~Anni~
Tengo los nervios de punta, hoy es un día especial, “nuestro aniversario de bodas”, cumpliendo y a punto de celebrar siete maravillosos años de matrimonio y por primera vez haré algo fuera de mis límites, a pesar de que una parte de mí siente vergüenza la otra me impulsa hacerlo; darle a mi amado esposo un increíble e inolvidable aniversario de bodas, ya que creo que él se merece la mejor sorpresa del mundo.Esto lo hago por dos cosas; amor y para demostrarle que sus sabias palabras no son del toda ciertas, “la rutina es mala y peor cuando eres una mujer que considera que el deseo solo se puede saciar en la oscuridad y en un tiempo definido, puesto que podemos ser consumidos por la monotonía” o, “los hijos arruinan la relaciones”.Ash, no quiero arruinar este momento especial, pero se me hace difícil no recordar el día que mis padres fallecieron en aquel accidente de auto, ¡doce años de muertos! Fui la única que sobrevivió y eso me dejó marcada. Al principio todo fue difícil porque me culpé de su muerte, aunque la psicóloga dijera lo contrario. Fue horrible quedar sola en el mundo, ya que ningún orfanato me recibía porque era mayor de edad y por problemas legales no pude quedarme en mi propia casa.Anduve varias semanas en la calle, fui una mendiga que buscaba la muerte enseguida, sin embargo, no lo fue porque entre más lo intentaba, la voz de mi madre se hacía presente en mi cabeza.Salí de la oscuridad en la que me encontraba; trabajé arduamente y al mismo tiempo me inscribí en una de las universidades públicas para retomar mis estudios de Economía.Los años pasaron y cada día fue un reto para mí, hasta que Luis; mi compañero de universidad me propusiera ser su novia y luego ser la madre de sus hijos. Ambos terminamos la carrera de Economía; él ejerció en una de las empresas de su padre, mientras que yo me quede en casa con el papel de ama de casa.Es difícil de creer, pero la chica pelinegra de ojos marrones capturó el corazón del chico rubio popular. Ahora somos la familia perfecta; nuestra hija es el fruto de nuestro amor.¡Dios! Tic… Tac… Tic… Tac…¡Que empiece la fiesta!He escuchado el sonido del auto acercarse al garaje, ¡sí, es la señal que esperaba! Desesperada y nerviosa, me quité la bata, dejándome solo con el bustier bodysuit de encaje color rojo pasión; es un tipo de lencería extravagante y sensual que mi propio esposo me regaló el día de mi cumpleaños. No lo había usado porque me daba vergüenza y el miedo tenía que ver muchísimo, ya que las inseguridades son mi debilidad.Hoy, me armé de valor y me lo puse, a pesar de que me quedé como media hora ante el espejo intentando luchar con mis miedos. Tras suspiros y suspiros me dije a mí misma que hoy era una noche especial donde debía dejar todo atrás y apreciar lo que mi esposo sigue sintiendo por mí. Él se dio la molestia a entrar a una de esas tiendas para comprarme ropa interior. ¡Oh! En ese instante entendí que mi esposo me había mandado una señal, que la prenda era la respuesta a la llama de nuestro amor.De un impulso corrí a esconderme detrás de las cortinas de la habitación, mis intenciones principales eran sorprenderlo en la puerta principal de la casa, pero luego cambié de opinión y decidí que la terraza era el lugar perfecto para demostrarle que sigue siendo el amor de mi vida, “una celebración romántica bajo las estrellas”.Ufff... Todo está saliendo de maravilla, dejé a mi princesa en casa de sus abuelos. Le mentí a mi esposo diciéndole por llamada que me quedaría en casa de sus padres porque nuestra princesa pedía estar un fin de semana con ellos, sin embargo, no es cierto, ya que todo es un plan para que la sorpresa marche bien. Lo bueno de todo es que a tiempo regresé a casa para preparar la noche romántica, celebrando un año más de matrimonio.¡Oye, por qué tarda tanto!Cómo todos los días él viene del trabajo directo a la habitación para quitarse la ropa, pero ahora ha demorado.Ni modo tengo que salir de aquí...Me detengo en seco al escuchar un par de voces.—¿Estás seguro de que la floja de tu mujer no vendrá? —tras escuchar que la puerta de la habitación se abre una voz no femenina se hace presente—, papi, contéstame por favor, hmmm... Sabes que nos conviene, que ella crea, que la amas con todo el corazón—dice entre risas.¿Qué?Noooo... Esto tiene que ser una broma y de mal gusto, ella no puede ser la misma que tengo en mente.—No te tienes que preocupar mi bombón, esa mujer está en casa de mis padres, tenemos la casa solo para nosotros.No… no… no… Me niego a aceptar lo que estoy escuchando, mis piernas tiemblan y mi mundo se derrumba. Cierro mis ojos y me armo de valor para enfrentar mi realidad.—Me encanta mi amor porque no quiero que me lleves al auto-hotel, no es nada fino —se queja—, me tocó ir al spa porque esa cama parecía de concreto y no de plumas como esta cama.Se me hace un nudo en la garganta, sin permiso alguno se sale una lágrima, me reúso a llorar, reprimo todo el dolor que siento. Veo a la niñera de mi hija en la cama con mi esposo, ¡por Dios! Está en una posición comprometedora, ambo se sacian y se dejan llevar por el deseo que sus cuerpos exigen con urgencia.—Ya no te tienes que preocupar por eso mi amor, mañana venderé el auto de la insípida de Anni y con ese dinero te compraré un departamento de lujo.—Si mi papi, sabes que esa floja no te sirve para nada, es un microondas desechable que pronto botarás —ella se encargó de enfatizar la última palabra—. Y no te preocupes por la mocosa, sabes que tú no naciste para ser padre, ella se embarazó a propósito para amarrarte, no obstante, tú no eres de esos hombres que se queda por el hijo. No, tú eres de los hombres que le gusta la carne, la acción y la emoción de tener a una buena mujer sobre tu cuerpo, consintiéndote hasta sacarte el último suspiro.—Sí, ella debió morir junto con sus padres, ya no quiero verla, no te puedes imaginar las náuseas que me provoca verla y todavía dormir con ella.—Con razón siempre te dan los dolores de cabeza, pero ya estoy aquí y he venido a mandarte directo a las estrellas, hoy descargarás lo que esa floja para nada provoca.—¿Cómo pudieron hacerme eso? —aclaro mi garganta, preparándome para gritar—.Túuuuu...—grité llena de furia, me quité los zapatos de tacón y empecé a lanzárselos.—¿Qué haces aquí? ¡Se supone que estarías con mis padres!Corrí hacia la puerta y con un toque a la pantalla que está en la pared hago que la habitación se ilumine por completo.—Esta es mi casa, ¿cómo te atreves hacerme esto? ¿Por qué con ella? ¡Es la niñera de nuestra hija!—Eres una necia, cómo se te ocurre aparecer así de la nada —me reprocha con descaro, se levanta de la cama, pero antes se asegura que la coneja de dos patas este bien—, y también es mi casa, así que tengo el derecho de saber si estás o no.Sí que es un descarado, todavía se atreve a enfrentarme y tratarme como una basura.—¡Soy tu esposa! ¿Por qué me haces esto? —aprieto mis labios y las lágrimas no dejan de salir.—Deja de humillarte, no fue suficiente todo lo que escuchaste, ya... Entiende de una vez que eres un trapo sucio del que no quieren recoger y menos lavar.—¡Noooo!—Cállate, eres una escandalosa, por eso he pensado dejar el trabajo de niñera porque nadie te soporta —hace un sonido en sus labios que me llamó la atención de mi ira—. Oh... Mírala amor, lleva puesto el bustier que dejé aquella noche, ¿hmmm? Sí, recuerdo que era en el cumpleaños de... Sí, de ti, qué creíste, que mi hombre te regalaría algo que no te queda y menos con tu cuerpo de tabla podrida, “comida de comején”. ¿Recuerdas que me preguntaste quién me compraba todos mis caprichos? Ja, ja, ja... Nena, te lo dejo de tarea.—¿Eso es cierto? ¡Dime!—Es cierto, llevo una larga relación de años con...—Eres una... Me las pagarás, él es mi esposo y te aprovechaste de mi confianza, ¡te metiste con mi esposo!Me voy hacia ella, lanzándome sobre la cama, sin medidas y remordimiento, le suelto una y otra cachetada. La furia me ha segado.—Suéltame… ¡No, quiero que me sueltes! —de pronto siento los brazos del infiel sobre mi cintura, cumpliendo su cometido, alejándome de la... Ah.Mi pecho sube y baja. Jadeo fuertemente. Intento zafarme del agarre de él, pero su fuerza supera la mía.—Te arrepentirás, te lo juro —a lo lejos escucho los gritos de ella.—Sí, se arrepentirá de comportarse como una mujer de la calle, al parecer no aprendió nada en el colegio y bueno, que se puede decir de modales si sus padres murieron.—¡Deja de hablar de mis padres! —sin verlo venir me suelta una cachetada.—Ya es demasiado, no soporto tus gritos, no mereces estar aquí, entiende de una vez que no te amo, no sirves para nada más que dar lástima y asco, no quiero tenerte cerca, me recuerdas que eres una mujer inservible.No fue suficiente la humillación que me sujeta del brazo y me arrastra, me saca de mi propia habitación, de mi casa. Lucho y grito para que me suelte, pero él hace caso omiso.—No me puedo ir, esta es mi casa.—Oh, sí, verás como te saco y que bueno que me animo hacerlo ahora porque ya me tenías al borde de la desesperación.Llegando a la puerta él no dudó ni un segundo y me lanzó a la calle, sin importar el frío que estaba haciendo, aún me encontraba en paños menores.+Duré media hora llorando, gritando y rogándole que abriera la puerta. Todo fue en vano, él no tuvo piedad de mí, ni un poquito. Me estaba congelando y al sentir que parte de mi cuerpo morían me levanté donde estaba arrodillada y corrí hacia mi auto. Recordé que dentro del auto siempre he dejado una llave y
+Siento impotencia al verla postrada en esa cama y de que estuvo a punto de morir por su irresponsabilidad, ¿qué hacía en altas horas de la noche en un sitio que no era tan frecuente para damas como ella? Esos hombres estaban dispuestos hacer de ella lo que quisiese.La reconocí en solo segundos de tenerla cerca, no dudé en traerla al hotel, que frecuento cada vez que quiero respirar, intenté llevarla a mi casa, pero era evidente que ella pensaría otra cosa y por ahora quiero que se sienta cómoda y que se recupere como ordenó el médico.Uno de los médicos que trabaja para la organización le he pedido que viniera urgentemente porque se trataba de vida o muerte; no demoró ni un segundo pensando que estaba herido y a unos minutos de morir, sin embargo, se llevó la sorpresa que una mujer se encontraba en mi habitación y en la cama que tanto me cuesta compartir. Enseguida él recomendó que le quitara esos trapos mugrosos que llevaba puesto y que era mejor no tener nada de ropa para revisar
~Anni~Salí del hotel volando como si estuviese huyendo de una bomba que sería detonada.¿Quién era ese hombre? Esa pregunta no dejaba de pasar por mi mente una y otra vez. Más allá de mi laguna mental intenta recordar su rostro, pero luego la imagen de mi hija se hace presente y puff, todo se me olvida.En cuanto él me entregó las llaves de mi auto corrí hacia él, mi cuerpo me dolía y a la vez tambaleaba, pero las fuerzas de ir por mi nena eran más grandes que cualquier dolor. Puse en marcha el auto, dirigiéndome hacia casa de mis ex-suegros, ya que no hay vuelta atrás con el divorcio. Luego de que tenga a mi princesa en mi poder, buscaré la forma de contratar un abogado y darle fin a esta historia.En menos de media hora ya me encontraba en casa de los abuelos de mi nena y con mucha ilusión esperaba que ella me recibiera con los brazos abiertos, pero no, sus abuelos me dijeron que su papá había venido en plena madrugada por ella.Justo en ese instante palidecí porque mi pequeña se e
Mis palabras resultaron vanas para todo aquel que escuchaba mi versión, nadie creía en mí y del peligro que mi princesa corría.—Ahí es donde quería verte sucia delincuente —alzo la mirada, mis ojos se agrandan al ver a la mujer que destruyó mi matrimonio, la que se le metió entre las narices a mi esposo, ella que se hizo pasar como la mejor niñera del mundo—, no me queda duda que eres una envidiosa, intentaste matar a mi papi, querías dejarme viuda y sin nada de dinero.Mientras me mantenían en la sala de interrogatorio el animal de dos patas llegó hasta mí, los oficiales lo permitieron. —¿Qué haces aquí? —me levanto de la silla en la que estaba sentada para dirigirme hacia ella—, tan bajo has caído que vienes a ver a la esposa del hombre que algún día te cambiará por otra mejor.—Gracias por lo de mejor querida, sabía que reconocerías que soy buena en cuerpo y alma —lo dice sutilmente, con ese ego de grandeza—. No voy a negar que me burlaba cada vez que entraba a tu casa y tú como
