El rostro de Debora, se horrorizó; ver a aquel hombre con arma en mano la dejó en shock. Ese hombre tenía un rostro lleno de furia, sus ojos estaban rojos y su pulso temblaba como maracas. Mientras tanto, Jarli estaba sin expresión en su rostro, pero sus labios estaban tan blanco como las hojas de un papel, en ese instante Debora no sabía que estaba sucediendo, lo único que hizo fue situarse en la mitad del hombre y exclamar por la vida de Jarli.-¡Señor no sé qué está pasando, pero por favor déjelo en paz!-Su dulce y tierna mirada ni fueron suficientes para cambiar tu opinión; el hombre estaba decidido, quería matarlo a como diera lugar, y vengar la muerte de su hija.-¡Ese hombre que está allí, no merece vivir, merece ser descuartizado y lanzado al fuego!-dijo el hombre con la mirada desquiciada.-¡Debora apártate!-dijo su madre en un grito desesperado.-¡No lo haré, si él quiere matar a alguien, que lo haga!-Debora se acercó más al hombre hasta pegar su frente, justo en la boquill
-Necesito que firmes rápido-exige Tayyar sin dudar en sus palabras.Jarli tomó el bolígrafo, y con sus manos temblorosas firmó.Su mirada se veía perdida, se vio forzado a firmar ese papel.Debora por su parte, tomó el bolígrafo, y firmó.-Listo señor, ya tengo todas las firmas-el abogado miró a Debora y a Jarli con una ligera sonrisa-Oficialmente están casados-anunció mientras cierra los documentos de un breve portazo.-Muchas gracias-dijo Tayyar para después acompañar al hombre a la puerta.Al día siguiente…-Jarli Ross, ¿Acepta usted como esposa a la señorita Debora Lember?-Preguntó el casamentero.Los ojos de Jarli, se desplazaron hacia el rostro de Debora, ella no estaba gustosa de todo este juego, sus ojos tenían un cansancio evidente. A pesar de que Debora hacía todo por complacerlo y verlo feliz, él no lo veía suficiente.Tomó una bocanada de aire, y con palabras frías respondió.-Acepto…El padre prosiguió a preguntarle a Debora, a lo que ella sin pensarlo también aceptó.-Si
El rostro de Jarli se tensó al escuchar esa tenebrosa voz. Giró levemente la cabeza en dirección a su suegro, quien tenía una pequeña sonrisa en el rostro."¡Jarli Ross, a mi oficina!" gritó nuevamente, esta vez con un rugido.Jarli caminó lentamente hacia la oficina de su suegro, cada paso le costaba. Todo su cuerpo le dolía.Una vez dentro de la oficina de su suegro, este le ordenó que se sentara de inmediato."La situación es simple, oficialmente eres el esposo de mi hija y, por lo tanto, empezarás a trabajar conmigo. A partir de ahora, serás responsable de organizar mi empresa de autos."Jarli negó con la cabeza un par de veces, insatisfecho. Nunca había trabajado como asesor; su experiencia era en el reparto de drogas y como fletero."No sé nada sobre asesorías, señor. Preferiría hacer otra cosa", dijo Jarli.Su suegro se levantó de la silla mientras tarareaba una canción, casi como burlándose."¿Qué sabes hacer?" preguntó Tayyar con las cejas fruncidas.Jarli guardó silencio por
Jarli salió corriendo como pudo, su corazón latía fuertemente como un carnaval de emociones. Se sentía agobiado al pensar que algo podría pasarle a su hermano.En el camino se encontró con uno de los gemelos. El chico trató de ser amable extendiendo su mano para saludar, pero Jarli la apartó de un manotazo, y continuó a toda prisa hacia su hermano. Cuando finalmente llegó, vio a su hermano convulsionando. De inmediato, sus manos se pusieron frías como la Antártida y las palabras no podían salir de su boca. Quedó pasmado, mirando la escena catastrófica como un árbol de coco.“¿Qué le pasa a Javier?” preguntó Débora acercándose a su padre.Tayyar estaba atendiendo a Javier, brindándole los primeros auxilios.“Está teniendo una crisis convulsiva, hija, llama al doctor”.Jarli enroscó los puños y se acercó brevemente a su suegro, tomándolo del cuello de la camisa, y con voz gruesa y una mirada aterradora expresó estas frías palabras.“¡Tú lo hiciste, te voy a matar!”Sus ojos estaban deso
Debora llegó a la sala encontrándose con una sonrisa en el rostro de su esposo, todo acá parecía estar bien. — 'Debora', dijo Damla con una sonrisa.Debora no se inmutó en saludar, más sin embargo solo le devolvió la sonrisa. — 'Damla, ¿A qué hora llegaste?', cuestionó. — 'En realidad llegué hace poco, pero este chico guapo me recibió', Damla miró a Jarli con picardía.Debora soltó un suspiro y se acercó a la chica. — 'Ese chico guapo, es mi esposo', abrió sus ojos de forma amenazadora.La chica se sobresaltó de la impresión y de inmediato se disculpó. — 'Lo siento Debora, no pensé que él era tu esposo. De verdad lo siento', la chica bajó su rostro disculpándose, pero Jarli colocó una de sus manos sobre el hombro de Debora. — 'Amor, ¿Podemos ir afuera?', Debora cerró sus ojos, se sentía disgustada, pero aún así aceptó. — 'Está bien, vamos afuera esposo.'Estando afuera en el jardín, Debora notaba la tensión en el rostro de su esposo. — 'Necesito que salgamos de esta casa.' — '
- 'Hermana, ya has terminado, estoy jugando una partida con mis amigos', avisó Noah viendo la estricta situación.Debora tragó horrible, sabiendo que su esposo había arrojado el teléfono al agua.- 'Hermano, lo siento mucho, el teléfono se me cayó al agua'.Noah quedó asombrado y llevó sus manos hasta su cabeza.- '¿Qué acabas de decir, hermana?'.Noah se lanzó a la piscina y nadó hasta lo profundo para encontrar su teléfono.- 'Jarli, ¿mira lo que acabas de hacer?', dijo Debora casi a regañadientes. A Jarli le importó un comino y siguió haciendo lo suyo; estar enojado.Noah salió con su teléfono en mano, no estaba molesto, solo un poco preocupado porque había perdido la partida.- '¡Oh no!', gritó el chico casi al borde de un colapso.Debora se acercó hasta su hermano y preguntó.- '¿Está bien tu teléfono?', cuestionó preocupada.Su hermano asintió.- 'Sí, en realidad el teléfono está adaptado al agua, es solo que perdí la partida, y créeme, aposté un montón de dinero'. Debora soltó
Debora se desvistió, se veía tierna.—Ven—ordenó Jarli con una voz ronca.Debora se acercó hasta él, y se subió encima de su regazo. Podía sentir lo duro que estaba el miembro de su esposo. Y una chispa de calentura la invadió por completo. Quería cabalgar en ese indomable caballo.—Soy toda tuya—dijo Debora con una sonrisa pícara.—Chupame el bicho—pidió Jarli con una mirada necia.Debora se agachó y sacó el pene de su esposo. —Esta grande—dijo con los ojos cristalizados.—Chupalo, rápido—exige mientras lleva su mano hasta la cabeza de Debora y la acerca hasta su pen3 obligándola a chupar se golpe.Era la primera vez que Debora hacía este tipo de cosas, pero para ser primeriza, no lo hacía nada mal. Tomó ambas de sus manos y comenzó a darle un masaje de arriba hacia abajo al pen3.—Oh por Dios—ruge con los dientes apretados. El placer era intenso.Debora llevó el miembro a su boca y lo lamió y chupó como si fuera un caramelo.Cada succión hacía que los ojos de Jarli se cerrarán por
Jarli, ya todo está listo, solo falta llevar a tu hermano al auto-aviso. Debora le ofreció una sonrisa tímida.-Ayudaré a los escoltas a subir a mi hermano al auto -respondió Jarli, situando su mano sobre su herida, la cual era superficial.-No, los muchachos se encargaran. Solo quédate dentro del auto.Jarli obedeció a su esposa y así fue. Javier fue llevado al auto con todo el cuidado del mundo.Tayyar no se despidió de la pareja, solo permaneció dentro de su oficina.-Debora, mañana iremos a visitarlos -dijo su madre con una sonrisa.-Te esperamos.Ambas se despidieron con un abrazo ligero. Debora subió al auto junto a su esposo. En la parte trasera iba Javier, aún dormido. La razón de su convulsión fue más por el cambio de clima, lo que le produjo un fuerte resfriado, pero no era motivo de preocupación.Jarli se sentía feliz. Por fin se había acabado la molestia de su suegro, ya no había quien le dijera nada. Solo una noche bastó para quedar libre de ese malvado hombre.-Debora, a