- ¿Cómo van los preparativos Sayuri? – Touma se encontraba hablando por teléfono para asegurarse que en casa estuviera listo todo para recibir la llegada de su hijo mayor.- Tranquila mami, ya todo está listo e igual Hiro-nee y Akira-nii acaban de llegar.- ¿Y tu papá?- Esta en su oficina, jeje ahorita que le espié lo noté ansioso, él igual esta alegre de que Taiki pasara un mes aquí con nosotros.- Jeje este Yuudai.- Bueno no se tarden y vengan con cuidado.- Claro, bueno te dejo acaba de aterrizar su vuelo.- Hai.- Mira abuelito – al colgar la llamada, noto que Tsuki se acercaba alegre hasta él y lo tomaba de la mano – ven mira esto – le dijo risueña mientras lo llevaba a una de las tiendas cercanas y le mostraba un collar de caracoles que vendían - ¿me lo compras?- Abuelo si le compras a la mimada, yo igual quiero esto – dijo Kyosuke, quien le mostraba un collar con una piedra de ámbar.- Yo quiero esto – indico Hikaru quien tenían entre sus manos una caja de chocolates mexican
- Sayuri, que sorpresa no pensé que te vería el día de… - le saludo un chico peli morado, de cabello lacio ligeramente largo y amarrado en una coleta baja, piel clara, ojos color café, quien llevaba una camisa color gris, pantalón de mezclilla negra, tenis negros y encima una chaqueta de cuero negra; en sus manos llevaba algunos libros y tenía colgado de su hombro izquierdo una mochila blanca. En esos momentos estaba distraído ya que, de un momento a otro empezo a sentir un sutil aroma a vainilla y canela, un aroma que hacía mucho no habia sentido, pero cuando escucho a su amiga hablarle se giró para saludarle solo para encontrarse al dueño de ese aroma… algo que le sorprendió ya que pensó que no volvería a verle porque lo último que supo es que este ya tenía pareja y se la pasaba viajando constantemente por trabajo – hoy…- ¿Shiro, te pasa algo? – pregunto extrañada la pelinegra.- Ah… hehe perdón Sayu, es que me distraje e igual no pensé que Taiki estuviera de visita – menciono aleg
Después de eso, se quedaron platicando un poco más para después despedirse de la familia ya que era hora de comer y los jóvenes argumentaron que comerían en casa, pero cuando estaban de camino a casa Sayuri recibió una llamada provocando que ella sonriera alegre prometiendo que estaría en ese lugar lo más rápido por lo que se disculpó con su hermano y mejor amigo ante se frenar de golpe el automóvil y expulsarlos de este, donde les pedía disculpas antes de pisar el acelerador y alejarse del lugar.- Pero… ¿qué diablos acaba de pasar? – dijo asustado Taiki.- Se veía ansiosa y feliz – opino Shrio.- Eso no explica ¿porque nos lanzó fuera del auto? – se quejó el pelinegro.- De seguro esa persona le llamo.- ¿Eh…?- Según me conto, ya está empezando a salir con alguien.- ¡Que! y… ¿quién es esa pobre alma incauta?- Perdón, ni a mí me ha dicho – dijo algo apenado Shiro.- Tch… ya luego la torturare para que me cuente – indico sonriendo de lado Hiroki – bueno, supongo que por ahora me to
En esos momentos él se encontraba en estado de shock, ya que aún le costaba asimilar lo ocurrido en esos momentos ya que a su parecer debía ser una broma de la vida, no podía ser que él… que precisamente el fuera un Omega; eso era ridículo e inaceptable pero la prueba de ello era su recién debut y aunque su cuerpo ya empezaba a sufrir los calores de la llegada de su primer celo pero su mente se negaba a aceptarlo ya que él siempre se creyó una persona muy fuerte, talentosa y alguien inteligente no quería aceptar que le tocaba ser un dulce, tierno y frágil omega… algo que el mismo aborrecía porque era sinónimo de debilidad.Hiro Takahashi, era un chico 7 años de edad de cabello rubio almendrado, de ojos de color azul , de complexión delgada y de piel clara. Ciertamente su cuerpo, su carácter y personalidad gritaban que el sería un gran Alfa e igual eso sería algo realmente normal en su familia, ya que en su familia siempre habían nacido puros alfas.La familia Takahashi era dueña de un
