño dormido en brazos hasta el otro extremo de la casa. Maia estaba un tanto cohibida al encontrarse en el cuarto de Josh. Todo allí gritaba que pertenecía a él, era tan masculina y avasallante como su presencia misma, el aroma de su perfume se difuminaba tenue en el ambiente, incluso en las sábanas de la gigantesca cama.
Para que pudiera quedarse en una cama ajena a la suya y pudiera dormir, Maia tuvo que recostarse a su lado hasta que él se durmiera. En determinado momento Josh entró imprevistamente pues había olvidado que estaban en su cuarto, la vio dormida al lado del niño y tuvo un dejo de ternura. Se quedó observando a ambos por un buen rato y le pareció que había visto antes a esActualidadLa noche fue cerrándose y todo parecía andar bien, podía verse a Josh dando y devolviendo arrumacos con la rubia espectacular, lo mismo Lauren con un moreno gigante puro músculos. El único que sacó a bailar a Maia fue el señor Nigel que ya a esas horas estaba muy animado por todo lo que había bebido. Maia se puso roja pues en su vida había bailado, solo trató de seguirle el ritmo. Era inevitable que sus ojos volaran hacia el extremo en el que un apuesto Josh brillaba con su presencia, era tal cual lo recordaba en el instituto y no había perdido el encanto De repente se escuchó un bullicio en el salón principal y fueron a ver sorprendidos lo que acontecía. Rufus, el gran perro danés de la familia se había soltado y andaba haciendo de las suyas por todo el espacio, había derribado una mesa llena de copas de vidrios y salió despavorido a hacer
El tiempo transcurría sin poder frenarlo. Maia se embebía cada vez más con las cuestiones relacionadas con la empresa y el señor Nigel insistía cada vez más que fueran a trabajar a casa pues se sentía muy cansado y solo ahí se relajaba. Un par de veces insinuó a que se mudaran a su casa. Maia no sabía que hacer, pues su secreto cada vez pesaba más, esos momentos en que trabajaba junto al señor Nigel constituían precioso tiempo que le quitaba para estar con Michael. Sentía que últimamente lo había visto muy poco y su corazón se arrugaba cuando pensaba en sus largas pestañas negras durmiendo cuando llegaba agotada de noche. Leah empezó a notar el cansancio en los ojos de su hija la que, antes orgullosa se erguía en todo su largo y mantenía la cabeza arriba pero últimamente algo pesaba en sus hombros y no sabía como ayudarla.
Unas semanas más tarde, mientras estaba organizando la agenda del resto de la semana de Josh, escuchó una voz que gritaba desde la entrada:—¡Miren nada más a quien tenemos aquí! —y se abalanzó hacia ella con los brazos abiertos. Maia quien estaba detrás de su escritorio se sorprendió mucho. Estaba frente a alguien de quien jamás esperó un recibimiento tal. Esquivó el supuesto abrazo dejándolo rígido.—Nada más y nada menos que a la nerd del instituto, Maia Low —dijo con una carcajada que hizo que todos se dieran vuelta a mirar. El desaire sufrido unos segundos antes lo tenía al borde de la furia.—Rick Summer, el muchacho más patético del instituto, creía que alguna de tus novias ya te había matado —le dijo ella con la boca torcida en un intento de sonrisa sarcástica. Continuaba sin mirarlo y ha
El señor Nigel estaba encantado con lo que se avecinaba, aunque sus hijos dejaron de dirigirle la palabra y amenazaron con irse de casa. El sabía que no podrían dejar de disfrutar de las comodidades de la mansión, los conocía muy bien y sabían que jamás se irían de su lado mientras él manejara el dinero de la familia. Se tomaba de la cabeza al pensar lo interesados que eran. Reconocía que había cometido muchos errores en su crianza pero era tiempo de corregir muchos de ellos, "y esta era la oportunidad", se alentaba a sí mismo.En tiempo récord dispuso una habitación especial para Michael, con una cuna celeste con dibujos infantiles fabulosa y la pared haciendo juego. Maia largó un par de lágrimas al ver como estaba dispuesto todo. Había bolsas con pañales y cómodas llenas de ropa nueva de la talla del niño. Era más de lo que hab&iac
Un día cualquiera apareció Rick muy animado exhibiendo unas invitaciones en la mano, abanicándolas en la cara de Josh. Estaban todos en la sala de recreación. Maia jugaba en un rincón con el niño mientras Josh estaba acostado en uno de los sofás tirando una pelota de tenis al aire. Lauren se quitó los auriculares con los que escuchaba música para prestar atención a lo que hablaban.—Tengo cuatro entradas para el encuentro de Instituciones —dijo animadamente el rubilingo. —Seguramente es la oportunidad de encontrarnos con los ex alumnos de Crison. Tengo un par de tetas con las que quisiera refregarme —dijo codeando a Josh...Este estaba somnoliento por lo que no prestó atención.—Yo quiero ir —dijo Lauren interesada, haciendo preguntas sobre cuando y donde sería.—Es en el Gran Auditorio. Vamos, preciosa —dijo guiñ&aac
En la fiesta tuvieron oportunidad de saludar a algunos de la camada que asistieron . Faltaron muchos y era entendible pues a estas alturas seguro tenían ya sus responsabilidades. Rick y Lauren salieron disparados a la pista de baile mientras el Dj ponía una loca música electrónica.Maia se quedo parada estrujándose los dedos nerviosa. No sabía a que había ido. Debió convencer al señor Nigel de que no era buena idea. Un sudor frío le corría por la espalda, no sabía que esperar de todos estos hijos mimados y ricos. Además, estaba el otro asunto que la tenia sin poder dormir. Se sentía exhibida como si tuviera la piel de cristal. Josh se había acercado a un grupo y se saludaban sonoramente. Cuando la reconocieron le hicieron un par de bromas y cuando éste se retiró alcanzó a escuchar "Si vino con la nerd, seguro se la come" y "seguro es flojita de piernas,
La muchacha vomitaba a un costado de la vereda mientras esperaban un taxi. Le pidió al chofer que esperara por Rick y Lauren pues tenía miedo que Maia vomitara en la limosina y su padre se enfadaría si se enteraba que había emborrachado a la chica. "Maldición, no imaginé que sería tan blanda", movía la cabeza tratando de despejar su mente y pensar con claridad. Tendría que hacer que Maia se recuperara antes de devolverla a casa. "sana y salva", le dijo el señor Nigel. Y aquí estaba, con los zapatos salpicados de vómito y limpiando con su pañuelo la boca de la muchacha ebria. Menuda tarea le encomendaron. Por fin llegó el vehículo y la ayudó a subir, como vio que ella temblaba le prestó su saco y se lo puso en los hombros. Ella iba asfixiada por el olor penetrante de su perfume. Abrió un poco la ventanilla para que le diera aire y poder recuperarse. Tení
—Cuéntame lo que sueñas —instóla mujer al muchacho sentado frente a ella obsrvándolo atentamente con sus ojos suspicaces.—Estoy en el agua y de repente ella aparece. Ambos estamos sumergidos y nuestra piel está con fuego, siento que se me desprende pero aun así trato de alcanzarla. Ella llora e intenta alejarse de mí —dijo él, tomándose la sien para tratar de recordar los detalles.—Cuando dices ella, ¿ quién es? ¿la conoces? —le pregunta la psicóloga.—Si, la conozco —le asegura él.—¿ Quién es?—Es una compañera del instituto en el que estudiaba.—¿La has vuelto a ver?—Si, ahora vive en mi casa. La historia es larga de contar...—¿Y por qué en tu sueño ella intenta escapar?Él se quedó mirando