Busco arreglarse rápido para bajar a desayunar con ella, ya que sabía que no debía hacerla esperar mucho. Al llegar al comedor, la mesa ya estaba puesta con todo lo que a ella le gustaba: panqueques con miel, fruta picada, jugo de naranja, homelet de huevos, pan tostado, un poco de café y algo de pan dulce, a decir verdad, siempre era un misterio el cómo su madre podía comer todo y seguir delgada, pero prefería no pensar mucho en eso, se sentó a la mesa junto a ella y escogió comer un poco del homelet.El desayuno estaba transcurriendo en silencio hasta que una melodía empezó a sonar, era el teléfono de ella, la cual al mirar quien le llamaba se puso algo nerviosa y empezó a ignorarlo.- De nuevo te escapaste del trabajo – hablo Hiro mirándola de reojo.- Ah… noooo, claro que no - contesto nerviosa mientras que el teléfono seguía sonando.- ¿Y porque no contestas? – le pregunto algo divertido el pelinegro, ya que deducía quien era la persona que estaba llamando e igual le parecía dive
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