La situación se había vuelto insostenible, y muy a pesar de las objeciones de Javier para que lo hicieran, asegurando que Robert aparcería de un momento a otro, y ante la prolongada ausencia y falta de noticias de ambos duques, la casa real se había visto obligada a reportarlos como desparecidos. Y cuando habían ingresado a la mansión al no recibir respuesta ni noticia de nadie en su interior encontrando aquella escena macabra, el infierno se había desatado. Aquello había sido una noticia nacional. Todo el país alterado por la noticia.
Todas las agencias de inteligencia buscándolos por cielo, mal y tierra. Pero ni un susurro con respecto a sus paraderos. Y Gabriel estuvo más que seguro que no encontrarían una sola pista al respecto porque no estaban buscando en el sitio correcto, ya que los duques no habían sido secuestrados por ninguna célula terrorista, sino, que había sidCuando Pamela les conto sobre el nuevo hallazgo con relación a el paradero de Layla, todos se encontraron conteniendo el aliento en espera de la oportunidad de conseguirlo. Pero una verdad insidiosa se abrió paso a través de Marcus.Aunque la rescataran, si no tenían pruebas irrefutables ante el mundo de lo que el duque había hecho, se encontrarían parados justo donde se encontraban al inicio. Ya que bien podrían haber destruido el imperio del duque, pero Layla continuaría siendo suya. Y aunque esto no apareciera en el plan original, el liberarla de él se había vuelto parte imprescindible de su plan para considerar que su triunfo estaba completo a pesar de todas las pérdidas que habían sufrido.Debían buscar la manera de exponer al duque más allá de cualquier duda. Pero su credibilidad y la de los que lo acompañaban era cuando menos cuestionable… si quer&i
Javier había transferido todo su dinero disponible a cuentas en el extranjero. Robert había perdido completamente la cabeza dejando de importarle reconstruir su imperio centrándose en un irrefrenable deseo de venganza que amenazaba con consumirlo. El buscaba venganza contra su enemigos y los aliados de su esposa que la habían ayudado a destruirlo, que lo habían humillado y puesto en ridículo ante todo el mundo. La ira contra ellos y contra todos los que lo habían abandonado lo cegaba. No le permitían ver lo que tenía frente a él, los errores que estaba cometiendo.Javier le había rogado que regresara, que hiciera acto de presencia y se fingiera consternado por la desaparición de su esposa, pero este no lo había escuchado. Lo había ignorado como siempre. Y ahora que la noticia de su desaparición era trasmitida a nivel internacional era demasiado tarde para echarse atrá
Llegados a cierto punto luchar ya no servía de nada, pelear era inútil y lo único que obtenía a cambio era quedar cada vez más agotada. Si aquel era su momento no servía de nada resistirse… no tenía sentido… y el hacerlo solo lo volvía más doloroso de lo necesario. Así que ahí… tirada en el suelo cubierto de vidrios que se le clavaban en cada parte del cuerpo dejo de pelear. Se rindió. Y se quedó ahí completamente inmóvil esperando que el destino viniera a reclamar su miserable e insignificante vida. *****Diana y Amshel lideraban la misión. Eran el grupo alfa y beta como siempre. Solo que en esta ocasión habían dejado detrás un tercer grupo para proteger a la prensa y asegurarse de que nadie escapara.Estaban decididos, y una fuerte convicción impulsa sus pasos, pero si eran completamente sinceros, un
Su equipo se había separado del de Diana y el de Marcus hacía ya rato. Algo normal en medio de la batalla, ya que por muy idílica que la pintaran en los programas de la televisión y en las películas. Después de que esta comenzaba por lo general todo se sumía en el más absoluto caos, y mantener ordenadas y bien agrupadas sus filas era una tarea por demás imposible, que en la mayoría de los casos no valía el esfuerzo que requería hacerlo.Él luchaba fieramente contra sus oponentes dirigiendo a los agentes que tenía a su cargo. Y por mucho que lo intentara le era muy difícil evitar que su mente divagara tratando de adivinar en donde se encontraría Diana en ese preciso instante. Si se encontraría bien. Si la había alcanzado algún enemigo formidable. Si se habría topado con Vastian… Y rogaba que fuera uno de esos días que por mucho
Robert había llamado a Vastian en el mismo segundo que escucho el sonido de las armas ser disparadas, pero este no le había contestado. Así que se había visto obligado a tomar sus propias armas con la intención de defenderse, y sabiendo de sobra quienes eran los únicos capaces de cometer la osadía de molestarlo en su propio territorio abrió la puerta antes de que llegaran hasta él, y se dispuso a buscar la forma de salir de aquel lugar antes de que le pusieran las manos encima. Sobre todo porque Layla ya debería estar muriendo para esos momentos y no le serviría ni para escudo humano.Así que se dispuso a salir de ahí por los medios que fueran necesarios. Sin ninguno de sus inútiles e inservibles hombres defendiéndolo, ya que habían desaparecido en cuanto había comenzado el tiroteo al igual que el infeliz de Vastian. Ya los haría pagar por haberlo abando
Tirada en el suelo sentía como la vida se le escapaba lentamente, como si una bruma dulce y densa le cubriera todos los sentidos acunándola en una nube de resignación y abandono. El dolor era ahora algo un tanto lejano, la tibieza de su sangre debajo de su cuerpo le brindaba cierto alivio. Pero cuando escucho a lo lejos el disturbio fuera de la puerta, la recorrió un estremecimiento al penar que Robert podría venir de regreso a continuar burlando de ella, aunque la certeza de que no había mucho más que pudiera hacerle, no al menos que pudiera realmente hacerle daño, algo se aflojo en su interior. Como si se encontrara más allá de cualquier daño. Como si por primera vez en su vida fuera libre realmente. Y eso… eso la lleno de una satisfacción que no había conocido antes. Pues supo en lo más profundo de su ser que ya nunca nadie más podría hacerle daño.
Todos se colocaron en un lugar seguro para protegerse cuando finalmente detonaron los explosivos alrededor de la puerta. Esta cayó al suelo con un gran estruendo. El sonido reverberando hasta lo profundo de los huesos. Y cuando sucedió todos los que no estaban ocupados vigilando que los hombres de Robert no hicieran nada estúpido, se dirigieron de inmediato a la puerta alumbrando el interior, pero la polución provocada por el polvo era demasiado densa como para dejar ver más allá de un fondo blanco y negro en el umbral.La impaciencia exigiéndole a Marcus que se apresurara, que no perdiera más tiempo. Pero sabía lo que debía hacer, los procedimientos a seguir para mantener a todos seguros, obligándose a hacerlo aunque su sangre rugiera por mandar todas esas banalidades al demonio. Pero no podían arriesgarse a que todo fuera una trampa.Cuando se acercaron mas al portal de la pue
La ira y la frustración de Marcus eran palpables, y la tensión del ambiente tan densa que podía cortarse con un cuchillo. Había sido todo un esfuerzo no ir junto a Layla para asegurarse de que se encontraba bien. Pero había enviado a uno de los equipos de confianza de Diana para asegurarse de esa tarea, por no hablar de que Giovanni monitoreaba toda la situación de manera remota, y sabía que los informaría de cualquier cosa que necesitaran saber.Pero el dejar el destino de una de las personas más importantes de su vida en las manos de alguien más, iba en contra de la naturaleza de Marcus. Aunque el saber la importancia de la tarea que tenían entre manos, y su deseo de justicia eran lo único que le permitían apegarse al plan y no mandar nuevamente todo al diablo.Podía ver la mirada de Diana que le advertía que no volviera a perder el control nuevamente y desviars