Time Lapse
Había pasado un año.
Doce lunas llenas desde aquella partida en silencio. Desde aquel cierre de puertas y almas rotas que necesitaban sanar lejos del ruido, lejos del dolor, lejos de ellos.
Pero hoy… las chicas estaban de vuelta.
Sofía, Rocío e Isabella descendían del auto como si el suelo que pisaban ya no fuera el mismo. Y no lo era. Ellas tampoco lo eran.
Más fuertes.
Más sabias.
Más dueñas de sí mismas.
La empresa
NarradorLas puertas del edificio se abrieron con un leve suspiro metálico.Las tres cruzaron al mismo tiempo, como si hubieran ensayado cada paso.El murmullo fue inmediato.—¿Son ellas?—Volvieron…—Mira cómo caminan…—¿Vieron a Sofía? Está… distinta.—Esa es Rocío. ¡Está preciosa!Nada de eso importaba.Las chicas caminaban juntas, sincronizadas, vestidas con elegancia y sin una sola duda en sus ojos.
La reunión había sido un éxito.Durante horas, se revisaron los avances en la comunicación con la manada de Rafaella y cómo muchos de los cambios impulsados por ellos en el pasado habían sido adoptados en la Red Stone. El impacto era evidente: los programas de ayudantía a omegas y lobos huérfanos habían florecido, estableciendo hogares cuidadores con familias que firmaban contratos de apoyo económico, a cambio de que los niños asistieran a chequeos médicos quincenales, garantizando su salud y bienestar.Se implementaron becas para estudiantes de excelencia, sin importar su linaje —porque el conocimiento, al fin, era valorado por mérito—. También se premiaba el esfuerzo de los huérfanos que completaban sus estudios con &
Isabella seguía corriendo, llorando sin poder detenerse. Todo estaba mal. Había guardado secretos que la hacían vulnerable, y ahora, sus amigas, su hermano, y hasta esos trillizos lo sabían. Las lágrimas brotaban sin control de sus ojos. ¿Cómo habían llegado a este punto?Dejó de correr cerca de la carretera. Unos mendigos estaban sentados en la vereda, y al pasar junto a ellos, su cuerpo empezó a tensarse. Se sintió perseguida.—¿Isabella? —preguntó una voz conocida.Era uno de los amigos de Adán. Uno de esos malditos de aquella noche fatídica. Al verlo, Isabella comenzó a hiperventilar. Quiso correr, pero se torció el pie. El desgraciado aprovechó el momento, la tomó del brazo y la arrastró a un pasaje oscuro. La lanzó contra la pared, sujetándola con fuerza.—Esa noche vi tu cuerpo, Isabella —susurró con asco—. Me gustó escucharte gritar. No alcancé a tomarte entonces, pero esta noche lo haré.La puso de espaldas contra el muro. Isabella apenas podía respirar. El llanto sacudía su
Desde el punto de vista de IsabellaYa entrada la noche, después de compartir toda la información con el equipo, se dirigieron al hotel de la empresa, donde ya había habitaciones reservadas para todos.Sofía lanzó una mirada traviesa a los chicos, con esa sonrisa que solo ella podía hacer cuando algo se le cruzaba por la mente. Las chicas estaban agotadas, pero sabían que esta etapa era solo el inicio de lo que vendría. Tendrían dos horas y media para descansar y prepararse antes de la recepción. Una a una, las habitaciones se fueron cerrando tras ellos.Isabella estaba entrando a la suya cuando lo sinti&oacut
