¿Ya sabes quién fue?

Katya se mordió el labio, intentando contener una sonrisa de tonta enamorada.

– ¿Podemos sentarnos, por favor? –Pidió Katya–. Me están matando las piernas.

Egan estuvo de acuerdo, y con extrema rapidez llevó a Katya hasta una banca cercana. Allí él le sonrió, preguntándole si así estaba mejor. Estuvieron un rato en silencio, viendo las personas pasar y disfrutando de ese día no tan nublado como los anteriores.

– ¿Por qué no tienes una cuenta de banco, Katya? –Preguntó Egan de pronto, continuando con la conversación que habían dejado a medias hace unos días.

Katya se encogió de hombros.

– Nunca la necesité, para empezar. Mientras estudiaba en la universidad, seguía viviendo con mi madre. Ella me mantenía mientras estuviese estudiando, y cuando tenía vacaciones o descansos extensos, buscaba empleos con personas de confianza. Usualmente me pagaban en efectivo porque no era tanto dinero –le respondió a Egan–. Después, cuando me gradué, Ivan y yo decidimos irnos de una vez, empezar desde c
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App