+No recuerdo cuando tiempo pasó, ¡no es cierto! Tres días encerrada como una criminal. Perdida y desorientada, me dieron la noticia de qué mis súplicas han sido escuchadas y que alguien me había rescatado y que mi fianza había sido pagada.¡Ah, gracias, señor, escuchaste mis ruegos, mi niña me necesita!Con ayuda del policía logré ponerme en pie, intenté caminar por si sola, pero el mareo y el dolor de cabeza hicieron que volviera a caer. Aush, me duele mucho mi rostro, la cabeza y... ¡Qué dolor!¡Tres días sin comer!No importa, ya que debo enfocarme en como recuperar a mi princesa.El policía se compadeció de mí y me dijo que me sacaría dejándome cerca del estacionamiento para que pudiese irme en taxi, sin embargo, me negué, le dije que era suficiente con que me dejara en la puerta de la comisaría.Él me ayuda a salir de la comisaría, dejándome ir con un comentario, nada alentador, por cierto; “vaya, señora, sí que ha tenido una muy mala racha”.Esos fueron sus últimas palabras par
+Entrando al hospital, la primera recomendación que le di a Anni fue quedarse callada y mantener la calma, ya que lo que queremos es que demuestre de una vez quien es la víctima y el agresor. Me gustó el lado en el que ella obedeció.Luego de que nos dieran la información de la habitación en la que se encuentra el parásito, le dije a ella que me quedaría fuera de la habitación, siempre y cuando él no se sobrepasara, ya que con el segundo insulto no dudaría en entrar.Y eso fue lo primero que hice, me quedé fuera de la habitación esperando mi momento de entrada, pero luego me arrepentí porque en el instante que ella puso un pie dentro de la habitación él no dudo ni un segundo en insultarla y gritar que es una criminal, fue ahí que hice acto de presencia posando detrás de ella.Él no esperaba que un hombre estuviese detrás de ella protegiéndola. Luego de ver a la mujer que tenía a su lado, se dirigió a atacar a Anni diciéndole a grito partido que ella es un inmoral que ha perdido la de
+Siendo una más de las personas que no tienen donde ir, voy deambulando por las calles sin rumbo alguno, hasta detenerme en el parque de diversiones de los pequeños. Me arrepentí en cuestión de minutos al ver que los rostros de las mamás de los pequeños me miraban con recelo y asco. En ese momento lo primero que se me vino a la mente es que mi vestimenta y mi rostro no están ayudando.Antes de que ellas tuvieran las ganas de llamar a la policía por pensar que soy una roba niños corrí hacia el lavamanos público. Me apresuré a lavarme la cara. ¡Dolió horriblemente, quejidos de dolor salían de mis cuerdas vocales!El murmullo de las mujeres fue ascendiendo y aunque intentara enfrentarlas para decirle que me encontraba en un lugar público al que tengo derecho de estar, me quede callada, decidiendo tragarme todo e irme por los niños que disfrutaban de los juegos de atracciones.Seguí mi camino hasta detenerme por unos segundos a respirar y dejar que el aire entrara a mis pulmones. El hamb
~Anni~He encontrado la solución a todos mis problemas, me sirvió mucho estar encerrada en ese oscuro dormitorio. Me ahorré a preguntar por qué en mi habitación no había iluminación, ya que la mujer que me acompañaba me dejó en claro que nosotras no tenemos permitido porque los gastos saldrían alterados.Ella estuvo unas horas ayudándome acomodar un poco el desastre, todo para que no durmiera sobre las cajas. Logramos habilitar una cama sin colchón a lo que me llevó actuar rápido y agarrar una de las cajas vacías para extenderla sobre la cama.La oscuridad llegó a mis ojos, me quedé quieta sobre la cama y una pequeña tela cubría mi cuerpo del frío. A penas el dormitorio se fue iluminando por la mañana, me levanté de la cama y sin permiso salí de ahí para buscar a mi hija, tan siquiera verla de lejos.Por media hora corrí por las calles hasta que un chico se detuvo y me ofreció llevarme a mi destino. Por unos segundos me detuve a pensar, pero luego de preguntar la hora y de que me cont
“Te puedo ayudar”; fueron las palabras del abogado, me sorprendí al verlo frente a mis ojos, por estar pendiente de la chica, no me percaté en qué momento él se alejó de su escritorio. Le agradecí por ese detalle, me levanté por si sola rechazando su mano, y para no hacer perder su tiempo empiezo a contarle quién tiene a mi hija y porque no me la quiere dar.Él me invita a sentarme y que vuelva a empezar, pero que esta vez le dé todos los detalles de principio a fin. Empecé justo en la noche que lo descubrí con aquella mujerzuela hasta el ofrecimiento que el dinero que quiere para negarse de la custodia total de nuestra hija. Y con un nudo en mi garganta le dije lo que sucedió con el bebé que perdí y que no era culpable como él lo dice.En todos los detalles lo que omití fue al hombre misterioso, por ningún motivo quise involucrarlo, ya le debo mucho para meterlo en estas cosas.Justo cuando esperaba su respuesta de esperanza, me dice que debo obtener evidencia del engaño y la violenc
—Jefe, lo siento mucho… Por favor, perdónela, es que ella es nueva y no sabe el lugar que no debe pisar —detrás de mí escucho una voz interviniendo, por encima de mis hombros puedo ver que es mi compañera de trabajo, “la pelirroja”, bajo la mirada, estoy a punto de llorar, pero si lo hago seré la mujer dramática y llorona—. No volverá a suceder, se lo prometo y ella también porque es consciente de que necesita el trabajo.¡El trabajo!Ella tiene toda la razón, es posible que pierda el trabajo, pero también no quería permitir que le hicieran daño aquella chica. Esos hombres fríos y perversos no me daban buena espina, hasta podría decirse que son peores que aquel grupo de hombres que me acorralaron en la gasolinera.—Eses una completa buena para nada, te encargué una sola misión y mira como esta basura te paga, ¿sabes lo que tengo que pagar para calmar a ese grupo? ¡Nooo! No respondas porque no sabes maldita basura.Explotó, el hombre está rojo y lleno de furia, hasta tengo el miedo de
~Anni~*—Necesitamos llevar estas cajas —señala con el plumero que lleva en su mano—, esto será lo último para que terminemos.Sin querer mis ojos van directo hacia su brazo, ese que tiene manchas como la de una cebra. Estoy segura de que esas manchas no son un tatuaje, son moretones del cual aparecen muy seguido y eso quiero decir cada vez que ella me dice que va a casa.Hay una parte de mí que presiente que ella está en problemas y no quiere decir nada para que los demás no sientan lástima.Ha pasado una semana completa trabajando aquí y me he dado cuenta de que ella me está mintiendo, le he preguntado por qué se queda a dormir en el bar si tiene su casa, a lo que ella siempre se queda callada o me evade.Entre que estoy al pendiente de cómo van las cosas para recuperar a mi niña, también estoy atenta a todo lo que me rodea, y ultimadamente me he dado cuenta de que la persona que ha estado este tiempo ayudándome ha sufrido un par de cambios. ¡Su cuerpo dice más que mil palabras! “N
Unos segundos de rotundo silencio, él vuelve hacer lo mismo y su mirada viaja de arriba hacia abajo. Me incomoda su mirada.—Ja, ja, ja, ja... No me hagas reír, ¿crees que dejaría que una basura como tú suba a mi escenario? ¿Estás segura de que mis clientes no se irán en el momento cuando te vean?, solo mírate, eres un pelagatos y nadie te daría la oportunidad de que dijeras una sola vocal.Cuando estaba a punto de convencerlo aparecieron varios hombres rodeándonos, el miedo vino a mi camino. Y él no dudó un segundo en burlarse de mí delante de ellos, cuestionando mi persona y mi vestimenta, dado que para ellos soy una mendiga vulgar que no merece ser la atención de más de cien hombres.—Anni —mi mirada se desvía a esa voz—, lo siento jefe, ella…No, ella parece en el momento menos inoportuno, ahora el jefe la agarrará con pelirroja y eso no le conviene. No quiero que la despidan.—Eh, lo siento, ya voy a ayudarte con las cajas, es que le estaba proponiendo al jefe ser esa bacante que