queridos lectores: Haía publicado en mis redes sociales que este fin de semana sería el fin de esta historia, pero lo extenderé hasta fin de mes, agregando la segunda temporada que tenía planeada, así que serán más capítulos durante el mes de agosto. ¡No te lo pierdas!
GeorgeNew York, Estados Unidos.El desayuno con Billy fue incomodo, silencioso y demasiado cargado de tensión. Al parecer no fue una buena propuesta el quedarme en el sillón anoche, esta mañana había despertado a Elizabeth demasiado brusco, Victoria había bajado a la primera planta solo para presenciar nuestra discusión de que la niña no debía de dormir conmigo, me había dejado helado su comentario, ¿Acaso me ve como un maldito pervertido? Fue asqueroso su comentario pero tuve que callarme para no asustar a Victoria y a mi hija, ya estaba bastante asustada de la forma en la que la despertó. Victoria estuvo discutiendo con Billy en el jardín, miró de vez en cuando hacia la casa, sabía que estaría en la sala mirando a través del ventanal. Terminé la llamada con mi padre quien se había quedado inquieto, pero era por qué estaba conteniéndome de la ira, quería tomar a Victoria y a mi hija y largarnos de aquí cuanto antes. Victoria entró a la casa, dejando a Billy de pie en medio del jardí
GeorgeEstocolmo, Suecia.Ocho horas después, el avión privado estaba aterrizando en la pista privada de la ciudad de Estocolmo, un auto blindado estaba esperando por mí. Bajé los escalones despidiéndome de la azafata y el capitán, uno de los hombres de seguridad cargó mi pequeña maleta hacia la parte trasera del auto, me detuve para hacer una llamada a mi padre.— ¿George? ¿Todo bien? —sus preguntas alertadas me hicieron arrugar mi ceño.—Sí, todo bien, ¿Estabas dormido? —pregunté al escuchar su voz ronca, miré el reloj y ya eran las siete de la mañana.—Sí, hoy no he querido salir tan temprano de la cama. ¿Estás bien? —insistió.—Sí, acabo de llegar a Estocolmo, me estaré un mes, —me aclaré la garganta—Ya sabes, los negocios nunca acaban.—Puedo imaginarlo, ¿Desayunamos juntos? Tu madre se ha marchado a New York con los Shaw esta madrugada, con eso que ha adelantado la exposición de la nueva joyería, quiere asegurarse que todo quede bien.—Me imagino, por cierto, ¿Por qué no te has
GeorgeEstocolmo, SueciaHay muy buena pesca en muchos de los lagos alrededor de Estocolmo, uno de los mejores lugares para coger pescado es en pleno centro de Estocolmo, en el Stockholm Ström, el canal que conecta el lago Mälaren con el mar Baltico a la altura del Riksdagshuset y Slottet. Mi padre había comprado un bote, de esos que solo como máximo caben tres personas, se me hizo demasiado extraño de su parte, por ser un hombre con cuyo apellido podría comprar algo más cómodo, algo como un yate solo por gusto a ir a pescar, no, estábamos sentados los dos, de hombro a hombro sosteniendo nuestras cañas de pescar, mirando pacientemente en total silencio hacia el mar.— ¿Cuánto tiempo te queda? —preguntó rompiendo el silencio, arrugué mi ceño.—No lo sé cuándo se trata de pescar, lo sabes tú más que nada y siempre lo dices. —sonreí disimuladamente.—De vida. —mis ojos se abrieron de par en par, no pude retirar la mirada al mar, el latido de mi corazón se aceleró, miles de pensamientos
VictoriaNew York, Estados UnidosUna semana pasó desde que George se había marchado a Estocolmo para comenzar su tratamiento, no habíamos mensajeado, ni hablado por teléfono desde entonces. Las palabras de Billy aun resonaron cargadas de culpabilidad dentro de mi cabeza.— ¿No has ido a trabajar? —preguntó Elizabeth asomando su cabeza por la puerta de mi habitación.—Hola pequeña, sí, he llegado hace una hora. ¿Mine se ha marchado o espera abajo?—Se ha marchado a almorzar, regresa por la tarde para llevarme a ballet. —Mine era la nueva persona de seguridad que cuidaba de mi hija, se cercioraba de que llegara sana y salva a su escuela y de regreso a casa, había dado indicaciones muy estrictas George que con la seguridad de nosotras no iba a negociar. Elizabeth entró y lanzó a la alfombra la mochila que cargaba de la escuela, brincó a la cama y se acurrucó a mi lado, rodeándome con sus pequeñas manos. —Si sigues así, será más difícil salir. —dejé un beso contra su frente y luego suspi
