Elizabeth WesternEstaba sentada en la orilla de la cama de la abuela, tenía en mis manos una de sus frazadas que tanto adoraba, las acaricié con la yema de mis dedos y recordé la primera vez que la trajo de su viaje de París, había dicho que, aunque no era una de sus ciudades favoritas, tenían buenas cosas y entre ellas, esas frazadas que solía cargar con ella en sus viajes. Cerré los ojos y las lágrimas se deslizaron, no había podido dormir desde esta madrugada. Los recuerdos me golpearon una y otra vez, hasta que me desbordé por completo. Tenía los sentimientos a flor de piel, no podía controlarme, caí de rodillas a lado de la cama y seguí llorando, me recordó cuando pasó lo de mi padre, sentí una mano acariciarme la espalda haciendo que me sobresaltara, era Ezra. "¿Qué era lo que estaba haciendo aquí?" Creo que ha leído mi mente por qué sonrió débilmente. —Tu mamá me ha permitido entrar a ver como estabas, me ha contado que no has salido desde hace un par de horas. Están preocupa
Elizabeth Western Funeral de Hilary Western Las palabras de Ezra habían tranquilizado a mi corazón, me recordaron aquellas palabras que mi padre me había dicho antes de morir: “La muerte es natural, hay que verla como una amiga” mientras que el maldito cáncer se lo estaba consumiendo. Cerré los ojos y pensé en lo hermosa que se veía la abuela, tenía su mejor vestido elegante que siempre decía que el día que muriese que la enterraran con esa ropa, Marie me había ayudado a pintarla y peinarla, ordenes que había dejado la abuela, no quería que nadie más excepto nosotras dos, tocara su cabello ni su rostro, y cumplimos con eso.—Descansa en paz, hija. —dijo el padre y así terminando la ceremonia con otras palabras que no había prestado atención. Sus cenizas se iban a quedar en el mausoleo de la familia Western que es donde estaban todos los difuntos de la familia Western, incluyendo mi padre, y ya había para el resto de nosotros, incluso, si me llegase a casar o a tener hijos, estaban l
Elizabeth Western**Diamond Western Group**Días después…—Tienes que entregarme lo que ha quedado pendiente, por favor. —le pedí a mi nueva asistente, la anterior había renunciado por alguna razón que todos desconocemos. Me llevé un poco de mi cabello detrás de la oreja cuando tenía mi mirada fija en las nuevas campañas del próximo mes, habían quedado fabulosas, impresionantes y estaba dedicado a mi abuela. “Ella estuviera en este momento muy emocionada” Tocaron a la puerta distrayéndome de mis pensamientos. —Adelante. —dije en un tono alto, la puerta se abrió y cuando levanté la mirada, era Ezra. Al cruzar nuestras miradas, apareció una sonrisa en mis labios y luego otra en los de él, cerró la puerta detrás de él al entrar.—No quiero interrumpir.—No interrumpes. —cerré la carpeta que tenía en mis manos y me levanté de manera torpe alisando mi falda. —¿Qué haces en la empresa?—Tu abuelo ha insistido que viniera por él para llevarlo al hospital, quiere ver en que puede ayudar para
Victoria WesternCasa Western-WardEstaba sentada mirando las últimas fotos que había tomado cuando vino Hilary a comer con nosotros, se veía tan bien, tranquila y sonriente. Ver a las personas que queremos marcharse, dolía, pero era un camino que todos tomaríamos un día. Solté un largo suspiro y entonces vi a mi pequeño espiando por la puerta. —¿No te he dicho que es de mala educación espiar a las personas? —él sonrió abriendo la puerta de par en par, pero sin cruzar el umbral.—¿Puedo pasar? Ha he terminado mis labores. —asentí lentamente y extendí la mano en el aire para que la tomara, y así fue, lo senté a mi lado y lo rodeé con mi brazo. —Extrañaré a la abuela, así como a papá. —Lo sé pequeño, pero ¿Qué es lo que debemos de hacer? —pregunté.—¿Dormir todo el día, encerrarnos en nuestra habitación y no comer lo suficiente bien? —su respuesta me sorprendió.—Claro que no, Georgy. —Es lo que hiciste cuando murió papá. —dijo sincero, su respuesta me había hecho reconocer que así f