Justo en esos instantes se sentía libre y feliz por primera vez en toda su triste vida… es verdad que para tener una corta edad de 7 años, ya habia experimentado la crueldad de la vida de la mano de sus padres, pero justo ahora al experimentar ese calor recorrer su cuerpo así como dejar escapar un rugido fuerte confirmando su segunda naturaleza que le indicaba que aquel destino triste que le esperaba no era para él y podría crear el suyo propio.Akira De Angelis, un joven mitad japones y mitad italiano; por primera vez en su vida se sentía muy feliz y al mismo tiempo sorprendido por el resultado de los hechos tras su debut ya que él era un castaño de cabello ligeramente alborotado, de ojos color caramelo y pestañas grandes, piel clara y muy suave, una apariencia delicada y complexión esbelta; definitivamente ese pequeño poseía el típico cuerpo que cualquier Omega desearía y envidiaría; por ello desde que el pequeño aprendió a andar fue educado como uno por sus padres que se miraban co
Ya habían pasado varios años desde que Akira se independizo de sus padres, en este tiempo fue reeducado por su tío… y ahora si podía decir que conoció el infierno ya que este se tomó muy literal la tarea de volverlo un Alfa hecho y derecho, donde busco fortalecer su cuerpo con entrenamiento físico e igual le dio clases intensivas sobre el manejo de la empresa e idiomas, por ello en sus actuales 16 años ya participaba de forma directa en la toma de decisiones de la empresa.En ese momento se encontraba durmiendo un rato ya que su tío lo había mantenido despierto hasta muy altas de la madrugada para que revisara algunos documentos y contratos. Ellos se encontraban en el jet privado de la familia rumbo a Japón, ya que debían concretar varios contratos con diversas empresas de ese país.- Despierta Akira, llegamos – le ordeno Yuudai, mientras se levantaba y se estiraba.- Hmm… 5 minutos más – hablo entre sueños el castaño.- … - obvio que ese comentario enojo momentáneamente al pelinegro,
La luna aún estaba reinando en el cielo, pero al mismo tiempo se podían notar algunos destellos naranjas en el cielo: indicando que el amanecer se estaba acercando, pero este hermoso paisaje era ignorado por cierto castaño que se encontraba aun en el reino de Morfeo soñando con ese alfa pelinegro que conoció el día anterior, pero nada dura para siempre ya que de pronto empezó a sentir que alguien lo movía.- Hmmm… no… aun quiero dormir… - se quejó Akira moviéndose un poco para volverse acomodar y regresar a sus lindos sueños.-Aki-nii… – le dijo una vocecita al oído.Con algo de pereza el castaño abrió los ojos mientras los restregaba con su puño, notando a un pequeño pelinegro de cabello ligeramente esponjado, ojos verdes y tés clara, que le miraban divertido, el cual llevaba puesto un pijama con estampado de vaca.- Ah… - bostezo el castaño sentándose en la cama – Taiki-chan es muy temprano para que juguemos – hablo de forma tranquila mirando al menor, el cual solo le miro con enojo
La atmosfera era tensa en esos momentos en cierta habitación, por ello nadie se atrevía a moverse o decir algo.El comité disciplinario de la universidad se caracterizaba por estar conformado por los alfas más rudos del instituto y con obviedad el mejor de todos era su líder, algo que salía a relucir cuando este estaba de mal humor y ese era el caso justo en esos momentos, pero la razón de su enojo era desconocida para todos, por ello ninguno se atrevía a entrar al salón donde se encontraba líder.En ese instante Katsuro, el segundo al mando del comité estaba llegando al lugar donde noto a sus compañeros amontonados en el pasillo; al verlo ellos le explicaron la situación al pelinegro por lo que este simplemente dejo escapar un suspiro para luego pararse recto y entrar al salón. Al entrar se sorprendió de la gravedad del asunto: ya que era normal ver a su jefe de mal humor, pero en ese momento estaba realmente enfadado ya que hasta un aura negra lo rodeaba, entonces se puso a medir bi