Capítulo 116

Tenía que aceptar que me había casado con un hombre que no estaba del todo cuerdo. Era un hombre que, cuando menos lo pensaba, me salía con alguna sorpresa.

Me sentía contrariada y al mismo tiempo una parte de mí estaba emocionada.  

Mientras Adam me penetraba con fuerza y hacía que soltara jadeos, apretando con fuerza las sábanas blancas, me susurraba al oído todo el placer que sentiría si hiciera un trío con Francisco.  

—Imagínatelo, me la chuparías con tantas ganas porque puedes sentirlo a él darte duro, haciendo que te mojes toda.  

Adam me agarró con fuerza del cabello y pude sentir su aliento en mi nuca.

—¿Por qué finges que no quieres hacerlo? —preguntó en un gruñido—. Si eres tan sucia y pervertida, deja de fingir que eres una mujer puritana y correcta.

—Oh, Adam,

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo