Ezra Winter Estaba alistándome para ir por Elizabeth a comer, Jo estos días había estado tranquila, ayudando por primera vez en la casa, ayudando con las tareas a nuestra hija, incluso, no habíamos peleado. Estaba realmente impresionado que no haya salido con sus amenazas de que hiciera lo posible por mandarlas a Londres. El departamento que me había pedido para ellas dos había finalmente desistido. Esperaba que hubiera entendido que estaba dándoles más de lo que ella quería. Que valorara mi ayuda y que entendiera mi esperanza de que Alexandra estará bien una vez que entrará a tratamiento cuando el hospital fuese abierto. Ajusté mi corbata y acomodé después el saco de la manga. —Te ves como modelo de revista—escuché a mi espalda, me volví de medio perfil y le sonreí a mi hija, ella lució un poco más pálida que de costumbre y eso me alertó. —¿Qué pasa? ¿Te estás sintiendo mal?—me acerqué a ella para revisar su temperatura.—Estoy bien, papá. Sigue arreglándote. ¿A dónde la vas a llev
Elizabeth Western Me miré de reojo de nuevo en el espejo, estaba nerviosa por qué saldría a comer con Ezra, me vestí un poco menos formal que de costumbre, lo diría como lo hubiera dicho mi abuela más acorde a mi edad. Tenía puesto mis nuevos pantalones negros, unos que se ajustaban a mis caderas, una blusa de cuello alto blanca y unos zapatos de suela gruesa, podría decir que se veían muy rockeros. Hace mucho quería comprarlos pero no se por que creía que nunca podría usarlos, hoy era esa ocasión. Recogí mi cabello en una coleta alta y lo alisé. Me vi por última vez en el espejo antes de salir y tomar mi bolso. —¿Elizabeth?—preguntaron mi madre y Georgy sorprendidos a mí look. —Es ella, mamá. —solté una risita al escuchar a mi hermano. —Eres tú, Eli.—¿A poco si sorprendo con esta ropa?—pregunté y tomé un pedazo de fruta y me la comí. Estaban sentados en el comedor, al parecer mi madre estaba trabajando en su laptop y Georgy con tarea. Tenían en medio de la mesa unos platos de fru
Elizabeth Western Me debatí en sí bajar o llamar a Ezra para que él se fuese y no me esperara, ¿Como iba a bajar así? Que pena y mas con él. “Debí de usar aquel vestido negro y corto” estaba más presentable, cerré los ojos apenada, dejé caer mi frente contra el volante, di un respingo cuando escuché que tocaron mi ventanilla, cuando levanté la mirada, era Ezra con una gran sonrisa de oreja a oreja, me hizo señas de que bajara pero la pensé. —Dios, vamos Eli. —Bajé y él se inclinó en mi ventanilla.—¿Qué es lo qué pasa? ¿Estas bien? —preguntó.—No vengo acorde al lugar. —le señalé mi ropa, apenas podía verla.—¿Y que tiene?—sonrió, era muy atractivo cuando sonreía de esa manera.—Ezra, si quieres…–empecé a decir pero él me hizo señas de que me detuviera.—Ven, baja y comamos. —me guiñó el ojo y luego de debatirme unos momentos, asentí y bajé, cuando cerré la puerta y me volví a él, Ezra alzó sus cejas con sorpresa.—Estas espectacular, creo que el que no está acorde soy yo , —sonreí cu
Elizabeth Western El lugar era elegante una vez que entramos, me puse nerviosa pero Ezra se aferró a mi mano supuse que para mostrarme que no tenía por qué preocuparme. Mi corazón no dejó de latir apresuradamente cuando caminamos siguiendo a una de las mujeres que nos recibió, había notado como había arqueado una ceja al mirar mi ropa, pero intenté restarle importancia, “Elizabeth, tranquila, respira, solo es un restaurante y una comida” me retiró la silla para que tomara lugar, le agradecí y miré sutilmente a mi alrededor.—Céntrate en nosotros, solo eso. —dijo llamando mi atención. Sonrió. —Y claro, en la comida.