En un mundo donde los hombres lobos existen, y la Diosa Selene, los protege, también podemos ver clases sociales, estás se dividen de la siguiente manera:Alfa: El líder de la manada, fuerte, guerrero, inteligente y capaz. Vigila que la manada se mantenga segura, además de trabajar en las empresas para asegurar la economía de la manada.Luna: La compañera y pareja del Alfa. Una vez que el Alfa la marca / se casa con ella (lo que suceda primero), se convierte en la Luna y dirige la manada junto a él. Además de trabajar en la manada y manejar la economía.Beta: El segundo al mando. En ausencia del Alfa, el Beta reemplazará al Alfa, se encargará de que todo funcione correctamente. Suele ser la persona de mayor confianza del Alfa. Además de ser el consejero y verificar que la economía de la manada funcione correctamente Gamma: El tercero en la jerarquía, generalmente es el que se encarga de la comunicación entre el mundo humano y los hombres lobos, además de desarrollar la información y p
Capítulo 1: El Día de Mi Transformación Hoy cumplo 18 años. Al fin conoceré a mi mate, mi predestinado, esa persona que me amará tal como soy y que me protegerá. No puedo describir lo feliz y ansiosa que me siento. Mis padres me apuran para que baje a desayunar. Ambos son Omegas, como yo.—¡Rocío, baja ya! —me llama mi madre desde la cocina.Ella trabaja como jefa de cocina en la casa de la manada, donde viven el Alfa, su familia y su sequito y sus mates.El resto de nosotros vivimos en pequeñas casas, en sectores como si fueran poblaciones, pero cada una es independiente y tiene un patio amplio para que podamos transformarnos sin destrozarlas.Sí, leyeron bien: transformarnos. Somos una manada de hombres lobo, como en los libros de ciencia ficción.Nuestra manada, Nova Luna, es pequeña en comparación con otras, pero somos autosuficientes. Tenemos un supermercado, colegio, instituto, nos dedicamos en gran parte a la exportación de alimentos agrícolas, eso genera trabajo tanto para hum
Capítulo 2: Raíces y Aspiraciones Soy Max Roberts, futuro Alfa de la manada Nova Luna, actualmente estoy en Australia, extraño a mis padres, el Alfa Antonio y la Luna Graciela Roberts, (En la manada solo se usa el apellido del padre, y cuando se casan, las mujeres adoptan el apellido de su esposo).Tengo una hermana de 16 años. Es bastante malcriada y egoísta, pero la adoramos; no es mala, solo inmadura. Mi madre dice que últimamente ha cambiado, que está más enfocada en sus estudios y evita mencionar que es hija del Alfa para que no atribuyan sus logros a su apellido. Eso me llena de orgullo.Jason, mi mejor amigo, será mi Beta cuando él reemplace a su padre, el actual Beta Charles. Crecimos juntos, y fue lógico que lo eligiera.Sé que suena egoísta, pero nunca consideré a nadie más. Siempre hemos compartido todo y peleado de igual a igual, lo cual fue un reto para mí al momento de competir.Recuerdo que cuando estaba en el instituto y tenía 15 años, al ser hijo del alfa todos quería
Punto de vista Rocío Estoy lista. Mi madre me compró un vestido sencillo, pero hermoso. Aunque soy bajita, mido 1.60 y peso alrededor de 53 kilos, mi hermano siempre bromea diciendo que todo lo llevo en la delantera “-Ja, ja, ja—, hoy no me ha llamado, pero tal vez es porque aquí no tenemos señal.” Me encantaría que estuviera aquí. Mis padres, con tanto cariño, me van a causar diabetes.Ojalá algún día tenga algo así con mi mate, aunque le diré que no sea tan intenso como ellos.—“¡Dios mío, qué empalagosos!”— les digo, mientras van abrazados y se besan.Nos dirigimos al bosque, y me encuentro con mi mejor amiga, Sofía. Siempre está ahí para mí, es la nieta de mi jefe, y los fines de semana trabajamos juntas.Las dos estamos enamoradas de los “chicos guapos” que están en Australia, tan simpáticos y… ¡uff! Guapísimos. Sofía aún no ha encontrado a su mate, obvio aún no cambia. Cumple años el 24 de febrero, y hoy es 5 de enero. “¡Falta poquito!”—Te traje un chocolate —me dice, con una