Ezra Winter Estaba alistándome para ir por Elizabeth a comer, Jo estos días había estado tranquila, ayudando por primera vez en la casa, ayudando con las tareas a nuestra hija, incluso, no habíamos peleado. Estaba realmente impresionado que no haya salido con sus amenazas de que hiciera lo posible por mandarlas a Londres. El departamento que me había pedido para ellas dos había finalmente desistido. Esperaba que hubiera entendido que estaba dándoles más de lo que ella quería. Que valorara mi ayuda y que entendiera mi esperanza de que Alexandra estará bien una vez que entrará a tratamiento cuando el hospital fuese abierto. Ajusté mi corbata y acomodé después el saco de la manga. —Te ves como modelo de revista—escuché a mi espalda, me volví de medio perfil y le sonreí a mi hija, ella lució un poco más pálida que de costumbre y eso me alertó. —¿Qué pasa? ¿Te estás sintiendo mal?—me acerqué a ella para revisar su temperatura.—Estoy bien, papá. Sigue arreglándote. ¿A dónde la vas a llev
Elizabeth Western Me miré de reojo de nuevo en el espejo, estaba nerviosa por qué saldría a comer con Ezra, me vestí un poco menos formal que de costumbre, lo diría como lo hubiera dicho mi abuela más acorde a mi edad. Tenía puesto mis nuevos pantalones negros, unos que se ajustaban a mis caderas, una blusa de cuello alto blanca y unos zapatos de suela gruesa, podría decir que se veían muy rockeros. Hace mucho quería comprarlos pero no se por que creía que nunca podría usarlos, hoy era esa ocasión. Recogí mi cabello en una coleta alta y lo alisé. Me vi por última vez en el espejo antes de salir y tomar mi bolso. —¿Elizabeth?—preguntaron mi madre y Georgy sorprendidos a mí look. —Es ella, mamá. —solté una risita al escuchar a mi hermano. —Eres tú, Eli.—¿A poco si sorprendo con esta ropa?—pregunté y tomé un pedazo de fruta y me la comí. Estaban sentados en el comedor, al parecer mi madre estaba trabajando en su laptop y Georgy con tarea. Tenían en medio de la mesa unos platos de fru
Elizabeth Western Me debatí en sí bajar o llamar a Ezra para que él se fuese y no me esperara, ¿Como iba a bajar así? Que pena y mas con él. “Debí de usar aquel vestido negro y corto” estaba más presentable, cerré los ojos apenada, dejé caer mi frente contra el volante, di un respingo cuando escuché que tocaron mi ventanilla, cuando levanté la mirada, era Ezra con una gran sonrisa de oreja a oreja, me hizo señas de que bajara pero la pensé. —Dios, vamos Eli. —Bajé y él se inclinó en mi ventanilla.—¿Qué es lo qué pasa? ¿Estas bien? —preguntó.—No vengo acorde al lugar. —le señalé mi ropa, apenas podía verla.—¿Y que tiene?—sonrió, era muy atractivo cuando sonreía de esa manera.—Ezra, si quieres…–empecé a decir pero él me hizo señas de que me detuviera.—Ven, baja y comamos. —me guiñó el ojo y luego de debatirme unos momentos, asentí y bajé, cuando cerré la puerta y me volví a él, Ezra alzó sus cejas con sorpresa.—Estas espectacular, creo que el que no está acorde soy yo , —sonreí cu
Elizabeth Western El lugar era elegante una vez que entramos, me puse nerviosa pero Ezra se aferró a mi mano supuse que para mostrarme que no tenía por qué preocuparme. Mi corazón no dejó de latir apresuradamente cuando caminamos siguiendo a una de las mujeres que nos recibió, había notado como había arqueado una ceja al mirar mi ropa, pero intenté restarle importancia, “Elizabeth, tranquila, respira, solo es un restaurante y una comida” me retiró la silla para que tomara lugar, le agradecí y miré sutilmente a mi alrededor.—Céntrate en nosotros, solo eso. —dijo llamando mi atención. Sonrió. —Y claro, en la comida.