+No recuerdo cuando tiempo pasó, ¡no es cierto! Tres días encerrada como una criminal. Perdida y desorientada, me dieron la noticia de qué mis súplicas han sido escuchadas y que alguien me había rescatado y que mi fianza había sido pagada.¡Ah, gracias, señor, escuchaste mis ruegos, mi niña me necesita!Con ayuda del policía logré ponerme en pie, intenté caminar por si sola, pero el mareo y el dolor de cabeza hicieron que volviera a caer. Aush, me duele mucho mi rostro, la cabeza y... ¡Qué dolor!¡Tres días sin comer!No importa, ya que debo enfocarme en como recuperar a mi princesa.El policía se compadeció de mí y me dijo que me sacaría dejándome cerca del estacionamiento para que pudiese irme en taxi, sin embargo, me negué, le dije que era suficiente con que me dejara en la puerta de la comisaría.Él me ayuda a salir de la comisaría, dejándome ir con un comentario, nada alentador, por cierto; “vaya, señora, sí que ha tenido una muy mala racha”.Esos fueron sus últimas palabras par
+Entrando al hospital, la primera recomendación que le di a Anni fue quedarse callada y mantener la calma, ya que lo que queremos es que demuestre de una vez quien es la víctima y el agresor. Me gustó el lado en el que ella obedeció.Luego de que nos dieran la información de la habitación en la que se encuentra el parásito, le dije a ella que me quedaría fuera de la habitación, siempre y cuando él no se sobrepasara, ya que con el segundo insulto no dudaría en entrar.Y eso fue lo primero que hice, me quedé fuera de la habitación esperando mi momento de entrada, pero luego me arrepentí porque en el instante que ella puso un pie dentro de la habitación él no dudo ni un segundo en insultarla y gritar que es una criminal, fue ahí que hice acto de presencia posando detrás de ella.Él no esperaba que un hombre estuviese detrás de ella protegiéndola. Luego de ver a la mujer que tenía a su lado, se dirigió a atacar a Anni diciéndole a grito partido que ella es un inmoral que ha perdido la de
+Siendo una más de las personas que no tienen donde ir, voy deambulando por las calles sin rumbo alguno, hasta detenerme en el parque de diversiones de los pequeños. Me arrepentí en cuestión de minutos al ver que los rostros de las mamás de los pequeños me miraban con recelo y asco. En ese momento lo primero que se me vino a la mente es que mi vestimenta y mi rostro no están ayudando.Antes de que ellas tuvieran las ganas de llamar a la policía por pensar que soy una roba niños corrí hacia el lavamanos público. Me apresuré a lavarme la cara. ¡Dolió horriblemente, quejidos de dolor salían de mis cuerdas vocales!El murmullo de las mujeres fue ascendiendo y aunque intentara enfrentarlas para decirle que me encontraba en un lugar público al que tengo derecho de estar, me quede callada, decidiendo tragarme todo e irme por los niños que disfrutaban de los juegos de atracciones.Seguí mi camino hasta detenerme por unos segundos a respirar y dejar que el aire entrara a mis pulmones. El hamb
~Anni~He encontrado la solución a todos mis problemas, me sirvió mucho estar encerrada en ese oscuro dormitorio. Me ahorré a preguntar por qué en mi habitación no había iluminación, ya que la mujer que me acompañaba me dejó en claro que nosotras no tenemos permitido porque los gastos saldrían alterados.Ella estuvo unas horas ayudándome acomodar un poco el desastre, todo para que no durmiera sobre las cajas. Logramos habilitar una cama sin colchón a lo que me llevó actuar rápido y agarrar una de las cajas vacías para extenderla sobre la cama.La oscuridad llegó a mis ojos, me quedé quieta sobre la cama y una pequeña tela cubría mi cuerpo del frío. A penas el dormitorio se fue iluminando por la mañana, me levanté de la cama y sin permiso salí de ahí para buscar a mi hija, tan siquiera verla de lejos.Por media hora corrí por las calles hasta que un chico se detuvo y me ofreció llevarme a mi destino. Por unos segundos me detuve a pensar, pero luego de preguntar la hora y de que me cont