Elizabeth Western Durante la comida conversamos de todo un poco, los nervios por estar con él a solas, comiendo en un lugar elegante, me había distraído, y bastante. Habíamos terminado nuestros platos fuertes, lo que seguía era el postre. Su celular sonó y noté tensión en su rostro. ―Voy a contestar, ¿No te importa?―negué rápidamente. ―Contesta, por favor. ―pensé en su hija, que sufría de Leucemia, estaba al tanto de todo. ―Dime, Jo. ―contestó, su rostro se transformó, se levantó de un movimiento haciendo que me alertara de inmediato. ―Voy para allá. ―y luego colgó. ― ¿Qué ha pasado?―él se pasó una mano por su rostro y me miró. ―Alexa, está camino al hospital. ¿Podemos posponer el postre? Tengo que ir de inmediato. ―Vamos, yo te llevo, no puedes manejar en ese estado.―él dudó.―Y no es pregunta, Ezra. ―él asintió preocupado, luego fue a pagar y salimos del restaurante. Me dio las indicaciones de donde estaría, llamó por su celular y preguntó por el estado de su hija, estaba asust
Johanna ShawNo me podía creer de lo que me estaba enterando, «Ezra y la hija de George y Victoria Western» ¿Qué mi karma no ha terminado aún? Tenía una ira corriendo por debajo de mi piel, solo quería ir sobre ella y golpearla, gritarle que se alejara de Ezra, que él era mío y nada más mío, ¿Qué le pudo ver a la mocosa? ¡Apenas debió de haber cumplido la mayoría de edad!—¿Yo? ¿Hacerle daño? Pienso que a alguien no le han contado la verdadera historia. —Eso crees, sé todo. —Les pido por favor que respeten el lugar, no está permitido este tipo de escenas. —dijo una enfermera a lado de la pelirroja Western. —Gracias. —dijo ella a la mujer, luego miré a Ezra y me solté de su agarre. —No te voy a permitir que te acerques a mi hija mientras estés con ella. —le escupí en su dirección y luego miré a la mocosa. —Así que ya sabes qué hacer si quieres que…—Ezra me tomó del brazo y tiró de mí para alejarnos.—No vas a prohibirme nada, ni con quien puedo andar. —salimos del hospital y me sol
Elizabeth Western Tenía un momento en que Johanna había escupido esas palabras cuando Ezra se acercó a toda prisa a mí preocupado por lo que pudo haberme dicho. —¿Qué te ha dicho? ¿Te ha faltado al respeto? —negué, no quería ahora yo preocuparlo con las patadas de ahogada que Johanna estaba dando para no perder al padre de su hija. —Estoy bien, ¿Por qué no vas a ver a tu hija a ver si está bien? —Sí, ¿Quieres esperar aquí? Regresaré cuanto antes… —Creo que debería irme, tienes que concentrarte en tu hija. —él arrugó su ceño. —Lo hago, ¿Te quieres ir realmente? —preguntó suavizando su mirada. —No le hagas caso a Jo, es buena manipuladora, pero no pienso caer y espero que tú menos. —Estoy más preocupada por tu hija, quiero que estés con ella sin que tengas ese pendiente de que tienes que verme a mí también, mejor esperaré en casa, te estaré llamando y así me cuentas como va evolucionando. —¿Segura? —preguntó dudoso de que fuese a ceder a lo que Johanna me hubiese dicho. —Segu
Ezra WinterEstaba sentado en el sillón que estaba dentro de la habitación donde habían trasladado a Alexa gracias a Victoria Western, me había llamado y me informó del cambio y que el mejor doctor estaría revisando a mi hija, que cualquier gasto, ella corría con ello, aunque insistí que no, ya estaba dicho, pero eso no lo sabría Jo. Ya tenía bastante con la discusión de hace rato. —Ella va a estar bien, —dijo acercándose a mí, luego se sentó sobre sus talones dejando sus manos en mis rodillas, visiblemente me tensé, este tipo de maniobra no me gustaba de parte de ella. Me moví para que ella dejara de tocarme, así que mejor decidí ponerme de pie. — ¿Por qué te levantas? Nunca te habías alejado cuando me acercaba a ti. —comencé a caminar del otro lado de la habitación poniendo distancia, así que me centré en Alexandra que estaba totalmente dormida. —Ezra, por favor.—No voy a empezar otra de tantas discusiones que sacas solo para alterarme, Jo. —susurré.—Es hora de que tus padres sep