Adalia caminó hacia Hillary entre temblores, mordió sus labios, sintiendo como la culpa la sofocaba, se sentía asquerosa, quería deshacerse de su propia piel; se sintió ajena a sí misma, como si quien había aceptado a que Dominick la hiciera suya, no hubiese sido ella, sino otra persona que había poseía su cuerpo, pero sabía que esa excusa no era suficiente, sabía que ella, sin pensar en absolutamente nada, había aceptado que Dominick la tomara, y por aquella razón, su cabeza la fustigaba sin alguna piedad. "Eres una zorra" "Dejaste que te follara, no una, dos veces; como una zorra" "Derek algún día se va a enterar y terminará masacrándote a golpes, te lo mereces", intentaba ponerle caso nulo a aquellos pensamientos, pero el peso de estos, era realmente intenso.

Los brazos de Hillary, lleno de moretones, fueron muy familiares para Adalia, que se había encontrado en aquella situación muchas más veces de las que le gustaría contar. Fue tragándose la culpa, e ignorando aquellos pensamien