George Estocolmo, Suecia.Dos semanas exactas desde que había regresado a Estocolmo a retomar el tratamiento de un mes, las ojeras debajo de mis ojos estaban remarcadas, señal de que no he podido dormir lo suficiente después de cada sesión. Llevé mi tenedor con comida a mi boca, no se me apetecía absolutamente nada, era un efecto secundario, pero tenía que comer, tenía que alimentarme aunque mi cuerpo lo expulsara.—Toma un poco de fruta. —Marie a mi lado me ofreció el plato, pero negué.—Ya fue suficiente. —expresé en un tono bajo.—No te has terminado el primer plato, si no lo retienes, la fruta sí.—Dije que no. —respondí empezando a irritarme.—Y yo dije que…—la interrumpí, lancé el plato por el aire de un manotazo, el ruido al romperse contra la pared hizo que mi hermana se encogiera de hombros.—Dije que no. —repetí esa palabras bastante enfadado. —No soy un niño, Marie. Sé qué debo comer pero…— ¡HAZ LO QUE QUIERAS! —me sorprendió su grito, se levantó y se acercó al plato
HilaryNew York, Estados Unidos.— ¿Ya confirmaste si va a venir George? No haré todo esto para nada, Hilary. —comentó Johanna impaciente.—Deja de ponerme inquieta, odio estar así antes de una exposición. —me crucé de brazos y me recargué en el respaldo de mi silla, estábamos en el jardín de la casa, miré el lugar pensando en por qué George aun no subía al maldito avión, tenía un hombre de seguridad en el aeropuerto para confirmar el viaje, Marie no había tomado mis mensajes en todas estas dos semanas a excepción de uno en el que le pregunté si vendría, necesitaba su confirmación pero solo contestó: “suerte, no iré, lo siento” y desde entonces es lo único que sé, ¿Desde cuándo no viene a este evento tan importante para la empresa? ¡Ella también es parte de esto! –Me pasé la mano por mi cuello para masajear el estrés que se empezó a acumular- solté un suspiró.—Por tu cara creo que esta vez no saldrán tus planes. —le lancé una mirada de molestia.—Deja de fastidiarme, Johanna.—Necesi
GeorgeEstocolmo, Suecia. Después de mi desayuno, me quedé en uno de los sillones de la sala de entretenimiento a esperar a nuestro padre, me recosté un momento cuando sentí que las fuerzas se desvanecieron poco a poco entrando en un breve sueño. El sueño era hermoso, nuestra Elizabeth había crecido, se había convertido en una hermosa mujer, fuerte, decidida, paseaba por las instalaciones de Diamond Group de la mano de un adolescente, tenía el cabello castaño, ojos cafés y una sonrisa encantadora, una gran pero familiar sonrisa, todo se volvió borroso al escuchar la voz de Victoria, luego risas, olas de mar a lo lejos, el parloteo de las gaviotas al volar por encima de nosotros, sentí la arena en mis pies, el sol contra mi piel provocando una calidez. Más risas, al abrir mis ojos, ahí estábamos. Yo en una silla playera, con sombrilla, mis pies siendo enterrados por un pequeño de cabello castaño, estaba concentrado en desaparecerlos, cuando levanté la mirada, Victoria y Elizabeth reía
GeorgeEstocolmo, Suecia. — ¿Cómo te sientes? —preguntó mi padre cuando tiró del pequeño banco para sentarse a mi lado, puso su mano en mi cabello y lo revolvió, un gesto que hacía cuando era un niño. Le sonreí débilmente cargado aun de bastante sueño, las pastillas me habían tranquilizado el dolor que estaba apareciendo.—Bien, —le contesté dando un apretón en su mano que descansaba en el brazo del sillón donde estaba yo sentado. — ¿Qué tal el viaje?—Bien, dejé indicaciones en la empresa, tu madre debe de enterarse en cualquier momento que he viajado. —arrugué mi ceño.— ¿Por qué no le has dicho que venías? ¿Todo bien? —él visiblemente se tensó.—Tu madre es otra, está insoportable, he dormido desde hace días en la habitación de huéspedes. Johanna está viviendo con su padre en nuestra mansión, me irrita la presencia de ellos, algo me dice que están abusando, pero hay algo detrás que no sé aún, estoy investigando.—Pero es culpa de mamá, algo debe de querer para involucrarse con los